China, Rusia, Irán y Cuba están contribuyendo a la inestabilidad de América Latina

China, Rusia, Irán y Cuba plantean problemas de seguridad en América Latina, dice Craig S. Faller, almirante de la Marina de los EE. UU. Analizaremos cuáles son las amenazas de estos países. Producido por @LaGranÉpoca

Washington reactiva su proyecto de división de Irak

por Thierry Meyssan

La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.

El «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East), según el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Mapa publicado en 2006 por el coronel estadounidense Ralph Peters.

El «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East), según el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Mapa publicado en 2006 por el coronel estadounidense Ralph Peters.

Desde el año 2001, el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos ha venido tratando de dividir el «Medio Oriente ampliado» en una multitud de pequeños Estados étnicamente homogéneos. El mapa del Medio Oriente rediseñado por Washington se publicó en julio de 2006 [1]. Y según ese mapa Irak debía dividirse en 3 partes: un Estado sunnita, un Estado chiita y un Estado kurdo.

El fracaso de Israel ante el Hezbollah libanés, en el verano de 2006 [2], y el de Francia y el Reino Unido ante el Estado sirio, en 2011-2014, podían hacer pensar que aquel plan había quedado en el olvido. Pero no ha sido así. El estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos está tratando de reactivarlo a través de los condottieri de hoy: los yihadistas.

Esa es la perspectiva que permite analizar correctamente los acontecimientos de la semana pasada en Irak. A la hora de explicarlos, la prensa internacional insiste en la ofensiva del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL, también conocido en árabe como Daesh), ofensiva que en realidad sólo es parte de una operación mucho más amplia.

Ofensiva coordinada del EIIL y los kurdos

En sólo una semana, el EIIL ha conquistado lo que podría convertirse en un emirato sunita mientras que los kurdos conquistaban lo que debería pasar a ser un Estado kurdo independiente.

El ejército iraquí, entrenado y armado por Washington, simplemente dejó en manos del EIIL toda la región de Ninive. Pero también abandonó la región de Kirkuk, que rápidamente cayó bajo el control de los pershmergas del Kurdistán iraquí. La estructura misma de la cadena de mando iraquí facilitó el derrumbe de sus fuerzas: los oficiales superiores estaban obligados a obtener la anuencia de la oficina del primer ministro antes de realizar cualquier movimiento de tropas, condición que les impedía dar prueba de iniciativa a la vez que los llevó a acomodarse como reyezuelos en las zonas bajo su mando. En tales condiciones, resultaba extremadamente fácil para el Pentágono comprar a ciertos oficiales para que se encargaran de incitar a sus soldados a desertar.

También desertaron los parlamentarios al ser convocados por el primer ministro, impidiendo así que el parlamento votara la proclamación del estado de urgencia… por falta de quorum, lo cual dejó al gobierno sin posibilidades de responder rápidamente ante la grave situación.

Ya sin otra opción para salvar la unidad del país, el primer ministro al-Maliki recurrió a todos sus posibles aliados. Se dirigió, en primer lugar, al pueblo iraquí en general y, en particular, a la milicia chiita de su rival Moqtada al-Sadr (el Ejército del Mahdi), así como a los Guardianes de la Revolución iraníes (el general Qassem Suleimani, comandante en jefe de la fuerza al-Qods, se encuentra en Bagdad en este momento). Y finalmente recurrió a Estados Unidos pidiéndole que inicie bombardeos aéreos contra las fuerzas del EIIL.

La prensa occidental está señalando, no sin algo de razón, que la manera de gobernar del primer ministro al-Maliki ha sido a menudo lesiva tanto para la minoría sunnita como para los laicos del Partido Baas ya que se ha mostrado principalmente favorable a los chiitas. Se trata, sin embargo, de un argumento que debe ser relativizado y llevado a sus justas proporciones ya que, en las recientes elecciones legislativas del 30 de abril, los iraquíes acaban de reiterar su respaldo a la coalición de Nuri al-Maliki, que obtuvo un 25% de los votos, o sea 3 veces más sufragios que el movimiento de Moqtada al-Sadr, mientras que el resto de los votos se diluía al dividirse entre una multitud de pequeños partidos.

La preparación de la ofensiva contra la autoridad de Bagdad

La ofensiva del EIIL, por un lado, y la de los Pershmergas por el otro venía preparándose desde hace tiempo.

El nacimiento del Kurdistán iraquí se inició bajo la protección de Estados Unidos y de Gran Bretaña, con la imposición a Sadam Husein de la zona de exclusión aérea decretada entre las dos invasiones occidentales desatadas contra Irak (1991-2003). A partir del derrocamiento de Sadam Husein, el Kurdistán iraquí adquirió un alto nivel de autonomía y ha caído en la esfera de influencia israelí. Resulta por consiguiente impensable que Tel Aviv no haya intervenido en la toma de Kirkuk. En todo caso, el hecho es que el actual gobierno regional de Erbil ha extendido su jurisdicción a todo el conjunto del territorio iraquí que los planes del estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos habían asignado a la formación del Kurdistán independiente.

El EIIL es una milicia tribal sunnita a la que se integraron los combatientes de al-Qaeda en Irak al términar el mandato de Paul Bremer III en Irak y con el traspaso del poder político a los iraquíes. El 16 de mayo de 2010, un responsable de al-Qaeda en Irak, Abu Bakr al-Baghdadi, liberado en circunstancias aún desconocidas, es nombrado emir. Este personaje se esforzará posteriormente por poner el EIIL bajo la autoridad de al-Qaeda.

A inicios de 2012, combatientes del EIIL crean en Siria el grupo conocido como Jabhat al-Nusra –o sea, Frente de Apoyo al Pueblo del Levante– como rama siria de al-Qaeda. Durante julio de 2012, Jabhat al-Nusra se desarrolla al calor de la reanudación de la ofensiva franco-británica contra Siria. Pero a fines de 2012, Washington decide finalmente clasificarlo como «organización terrorista», a pesar de las protestas del ministro francés de Relaciones Exteriores, quien llega a declarar públicamente que los “chicos” de al-Nusra «están haciendo un buen trabajo» (sic) [3].

Los éxitos de los yihadistas en Siria, hasta el primer semestre de 2013, modificaron el nivel de atracción que podían ejercer sus diferentes grupos. El proyecto oficial de revolución islamista global promovido por al-Qaeda comenzó a verse rápidamente como algo utópico mientras que la creación de un emirato o Estado islámico en algún territorio bajo control yihadista parecía mucho más realista, e incluso al alcance de la mano. Esto último es lo que da lugar a la idea de confiar a los defensores de ese proyecto el rediseño de Irak que las fuerzas armadas de Estados Unidos no lograron concretar cuando invadieron y ocuparon ese país.

El cambio de imagen del EIIL se produce durante la primavera de 2014, con la liberación de los prisioneros occidentales que ese grupo tenía en su poder –alemanes, británicos, daneses, españoles, estadounidenses, franceses e italianos. Las primeras declaraciones de los liberados confirmaban punto por punto las informaciones de los servicios de inteligencia de Siria: el EIIL está bajo la dirección de oficiales estadounidenses, franceses y sauditas. Sin embargo, los prisioneros liberados daban rápidamente marcha atrás y contradecían después sus primeras declaraciones sobre la identidad de los individuos con quienes habían tenido contacto durante su cautiverio.

En ese contexto se produce la ruptura entre el EIIL y al-Qaeda, en mayo de 2014. A partir de ese momento, el EIIL adopta una postura de rivalidad mientras que al-Nusra se mantiene como rama oficial de al-Qaeda en Siria. Pero todo eso no es más que una cuestión de apariencias. En realidad, esos grupos cuentan, desde su creación misma, con el respaldo de la CIA, que los utiliza contra los intereses de Rusia –como ha podido verse en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Irak y Siria.

En mayo, habiendo dejado de ser la representación regional de una organización mundial (al-Qaeda) para convertirse por sí mismo en una organización regional, el EIIL se preparó para desempeñar el papel que desde hace tiempo se le había asignado.

Aunque está encabezado en el terreno por el ya mencionado Abu Bakr al-Baghdadi, el EIIL se halla en realidad bajo la autoridad del príncipe saudita Abdul Rahman al-Faisal, hermano de los príncipes Saud al-Faisal –ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita desde hace 39 años– y Turki al-Faisal –ex director de los servicios secretos y actual embajador de Arabia Saudita en Washington y Londres.

En mayo pasado, los príncipes al-Faisal compraron una fábrica de armamento en Ucrania. A partir de entonces, importantes cargamentos de armamento pesado han estado llegando por vía aérea a un aeropuerto militar turco. Y desde ahí, el MIT (los servicios secretos de Turquía) ha estado enviando ese armamento al EIIL en trenes especiales. Es prácticamente imposible que semejante cadena logística haya podido montarse sin la OTAN.

La ofensiva del EIIL

El pánico que se ha apoderado de la población iraquí ante el avance del EIIL tiene que ver con la envergadura de los crímenes que esa organización ha cometido en Siria, como degollamientos públicos de «musulmanes renegados» e incluso crucifixión de cristianos. Según William Lacy Swing –ex embajador de Estados Unidos en Sudáfrica y posteriormente en la ONU y actual director de la Oficina de Migraciones Internacionales (OMI)–, al menos 550 000 iraquíes han preferido huir ante la ofensiva de los yihadistas.

Esas cifras demuestran cuán errados están los estimados occidentales que afirman que el EIIL sólo dispone de 20 000 combatientes en total, en Siria e Irak. La verdadera cifra es probablemente tres veces más alta, o sea unos 60 000 combatientes. La diferencia entre ambas cifras corresponde exclusivamente a la cantidad de extranjeros, reclutados en todo el mundo musulmán y muchos de los cuales ni siquiera son árabes. El EIIL se ha convertido por lo tanto en el principal ejército privado del mundo y su papel recuerda el de los célebrescondottieri del Renacimiento europeo.

Y es probable que el EIIL siga desarrollándose, gracias al botín de guerra que está reuniendo en Irak. En la ciudad de Mosul, el EIIL se apoderó de los fondos del distrito de Ninive, 429 millones de dólares en dinero contante y sonante, suma que le permitiría pagar a todos sus combatientes por espacio de un año. También se apoderó de numerosos Humvees [Vehículo militar multipropósito de fabricación estadounidense corrientemente utilizado por las fuerzas armadas de Estados Unidos] y de al menos 2 helicópteros de combate que incorporó de inmediato a su equipamiento. Como los yihadistas no tienen posibilidades de formar pilotos, la prensa internacional da por sentado que esos helicópteros serán utilizados por ex oficiales baasistas formados en tiempos de Sadam Husein, lo cual es altamente improbable en el contexto de guerra entre baasistas laicos y yihadistas que sirve de telón de fondo a la guerra en Siria.

Reacciones internacionales

Los partidarios de Arabia Saudita en la región ya estaban a la espera de la ofensiva de los peshmergas y del EIIL. En Líbano, el presidente Michel Sleiman, quien en enero pasado concluía una alocución lanzando un sonoro «¡Viva Arabia Saudita!» en lugar de un «¡Viva el Líbano!», trató por todos los medios de lograr una prórroga de 6 meses de su mandato presidencial –que ya expiró el 25 de mayo– para estar aún al mando cuando se presentara la actual crisis.

En todo caso, es la incoherencia lo que está caracterizando las reacciones internacionales ante la crisis iraquí. Todos los Estados, sin excepción alguna, condenan las acciones del EIIL en Irak y se pronuncian contra el terrorismo. Pero algunos –como Estados Unidos y sus aliados– ven en el EIIL un aliado objetivo contra el Estado sirio, y varios (Estados Unidos, Arabia Saudita, Francia, Israel y Turquía) son incluso gestores de su actual ofensiva en Irak.

En Estados Unidos, el debate público muestra una oposición entre los republicanos –que están exigiendo un redespliegue militar en Irak– y los demócratas –que denuncian la grave inestabilidad suscitada por la intervención militar de George W. Bush contra Sadam Husein. Toda esa batalla oratoria permite ocultar el hecho que los actuales acontecimientos responden a los intereses estratégicos del estado mayor estadounidense y que este último está además directamente implicado en ellos.

Es también muy posible que Washington no haya jugado limpio con Ankara ya que el EIIL parece haber tratado de apoderarse de la tumba de Solimán Schah, en el distrito sirio de Raqqa. Ese santuario es propiedad de Turquía, que incluso dispone de una pequeña guarnición en el lugar, en virtud de la cláusula de extraterritorialidad incluida en el Tratado de Ankara, impuesto por los colonizadores franceses en 1921. Pero tampoco sería imposible que esa supuesta acción del EIIL haya sido en realidad una provocación orquestada por Turquía, cuyo gobierno ya había estudiado en otro momento esa variante para utilizarla como justificación de una intervención abierta del ejército turco en Siria [4].

Más grave resulta el hecho que durante la toma de Mosul el EIIL tomó prisioneros a 15 diplomáticos turcos con sus familias y a 20 miembros de las fuerzas especiales turcas en el consulado de Turquía, lo cual provocó la cólera de Ankara. El EIIL arrestó además a varios choferes turcos de transportes pesados, quienes fueron posteriormente liberados. Resultado: después de haber garantizado la logística de la ofensiva del EIIL, Turquía se siente traicionada y no se sabe –al menos por el momento– si esa traición es cosa de Washington, de Riad, de París o de Tel Aviv. Esa situación recuerda lo sucedido el 4 de julio de 2003, cuando el ejército estadounidense arrestó a 11 miembros de las fuerzas especiales turcas en Sulaimaniyeh (Irak), incidente popularizado por el film turco El valle de los lobos [5]. Aquel episodio dio lugar a la crisis más importante de los 60 últimos años entre Turquía y Estados Unidos.

En este caso, la hipótesis más probable es que Ankara no tenía previsto participar en una ofensiva tan amplia y que fue sólo con la operación ya en marcha que descubrió que el objetivo de Washington era la creación del Kurdistán. Lo cual probablemente no entraba en los planes de Ankara ya que –según el mapa publicado en 2006 por el Pentágono– el Kurdistán incluiría una porción de territorio turco. En efecto, las “amputaciones” previstas en el plan estadounidense no sólo son para los enemigos de Washington. También afectan a los “amigos” y todo ello parece indicar que el arresto en Mosul de los diplomáticos turcos y de los miembros de las fuerzas especiales de Turquía tuvo como objetivo impedir que Ankara tratara de sabotear la operación.

Al llegar el jueves a Ankara, proveniente de Amman, la representante especial de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Samantha Power, condenó hipócritamente las acciones del EIIL. La presencia en el Medio Oriente de esta ardiente promotora del intervencionismo moral de Washington hace pensar que se ha previsto algún tipo de reacción de Estados Unidos en ese escenario.

Irán anunció por su parte que está dispuesto a ayudar a salvar el gobierno del chiita al-Maliki con el envío de armas y consejeros militares, pero sin implicar combatientes. Un posible derrocamiento del Estado iraquí favorecería a Arabia Saudita, gran rival regional de Teherán, en momentos en que el príncipe saudita Saud al-Faisal –hermano del verdadero patrón del EIIL– acaba de invitarlo a negociar.

Fuente
Al-Watan (Siria)

Visto en: http://www.voltairenet.org/article184299.html

Referencias:

[1] «Blood borders: How a better Middle East would look», por Ralph Peters,Armed Forces Journal, edición de junio de 2006.

[2] Ver L’effroyable imposture: Tome 2, Manipulations et désinformations, por Thierry Meyssan, éd. Alphée 2007.

[3] Citado in «Pression militaire et succès diplomatique pour les rebelles syriens», por Isabelle Mandraud (con Gilles Paris), Le Monde, 14 de diciembre de 2012.

[4] «Complot turco para entrar en guerra abierta contra Siria», Red Voltaire, 28 de marzo de 2014.

[5] «El anti Hollywood turco denuncia los crímenes estadounidenses», por Mireille Beaulieu, Red Voltaire, 5 de mayo de 2006.

La blasfemia como arma de guerra

Detrás del video difamatorio sobre la fe musulmana, podría estar el impulso racista y fascista de legitimar la falsa guerra contra el terrorismo en sus 11 años. Ahora, EE.UU. tiene otra razón para incrementar su presencia militar en África y Medio Oriente.

Esta mujer en Kuala Lumpur señala a Washington. Su cartel dice: «¡Obama! ¡Nuestra paciencia tiene límite! ¡No nos culpen si sus ciudadanos mueren! ¡Cúlpense a ustedes mismos! ¡Ustedes lo comenzaron!
Autor: Getty Images

Jorge L. Rodríguez González
jorgeluis@juventudrebelde.cu
22 de Septiembre del 2012 21:23:40 CDT

Atacaron el mundo musulmán, y como otras veces, lo hicieron contra el corazón de su cultura e identidad. Quienes se encuentren detrás de la factura del ofensivo corto Inocencia de los musulmanes —avance de la película Los Guerreros del Desierto—deben estar chocando copas, porque todo parece ir de acuerdo con lo que maquinaron: una ola de repudio antiestadounidense con ataques a las embajadas y consulados en países del norte de África, Medio Oriente y Asia.

La maquinaria mediática occidental se encarga ahora de alimentar la islamofobia, tan intensamente como lo hizo después del 11 de septiembre de 2001, cuando George W. Bush y su mano derecha Dick Cheney —tan belicoso y extremista como su jefe— acusaron a Osama bin Laden, cabecilla de la red terrorista Al-Qaeda y hombre de la CIA, de ser el autor intelectual del derrumbe de las torres del World Trade Center, en Nueva York.

Entonces fue la justificación para atacar Afganistán. Dos años después, Sadam Hussein, un viejo amigo de Washington, se convirtió en uno más de los personajes «peligrosos» para la seguridad nacional de Estados Unidos, y le acusaron de tener armas de destrucción masiva. El Pentágono no tardó en caer sobre esa nación.

La satanización sirvió para convencer a la opinión pública norteamericana e internacional de la «necesidad» de la guerra contra esas naciones. En medio del estado policíaco y de terror instaurado en la gran potencia, mucha gente sintió miedo de perder sus vidas en manos de «coléricos y extremistas musulmanes» y apoyaron a sus «muchachos».

Esa es la imagen que podrían estar intentando revivir ahora fuerzas oscuras.

Parecería no casual la aparición del video de 14 minutos, donde se denigra la imagen del profeta Mahoma. El hecho aún está velado por el misterio y abrió incógnitas. Solo se ha establecido como sospechoso a un tal Nakoula B. Nakoula, quien se identificó como integrante de la Iglesia ortodoxa copta, un individuo condenado por fraude bancario a través de la web. Si se comprueba su participación en la autoría de la cinta puede ser juzgado por violar la libertad condicional que le prohibía el uso de Internet y de computadoras. Para aumentar el enigma, una de las actrices del filme levanta una demanda alegando engaño y manipulación…

Sí está claro que la fama alcanzada por el video en Internet se le debe a Terry Jones, el reverendo extremista que hace año y medio quemó libros del Corán en la Florida y también provocó la furia del mundo musulmán.

Además, la película que circuló primero en Internet y por varias salas de cine en Estados Unidos era hablada en inglés; pero el extracto publicado en YouTube en árabe, y que encendió la chispa, había alterado los diálogos para hacerlos más insultantes e injuriosos: quizá una prueba de premeditación con el objetivo de provocar la reacción del mundo musulmán.

Se afirma que un pequeño grupo de judíos financiaron con cinco millones de dólares la cinta que pretende decirle al mundo, no solo a los estadounidenses, que los musulmanes son, por naturaleza, irracionales, intolerantes y bárbaros.

Igual objetivo persigue la publicación de caricaturas en la revista satírica francesa Charlie Hebdo y los anuncios que comenzarán a circular esta semana en el metro de Nueva York, cuyo texto dice: «Derrote a la Yihad. En cualquier guerra entre un hombre civilizado y un salvaje, apoye al hombre civilizado. Apoye a Israel. Derrote a la Yihad».

Así, estas fuerzas oscuras, vinculadas a intereses militares, económicos y electorales en Estados Unidos quieren hacer ver que estos 11 años de engañosa guerra contra el terrorismo, tiene que seguir en pie.

Por tanto, cobran gran simbolismo los violentos incidentes en el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, justamente el 11 de septiembre, cuando se recordaba el ataque a las Torres Gemelas.

Esquema explicando como la red de los neoconservadores de EEUU están detrás del video anti-islam que ha desatado las protestas de musulmanes en todo el mundo. Fuente: https://www.facebook.com/Laproximaguerramundial

¿Pudiera ser un complot?

Otra vez la Casa Blanca apunta a Al-Qaeda, y con ello justifica sus desmanes contra el mundo. En los círculos de poder este criterio ya es una certeza. El Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. etiquetó el ataque de «atentado terrorista», y por tanto investiga cómo lo planificó Al-Qaeda.

Según Antiwar.com, algunos funcionarios estadounidenses señalaron a un ex prisionero del campo de detención de la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano ocupado ilegalmente por EE.UU., como participante en el ataque de Bengasi que concluyó con cuatro muertes estadounidenses.

El sospechoso fue identificado como Sufyan Ben Qumu, supuestamente ex chofer de Osama bin Laden y ahora uno de los líderes de Ansar al-Sharia Benghazi, el grupo seguidor de Al-Qaeda al que las autoridades libias achacan los hechos. Se afirma también que el objetivo era vengar el asesinato, en un ataque de drones en Paquistán, de un agente de Al-Qaeda, de procedencia libia.

Pero sí está claro que la mayoría de quienes protestaron frente al consulado en Bengasi y se manifestaron en el mundo musulmán, lo hacen contra la profanación de su religión y sin intenciones de desenlaces fatídicos.

Al-Qaeda pudiese ser la responsable de los acontecimientos, pero Al-Qaeda no es el pueblo musulmán.

Las protestas verdaderamente antiestadounidenses, no tienen solo como sustrato la película difamatoria, esa fue la llama que sacó a flote el viejo resentimiento de los pueblos de la región por la forma en que Washington los ha tratado: saqueos, apoyo a dictaduras, respaldo a Israel en detrimento de la causa palestina, las invasiones y ocupación de Afganistán e Iraq, la sangrienta guerra contra Libia, los ataques con drones en Yemen, Paquistán, Somalia…

Despierta desconfianza en la interpretación de este acontecimiento que se produjera justamente en Libia, donde Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) financiaron a grupos terroristas en la guerra contra el coronel Muammar al-Gaddafi.

Algunos analistas afirman que a Washington le salió allí el tiro por la culata, como resultado de negociar con grupos extremistas, y advierten que otro tanto le pudiera suceder en Siria, donde Al-Qaeda es un aliado en la guerra contra el Gobierno de Bashar al-Assad.

Aún quedan en el aire muchas interrogantes sobre los hechos. ¿Por qué si el Departamento de Estado de EE.UU. recibió información 48 horas antes de la posibilidad de que sus misiones diplomáticas podrían ser objeto de agresiones —según el diario británico The Independent—, no alertó a su personal?

No sería la primera vez que una provocación es usada para justificar una guerrra. La Historia nos deja muchas enseñanzas: la explosión del Maine, Pearl Harbor, el Golfo de Tonkin, las Torres Gemelas…

El resultado

En un ambiente electoral donde los candidatos aprovechan errores, deslices o malas decisiones para desprestigiar a su contrincante, el presidente Barack Obama, que aspira a seguir en la Casa Blanca, no demoró en reaccionar. Cuando los medios de comunicación incentivan el odio, el racismo y el orgullo nacional, el jefe de la nación más poderosa del mundo decidió reforzar su presencia militar en el norte de África y Medio Oriente, además de prometerle a sus ciudadanos justicia por el ataque a su sede diplomática, lo que podría traducirse en una escalada de la operación que arrancó Bush en 2001, y que ha continuado implementando Obama en sus cuatro años de administración.

Esa no sería poca ganancia para la ultraderecha guerrerista y sus socios sionistas, preocupados por un mandatario que parecería distanciarse un poco de las posturas fascistas de Israel, empecinado en atacar a Irán.

La respuesta fue enviar a las costas libias los buques USS Laboon y USS McFaul, que transportan misiles Tomahawk —proyectiles que iniciaron el ataque contra Iraq y repitieron en Libia. También despachó un contingente de marines, la primera intervención terrestre de Estados Unidos en la nación norteafricana, en manos de Washington desde que la OTAN derrocó el régimen de Gaddafi; pero ahora EE.UU. afianzaría con mucha más efectividad su control en un país sumido en una violencia e ingobernabilidad crónicas (de una población de seis millones, 200 000 integran las milicias que no responden a las autoridades centrales).

También incrementará la acción de sus drones sobre Libia con el objetivo declarado de localizar a los terroristas que atacaron el consulado de Bengasi.

Este despliegue militar «justificado» no le viene mal a los grupos de poder, tratándose de una región que parece salirse un poco del carril dictado por la Casa Blanca durante décadas. Hay un gran ascenso islámico que levanta banderas nacionalistas y aboga por abandonar las viejas prácticas de dictaduras plegadas a los intereses norteamericanos.

En el centro, el conflicto israelo-palestino, que emerge como una preocupación principal para gobiernos como el de Egipto, cuando El Cairo quiere rescatar su liderazgo en el área, pero no al estilo del defenestrado Hosni Mubarak, lo que levanta ronchas en un Israel que presiona a Washington en busca del espaldarazo.

No es de descartar tampoco que el video difamatorio buscara una reacción por parte de la República Islámica de Irán, justificante para una agresión planificada hace años por Estados Unidos y sus socios sionistas. En este mismo contexto, buques de guerra y efectivos militares se emplazan en el Golfo Pérsico.

La militarización puede ser mucho mayor. Todo depende de la evaluación final que Estados Unidos haga de los sucesos desatados por el filme y del empuje de las fuerzas que se favorecerían con una respuesta dura que ponga al mundo en vilo.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2012-09-22/la-blasfemia-como-arma-de-guerra/

Generadores solares: nuevo motivo de discordia entre Israel y los palestinos

Eze 18:3 ¡Vivo Yo! dice Adonay YHVH, que nunca más tendréis que repetir ese refrán en Israel.
Eze 18:4 Sabedlo: todas las almas son mías. Como el alma del padre, así el alma del hijo es mía. El alma que pecare, ésa morirá.
Eze 18:5 El hombre que es justo, que observa el derecho y la justicia;
Eze 18:6 que no come en los montes, ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni profana la mujer de su prójimo, ni se llega a la mujer menstruosa,
Eze 18:7 que no explota a nadie, y al deudor le devuelve la prenda empeñada, y no comete robo, y da de su pan al hambriento, y cubre con su vestido al desnudo,
Eze 18:8 que no presta con usura ni cobra intereses, que retrae su mano de la iniquidad, y juzga imparcialmente entre hombre y hombre,
Eze 18:9 y camina en mis ordenanzas, y guarda mis decretos cumpliéndolos fielmente, ése es justo, ése ciertamente vivirá, dice Adonay YHVH.
Eze 18:10 Pero si engendra un hijo criminal y homicida, o que haga alguna de estas cosas,
Eze 18:11 y que no haga las otras, sino que coma sobre los montes, o profane la mujer de su prójimo,
Eze 18:12 que oprima al pobre y menesteroso, cometa robos, no devuelva la prenda, o levante sus ojos a los ídolos cometiendo abominación,
Eze 18:13 preste a interés y tome usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo, y de cierto morirá, y su sangre recaerá sobre él.

Jer 9:24  Sino alábese en esto el que se haya de alabar: En entenderme y conocerme, Que Yo soy YHVH, Que hago misericordia, Juicio y justicia en la tierra, Porque estas cosas quiero, dice YHVH.

Mat 9:13  ¡Id y aprended qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio!, porque no vine a llamar a justos sino a pecadores.

El “rearme” sirio esta complicando el Plan norteamericano para el Medio Oriente

DAVID URRA – Muchos hablan del empleo del guion Libio en Siria, pero pocos asocian este “guion” a experiencias anteriores que fueron las que definieron el actual decursar de las acciones agresivas del “Eje de la guerra” bajo el Comando de EE.UU. Granada, Panamá, Yugoslavia, Sudan, Iraq y Afganistán, son representativas de operaciones que “enriquecieron” el guión imperial de las actuales guerras de rapiña.

Hemos explicado anteriormente en este sitio de Contrainjerencia que la Guerra Psicológico-Informativa es en la actualidad la base de los procedimientos que, el “Eje de la Guerra”, emplea para llevar a cabo su agenda hegemónica.

Siria no es la excepción, diríamos que en principio es la suma de experiencias acumuladas en las operaciones realizadas en los países que mencionamos y en otros, en cuyo caso se están desarrollando, pero no han llegado a la etapa de “madurez”, por lo que en ocasiones no podemos percatarnos de lo que en realidad esta sucediendo.

Claro que ningún país es igual y los procedimientos para derrocar sus Gobiernos e implantar un régimen abyecto son diferentes. El “Guión” solo representa lineamientos y reglas generales, porque en la realidad cada caso tiene sus especificidades.

En Siria, considerando sus características y algunas apreciaciones erróneas de los EE.UU, se ha tratado de seguir con bastante fidelidad la “opción” libia, solo que de nuevo EE.UU, al igual que en Sudan, Afganistán e Iraq, está cometiendo errores que conjuntamente con las contramedidas sirias, han empantanado la operación y diríamos que han alejado considerablemente la posibilidad de éxito.

¿En donde ha fallado EE.UU y su operación relámpago en Siria?

  • Embriagados de supuestos éxitos, no se percataron que Rusia y China no estaban dispuestos a dar un paso más atrás hacia el abismo, o mejor dicho, hacia el cerco que EE.UU y sus aliados los estaban llevando.
  • En Siria ni remotamente existía la situación de Libia. Khadafi se había plegado a Occidente, permitiendo primero, que lo desarmaran; segundo, que tomaran el control de los puntos estratégicos de su economía (petróleo, finanzas, comunicaciones, FF.AA, etc.) haciéndolo prácticamente dependiente y tercero, que penetraran sus entidades estratégicas incluyendo sus Fuerzas Armadas y minaran con esto su capacidad e integridad ideológica. En Siria no ha ocurrido esto, todo lo contrario. Las FF.AA sirias han mantenido su unidad y cohesión y lejos de desarmarse han incrementado su arsenal de medios y armamentos; en Siria hay una integridad religiosa, avalada por muchos años de convivencia y estabilidad; por otro lado Siria tiene el apoyo incuestionable de Irán e Hizbolla que representan una fuerza temida por EE.UU e Israel.
  • El empleo de mercenarios de Qatar, Libia, Arabia Saudí e Iraq, que tanto “éxito” tuvo en Libia, en Siria no funciona. El ejército Libio estaba desmoralizado, penetrado y totalmente disgregado, siendo incapaz de coordinar las operaciones y acciones mas elementales, por eso un grupo de mercenarios facinerosos podían desorganizarlo y derrotarlo, con ayuda claro de la aviación del “Eje de la Guerra”. El ejercito Sirio no esta en esta situación y si esta en condiciones de enfrentar coordinadamente a los grupos que, armados, se dedican fundamentalmente a realizar atentados sangrientos al estilo “suicida”, que solo traen efectos propagandísticos y por supuesto muchas victimas, pero que no ponen en riesgo el poder constituido. Sin los bombardeos aliados estos grupos están “fritos” y no se sostendrán por mucho tiempo.
  • Bashar el Assad no es Khadafi y tiene un apoyo popular que no solo se basa en prebendas económicas, sino y en una política coherente que tiene un aval de varios años. Ningún Gobierno con un verdadero apoyo popular podrá ser derrocado. Lo podrán destruir, invadir o inclusive desaparecer del mapa, pero el enfrentamiento nunca acabará y más temprano que tarde se liberará. Vietnam es un elocuente ejemplo.

Por supuesto que aquí lo mas importante son las acciones que inteligentemente ha llevado a cabo el Gobierno actual en siria y que han permitido contraatacar la ofensiva imperial.

Primero que todo, no ha cedido a las presiones económicas, diplomáticas, psicológicas y sociales que lo empujaban hacia donde quiere EE.UU.

Segundo, ha reforzado su capacidad defensiva, que le permite en la actualidad negociar desde un posición fuerte, sin temor e indecisiones y con entera convicción de que si se lanzan, les costara caro.

Occidente tiene en estos tipos de conflictos principios claros, si el contrincante es fuerte y tiene posibilidades de derrotarme, no me lanzo.

Para EE.UU el principal parámetro para medir las capacidades del “enemigo” son los medios que estos poseen para su defensa. Con frecuencia erran al considerar en un segundo plano la determinación de los nativos a defenderse. Eso los llevo a la derrota en Vietnam, Cuba y Nicaragua.

Pero siria tiene ahora las dos cosas, un ejercito que hasta ahora ha mostrado coherencia y unidad y los medios que nunca desecho y que se han visto reforzados con los nuevos Sistemas de defensa Antiaérea S-300, que hacen muy peligrosa la incursión aérea contra ese país; los sistemas coheteriles costeros, que no permiten acercarse a tiro de escopeta a los navíos aliados; los aviones SU-35 que pueden golpear con eficiencia a Israel y otros puntos sensibles para EE. UU en la región; los Eskander E, que todo el mundo asegura ya están en Siria y que harían muy vulnerable a Israel, pues desde territorio sirio se puede alcanzar cualquier punto israelí.

Pero no solo esto puede emplear Siria en caso de una agresión directa, sino que hay que contar también con otros factores de los que se habla poco:

  • Rusia tiene “apostado” en el puerto de Tartu un portaviones con su escolta y que nadie dude que en caso de agresión los va a emplear.
  • Los S-300 no vinieron solos. Es habitual en el proceder ruso, que al entregar nuevas tecnologías militares, se incluya un periodo de “asimilación” que implica la presencia de especialistas rusos para que los nuevos operadores asimilen la técnica. No es erróneo pensar, que teniendo en cuenta las circunstancias actuales, este “periodo” de “asimilación” se prolongue indefinidamente, lo que elevaría considerablemente la efectividad de estos medios. Igualmente pasaría con el resto de la técnica adquirida.
  • Irán no ha irrumpido en la etapa de lucha contra las bandas mercenarias armadas, para no dar pretexto a una agresión por parte de EE.UU y sus aliados. Pero, si esta agresión se perpetra, no duden de que los iraníes se emplearan a fondo en el apoyo a Siria. Para ellos, esto tiene una importancia estratégica.
  • Los rusos, que están comprometidos de lleno, emplearan todos los medios que poseen en virtud de que Siria “no caiga”. No olviden que estos poseen satélites y medios capaces de hacer muy eficiente el empleo de los medios contra un ataque de Occidente. El costo para Occidente será impagable y estos no están dispuestos a arriesgar tanto.
  • El mas desfavorecido en esto será Israel, que de seguro será blanco de la respuesta sirio-iraní-rusa, sin contar la actividad que desplegará Hizbolla y los kurdos en Turquía. Esto incendiaria el Medio Oriente.

Por lo pronto EE.UU esta tratando de jugar la carta de la presión Diplomático- Informativa para doblegar a Rusia y China a que acepten alguna forma de justificar el ataque y que no se “metan” en la balacera.

Aparentemente la posición Rusa es firme, la China se tambalea.

Los sirios continúan su ofensiva contra los mercenarios y los demás países árabes comprometidos con EE.UU – Qatar, Arabia Saudí, Turquía, Jordania e Iraq – siguen el “guion” que EE.UU les escribe.

Por lo visto las cosas no le están saliendo a EE.UU como deseaba. Obama esta bajo la presión de los republicanos que utilizan todo para desprestigiarlo, cosa que pienso no es muy difícil. Lo empujan a tomar decisiones que saben le puede provocar una derrota, o por lo menos un empantanamiento del cual le será muy difícil salir.

Si se lanza contra Siria en las condiciones actuales puede fracasar y esto para las elecciones seria lapidario. Si lo hace contra Irán, seria peor.

Dicen y no fue precisamente Adela, que el primer Presidente negro de EE.UU esta conociendo de primera mano ahora lo que significa ser un paria en casa propia. Los enemigos, lo apabullan, los amigos lo embarcan y los que no son ni una cosa ni otra, lo ignoran.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es

Petróleo a US$200… ¿What?!!

Profesor Nouriel Roubini e Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group.

Foreign Policy abordó el tema que por estas horas está generando fuerte preocupación mundial: el futuro del precio del petróleo. Mantuvo una conversación exclusiva con Nouriel Roubini e Ian Bremmer sobre las repercusiones de una guerra con Irán en el precio del crudo y la alianza entre China y Rusia.

Por: Foreign Policy

Con la opinión extendida de que se avecina una guerra con Irán y con el reciente regreso de Putin al poder en Rusia, el caos geopolítico está a la vuelta de la esquina. Foreign Policy ha vuelto a recurrir a Nouriel Roubini –siempre dispuesto a impartir algo de pesimismo– e Ian Bremmer para que nos expliquen estas bombas de relojería. Y no se han callado nada.

Hablemos un poco de lo que atemoriza a los mercados. Lo que preocupa a todo el mundo –y lo que, desde luego, ya se está notando en el mercado del crudo— es la preocupación por un posible ataque de Israel contra Irán. ¿Cómo de inminente lo ven?

Nouriel Roubini (NR): No soy el experto geopolítico, así que dejaré que Ian y otros calculen la probabilidad de un ataque contra Irán este mismo año, antes o después de las elecciones estadounidenses, o de un ataque de Israel por su cuenta. No sé si será del 20%, el 30% o el 50%, creo que esa opinión cambiará con el tiempo. Pero es probable que el segundo trimestre de 2012 sea el periodo en el que se haga un último intento de labor diplomática. En caso de que fracase, quizá entonces EE UU e Israel digan: “Si no cedéis, podemos acabar atacándoos”.  De modo que hay que medir cómo van a afectar esos hechos a los mercados.

Pero, incluso aunque no se produzca un ataque material, hay una guerra verbal entre Estados Unidos, Israel e Irán, y esta guerra verbal se ha intensificado. Hay también una guerra encubierta, porque Israel y EE UU, supuestamente, han matado a varios científicos y han recurrido al sabotaje utilizando armas informáticas, y ahora Teherán está reaccionando, ha tratado de matar a varios diplomáticos israelíes en diversas partes del mundo y, si las sanciones se endurecen, podría empezar a emitir otras amenazas. El petróleo Brent, que antes costaba 90 dólares el barril, está ya entre 120 y 125 dólares. Y, si la guerra verbal y la guerra encubierta continúan su escalada, existe una posibilidad de que, aun sin llegar al enfrentamiento militar, los precios del crudo suban tanto que la situación tenga repercusiones sustanciales en la economía.

Yo no subestimaría las consecuencias de que la gasolina, hoy, cueste ya más de 1,05 dólares el litro en varios Estados norteamericanos y puede alcanzar ese precio en otros muchos. Desde el punto de vista psicológico, cuando el precio supera 1 dólar el litro, hace mella en la confianza de los consumidores. Además, en verano, los precios tienen a aumentar 20 o 30 centavos más. Cuanto más suben, más posibilidades hay de que tengan consecuencias negativas en la confianza de los consumidores, las rentas disponibles y la economía. Y no ocurre solo en Estados Unidos, porque el precio del crudo en Europa y muchos otros países es muy alto.  Por tanto, prefiero que sean otros los que valoren el riesgo de conflicto, pero puedo decir con seguridad que los precios del petróleo van a subir aún más, más que a bajar. Lo único que me preocupa más que la eurozona es el petróleo.

Ian, ¿qué probabilidades tiene Obama de ganar las elecciones a tenor de los altos precios del petróleo y la posibilidad de otra guerra en Oriente Medio?

Ian Bremmer (IB): En primer lugar, si nos fijamos en las valoraciones, ya sean las de Intrade o las de cualquier otro sitio, en estos momentos, la gente piensa que Obama será reelegido, y eso es teniendo en cuenta el petróleo, el gas, Irán. No digo que sean unos cálculos muy avanzados, pero los mercados expresan todo esto en su conjunto. Desde luego, creo que el peligro en Europa ha disminuido drásticamente su capacidad de causar verdaderos problemas a Obama de aquí a noviembre. En cambio, el peligro que representan Irán y el crudo ha aumentado; no lo ha sustituido, pero sí ha aumentado. No es un problema tan grande como era Europa, en mi opinión, pero es serio.

¿De verdad? Daba la impresión de que a los estadounidenses no les importaba en absoluto.

IB: La Casa Blanca estaba muy preocupada por la posibilidad de que Europa estallase. Pero creo que el petróleo, sin ninguna duda, tiene más importancia política; es un elemento con el que los republicanos pueden atacar.

Veamos qué ocurre si Irán sigue adelante. Lo primero es que, igual que no se puede confiar en las informaciones sobre la eurozona que proceden de Londres porque son tendenciosas e increíblemente negativas, tampoco se puede confiar en las informaciones sobre Irán en Estados Unidos; no nos enseñan más que una cara de la moneda. Una cara que, de manera abrumadora, es la israelí, y suele exagerar la probabilidad de una catástrofe inminente. “No podemos vivir con una bomba iraní”, dicen, a pesar de que vivimos con bombas en Pakistán y Corea del Norte, así que, en algún momento, acabaremos chocando.

No me importa qué porcentaje se le atribuya, y estoy hablando de geopolítica, ¿de acuerdo? Lo que quiero decir es: al leer la prensa, parece que es inevitable que Estados Unidos e Irán lleguen al enfrentamiento. Y eso, desde luego, no es verdad.

Es cierto que, en el segundo trimestre, veremos un esfuerzo para endurecer unas sanciones que ya están aprobadas pero aún hay que poner en práctica, así como un auténtico esfuerzo de negociación. Pero también hemos visto en Irán unas elecciones parlamentarias recientes que no fueron precedidas de manifestaciones. Hemos visto a Jamenei decir cosas positivas sobre el Gobierno de Obama y Estados Unidos, un hecho casi sin precedentes. Así que parece claro que van a permitir unos cuantos meses de negociaciones, y eso significa que en estos momentos, a corto plazo, a la geopolítica de Irán se le está dando más importancia de la debida.

A más largo plazo, el Gobierno de Obama no quiere llevar a cabo un ataque militar contra Irán –y desde luego hará todo lo posible para evitarlos– antes de las elecciones. Los israelíes tampoco quieren emprender ningún ataque. Hace poco se hizo una encuesta que acaba de publicarse en Haaretz: el 58% de los israelíes se opone a los ataques unilaterales contra Irán. Netanyahu debe tenerlo en cuenta, por muy popular que sea. Y recordemos que el primer ministro israelí no ha tomado ninguna decisión de atacar. Lo que sabe bien es que lo que más le conviene es fingir que va a hacerlo. Entonces, Estados Unidos se ve obligado a tranquilizarlo y él acaba en mejor situación para exigir concesiones a cambio de no atacar, porque es una cosa horrible para Israel, etcétera.

Creo que el peligro es que hay una espiral de represalias que puede acabar arrastrando a Estados Unidos, da más importancia geopolítica al petróleo y aumenta las probabilidades de conflicto militar. Pero, en mi opinión, las posibilidades de que los israelíes ataquen de forma unilateral y destruyan el programa nuclear iraní –que sería una campaña amplia, larga y peligrosa— son relativamente escasas, y muy poco probables antes de las elecciones estadounidenses.

Nouriel, ¿qué es lo peor que puede pasar si Israel acaba atacando Irán?

NR: Lo peor que puede pasar es un conflicto prolongado. Si tiene repercusiones en el abastecimiento de gas y petróleo del Golfo, y la producción y las exportaciones iraníes, durante un tiempo,  se quedan en nada, el crudo podría subir hasta los 170, 180, 200 dólares el barril.

Entonces, la cuestión será cuánto tiempo mantiene ese nivel. Como es natural, en Washington se están discutiendo las posibles reacciones. El volumen de petróleo de la reserva estratégica es limitado, pero ¿para qué está, si no es para usarlo en una ocasión así?

La realidad es que, si pensamos en las tres últimas grandes recesiones globales, todas se debieron a una conmoción geopolítica en Oriente Medio que provocó una subida de los precios del petróleo. La guerra de Yom Kippur War en 1973 produjo la recesión mundial de 1974-1979; la revolución iraní de 1979, la subida de los precios del crudo y la recesión de 1980-1982; y en 1990, la invasión iraquí de Kuwait supuso una subida temporal de los precios que, entre otros factores, contribuyó a la recesión en Estados Unidos y todo el mundo.

Es decir, si el conflicto es serio y prolongado y la subida de los precios del crudo es importante, creo que estaremos hablando de una recesión no solo en Estados Unidos sino en todo el planeta. Y en esta ocasión, estaremos saliendo de una crisis financiera mundial que incluye un inmenso volumen de deuda pública y privada en muchas economías avanzadas, algo que no había en 1973, 1979 ni 1990. La economía mundial podría no absorber un shock petrolífero prolongado en un momento en el que ya está sufriendo un doloroso proceso de desapalancamiento y una enorme fragilidad en los balances generales tanto de los gobiernos como del sector privado.

Ian, acaba de volver de China, que sigue comprando petróleo iraní y se ha mostrado intransigente en el Consejo de Seguridad (junto con Rusia) ante las condenas de la represión en Siria. Y ahora, cuando el país parece estar preparándose para el ascenso de Xi Jinping a la jefatura del Estado, rebaja la perspectiva de crecimiento de su PIB a alrededor del 7,5%. ¿Es una protección política o económica?

IB: En la actualidad, el 62% del PIB chino lo constituyen empresas de propiedad estatal. Es una cifra superior a la de antes. El consumo en China está aumentando, pero no tan rápido como las inversiones del Estado. El informe que publicó el Banco Mundial a finales de febrero era excelente: era exhaustivo y mostraba exactamente lo que deben hacer los chinos. Y el Gobierno de Pekín lo auspició también en parte, lo cual es muy positivo. Pero no dice nada nuevo. Necesitan reequilibrar seriamente, necesitan transparencia en su economía, necesitan alejarse de las inversiones públicas en sectores de trabajo intensivo y necesitan alejarse de empresas estatales ineficientes. No veo ninguna voluntad política de hacerlo por parte de las máximas autoridades chinas, y no veo que vaya a cambiar con Xi Jinping y sus colegas cuando accedan al poder dentro de unos meses. Y, en mi opinión, ese es el verdadero problema.

Hace unos meses, Nouriel y yo escribimos un artículo en The Wall Street Journal en el que llegábamos a la conclusión de que, a largo plazo, el mayor problema que se está dejando para después es China. Y ahora que acabo de volver allí, estoy todavía más convencido. China es un coche muy, muy rápido; tiene un motor muy potente y lleva varios años circulando por una autopista muy larga y muy recta. Lo malo es que viene una curva en la carretera y el coche chino ni tiene dirección ni creo que vaya a tenerla. Eso debería preocuparnos mucho.

Además, las relaciones entre Estados Unidos y China están deteriorándose sin parar. Como decía usted, han vetado la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria; no se abstuvieron, sino que la vetaron. Y eso, una semana antes de que Xi Jinping visitara EE UU. Les da igual.

Estados Unidos no es el sector de población que les interesa. No les importa impresionarnos o no. No buscan ofendernos innecesariamente, pero la verdad es que les da igual lo que opinemos. Lo hemos visto con las últimas leyes aprobadas en el Senado, que intentan presionar a los chinos en relación con su divisa. La respuesta de Pekín fue de absoluta indiferencia.

Sin embargo, tienen enormes problemas internos que no están abordando de forma estructural ni sistemática, y eso, a la larga, les perjudicará y creará mucha más volatilidad en torno a las trayectorias económicas y políticas.

Nouriel, hablando de gente que asciende al poder, ¿qué opina de la elección de Vladímir Putin? ¿Cree que tiene alguna intención de reformar la economía, o se limita a disfrutar de los elevados precios del petróleo? ¿Y cómo de largo es su control?

NR: Entre 1998 y 2008, Rusia creció un 8% anual. Entonces se produjo la crisis financiera mundial y hubo una contracción, pero, desde entonces, su comportamiento económico ha estado entre el 3,5 y el 4%, incluso con la subida de los precios del crudo de 30 dólares el barril en 2009 a muy por encima de 100 dólares hoy. El problema con Rusia es que, si no se hacen reformas estructurales, reduciendo el papel del Gobierno en la economía y las empresas estatales y desarrollando más el sector privado, si no se hacen diversas reformas estructurales orientadas hacia el mercado, su índice de crecimiento puede no estar muy por encima del 4%. Y, en una economía que tiene un enorme volumen de extracción de rentas por la excesiva dependencia del petróleo, la energía y las materias primas, mientras esos precios sean altos, los incentivos para hacer reformas serán limitados. Existe un movimiento, sobre todo en Moscú y entre las clases medias, que trata de resistir contra él. Pero Putin ha ganado las elecciones. Veremos hasta qué punto es por el voto de la mayoría o por fraude electoral. Quizá esté algo más debilitado que hace un año, y quizá se deslice un poco más hacia el centro y ofrezca unas cuantas más reformas, pero, en mi opinión, las reformas en Rusia van a producirse a una velocidad mediocre e insuficiente para lo que sería deseable. Serán superficiales, no de fondo.

Ian, ¿ha sido un fracaso la política de “empezar de cero”?

IB: Bueno, se acabó. Ya la política de Bush después del 11-S fue también una especie de empezar de cero. Y fracasó. ¿Quién perdió Rusia? Clinton. También fracasó. Hemos pasado ya tres ciclos completos de altibajos con Rusia. Históricamente, muchos de los puntos bajos han sido responsabilidad de Estados Unidos. Esta vez, la culpa es de Rusia, porque Putin no es alguien con quien la administración estadounidense vaya a poder trabajar bien, y tampoco él está bien predispuesto hacia Estados Unidos. En China se ven ligeros cambios graduales en la política exterior y la actitud hacia el resto del mundo porque gobiernan por consenso. En Rusia, no. La política exterior la dirige una sola persona, con muy pocos elementos que contrarresten su poder.

Y Putin sufre presiones internas que hacen que esté todavía menos dispuesto a llevarse bien con los estadounidenses. Casi todos los colaboradores que ha situado a su alrededor tienen una inclinación muy nacionalista. Todas las señales que llegan de Moscú sugieren que la relación entre EE UU y Rusia va a deteriorarse enormemente, y lo verdaderamente importante es: si las relaciones entre ambos se deterioran de forma radical y las relaciones entre Estados Unidos y China se deterioran de forma radical, y dado que Putin ha dicho cosas muy positivas sobre China en los últimos tiempos, ¿vamos a ver un auténtico acercamiento de esos dos países?

Existen muchos obstáculos para que sea así –problemas demográficos, problemas de discriminación de los chinos por parte de los rusos–, pero, desde la perspectiva de la energía, es muy interesante. Desde la perspectiva del armamento, es muy interesante y muy preocupante para Estados Unidos. Creo que debemos estar muy atentos a lo que suceda.

¿Cree que va a haber más tensiones o, en realidad, Rusia ya no es tan importante?

IB: No es tan importante como China, ni muchísimo menos. Quiero decir que, si, en toda esta conversación, usted no hubiera mencionado Rusia ni una sola vez, no habría pasado nada. Pero sí tiene cierta importancia, sobre todo para los europeos, más que para Estados Unidos. Tanto Nouriel como yo creemos que Rusia no debería ser un BRIC. Los BRIC son países que van a ser dominantes, y, en Rusia, el PIB está disminuyendo, hay una tremenda fuga de capitales, una administración civil que no funciona, corrupción generalizada y terribles problemas demográficos. Podríamos expulsar a Rusia de los BRIC.

NR: A propósito de Rusia, Ian, tienes razón al decir que Rusia y China quizá estén acercándose, pero, en mi opinión, China es la mayor amenaza estratégica para Rusia. Tenemos una extensión de tierra en Siberia que es tan grande como EE UU, con apenas 15 millones de habitantes, y tenemos a millones de chinos que están atravesando la frontera de Mongolia, comprando tierras y empezando a producir. Como sabes,  la posesión es lo que cuenta. De modo que, desde el punto de vista estratégico, en algún momento, Moscú se va a dar cuenta de que los únicos que pueden impedir que pierda Siberia son Estados Unidos y Europa. Así que no entiendo su lógica. Les conviene mucho más ser amigos de EE UU y Europa que de China.

IB: Entiendo lo que dices. Creo que, desde el punto de vista estratégico, es muy cierto lo que dices, pero Pekín tiene mucho dinero y necesita energía, mientras que Rusia tiene muchos recursos energéticos y Putin quiere poder exhibir unas cuantas victorias rápidas. Ambos están del mismo lado que Siria e Irán, y me imagino que Hu Jintao no decidió vetar la resolución del Consejo de Seguridad, en vez de abstenerse, hasta que recibió una llamada personal de Putin antes de la votación. Los dos países tienen cada vez más problemas con Estados Unidos por razones muy diversas: por la primavera árabe, las opiniones generales sobre la democracia, los derechos humanos, etcétera. Desde un punto  de vista puramente pragmático, si esos dos países no tuvieran presiones internas –si solo estuviéramos moviendo unas piezas en un tablero de ajedrez–, veo muchos motivos por los que los rusos querrían entablar una relación a largo plazo con Estados Unidos. Pero me parece que están pasando muchas otras cosas en Rusia en estos momentos.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net

(VIDEO) Embajador Sirio en Venezuela, esta guerra es por el Nuevo Orden Mundial

Embajador sirio en Venezuela: EEUU busca una guerra mundial en Siria para forzar un Nuevo Orden del Mundial.

Isa 17:1  La carga de Damasco: He aquí Damasco dejará de ser ciudad, Y vendrá a ser un montón de ruinas.

LAROUCHISTA – La semana que evitamos la guerra

El domingo 4 de marzo Vladimir Putin ganó las elecciones presidenciales en Rusia con más del 60% de los votos. Pero esta no es una victoria sólo para Rusia, sino una esperanza para los pueblos que desean cooperar en paz. La semana estuvo plasmada de intervenciones tanto de LaRouche y su organización internacional así como también de los militares más importantes de las Fuerzas Armadas de EE.UU para frenar la guerra que Obama y los británicos pretenden desatar.

Israel presiona a Estados Unidos por ayuda a sus planes bélicos

La Unión Europea ordenó suspender todas las operaciones bancarias con las instituciones financieras iraníes a partir de este sábado. Israel, en tanto, denigra la imagen de Irán, mientras presiona a Estados Unidos para que lo apoye en sus planes bélicos. Tal presión aleja cada vez más a Tel Aviv de su aliado histórico, que demora su respaldo.

Israel dirige su punto de mira hacia Irán. Por el momento, solo en palabras y polémicas declaraciones de sus políticos que parecen tener como único fin convencer a todo el mundo sobre el peligro que representa la República Islámica.

«Consecuencias peligrosas»

«Las consecuencias de estos pasos políticos pueden ser muy peligrosas desde el punto de vista israelí. Por ejemplo, el bloqueo del Estrecho de Ormuz que suspendería el flujo de crudo del golfo y el ultimátum iraní de no volver a abrir el flujo de petróleo si no se cumplen sus condiciones», afirma el ex director de Inteligencia del Ejército israelí, Shlomo Gazit.

Estados Unidos coincide con Israel en su visión de Irán como un mal supremo, pero sus posturas se diferencian cuando se trata de un eventual ataque contra objetivos persas.

«El ataque contra Irán pese a la obvia protesta de EE. UU. seguramente tensaría las relaciones de Tel Aviv con Washington, podría incluso romperlas«, opina el representante del Proyecto sobre Balance Militar de Medio Oriente, Yiftah Shapir.

Sin declarar la guerra, las relaciones entre el Estado hebreo y su socio estadounidense están lejos de su época dorada. El inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, ha demostrado su descontento con algunas de las declaraciones «a la ligera» del Gobierno de Benjamín Netanyahu, en referencia a un posible «ataque preventivo».

«No creo que haya posibilidad de que Israel necesite la decisión positiva de EE. UU. antes de atacar. Por lo menos puedo decir que no esperamos la luz verde. Nos bastaría una luz amarilla«, comenta Gazit.

¿A qué estaría dispuesto Israel?

Con esta posición de Washington, surge la pregunta de si Israel podría desencadenar y llevar adelante esta contienda por sí solo.

Robert Naiman, director de la organización Just Foreign Policy, dedicada a reformar la política exterior estadounidense, es partidario de que su país adopte una postura neutral. «Yo diría que no es necesario que EE. UU. tenga que involucrarse en la guerra que Israel empezará. Al contrario, el Gobierno estadounidense no puede aceptar la idea de que las autoridades israelíes puedan decidir unilateralmente cuándo se involucrará a EE. UU. en la guerra«.

Mientras los políticos siguen analizando las jugadas sobre el tablero de la hipótesis, sopesando los pros y los contras de esta previsible nueva guerra, en el propio seno israelí crece un coro de ira.

Hay quienes reconocen que un ataque de Israel no tiene sentido, como es el caso de Sharon Dolev, miembro del Movimiento de Desarme israelí, quien asegura que «atacar a Irán no tiene lógica. Pero las autoridades que tenemos hicieron varias cosas ilógicas. Y eso realmente da miedo».

Según los últimos sondeos, más de la mitad de la población israelí rechaza un ataque a Irán, incluso si fracasan los intentos diplomáticos de resolver las controversias. Pero parece que esto tampoco puede calmar la fiebre belicista del Ejecutivo hebreo.

Fuente: http://www.ticovision.com

Amenazas para el planeta

Pese a los acuerdos para la no-proliferación entre las principales potencias nucleares, otros países han desarrollado sus propias bombas atómicas. Los cambios climáticos afectan a todo el planeta, pero la comunidad internacional tarda en encontrar una solución. Y EE. UU. invierte miles de millones de dólares en el equipamiento militar para Israel.

Fuente: http://actualidad.rt.com/