Documental “La verdad detrás de Siria” I y II

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Documental “La verdad detrás de Siria” producido por el comité de Acción Política de Lyndon LaRouche en Estados Unidos, se trata sobre la operación imperial detrás de la desestabilización terrorista en Siria, organizada y financiada desde Gran Bretaña, Arabia Saudita y EE.UU. Aquí se exponen todas las redes terroristas que van desde Al-Qaeda, hasta la empresa británica BAE systems y los grandes bancos del mundo.

VER DOCUMENTAL:

1ra. Parte

2ra. Parte

Fuentehttp://www.tercerainformacion.es

Referencia: las guerras sionistas que vienen

http://www.youtube.com/playlist?list=PLBE951D9A962F2B80

Un documental sirio acusa a EU de provocar agitación en el Medio Oriente

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Un documental de una hora de duración que se transmitió este martes por la noche en la televisión estatal siria acusa a Estados Unidos de ser una fuerza de agitación, injusticia y violencia, y que no trae la paz a Medio Oriente.

El programa especial no se centró en las declaraciones acerca de un posible ataque militar contra Siria. En lugar de eso, retrocedió varias décadas y ofreció un punto de vista anti-estadounidense que hace ver al gobierno con sede en Damasco como un campeón de la justicia y del pueblo palestino.

Desde la época del presidente Jimmy Carter (1977-1981), argumenta el documental, acérrimos líderes estadounidenses proisraelíes han luchado contra Siria. Lo que está sucediendo ahora es la culminación del esfuerzo que EE.UU. ha llevado a cabo desde hace décadas para destruir a Siria.

«Si Siria es la (comunidad) más antigua en el mundo, entonces está en el corazón del mundo», comienza el documental.

La producción —que incluía imágenes de archivo, entrevistas con analistas y comentarios— fue transmitido a las 23:00 horas (local, 16:00 horas de México) de este martes, al mismo tiempo en que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, se presentaron ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para explicar la acción militar.

Liderados por el presidente Barack Obama, funcionarios estadounidenses han acusado al gobierno de Siria no solo del uso de armas convencionales para matar a su propio pueblo, sino también de usar armas químicas.

El gobierno sirio ha negado estas últimas acusaciones, aunque Obama —quien respalda una medida que termine con la salida de Bachar al Asad del poder— ha sostenido que debe haber una respuesta militar para prevenir más ataques.

Los argumentos del documental sirio fueron presentados dentro del contexto histórico, aunque fue una versión muy favorable a Bachar al Asad y su padre y antecesor, Hafez, así como sus viejos aliados.

El video inicia en la década de 1970, mostrando los esfuerzos de Carter de «imponer la paz» en el Medio Oriente, según palabras del documental. En este escenario y otros, Siria estaba en desacuerdo y fue aislado por Estados Unidos porque, de acuerdo con la producción, optó por no unirse a Egipto para colaborar con Israel.

Irán y los grupos que luchan junto a las tropas sirias en Líbano, como Hezbollah, aparecen en el documental como grupos positivos por su firme oposición a Israel y el apoyo al pueblo palestino. La película acusa al gobierno estadounidense de quitar del poder al fallecido líder iraquí Saddam Hussein, para luchar contra Irán durante ocho años y agotar los recursos de ambos países.

El documental no solo cuestiona a Washington. Acusa a EE.UU. de entrenar y financiar a extremistas islámicos, incluido el grupo que se convirtió en al Qaeda, y de ponerlos en Afganistán para luchar contra las tropas de lo que entonces era la Unión Soviética.

El especial termina con un video de 1980 o inicios de la década de 1990 que muestra al presidente Hafez al Asad en una reunión con el presidente George H. W. Bush. Promete más programación por venir, pero no detalla cuándo saldrá al aire.

El documental ofrece una escasa mención de la guerra civil que enfrenta Siria desde 2011.

Las ONU ha reportado que más de 100.000 personas han muerto desde que las fuerzas de al Asad comenzaron a tomar medidas enérgicas contra los manifestantes, lo que desencadenó una serie de acontecimientos que llevaron al conflicto con fuerzas de la oposición.

Otros dos millones de personas han huido de Siria, según la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR, por sus siglas en inglés).

Fuente: CNN

Visto enhttp://www.eldiariodecoahuila.com.mx

La blasfemia como arma de guerra

Detrás del video difamatorio sobre la fe musulmana, podría estar el impulso racista y fascista de legitimar la falsa guerra contra el terrorismo en sus 11 años. Ahora, EE.UU. tiene otra razón para incrementar su presencia militar en África y Medio Oriente.

Esta mujer en Kuala Lumpur señala a Washington. Su cartel dice: «¡Obama! ¡Nuestra paciencia tiene límite! ¡No nos culpen si sus ciudadanos mueren! ¡Cúlpense a ustedes mismos! ¡Ustedes lo comenzaron!
Autor: Getty Images

Jorge L. Rodríguez González
jorgeluis@juventudrebelde.cu
22 de Septiembre del 2012 21:23:40 CDT

Atacaron el mundo musulmán, y como otras veces, lo hicieron contra el corazón de su cultura e identidad. Quienes se encuentren detrás de la factura del ofensivo corto Inocencia de los musulmanes —avance de la película Los Guerreros del Desierto—deben estar chocando copas, porque todo parece ir de acuerdo con lo que maquinaron: una ola de repudio antiestadounidense con ataques a las embajadas y consulados en países del norte de África, Medio Oriente y Asia.

La maquinaria mediática occidental se encarga ahora de alimentar la islamofobia, tan intensamente como lo hizo después del 11 de septiembre de 2001, cuando George W. Bush y su mano derecha Dick Cheney —tan belicoso y extremista como su jefe— acusaron a Osama bin Laden, cabecilla de la red terrorista Al-Qaeda y hombre de la CIA, de ser el autor intelectual del derrumbe de las torres del World Trade Center, en Nueva York.

Entonces fue la justificación para atacar Afganistán. Dos años después, Sadam Hussein, un viejo amigo de Washington, se convirtió en uno más de los personajes «peligrosos» para la seguridad nacional de Estados Unidos, y le acusaron de tener armas de destrucción masiva. El Pentágono no tardó en caer sobre esa nación.

La satanización sirvió para convencer a la opinión pública norteamericana e internacional de la «necesidad» de la guerra contra esas naciones. En medio del estado policíaco y de terror instaurado en la gran potencia, mucha gente sintió miedo de perder sus vidas en manos de «coléricos y extremistas musulmanes» y apoyaron a sus «muchachos».

Esa es la imagen que podrían estar intentando revivir ahora fuerzas oscuras.

Parecería no casual la aparición del video de 14 minutos, donde se denigra la imagen del profeta Mahoma. El hecho aún está velado por el misterio y abrió incógnitas. Solo se ha establecido como sospechoso a un tal Nakoula B. Nakoula, quien se identificó como integrante de la Iglesia ortodoxa copta, un individuo condenado por fraude bancario a través de la web. Si se comprueba su participación en la autoría de la cinta puede ser juzgado por violar la libertad condicional que le prohibía el uso de Internet y de computadoras. Para aumentar el enigma, una de las actrices del filme levanta una demanda alegando engaño y manipulación…

Sí está claro que la fama alcanzada por el video en Internet se le debe a Terry Jones, el reverendo extremista que hace año y medio quemó libros del Corán en la Florida y también provocó la furia del mundo musulmán.

Además, la película que circuló primero en Internet y por varias salas de cine en Estados Unidos era hablada en inglés; pero el extracto publicado en YouTube en árabe, y que encendió la chispa, había alterado los diálogos para hacerlos más insultantes e injuriosos: quizá una prueba de premeditación con el objetivo de provocar la reacción del mundo musulmán.

Se afirma que un pequeño grupo de judíos financiaron con cinco millones de dólares la cinta que pretende decirle al mundo, no solo a los estadounidenses, que los musulmanes son, por naturaleza, irracionales, intolerantes y bárbaros.

Igual objetivo persigue la publicación de caricaturas en la revista satírica francesa Charlie Hebdo y los anuncios que comenzarán a circular esta semana en el metro de Nueva York, cuyo texto dice: «Derrote a la Yihad. En cualquier guerra entre un hombre civilizado y un salvaje, apoye al hombre civilizado. Apoye a Israel. Derrote a la Yihad».

Así, estas fuerzas oscuras, vinculadas a intereses militares, económicos y electorales en Estados Unidos quieren hacer ver que estos 11 años de engañosa guerra contra el terrorismo, tiene que seguir en pie.

Por tanto, cobran gran simbolismo los violentos incidentes en el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, justamente el 11 de septiembre, cuando se recordaba el ataque a las Torres Gemelas.

Esquema explicando como la red de los neoconservadores de EEUU están detrás del video anti-islam que ha desatado las protestas de musulmanes en todo el mundo. Fuente: https://www.facebook.com/Laproximaguerramundial

¿Pudiera ser un complot?

Otra vez la Casa Blanca apunta a Al-Qaeda, y con ello justifica sus desmanes contra el mundo. En los círculos de poder este criterio ya es una certeza. El Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. etiquetó el ataque de «atentado terrorista», y por tanto investiga cómo lo planificó Al-Qaeda.

Según Antiwar.com, algunos funcionarios estadounidenses señalaron a un ex prisionero del campo de detención de la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano ocupado ilegalmente por EE.UU., como participante en el ataque de Bengasi que concluyó con cuatro muertes estadounidenses.

El sospechoso fue identificado como Sufyan Ben Qumu, supuestamente ex chofer de Osama bin Laden y ahora uno de los líderes de Ansar al-Sharia Benghazi, el grupo seguidor de Al-Qaeda al que las autoridades libias achacan los hechos. Se afirma también que el objetivo era vengar el asesinato, en un ataque de drones en Paquistán, de un agente de Al-Qaeda, de procedencia libia.

Pero sí está claro que la mayoría de quienes protestaron frente al consulado en Bengasi y se manifestaron en el mundo musulmán, lo hacen contra la profanación de su religión y sin intenciones de desenlaces fatídicos.

Al-Qaeda pudiese ser la responsable de los acontecimientos, pero Al-Qaeda no es el pueblo musulmán.

Las protestas verdaderamente antiestadounidenses, no tienen solo como sustrato la película difamatoria, esa fue la llama que sacó a flote el viejo resentimiento de los pueblos de la región por la forma en que Washington los ha tratado: saqueos, apoyo a dictaduras, respaldo a Israel en detrimento de la causa palestina, las invasiones y ocupación de Afganistán e Iraq, la sangrienta guerra contra Libia, los ataques con drones en Yemen, Paquistán, Somalia…

Despierta desconfianza en la interpretación de este acontecimiento que se produjera justamente en Libia, donde Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) financiaron a grupos terroristas en la guerra contra el coronel Muammar al-Gaddafi.

Algunos analistas afirman que a Washington le salió allí el tiro por la culata, como resultado de negociar con grupos extremistas, y advierten que otro tanto le pudiera suceder en Siria, donde Al-Qaeda es un aliado en la guerra contra el Gobierno de Bashar al-Assad.

Aún quedan en el aire muchas interrogantes sobre los hechos. ¿Por qué si el Departamento de Estado de EE.UU. recibió información 48 horas antes de la posibilidad de que sus misiones diplomáticas podrían ser objeto de agresiones —según el diario británico The Independent—, no alertó a su personal?

No sería la primera vez que una provocación es usada para justificar una guerrra. La Historia nos deja muchas enseñanzas: la explosión del Maine, Pearl Harbor, el Golfo de Tonkin, las Torres Gemelas…

El resultado

En un ambiente electoral donde los candidatos aprovechan errores, deslices o malas decisiones para desprestigiar a su contrincante, el presidente Barack Obama, que aspira a seguir en la Casa Blanca, no demoró en reaccionar. Cuando los medios de comunicación incentivan el odio, el racismo y el orgullo nacional, el jefe de la nación más poderosa del mundo decidió reforzar su presencia militar en el norte de África y Medio Oriente, además de prometerle a sus ciudadanos justicia por el ataque a su sede diplomática, lo que podría traducirse en una escalada de la operación que arrancó Bush en 2001, y que ha continuado implementando Obama en sus cuatro años de administración.

Esa no sería poca ganancia para la ultraderecha guerrerista y sus socios sionistas, preocupados por un mandatario que parecería distanciarse un poco de las posturas fascistas de Israel, empecinado en atacar a Irán.

La respuesta fue enviar a las costas libias los buques USS Laboon y USS McFaul, que transportan misiles Tomahawk —proyectiles que iniciaron el ataque contra Iraq y repitieron en Libia. También despachó un contingente de marines, la primera intervención terrestre de Estados Unidos en la nación norteafricana, en manos de Washington desde que la OTAN derrocó el régimen de Gaddafi; pero ahora EE.UU. afianzaría con mucha más efectividad su control en un país sumido en una violencia e ingobernabilidad crónicas (de una población de seis millones, 200 000 integran las milicias que no responden a las autoridades centrales).

También incrementará la acción de sus drones sobre Libia con el objetivo declarado de localizar a los terroristas que atacaron el consulado de Bengasi.

Este despliegue militar «justificado» no le viene mal a los grupos de poder, tratándose de una región que parece salirse un poco del carril dictado por la Casa Blanca durante décadas. Hay un gran ascenso islámico que levanta banderas nacionalistas y aboga por abandonar las viejas prácticas de dictaduras plegadas a los intereses norteamericanos.

En el centro, el conflicto israelo-palestino, que emerge como una preocupación principal para gobiernos como el de Egipto, cuando El Cairo quiere rescatar su liderazgo en el área, pero no al estilo del defenestrado Hosni Mubarak, lo que levanta ronchas en un Israel que presiona a Washington en busca del espaldarazo.

No es de descartar tampoco que el video difamatorio buscara una reacción por parte de la República Islámica de Irán, justificante para una agresión planificada hace años por Estados Unidos y sus socios sionistas. En este mismo contexto, buques de guerra y efectivos militares se emplazan en el Golfo Pérsico.

La militarización puede ser mucho mayor. Todo depende de la evaluación final que Estados Unidos haga de los sucesos desatados por el filme y del empuje de las fuerzas que se favorecerían con una respuesta dura que ponga al mundo en vilo.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2012-09-22/la-blasfemia-como-arma-de-guerra/

Documental: La verdad detrás de Siria

Documental «La verdad detrás de Siria» producido por el comité de Acción Política de Lyndon LaRouche en Estados Unidos, se trata sobre la operación imperial detrás de la desestabilización terrorista en Siria, organizada y financiada desde Gran Bretaña, Arabia Saudita y EE.UU. Aquí se exponen todas las redes terroristas que van desde Al-Qaeda, hasta la empresa británica BAE systems y los grandes bancos del mundo.

Fuente: http://www.youtube.com/user/larouchista

Dos realidades de África

Caracas, 04 Abr. AVN.- Angola celebra este miércoles los 10 años de los acuerdos de paz firmados en Lusaka, Zambia, que permitió a este país del sur de África finalizar con la guerra de independencia contra la colonización portuguesa y emprender el camino hacia la transformación estructural del país.

En un acto de Luena, provincia de Moxico, el presidente José Eduardo Dos Santos, resaltó la lucha de los movimientos de liberación que lograron en la nación poner fin al régimen colonial y destacó la figura del líder revolucionario Agostinho Neto (1922-1979).

Mientras Angola avanza en las conquistas sociales y económicas por ser el país africano de mayor crecimiento sostenido, pero aún con carencias y con desocupación que todavía afecta al 30% de la población, en el norte de África varios países viven profundas crisis políticas y sociales.

Mali y Libia son naciones que atraviesan los conflictos internos más profundos, aunque las protestas y represiones todavía se sostienen en Egipto y Túnez

Dos Santos señaló durante la conmemoración la importancia del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) y denunció que durante la guerra contra el colonialismo, Portugal bombardeó el país con napalm para contener al movimiento guerrillero y al pueblo que lo apoyaba.

Los acuerdos de paz en Angola fueron el puntapie inicial para llegar a un pacto con el Estado portugués, en 1974, que se vio reflejado con la independencia del país el 11 de noviembre de 1975.

Aunque Portugal se retiró de la nación, Angola tuvo que sufrir las invasiones militares desde Sudáfrica y Zaire, hostilidades que se prolongaron varios años y que el país africano enfrentó exitosamente con la ayuda de Cuba y la entonces Unión Soviética.

Desde el gobierno angoleño y el Buró Político del MPLA hicieron un llamado a la unidad y a profundizar la democracia.

Luego de la guerra contra el colonialismo, Angola logró reorganizar la producción del petróleo estatal, impulsar la construcción de carreteras e implementar diversos planes sociales, pero el conflicto bélico dejó más de cuatro millones de personas desplazadas, miles de muertos y una tasa de desempleo de alrededor del 43%.

Con la victoria angolana de 1988 se logró liberar su vecino del sur, Namibia,  y se le facilitó a los patriotas surafricanos sacar a Nelson Mandela de la cárcel y ganar las elecciones en Suráfrica, lo que con el transcurrir de los años se conformó una fuerza política significativa que unida a Mozambique, Zimbabwe, República Democrática del Congo y Tanzania, entre otros, dan vida a la Comunidad de Estados del África Austral (Sadc, por sus siglas en inglés), una organización regional de 15 estados que proporciona mayor estabilidad al cono sur africano.

El norte en crisis

En Libia, luego del asesinato de Muammar Al Gaddafi en octubre del año pasado, la crisis del país tomó un nuevo camino. Devastado por los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), que dejó miles de muertos, el Consejo Nacional de Transición (CNT) tomó el poder, pero al poco tiempo la fragilidad de ese organismo se puso en evidencia.

Los constantes enfrentamientos entre tribus y milicias mercenarias que siguen operando en el país, sumado a la división del territorio por parte de los jefes tribales de la región de Benghazi, demuestran que las promesas de democracia, estabilidad y democracia se encuentran lejanas.

La promulgación del estado autónomo de Cirenaica, en la zona de mayor producción de petróleo libio, es una muestra de una crisis que parece no resolverse en el corto plazo.

Por su parte, el golpe de Estado efectuado el pasado 22 de marzo en Mali por un grupo de militares, dejó al descubierto la fragmentación que atraviesa esa nación impactada negativamente por los desplazamientos de tuareg armados hacia territorio libio y las políticas de privatización efectuadas en la última década.

El derrocamiento del presidente maliense trajo aparejado el avance de los grupos tuareg quienes tomaron las ciudades de Kidal, Gao y Tombuctú, en tanto avanzó el accionar de la red terrorista Al Qaeda en el Magreb Africano (AQMA).

En Libia, la presencia de Al Qaeda fue uno de los factores desequilibrantes para el derrocamiento de Al Gaddafi, mientras que en Mali la Junta Militar todavía no puede detener a esa organización.

Leandro Albani AVN 04/04/2012 17:39

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Líder de la Comunidad Judía explota caso de Daniel Zamudio para afirmar que Al Qaeda opera en Chile

En declaraciones a Radio Bío Bío, el presidente de la Comunidad Judía de Chile, Shai Agosin, declaró que nuestro país estuvo al borde de un “atentado terrorista”, similar al que ocurrió esta semana en Toulouse, Francia. El entrevistado aseguró estar trabajando “en estrecha colaboración” con la PDI para desbaratar una organización que aún estaría activa planificando atentar contra una comunidad judía en Chile.

“Definitivamente nosotros estamos muy preocupados”, manifestó Agosin. “Están ocurriendo cosas muy extrañas (…) sabemos que Al Qaeda podría estar operando en nuestro país”. Uno de los supuestos atentados de este grupo terrorista, señaló, habría sido frustrado en 2010 por la Policía de Investigaciones, agregando que lo sucedido en Francia «podría haber ocurrido tranquilamente en Chile».

En este sentido, el “vocero” de la comunidad judía negó que el caso de Saif Khan haya sido parte de un montaje preparado por el Ministerio del Interior, afirmando que el paquistaní perteneció efectivamente a una célula de terrorismo islámico, “no a un grupo terrorista en nuestro país, sino al terrorismo internacional”.

El entrevistado partió mencionando el caso de Javier Izquierdo Chambe (35 años), individuo que sufrió la amputación de sus dos manos luego de manipular negligentemente un par de fuegos artificiales en Alto Hospicio. Según Agosin, el incidente ocurrido en diciembre del año pasado tendría directa relación con grupos terroristas. “Este señor es islamista”, declaró, “va a una de las mezquitas, que es la mezquita Bilal, que fue la misma mezquita que visitó Saif Ur Rehman Khan”.

De manera mediocre, Agosin planteó que en algunos videos de la investigación dirigida por el fiscal Alejandro Peña en 2010, Khan puede ser visto “entrenando en Afganistán” con un arma de guerra, “en el mismo lugar donde el Sr. Mohammed Marah (del atentado de Toulouse) ha entrenado”. En realidad, ni siquiera el ministro Rodrigo Hinzpeter manejó tal hipótesis en su momento, ya que el único lugar geográfico mencionado en los reportes de prensa fue Pakistán (ver minuto 16:10 de documental Caso Pakistaní: El fraude Hinzpeteriano).

Shai Agosin también repitió la propaganda de terror que ha sido impulsada por occidente en el último tiempo. El líder judío manifestó que Irán ha experimentado un “cambio de política” y presuntamente acelerado el financiamiento de grupos terroristas. También aprovechó la oportunidad de plantear la participación del gobierno de Hugo Chávez en el fomento del terrorismo islámico, afirmando que “entre Venezuela e Irán hay un puente de vuelo constante”.

En cuanto a una relación entre grupos islámicos extremos y movimientos neonazis en el país, justamente a raíz del ataque al joven homosexual Daniel Zamudio, Agosín aseveró: “En general, sabemos que ellos actúan en conjunto cuando se trata de planificación de atentados terroristas, se prestan ayuda y colaboración”.

¿Neonazis y jihadistas de Al Qaeda trabajando juntos en Chile? A decir verdad, la conexión es instalada al comienzo de la nota de Radio Bío Bío, donde se unen diversos elementos y se plantea: “En Chile, Daniel Zamudio habría sido atacado por ser homosexual, a lo que se suman otros casos de ataques a judíos y afroamericanos. Entonces nos preguntamos, ¿a cuánto estamos de que una persona entre disparando a un colegio en Chile?”

La reciente polémica de los “morenazis” ha sido instalada fuertemente en los medios de comunicación y aprovechada políticamente por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter (ver ridícula actuación hollywoodense en Posta Central), para impulsar una Ley Antidiscriminación que tipificará como delito la “incitación al odio” – en otras palabras, algo muy similar a lo que planteó el presidente Sarkozy luego del terrible (y justificadamente condenable) atentado a una escuela judía en Francia, abriendo la posibilidad de monitorear sitios web “extremistas” (según la definición del gobierno) y encarcelar a sus lectores.

¿Pero a quién será dirigida la famosa Ley Antidiscriminación? Aunque es posible que ésta proteja de alguna manera a las minorías sexuales y étnicas, debemos considerar que la legislación ha sido citada una y otra vez para criminalizar todo cuestionamiento a las políticas del Estado de Israel.

En agosto de 2011, vimos cómo el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, fue criticado por comparar los checkpoints, bombas lacrimógenas (compradas por Chile al Estado sionista) y prácticas represivas de Hinzpeter, con las políticas de Israel hacia Palestina. Las mismas asignaciones de “antisemitismo” fueron dirigidas a los parlamentarios Fuad Chahin y Eugenio Tuma por cuestionar la presencia de militares israelíes en la Patagonia.

Además de criticar que jóvenes consulten por Twitter sobre “misiones del Mossad” en Chile, Shai Agosin ha señalado que “si hoy tuviéramos la ley (Antidiscriminación)”, tanto Chahín como Tuma habrían sido “desaforados”. De la misma forma, panelistas del programa “Estado Nacional” de TVN insinuaron en su momento que Jaime Gajardo podría haber arriesgado una pena carcelaria.

Por otra parte, el explotado caso de Zamudio presenta extrañas inconsistencias. El 9 de marzo, La Nación publicó el artículo “Caso Daniel Zamudio: Detenidos no tienen perfil neonazi”, reportando “uno de ellos tiene el pelo crespo y usa ropa holgada tipo rapero; otro sujeto usaba ropa deportiva y con el pelo largo, con una cola tomada atrás, y el tercer detenido también usaba prendas hiphoperas anchas”. A pesar de esto, los grandes medios han insistido en adjudicar la golpiza a grupos de corte “neonazi”.

La prensa tampoco otorgó mayor profundización a las primeras afirmaciones emitidas por el padre de Daniel Zamudio, el 17 de marzo, declarando a Radio ADN que «hijos de coroneles, de generales, de diputados, de abogados, gente pudiente» habían protagonizado la golpiza del joven homosexual.

Volvemos a repetir la pregunta: ¿neonazis y jihadistas de Al Qaeda trabajando juntos en Chile? La seriedad de Shai Agosin y sus declaraciones en Radio Bío Bío difieren poco de las burdas predicciones sísmicas emitidas por lunáticos como Pedro Gaete. En vez de un representante oficial de la Comunidad Judía de Chile, diversa en todos sus aspectos, el Sr. Agosin más parece un portavoz del régimen sionista de Israel y su aliado Estados Unidos.

Fuente: http://verdadahora.cl