El verdadero objetivo al descubierto: Acorralado Obama posterga el ataque a Siria

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Por primera vez el juego y los objetivos invasores y criminales de EEUU quedaron al descubierto. La condena y el rechazo internacional son unánimes. Obama quedó acorralado y cocinándose en su propia salsa. Las potencias y los países árabes cómplices fueron rebalsados por la dinámica de la realidad y se mantienen en silencio. Todos coinciden en que no habrá un ataque sin consulta a los parlamentos y a la ONU. Washington, más allá del informe absurdo y sin sustento probatorio elaborado por la CIA y la inteligencia USA (los verdaderos autores del ataque con armas químicas) no pudo probar ni justificar una intervención militar para terminar de destruir a Siria y arrojarla en manos de los mercenarios empleados de las potencias. En este escenario de acorralamiento, Obama anunció la postergación del ataque y en Siria lo celebraron como una victoria. Pero esto solo marca el fin del anuncio del «ataque inminente». El proceso continúa en otra etapa. Ni EEUU ni las potencias aliadas invasoras renunciarán a su objetivo de apoderarse de Siria. Solo pararon la pelota por un rato, y los planes de la intervención militar continúan por otras vías.

5_obama_cumbre_americasLa maniobra de EEUU con la acusación a Siria del ataque con armas químicas como justificación de una intervención militar, perdió sustento internacional, con la falta de pruebas y la revelación de los verdaderos objetivos que encubre.

Rusia y su presidente, Wladimir Putin,acusaron a EEUU de fabricar el ataque con armas químicas como justificativo para bombardear Siria con el objetivo de ayudar a los rebeldes a derrocar al gobierno de Al Assad.

En solo una semana, se desmoronaron todos los argumentos del ataque por parte de Washington, y sus aliados imperiales tomaron distancia de los planes de Obama.

La votación en contra del parlamento británico se tornó en jurisprudencia internacional. Alemania avisó que no participará de una intervención militar. El parlamento francés ya advirtió al guerrerista presidente Hollande que no tolerará ninguna intervención al margen de la ONU. El jefe de la OTAN emitió un comunicado informando que la Alianza Atlántica no tiene prevista ninguna intervención en Siria.

Los países de la Liga Árabe, socios y cómplices del eje USA-UE, se mantienen en silencio, o exigen que el ataque sea liderado por una coalición internacional avalada por Naciones Unidas. En el plano internacional la condena a un ataque de EEUU es unánime y sigue creciendo.

Las potencias emergentes, como China, o los países periféricos en todo el orden internacional, rechazan y condenan el ataque planeado por Washington. La población de Francia, como la de la eurozona y Europa del Este, rechazan unánimemente la intervención norteamericana, y cualquier operación contra Siria. El 75% de la  sociedad estadounidense rechaza el ataque, y el sábado organizaciones anti-guerra se manifestaron frente a la Casa Blanca repudiando los planes de Obama y el Pentágono.

Ningún experto u organización de las potencias centrales, recomienda una intervención armada en Siria. La mayoría coincide en que las reacciones y procesos en cadena que puede desatar en la región y  a nivel internacional, son imprevisibles y de difícil pronóstico. 

Los frentes de conflicto que hoy permanecen latentes en Medio Oriente, con la división religiosa entre facciones islámicas, enfrentamientos regionales como el de Turquía o el de Israel contra el eje Irán-Siria-Irak-Hezbolá-Hamás, la división entre la hermandad musulmana y Ejército en Egipto, el conflicto de los kurdos con Turquía, podrían activarse simultáneamente como reacción a una intervención militar de EEUU, con o sin las potencias, en la región.

Los especialistas coinciden que nunca como ahora, quedó revelada las verdaderas intenciones e intereses de Washington en la operación terrorista internacional lanzada hace dos años en Siria. Presionado por este escenario, y como una maniobra para ganar tiempo, Obama anunció que consultará con el Congreso de EEUU que se reúne el 9 de septiembre. En Siria celebraron esa decisión como una victoria.

Y la estimación de los analistas de EEUU es que los republicanos, siguiendo la experiencia de Gran Bretaña, condicionarán su apoyo a  un ataque, a la formación de una coalición internacional que acompañe a EEUU. Lo que hasta ahora se torna imposible.

Obama, mientras tanto, y como recurso para mostrar fortaleza política, en medio de la debilidad, sigue amenazando con el bombardeo unilateral. Nadie le cree. Y comienza un nuevo proceso, donde se irán configurando las piezas del nuevo capítulo. Lo único cierto y verificable hasta ahora, es que por primera vez el juego y los intereses invasores de EEUU quedaron al descubierto.  


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias

Fuentehttp://iarnoticias.com

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Club Bilderberg: la mamá de los pollitos

Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano se encuentra entre los miembros selectos (Foto: Secretary of Defense, Creative Commons). - See more at: http://www.vertigopolitico.com/articulo/16068/Club-Bilderberg-la-mam-de-los-pollitos#sthash.irYwTO13.dpuf

Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano se encuentra entre los miembros selectos (Foto: Secretary of Defense, Creative Commons).

El Club Bilderberg, la sociedad más secreta de todas las suciedades secretas, es la mamá de los pollitos; la mamá de todas las fraternidades misteriosas.

¿Y quién es esta mamá y quiénes son los pollitos? Pues es un club que se reúne una vez al año a una conferencia a la que solo acuden aquellos que han sido invitados y que pertenecen a la crema y nata de los gallineros empresariales, académicos y políticos.

¿Qué es lo que se discute durante las reuniones anuales?

Recientemente se reunieron del 6 al 9 de junio en el superexclusivo The Grove Hotel en Watford, Hertfordshire, cerca de Londres, 138 galliformes de todo el mundo, para discutir cómo crear un orden mundial; pero, como los galliformes tienen estrictamente prohibido abrir la boca, nadie sabe y nadie supo a qué gobierno van a echar abajo o en dónde van a iniciar una guerra para hacer billones de dólares con el producto del despelote.

A los 138 les unen cinco poderosos enemigos públicos a los que combaten despiadadamente: el Estado-Nación soberano que promueve el bien común de la mayoría del pueblo; la moneda soberana que no genera interés y que todo Estado puede y debe utilizar; el rechazo masivo del sistema de deuda usuraria en todas sus formas; las instituciones republicanas independientes del poder del dinero porque solo así podrá haber auténtica democracia y los valores tradicionales de todos los pueblos, sean cristianos, musulmanes, budistas… Valores sanos y dignos como honor, verdad, lealtad, disciplina, perseverancia, trabajo, libertad, valentía, solidaridad.

El “club” es un peligro, como lo muestra la reciente declaración del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden: “Gracias a las minorías que manejan Hollywood, el matrimonio gay es hoy por hoy una realidad, no solo en mi país sino también en Francia, Argentina y decenas de otros países”.

Hablando en forma pelona, miles de niños en el futuro, tendrán o “dos mamás” o “dos papás” y los sicólogos freudianos harán su agosto con los futuros enfermos del Nuevo Orden Mundial que proponen los del Bilderberg.

Con dinero baila el perro

Entre los selectos miembros se encuentran Carl Bildt, Henry Kissinger, David Rockefeller, Jacob Wallenberg y otros de igual tamaño, de quienes se dice que hasta seleccionan primeros ministros o presidentes en países del mundo.

¿Se imaginan un mundo donde el gallinero quiere suplantar la soberanía individual de un país, con un gobierno global todo poderoso? ¿Donde presidentes, primeros ministros, banqueros y generales cacarean su importancia mientras son atendidos por hermosas y carísimas chaperonas reales para garantizar que todo camina sobre ruedas y bajo sábanas de seda? ¿Donde los que organizan las guerras y mercados (Europa y Estados Unidos) dicen lo que jamás se atreverían a decir en público?

El poderoso gallinero analiza, evalúa y planifica el Nuevo Orden Mundial en todas sus facetas: política, económica, financiera, monetaria, académica, mediática, militar, geopolítica, que incluso instalan nuevos paradigmas colectivos receptivos a los intereses del nuevo orden mundial.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es esencial para sus planes. Porque, ¿de qué otra manera se aseguraría una guerra perpetua y un chantaje nuclear también perpetuo? Y luego el club se dedica a saquear el planeta, formar fabulosas fortunas y poder y destrozar a quien se oponga, con tal de no perder nada.

Amshel Rotschild, el fundador del poderoso clan Rothschild, dijo: “Denme el control del dinero de una nación y no me importará quién haga sus leyes”.

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Cinco escenarios de ciberguerra en el nuevo orden mundial

  • El papel de la ciberguerra en el nuevo orden mundial adquiere un aspecto primordial tanto económica como geoestratégicamente. La expansión en las comunicaciones ha posibilitado que la dimensión de un ataque informático pueda tener consecuencias cada vez mayores en el terreno físico.
  • La realidad es que el espionaje, el robo de datos y el bloqueo de infraestructuras informáticas son un instrumento en el que empresas, gobiernos y delincuentes comunes confluyen.

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Cuando se habla de ciberguerra a todos nos viene a la mente un escenario muy influido por el cine a modo de videojuego en donde el litigio se dirime de forma incruenta, casi aséptica. La realidad es bien distinta. El crecimiento de la infraestructura tecnológica y la penetración de las redes de datos hacen que a día de hoy infraestructuras críticas puedan estar expuestas de un modo u otro a diversos tipos de ataques.  Un nuevo orden mundial se está conformando en el terreno de conflicto relativamente confinado de las redes.

En este contexto tecnológico, ciberguerra y cibercrimen son tan difíciles de separar como complicado dilucidar la diferencia real entre ambos. La acepción de «Ciberguerra Fría» comienza a tomar cada vez más cuerpo entre expertos de seguridad de todo el mundo. Los escenarios de esta guerra son tan diversos como sus partes. Englobarlos en un contexto común es ya una tarea complicada dado que el único nexo de unión entre todos es que el escenario principal se da en la red de redes.

Al contrario que las campañas que puedan llevar adelante grupos que se denominan Anonymous, el conflicto soterrado entre potencias, grupos de intereses y criminales ha tratado de permanecer en un segundo plano informativo por interés propio. Sin embargo, tanto por informaciones periodísticas como por la propia intención de varios de los jugadores en este nuevo tablero geoestratégico, son cada vez más las  informaciones al respecto  que saltan al primer plano informativo.

Ciberdefensa y legislación

Para conocer el peso que todo el asunto ha tomado en los tiempos recientes nada mejor que acudir a la documentación pública de diferentes organismos internacionales.  Así podemos ver cómo el   manual de la OTAN acerca de ciberguerra  legitima el asesinato de hackers La falta de una legislación o acuerdo internacional a propósito del conflicto en el terreno de las redes parece estar sirviendo de excusa para que la impunidad se abra paso. Operaciones de sabotaje y espionaje se suceden  cada vez con menos disimulo y se atribuyen de forma espuria a supuestos hackers, cuando es cada vez más manifiesto su origen real.

Como nota inquietante, que la revista norteamericana Wired, sitúe a Eugeni Karsperski, ciudadano ruso y dueño de la compañía de seguridad con su mismo apellido, como una de las  quince personas más peligrosas del mundo por su colaboración activa con el  FSB (agencia Rusa de seguridad) y sus acreditados conocimientos en ciberseguridad, no deja de ser esclarecedor. La «peligrosidad» parece ir más en función de las lealtades que a las actuaciones concretas.

Mucho menos agresivos, organismos como la  Unión Europea, también han comenzado a elaborar informes que acompañan a  maniobras de sus organismos de seguridad, como la polémica  agencia  ENISA (Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información). Australia, o Finlandia también desvelan su planificación al respecto haciendo público sus documentos sobre ciberseguridad. En todos ellos, aparte de los lugares comunes, se puede entrever cómo la exposición de sectores estratégicos cada vez mayores preocupa a los gobiernos.

Hace apenas unos días, surgió la noticas respecto a cómo han podido ser sustraídas información de primer orden a propósito de más de 79.000  instalaciones hidráulicas en EEUU por parte de hackers Chinos. Parece ser que las incursiones electrónicas de diversos hackers han sido tan discretas como continuas y ahora son los propios gobiernos  los que deben replantearse cómo asegurar instalaciones básicas.

Por su parte,  el Pentágono está preparando unidades especiales de ofensiva en un proyecto de ciberguerra en el que estas puedan intervenir comunicaciones y realizar ataques a infraestructuras controladas por ordenador para inutilizarlas o destruirlas. A esta información acompaña la autorización por parte de la presidencia de EEUU para realizar ataques cibernéticos a gran escala. Mientras tanto, su secretario de Defensa, Leon Panetta, alimenta la caldera hablando de que su nación se enfrenta a un eventual  « Ciber Pearl Harbor«.

La estrategia de inteligencia de los EEUU ha variado en los últimos años enfocándose  más hacia la intervención de comunicaciones y operaciones electrónicas y retirando gran cantidad de agentes de campo. Sin embargo, esta estrategia no siempre ha dado los resultados esperados. Al calor de los atentados del 11S, legislaciones como la Patriot Act y la Homeland Security conseguirían ahondar en el camino del espionaje electrónico, aunque no siempre ofrecerían los resultados deseados  en la persecución y prevención del terrorismo.

Aun así, los resultados de la actividad en los terrenos de incursiones informáticas darían ejemplos concretos de ciberataques, entre los que destaca  Stuxnet Duqu o  Flame que han demostrado ser poderosas armas capaces de inutilizar infraestructuras y espiar equipos críticos en sistemas de defensa o investigación.

Los cinco escenarios de ciberguerra:

1. EEUU y China. Un conflicto no declarado cada vez más evidente.

La curiosa relación entre China y los Estados Unidos, les ha llevado a una constante tensión que ni puede ser declarada abiertamente ni se manifiesta más allá de esa guerra oculta que se libra en las redes. Mientras tanto, lugares públicos como el «Foro de la Industria de Internet China y Estados Unidos», acogen calurosas declaraciones de intenciones en las que la colaboración contra el crimen y el espionaje son la clave.

Casos como el de Huawei, acusado el año pasado de mantener abiertas puertas traseras en sus routers que permitirían un eventual espionaje y acceso a sus infraestructuras por parte del país de origen de estos dispositivos, desató una polémica comercial que pasaría a primer plano informativo al formalizarse la queja por parte de la embajada China a propósito de la campaña contra una de sus mayores empresas tecnológicas.

Según un  informe de Akamai, China supuso a lo largo del último trimestre de 2012 un 41% del tráfico global de los ataques de denegación de servicio (DDoS). EEUU representó el 10% de estos. El crecimiento de estos ataques y la multiplicación de sus orígenes hacen que las estrategias de seguridad de empresas no directamente vinculadas a la red, como bancos y medios de comunicación, queden expuestas.  La escalada en la complejidad evidencia cada vez más que sin un claro patrocinio y  el respaldo de una infraestructura cada vez mayor no es posible llegar a la escala actual que adquieren estos ataques.

En 2009, se produciría el ataque conocido como Aurora, que tendría como principal objetivo un Google que se negaba por aquel entonces a aplicar las cláusulas de censura que el Gobierno chino pretendía imponer al buscador. Las cesiones parciales a la censura no serían suficientes para Pekín. Finalmente, Google decidiría abandonar China,  que desde entonces elevaría a Baidu como la gran opción de un internet debidamente fiscalizado por las autoridades.

Otro momento comprometido para las autoridades chinas sería la  filtración en un documental de corte propagandístico en el que se mostraba la interfaz de un software de ataque que solicitaba una dirección IP desde la que encubrir el origen real de este. En el fotograma, se empleaba la dirección de la  Universidad de Alabama, lo que dejaba en mala posición un reportaje que pretendía mostrar a China como víctima.

Esclarecedor ejemplo ha sido también el nuevo  centro de operaciones ubicado en Shangai, que se ha revelado como una de las fuentes de buen número de intervenciones en la red. Si bien ha sido complicado revelar la procedencia de estos ataques, dado que la mayor parte empelan como plataforma la multitud de equipos  zombies (operados remotamente por un software de control remoto) que operan como una  BotNet (red de ordenadores infestados), finalmente el origen apunta a este centro de operaciones.

La sombra de los ciberataques procedentes de China parece siempre seguir unos parámetros que difícilmente podrían apuntar a  hackers  individuales. Así los sucesivos ataques a  empresasprensa y organismo gubernamentales como la NASA, no dejan de apuntar, aunque si pruebas concluyentes, hacia miembros apoyados por el propio gobierno. La contraparte es aún más oscura. China, apenas reporta casos en los que su seguridad haya sido comprometida, a pesar de la constancia de que no dejan de sucederse casos en ambas direcciones. Así, el ministerio de Defensa chino y otros sitios militares han llegado a contabilizar mensualmente un promedio de 144.000 a lo largo de 2012, de cuyo origen parece que un 62,9% partía de EEUU según una de las pocas informaciones suministradas.

Ciertamente, las informaciones que se deslizan en los medios apuntan a un espionaje organizado y constante por parte de EEUU. La revelación de todo un arsenal de nuevas armas secretas chinas, directamente recogido en  informes públicos del Pentágono, no deja lugar a dudas del espionaje que este mantiene. La exactitud de los datos acerca de armas como misiles balísticos orbitales, cazas y sobre todo nuevas herramientas orientadas al ciberespionaje revelan una actividad importante en este sentido.

2. Guerra cibernética contra «Estados enemigos”  como Irán o Corea del Norte

Irán, pasando por Siria en su camino,  se ha convertido para EEUU e Israel en el próximo objetivo geoestratégico. La aparición de Stuxnet y la intrusión informática en la planta de enriquecimiento de uranio iraní de  Natanz en 2010, ha sido uno de los momentos más señalados de todo este proceso. No se trata solamente de que se haya podido acceder desde el exterior al corazón de los sistemas de control de unas instalaciones críticas sino que el método planteaba una novedad inquietante. Así Stuxnet abría el camino a toda una nueva generación de virus espía capaz deactuar de forma casi autónoma y con un potencial aterrador.

No sería hasta bastante después, cuando el propio Gobierno estadounidense confirmara la existencia de un arsenal informático preparado para eventuales ataques preventivos, cuando sabríamos que se confirmaba, de forma tácita, que Stuxnet formaba parte de dicha infraestructura. Posteriormente conoceríamos que sería concretamente parte de una colaboración entre EEUU e Israel. Tanto  Stuxnet como Duqu, siguen un mismo patrón. El peligro de ambos es la casi independencia con la que estas armas cibernéticas operan. Una eventual «mutación» o una deriva inesperada podría hacerlas operar a una escala no prevista o incluso volverlas contra sus creadores, como tantas obras de ciencia ficción nos han adelantado.

Por su parte,  Hezbollah también ha comenzado a crear una estructura desde la que realizar incursiones en el ciberespacio. El frente abierto contra Israel, nos ha ofrecido otro capítulo curioso. De forma independiente operaciones de miembros de Anonymous han confluido en ataques a infraestructuras informáticas expuestas sobre todo tras los últimos episodios contra palestina por parte del estado hebreo. En este contexto, deberemos estar atentos a cómo se desenvuelve  la llamada  OpUSA. Entre las acusaciones más destacadas, la de volver a entrenar y equipar a yihadistas contra el gobierno Sirio.

El escenario del conflicto sirio también ha aportado sus particulares operaciones como la llevada adelante por la   Syrian Electronic Army, que se atribuye los ataques de esta semana pasada a medios occidentales, como la BBC, France 24 TV, diversas radios públicas estadounidenses, Al-Jazeera, el Gobierno de Qatar y diversas cuentas de Twitter desde las que se difundirían informaciones falsas que llevarían a la caída de 145 puntos al índice Down Jones. Parece que en este sentido Siria puede ser el prólogo de una intervención contra su socio iraní.

Mientras, Corea de Norte y sus supuestas instalaciones nucleares se han convertido en otro de los objetivos prioritarios tanto de su vecino del sur como de EEUU. La reciente entrada de hackers en las redes norcoreanas, aisladas del resto de internet, ha sido posible gracias a un despliegue de antenas Wifi amplificadas que pudieron captar la señal y establecer un punto de entrada desde lugares próximos a la frontera. La intrusión terminaría por afectar a diversas infraestructuras aunque no alcanzara a ordenadores con información acerca del programa nuclear. Tal infraestructura  difícilmente pasaría desapercibida en una de las fronteras más vigiladas del mundo. La reacción del norte fue cortar la línea de enlace existente desde 2006 para evitar confusiones militares y enfrentamientos fronterizos y declarar nulos los términos del armisticio entre ambas coreas.

En paralelo a las amenazas y bravatas norcoreanas, EEUU y Corea del Sur establecen las bases para colaborar en un  eventual escenario de conflicto en la red. Esto se traduce en que el pretexto del ataque por parte de hackers se sostiene con dificultades y las próximas intrusiones en el sistema del norte serán ya confirmadas sin excusa, como métodos de «defensa».

Por otro lado, parece que los ataques «de vuelta» pueden tener su origen en la propia China, aunque Corea del Sur se guarda bien las espaldas y acusa a sus compatriotas del norte de las recientes infecciones que afectaron  a bancos, ordenadores personales y canales de televisión.

Por su parte, los EEUU han descrito entre sus  prioridades estratégicas la intrusión en las redes que controlen el programa militar de Corea del Norte. La información pública que se conoce al respecto, advierte que podrían estar en disposición de manejar una variedad de herramientas de ataque que aunque no de la  sofisticación del gusano israeloestadounidense Stuxnet podrán comenzar a comprometer sectores estratégicos en poco tiempo.

3. Rusia, la ciberdelincuencia y el espionaje

El caso más famoso de  ataque de supuestos hackers a una nación fue el de 2007 a Estonia. Por aquel entonces, el país báltico era una de las naciones de mayor penetración digital de occidente. Diversos sistemas fundamentales, entre los que destacaban el sistema bancario y las infraestructuras públicas, desde saneamiento hasta los mismos semáforos, fueron bloqueados durante cerca de dos semanas a consecuencia de la retirada de un monumento identitario para la población rusa que habita el país.  Expertos de la OTAN tendrían que acudir para tratar de hacer cesar dicho ataque cuyo origen se ubicaría finalmente en la Federación Rusa.

Ninguno de estos ataques «políticos» ha sido en ningún caso reconocido, como viene siendo pauta habitual, por autoridad alguna. Las especulaciones posteriores apuntarían a una suerte de«encargo» a hackers con capacidades de movilizar enormes Botnets para llevar adelante estos.

La afirmación que el negocio ilícito es el modelo de empresa capitalista más perfecto podemos trasladarla al ámbito de la red. El empresario delictivo busca un nicho de mercado y lo explota de la mejor forma posible. Para ello, la red se ha convertido en un nuevo lugar donde poder difundir su mercancía mejor.

En el caso ruso también parece ser más cierto que en ningún otro que existen múltiples operadores independientes que se dedican al delito informático sin relación con el Estado. Informes como es de  Russian Underground 101,  a cargo de Max Goncharov, detalla todas las actividades ilícitas que se realizan en la red y los precios a los que estos  cibercriminales profesionales, prestan sus servicios en el  mercado negro del hacking ilícito, en foros comoantichat.ru, xeka.ru y cardingcc.com.

Grandes estructuras de ciberespionaje como la recientemente desvelada  «Octubre Rojo» apunta a nuevas formas de espionaje netamente delictivo con origen ruso. La sofisticación de este software espía es muy grande. Con un periodo de operación de más de cinco años, este software utiliza distintos módulos independientes, con pautas similares al malware  Flame, capaz de replicarse de forma oculta y descifrar códigos como  ACID, desarrollado por el Ejército francés y que emplea la OTAN y la Unión Europea.

4. Anonymous y el Hacktivismo

Las sucesivas detenciones de diversos individuos que se atribuyen a redes de Anonymous o miembros de LulzSec apenas han conseguido poner freno a las constantes campañas que estos colectivos agrupados bajo un nombre común realizan.

Desde sus primeras operaciones surgidas de 4Chan contra emisoras racistas o la Cienciología, El colectivo Anonymous ha evolucionado hacia una mayor concienciación de su papel como activista por los derechos en Internet. Su apoyo a Wikileaks, en la llamada  Operación PayBack, con las primeras acciones contra su bloqueo financiero, los llevarían a saltar definitivamente al primer plano informativo. También aumentarían su base de simpatizantes agregando un perfil mucho más activista y comprometido.

Desde entonces las operaciones de grupos de Anonymous irían incrementándose, sobre todo contra países con censura, organismos, políticos e incluso empresas. Ni siquiera la pederastia quedaría fuera de los ataques del grupo, que realizaría un masivo bloqueo al servidor de la red oculta que más páginas de este tipo empleaba.

El grupo LulzSec, impulsaría un ataque contra la compañía Sony que culminaría con la caída de PlayStation Network y la revelación de buena parte de nombres y claves de usuarios de sus clientes, como consecuencia de la denuncia de Sony contra  George Hotz, creador del Jailbreak para iPhone que luego realizaría igualmente para la PlayStation 3. Los cambios de la política de uso de su consola y las restricciones que trataban de imponer a su este volverían a tener  consecuencias para esta con sucesivos ataques que culminarían con la apertura final de esta a ser «pirateada» y la consiguiente puesta a disposicíon de juegos para su descarga.

La legislación que pretendía limitar la piratería y de paso buena parte de las libertades ciudadanas en la red, denominada SOPA, agruparía a buena parte del sector tecnológico. Acompañando a la línea cívica, que finamente conseguiría tumbar la ley, las operaciones de Anonymous tomarían el nombre de Operación BlackOut y pasarían por ataques a empresas y organismo gubernamentales que apoyaran dicha legislación.

5. Una difusa guerra contra el terrorismo

Podemos afirmar que el yihadismo internacional ha comenzado a ver cómo la actividad en la red puede ser empleada más allá de fuente de reclutamiento y comunicación entre sus miembros. Así grupos como la  ciberguerilla Izz ad-Din al-Qassam, han comenzado a emplear metodologías muy similares a las que emplean grupos como Anonymous para realizar sus acciones en la red. Una de sus formas más recurrentes de ataque ha sido  contra bancos estadounidenses. Estos ataques constantes se han sucedido a  lo largo de un periodo de ocho meses. Al igual que apuntábamos respecto al caso iraní, parece que grupos vinculados a este país son los dan soporte a este nuevo «comando» que también suele aparecer como  QCF (Izz ad-Din al-Qassam Ciber Fighters).

En este sentido, podemos encontrar  paradojas al estilo de la OpUSA, anunciada para el próximo día 7 de mayo por parte de Anonymous, como forma de protesta de las violaciones de derechos humanos en las que los EEUU pueden ser responsables. Podría darse el caso que, aunque de forma autónoma, converjan los  intereses de grupos completamente divergentes en este ataque. Como hemos explicado más arriba, el caso de Siria e Irán no deja de colmar de contradicciones a un occidente capaz de apoyar a los mismos yihadistas que persigue en sus  propias fronteras.

La «lucha contra el terrorismo» se ha convertido en el nuevo comodín del populismo conservador capaz de justificar cualquier legislación una vez modelada oportunamente la opinión pública. La realidad ha demostrado que la mayor parte de las líneas de actuación que se han anunciado públicamente han terminado por tener un empleo bien distinto. Las  diversas unidades surgidas a partir de la Patriot Act, después del 11S, demostraron una escasa eficacia a pesar de la ingente cantidad de recursos destinados a estas. El espionaje del activismo dentro de los propios EEUU ha terminado por ser una de las mayores actividades de dichos grupos. En este sentido la  ciberyihad parece ser el placebo necesario para mantener una tensión pública lo bastante asustada como para comulgar con una sustracción de derechos de otro modo intolerable.

La propia legislación que supuestamente  persigue controlar las comunicaciones terroristas no deja de ser un brindis al sol al respecto. Sin embargo  legislaciones como CISPA permitirán que el espionaje ciudadano pueda realizarse no solo por agencias estatales autorizadas para ello, incluso extrajudicialmente al tratarse de la supuesta persecución del terrorismo, sino por las mismas compañías que prestan servicios de Internet.

Intentar orientarnos entre los múltiples escenarios de la ciberguerra  y el cibercrimen resulta tan complejo como relatar el nuevo orden mundial que se está conformando. Quizás lo más interesante es que estos movimientos soterrados son las muestras de mayores despliegues y pueden apuntar la dirección geoestratégica del futuro. La ciberguerra en la actualidad no es más que la escaramuza inicial de futuros conflictos. Aun así, en un futuro próximo su importancia la llevará a un primer plano. De cualquier manera conocer su desarrollo dice mucho más que los discursos oficiales, teñidos de la diplomacia falsaria que nos revelara Wikileaks.

Fuente: http://www.eldiario.es

La blasfemia como arma de guerra

Detrás del video difamatorio sobre la fe musulmana, podría estar el impulso racista y fascista de legitimar la falsa guerra contra el terrorismo en sus 11 años. Ahora, EE.UU. tiene otra razón para incrementar su presencia militar en África y Medio Oriente.

Esta mujer en Kuala Lumpur señala a Washington. Su cartel dice: «¡Obama! ¡Nuestra paciencia tiene límite! ¡No nos culpen si sus ciudadanos mueren! ¡Cúlpense a ustedes mismos! ¡Ustedes lo comenzaron!
Autor: Getty Images

Jorge L. Rodríguez González
jorgeluis@juventudrebelde.cu
22 de Septiembre del 2012 21:23:40 CDT

Atacaron el mundo musulmán, y como otras veces, lo hicieron contra el corazón de su cultura e identidad. Quienes se encuentren detrás de la factura del ofensivo corto Inocencia de los musulmanes —avance de la película Los Guerreros del Desierto—deben estar chocando copas, porque todo parece ir de acuerdo con lo que maquinaron: una ola de repudio antiestadounidense con ataques a las embajadas y consulados en países del norte de África, Medio Oriente y Asia.

La maquinaria mediática occidental se encarga ahora de alimentar la islamofobia, tan intensamente como lo hizo después del 11 de septiembre de 2001, cuando George W. Bush y su mano derecha Dick Cheney —tan belicoso y extremista como su jefe— acusaron a Osama bin Laden, cabecilla de la red terrorista Al-Qaeda y hombre de la CIA, de ser el autor intelectual del derrumbe de las torres del World Trade Center, en Nueva York.

Entonces fue la justificación para atacar Afganistán. Dos años después, Sadam Hussein, un viejo amigo de Washington, se convirtió en uno más de los personajes «peligrosos» para la seguridad nacional de Estados Unidos, y le acusaron de tener armas de destrucción masiva. El Pentágono no tardó en caer sobre esa nación.

La satanización sirvió para convencer a la opinión pública norteamericana e internacional de la «necesidad» de la guerra contra esas naciones. En medio del estado policíaco y de terror instaurado en la gran potencia, mucha gente sintió miedo de perder sus vidas en manos de «coléricos y extremistas musulmanes» y apoyaron a sus «muchachos».

Esa es la imagen que podrían estar intentando revivir ahora fuerzas oscuras.

Parecería no casual la aparición del video de 14 minutos, donde se denigra la imagen del profeta Mahoma. El hecho aún está velado por el misterio y abrió incógnitas. Solo se ha establecido como sospechoso a un tal Nakoula B. Nakoula, quien se identificó como integrante de la Iglesia ortodoxa copta, un individuo condenado por fraude bancario a través de la web. Si se comprueba su participación en la autoría de la cinta puede ser juzgado por violar la libertad condicional que le prohibía el uso de Internet y de computadoras. Para aumentar el enigma, una de las actrices del filme levanta una demanda alegando engaño y manipulación…

Sí está claro que la fama alcanzada por el video en Internet se le debe a Terry Jones, el reverendo extremista que hace año y medio quemó libros del Corán en la Florida y también provocó la furia del mundo musulmán.

Además, la película que circuló primero en Internet y por varias salas de cine en Estados Unidos era hablada en inglés; pero el extracto publicado en YouTube en árabe, y que encendió la chispa, había alterado los diálogos para hacerlos más insultantes e injuriosos: quizá una prueba de premeditación con el objetivo de provocar la reacción del mundo musulmán.

Se afirma que un pequeño grupo de judíos financiaron con cinco millones de dólares la cinta que pretende decirle al mundo, no solo a los estadounidenses, que los musulmanes son, por naturaleza, irracionales, intolerantes y bárbaros.

Igual objetivo persigue la publicación de caricaturas en la revista satírica francesa Charlie Hebdo y los anuncios que comenzarán a circular esta semana en el metro de Nueva York, cuyo texto dice: «Derrote a la Yihad. En cualquier guerra entre un hombre civilizado y un salvaje, apoye al hombre civilizado. Apoye a Israel. Derrote a la Yihad».

Así, estas fuerzas oscuras, vinculadas a intereses militares, económicos y electorales en Estados Unidos quieren hacer ver que estos 11 años de engañosa guerra contra el terrorismo, tiene que seguir en pie.

Por tanto, cobran gran simbolismo los violentos incidentes en el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, justamente el 11 de septiembre, cuando se recordaba el ataque a las Torres Gemelas.

Esquema explicando como la red de los neoconservadores de EEUU están detrás del video anti-islam que ha desatado las protestas de musulmanes en todo el mundo. Fuente: https://www.facebook.com/Laproximaguerramundial

¿Pudiera ser un complot?

Otra vez la Casa Blanca apunta a Al-Qaeda, y con ello justifica sus desmanes contra el mundo. En los círculos de poder este criterio ya es una certeza. El Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. etiquetó el ataque de «atentado terrorista», y por tanto investiga cómo lo planificó Al-Qaeda.

Según Antiwar.com, algunos funcionarios estadounidenses señalaron a un ex prisionero del campo de detención de la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano ocupado ilegalmente por EE.UU., como participante en el ataque de Bengasi que concluyó con cuatro muertes estadounidenses.

El sospechoso fue identificado como Sufyan Ben Qumu, supuestamente ex chofer de Osama bin Laden y ahora uno de los líderes de Ansar al-Sharia Benghazi, el grupo seguidor de Al-Qaeda al que las autoridades libias achacan los hechos. Se afirma también que el objetivo era vengar el asesinato, en un ataque de drones en Paquistán, de un agente de Al-Qaeda, de procedencia libia.

Pero sí está claro que la mayoría de quienes protestaron frente al consulado en Bengasi y se manifestaron en el mundo musulmán, lo hacen contra la profanación de su religión y sin intenciones de desenlaces fatídicos.

Al-Qaeda pudiese ser la responsable de los acontecimientos, pero Al-Qaeda no es el pueblo musulmán.

Las protestas verdaderamente antiestadounidenses, no tienen solo como sustrato la película difamatoria, esa fue la llama que sacó a flote el viejo resentimiento de los pueblos de la región por la forma en que Washington los ha tratado: saqueos, apoyo a dictaduras, respaldo a Israel en detrimento de la causa palestina, las invasiones y ocupación de Afganistán e Iraq, la sangrienta guerra contra Libia, los ataques con drones en Yemen, Paquistán, Somalia…

Despierta desconfianza en la interpretación de este acontecimiento que se produjera justamente en Libia, donde Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) financiaron a grupos terroristas en la guerra contra el coronel Muammar al-Gaddafi.

Algunos analistas afirman que a Washington le salió allí el tiro por la culata, como resultado de negociar con grupos extremistas, y advierten que otro tanto le pudiera suceder en Siria, donde Al-Qaeda es un aliado en la guerra contra el Gobierno de Bashar al-Assad.

Aún quedan en el aire muchas interrogantes sobre los hechos. ¿Por qué si el Departamento de Estado de EE.UU. recibió información 48 horas antes de la posibilidad de que sus misiones diplomáticas podrían ser objeto de agresiones —según el diario británico The Independent—, no alertó a su personal?

No sería la primera vez que una provocación es usada para justificar una guerrra. La Historia nos deja muchas enseñanzas: la explosión del Maine, Pearl Harbor, el Golfo de Tonkin, las Torres Gemelas…

El resultado

En un ambiente electoral donde los candidatos aprovechan errores, deslices o malas decisiones para desprestigiar a su contrincante, el presidente Barack Obama, que aspira a seguir en la Casa Blanca, no demoró en reaccionar. Cuando los medios de comunicación incentivan el odio, el racismo y el orgullo nacional, el jefe de la nación más poderosa del mundo decidió reforzar su presencia militar en el norte de África y Medio Oriente, además de prometerle a sus ciudadanos justicia por el ataque a su sede diplomática, lo que podría traducirse en una escalada de la operación que arrancó Bush en 2001, y que ha continuado implementando Obama en sus cuatro años de administración.

Esa no sería poca ganancia para la ultraderecha guerrerista y sus socios sionistas, preocupados por un mandatario que parecería distanciarse un poco de las posturas fascistas de Israel, empecinado en atacar a Irán.

La respuesta fue enviar a las costas libias los buques USS Laboon y USS McFaul, que transportan misiles Tomahawk —proyectiles que iniciaron el ataque contra Iraq y repitieron en Libia. También despachó un contingente de marines, la primera intervención terrestre de Estados Unidos en la nación norteafricana, en manos de Washington desde que la OTAN derrocó el régimen de Gaddafi; pero ahora EE.UU. afianzaría con mucha más efectividad su control en un país sumido en una violencia e ingobernabilidad crónicas (de una población de seis millones, 200 000 integran las milicias que no responden a las autoridades centrales).

También incrementará la acción de sus drones sobre Libia con el objetivo declarado de localizar a los terroristas que atacaron el consulado de Bengasi.

Este despliegue militar «justificado» no le viene mal a los grupos de poder, tratándose de una región que parece salirse un poco del carril dictado por la Casa Blanca durante décadas. Hay un gran ascenso islámico que levanta banderas nacionalistas y aboga por abandonar las viejas prácticas de dictaduras plegadas a los intereses norteamericanos.

En el centro, el conflicto israelo-palestino, que emerge como una preocupación principal para gobiernos como el de Egipto, cuando El Cairo quiere rescatar su liderazgo en el área, pero no al estilo del defenestrado Hosni Mubarak, lo que levanta ronchas en un Israel que presiona a Washington en busca del espaldarazo.

No es de descartar tampoco que el video difamatorio buscara una reacción por parte de la República Islámica de Irán, justificante para una agresión planificada hace años por Estados Unidos y sus socios sionistas. En este mismo contexto, buques de guerra y efectivos militares se emplazan en el Golfo Pérsico.

La militarización puede ser mucho mayor. Todo depende de la evaluación final que Estados Unidos haga de los sucesos desatados por el filme y del empuje de las fuerzas que se favorecerían con una respuesta dura que ponga al mundo en vilo.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2012-09-22/la-blasfemia-como-arma-de-guerra/

¿Cómo empezaría la Tercera Guerra Mundial? – Al Jazeera

Aunque no saldría del campo de las especulaciones, no está de mas este breve vídeo análisis de la cadena árabe Al-Jazeera sobre como empezaría la Tercera Guerra Mundial. El vídeo parte de la idea de que Israel ve como una amenaza existencial el que Irán llegue a conseguir armas nucleares.

La pregunta en el aire es si Israel estaría dispuesto a poner en marcha la misión suicida de atacar a Irán y sus instalaciones nucleares de forma «quirúrgica» y dejar intactas las capacidades de represalia de Irán. El llamado plan B sería que actuara Estados Unidos, en cuyo caso la operación no sería precisamente quirúrgica sino que se trataría de un ataque masivo a todas las instalaciones nucleares de Irán, bases navales y terrestres. Las consecuencias de un ataque así, poniendo en peligro literalmente cualquier interés de Israel y EEUU en cualquier parte del mundo, serían imprevisibles y estaríamos hablando de escenarios de Tercera Guerra Mundial y de la vuelta a una política mundial como de Nueva Guerra Fría.

Fuente: http://forolaproximaguerra.com

Putin enloquece a Washington

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Olvidad el pasado (Sadam, Osama, Gadafi) y el presente (Assad, Ahmadineyad). Se puede apostar una botella de Pétrus 1989 (el problema es la espera de seis años para recibirla): por el futuro previsible; el máximo espíritu diabólico de Washington –y de sus socios delincuentes de la OTAN y sus diversos socios en los medios– no será otro que el presidente ruso Vladimir Putin, devuelto al futuro.

Y que no quepa la menor duda: a Vlad Putin le encantará. Está de vuelta exactamente donde quiere estar: como comandante en jefe de Rusia, a cargo de las fuerzas armadas, la política exterior y todos los asuntos de seguridad nacional.

Las elites anglo-estadounidenses todavía se retuercen ante la mención de su ahora legendario discurso de Múnich de 2007, cuando criticó al gobierno de George W Bush de entonces por su agenda imperial obsesivamente unipolar “mediante un sistema que no tiene nada que ver con democracia” y su violación ininterrumpida de las “fronteras nacionales en casi todas las esferas”.

Por lo tanto Washington y sus acólitos ya fueron advertidos. Antes de la elección del pasado domingo, Putin incluso publicitó su hoja de ruta. Lo esencial: no a la guerra en Siria; no a la guerra en Irán; no a los “bombardeos humanitarios” ni a las “revoluciones de color” – todo incorporado a un nuevo concepto: “instrumentos ilegales de poder blando”. Para Putin el Nuevo Orden Mundial diseñado por Washington no tiene futuro. Lo que vale es “el principio consagrado de la soberanía de los Estados”.

No es sorprendente. Cuando Putin considera Libia, ve las consecuencias gráficas, regresivas, de la “liberación” por la OTAN mediante “bombardeos humanitarios”: un país fragmentado, controlado por milicias vinculadas a al Qaida; la atrasada Cirenaica separándose de la más desarrollada Tripolitania; y un pariente del último rey llevado para gobernar el nuevo “emirato” – para delicia de esos demócratas modelo de la Casa de Saud.

Más elementos esenciales: no a las bases que rodean Rusia; no a la defensa de misiles sin una admisión estricta, por escrito, de que el sistema nunca tendrá como objetivo a Rusia; y una creciente cooperación en el grupo BRICS de potencias emergentes.

En su mayor parte esto ya había sido implicado en la hoja de ruta anterior de Putin – su documento “Un nuevo proyecto de integración para Eurasia: el futuro en gestación”. Fue el ippon de Putin –adora el judo– contra la OTAN, el Fondo Monetario Internacional y el neoliberalismo de la línea dura. Ve una Unión Eurasiática como “unión económica y monetaria moderna” que se extienda por toda Asia Central.

Para Putin, Siria es un detalle importante (no solo por la base naval rusa en el puerto mediterráneo de Tartus, que a la OTAN le encantaría abolir). Pero el meollo del asunto es la integración de Eurasia. Los atlanticistas enloquecerán en masa cuando invierta todos sus esfuerzos en la coordinación de “una poderosa unión supranacional que puede convertirse en uno de los polos del mundo actual y un eficiente vínculo entre Europa y la dinámica región Asia-Pacífico”.

La hoja de ruta opuesta será la doctrina Pacífico de Obama y Hillary. ¿Hasta qué punto es excitante el asunto?

Putin apuesta al Ductistán

Putin encabezó casi en solitario la resurrección de Rusia como mega-superpotencia energética (el petróleo y el gas representan dos tercios de las exportaciones de Rusia, la mitad del presupuesto federal y un 20% del producto interno bruto). Por lo tanto hay que contar con que el Ductistán siga siendo clave.

Y estará centrado sobre todo en el gas; aunque Rusia representa no menos de un 30% de los suministros globales de gas, su producción de gas natural líquido (GNL) es menos de un 5% del mercado global. Ni siquiera es uno de los principales diez productores.

Putin sabe que Rusia necesitaría mucha inversión extranjera en el Ártico –de Occidente y sobre todo de Asia– para mantener su producción de petróleo por sobre 10 millones de barriles por día. Y necesita llegar a un complejo, exhaustivo, acuerdo por billones de dólares con China centrado en los yacimientos de gas de Siberia Oriental; el ángulo petrolero ya ha sido cubierto mediante el oleoducto ESPO (siglas en inglés de Siberia Oriental-Océano Pacífico). Putin sabe que para China –en términos de asegurar la energía– este acuerdo es un contragolpe vital contra el tenebroso “pivoteo” de Washington hacia Asia.

Putin también hará todo por consolidar el oleoducto South Stream – que puede terminar por costar 22.000 millones de dólares (el acuerdo de accionistas ya ha sido firmado entre Rusia, Alemania, Francia e Italia. South Stream es gas ruso entregado bajo el Mar Negro a la parte sur de la UE, a través de Bulgaria, Serbia, Hungría y Eslovaquia). Si South Stream tiene éxito, el oleoducto rival Nabucco estará jaque mate; una importante victoria rusa contra la presión de Washington y los burócratas de Bruselas.

Todo está todavía a disposición de quien quiera echarle mano en la intersección crucial de geopolítica dura y Ductistán. Una vez más Putin enfrentará otra hoja de ruta de Washington – la no exactamente exitosa Nueva Ruta de la Seda. (Vea US’s post-2014 Afghan agenda falters, Asia Times Online , 4 de noviembre de 2011.)

Y luego tenemos la gran incógnita – la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO. Putin querrá que Pakistán sea miembro pleno, tal como China está interesada en incorporar Irán. Las repercusiones serían trascendentales – como si Rusia, China, Pakistán e Irán coordinaran no solo su integración económica sino también su seguridad mutua dentro de una SCO fortalecida, cuyo lema es “no-alineamiento, no-confrontación y no-interferencia en los asuntos de otros países”.

Putin ve que con el control por Rusia, Asia Central e Irán de no menos de un 50% de las reservas de gas del mundo, y con Irán y Pakistán como virtuales miembros de la SCO, el nombre del juego se convierte en integración de Asia – si no de Eurasia. La SCO se desarrolla como una fuerza motriz económica y de seguridad, mientras, paralelamente el Ductistán acelera la integración plena de la SCO como un contragolpe para la OTAN. Los propios protagonistas regionales decidirán qué tiene más sentido – esto o una Nueva Ruta de la Seda inventada en Washington.

Que no quepan dudas. Tras la interminable satanización de Putin y la miríada de intentos de deslegitimar las elecciones presidenciales de Rusia, se encuentran algunos sectores muy encolerizados y poderosos de las elites de Washington y anglo-estadounidenses.

Saben que Putin será un negociador ultra duro en todos los frentes. Saben que Moscú aplicará una coordinación cada vez más estrecha con China: en la frustración de bases permanentes de la OTAN en Afganistán; en el apoyo a la autonomía estratégica de Pakistán; en la oposición a la defensa de misiles; en garantizar que Irán no sea atacado.

Será el demonio predilecto porque no podría haber un oponente más formidable a los planes de Washington en la escena mundial – sean llamados Gran Medio Oriente, Nueva Ruta de la Seda, Dominación de Espectro Completo, o Siglo Pacífico de EE.UU. Señoras y señores, preparémonos para el estruendo.

Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge . Su nuevo libro, recién aparecido, es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com .

Copyright 2011 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.

Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Central_Asia/NC09Ag01.html

Tomado de: http://www.rebelion.org

Advertencia de V. Putin al Imperio Británico

Discurso de Vladimir Putin del 24 de febrero de 2012 frente a los representantes de la Defensa, donde aborda la situación militar actual de Rusia en respuesta a las constantes amenazas provenientes de la OTAN.

Fuente: http://www.youtube.com/user/larouchista