Rebelión chilena: ni espontánea ni transversal – Por Agustín Laje

El ataque a las instituciones chilenas es un ataque esencialmente de tipo izquierdista.

En América Latina acostumbramos a equiparar crisis económicas con crisis políticas, en el sentido general de que las primeras desencadenan las segundas. Por eso la propia noción de crisis nos remite, casi automáticamente, a gráficos y números; a complejos cálculos que un desfile de economistas tratan de resumir por televisión; a inflación, desabastecimiento, corridas bancarias, desempleo, pobreza. Esa, pues, es la fisonomía de una crisis en el imaginario colectivo latinoamericano.

Ahora bien, nada de eso ocurre realmente en Chile, sencillamente porque la crisis no es económica, sino estrictamente política e ideológica. Y esto debe ser tenido en cuenta a partir de las variables macroeconómicas que posicionan, no por nada, a Chile como el país más desarrollado de la región gracias al modelo que hoy precisamente se impugna: crecimiento promedio anual del 3,7 % en las tres últimas décadas, incremento del PIB per cápita de 4.000 a 28.000 dólares en las últimas cuatro décadas, reducción de la pobreza del 53 % al 6 % en ese mismo lapso, inflación actual virtualmente inapreciable, una movilidad social envidiable, caída del coeficiente de Gini desde los ’80 a hoy, etcétera.

Si en nuestro imaginario colectivo son las crisis económicas las que desatan las crisis políticas, ¿en qué medida una crisis política se desata si no es a través de una crisis económica? Fundamentalmente, a través de una crisis de legitimidad respecto de la totalidad del sistema. Y estas son, sin dudas, las crisis más corrosivas, porque no se solucionan con un nuevo plan económico o con una reforma puntual, sino con una reestructuración radical, o bien de las expectativas sociales respecto de esa totalidad, o bien con el derrumbamiento de la totalidad como paso previo para rearmar un nuevo sistema: y a eso es lo que llamamos, desde luego, revolución.

¿Hay una revolución, pues, en Chile? No en sentido estricto. Por ahora hay insurgencia y rebelión. La revolución es el paso siguiente, en el que las grietas del sistema interpelado se ensanchan de tal manera que toda la estructura termina de caer. Y eso, por el momento, no ha pasado. En términos marxistas, podríamos decir que lo que hoy vemos en Chile todavía acontece al nivel de la superestructura política, jurídica, cultural e ideológica, pero que está apuntando a dar un salto cualitativo hacia la estructura económica como fin último.

La peculiaridad de la actividad revolucionaria al nivel cultural es que demora en brindar frutos lo que demoran las generaciones en adoctrinarse. Y en Chile, claro está, la izquierda domina el sistema cultural (escuelas, universidades, medios de comunicación y farándula) desde hace muchos años ya. Personalmente, he dictado conferencias en colegios donde hacía algunos días habían estado enseñando las ideas de Antonio Gramsci dirigentes comunistas como Boric y Jackson, quienes a su vez han sido formados por Mouffe y Laclau en recurrentes visitas de estos a Chile. Estoy hablando, en el caso que me tocó vivenciar, de un colegio de clase alta del sur del país. Y personalmente, también, me tocó vivir al menos tres actos de censura en universidades chilenas, que cancelaron mis conferencias con menos de 24 horas de antelación.

Entiéndase lo que se quiere decir: si se advierte la composición sociocultural de los manifestantes chilenos, podrá advertirse que no estamos, en efecto, frente a una revolución proletaria ni mucho menos. Es el estudiantado de clase media, media alta y alta el que protagoniza la revuelta. Y la revuelta no es el fruto de crisis económica alguna, sino de una crisis de legitimidad del sistema que hizo de Chile el país más próspero de la región, que viene siendo cuidadosamente trabajada desde hace muchos años en aquellos que, por fin, están listos para salir al campo de batalla.

Ahora bien, la crisis política chilena no es simplemente una crisis de legitimidad, sino que además es el producto de un contexto político internacional bien preciso, en un momento en el que la izquierda populista se rearma en la región tras el punto de inflexión que significó la victoria de AMLO en México y el armado del llamado Grupo de Puebla.

Al respecto, existe una tendencia tan estúpida como infantil de considerar que toda variable geopolítica es parte de una “teoría de la conspiración”. Y es que la política no tiene que ver simplemente con urnas, votos, discursos y partidos políticos: esto es, en todo caso, lo que se ve de la política. Pero hay una dimensión de la política (quizás la más política de sus dimensiones) que no se coloca a la luz del día: servicios de inteligencia, infiltraciones, interceptaciones, carpetas reservadas, etcétera.

El éxito de la revuelta chilena descansa, precisamente, en su apariencia de “espontaneidad”. Sustraído de toda conexión política-internacional, de toda evaluación de intereses foráneos, de toda determinación de relaciones de fuerzas entre naciones, el conflicto chileno se define a sí mismo como la autodeterminación de un “pueblo” que “transversalmente” decidió “decir basta” (sin saber muy bien a qué). En otras palabras, el éxito de la revuelta descansa en la imbecilidad colectiva que gusta de épicas de cartón diseñadas para imbéciles.

“Vamos mejor de lo que pensábamos. Y todavía lo que falta. Estamos cumpliendo el plan. Foro de San Pablo, estamos cumpliendo el plan, ustedes me entienden”, decía Nicolás Maduro al ser señalado como responsable de la violencia en Ecuador y en Chile. Diosdado Cabello, por su parte, hablaba de la “brisa bolivariana que recorre la región”. Por eso mismo el Comunicado de la Secretaría General de la OEA del 16 de octubre de este año, que decía expresamente que “las actuales corrientes de desestabilización de los sistemas políticos del continente tienen su origen en la estrategia de las dictaduras bolivarianas y cubana, que buscan de nuevo reposicionarse”.

¿No entran a diario cientos de venezolanos a Chile, que huyen de la pobreza de su país? ¿Cuán difícil es meter venezolanos con “otro tipo” de intereses? ¿E incluso cubanos? ¿O acaso no son las fronteras chilenas tan porosas como Bachelet las dejó? Llegan, además, refuerzos de otros países. Los dirigentes del Frente de Izquierda de Argentina, Gabriel Solano y Romina Del Pla, por ejemplo, anunciaron en sus redes sociales que estaban viajando ahora mismo a Chile “para apoyar la rebelión del pueblo chileno”. Y a ello hay que sumar el movimiento indígena organizado, los grupos feministas, los lobbies LGBT y todos los movimientos sociales que la izquierda, con gran astucia, ha estado formando durante décadas a partir de la teoría de la hegemonía laclauniana.

Porque en esto hay que ser bien claro. El ataque a las instituciones chilenas es un ataque esencialmente de tipo izquierdista. Desde luego que los idiotas útiles abundan, y parte del éxito de la presunta “transversalidad” y “espontaneidad” alegada reside precisamente en atraer como con un imán a personas que no saben lo que hacen, pero lo hacen de todas maneras. Así, lo único espontáneo del caso chileno, en todo caso, es la ingenuidad de quienes pensando que efectivamente aquello es espontáneo, se suben a un tren que va marchando hacia una dirección totalmente preestablecida, pero que ellos, los ingenuos funcionales, por supuesto desconocen.

¿Y cuál es esa dirección? Todo indica que una nueva Constitución, hecha a la medida de los intereses del socialismo, que eche por tierra aquellos principios fundamentales que hicieron de Chile un país rico y próspero. Por ello las reformas económicas estatistas y los cambios ministeriales que cobardemente llevó adelante Sebastián Piñera como concesión a los delincuentes callejeros no sirvieron de nada, y las manifestaciones inmediatamente después se reanudaron. Porque lo que se ha impugnado es la totalidad del sistema, y la Constitución es el reflejo de la arquitectura política de esa totalidad.

La “centro-derecha” está pagando muy caro no haber entendido la cultura como campo de combate, y la política como realización efectiva de algo más que un gráfico de barras o una planilla de Excel. Y en este sentido, la izquierda lleva años jugando sola, metiendo goles en un arco sin ningún portero.

Nota publicada en: https://es.panampost.com/agustin-laje/2019/10/29/rebelion-chile-espontanea/

‘Detrás del actual movimiento feminista hay un montaje de ingeniería social financiado’

Entrevista con la profesora, historiadora y escritora Pilar Baselga

Pilar Baselga es madre de un hijo de 26 años, profesora de historia del arte e historia del traje. Se licenció en la Universidad de la Sorbona en París y luego cursé el DEA en la Universidad Complutense “aunque -aclara- tengo mi tesis doctoral por leer”. Pero también abrí un restaurante, una tienda de ropa y una fábrica de pasta fresca italiana. Quiero decir que llevo trabajando toda mi vida, he sido empresaria, profesora, y ahora me dedico principalmente a escribir”. Se reconoce abiertamente en contra del feminismo de tercera ola y habla sin tapujos de lo que piensa aunque muy consciente de que sus palabras serán silenciadas en la mayoría de los lugares públicos ya que -dice- ‘estamos en un mundo muy peligroso porque lo natural es criminalizado, lo aberrante es lo normal y lo injusto es lo legal’. Considera que han ganado la batalla de los medios aquellos que están absolutamente dirigidos y son marionetas sin darse cuenta. Con un pensamiento crítico valiente, esta historiadora se muestra totalmente crítica con la sociedad que estamos viviendo. El año pasado publicó un ensayo sobre lo que está pasando con el arte en la actualidad, “Arte, profanación y magia negra”. Actualmente está en plena redacción de otro libro sobre la verdadera historia del arte del siglo XX, ‘porque creo que nos han mentido’.

-¿Va a secundar la huelga de hoy? Dígame sus motivos

-No, no la voy a secundar. Es más, esta mal llamada “huelga”, en realidad, es una huelga ilegal puesto que no cumple los requisitos de lo que es una huelga. Según manda nuestra legislación, la huelga tiene que ser convocada por los trabajadores, no por el Estado o asociaciones, y tiene que tener un propósito preciso, relacionado con su trabajo en el marco de una fábrica, industria o gremio profesional, y nunca puede tener un propósito político o ideológico. Y es el caso. Es indecente que un presidente del Gobierno apoye una huelga ilegal que es, en realidad, una operación de ingeniería social para dividir a la sociedad al enfrentar a las mujeres contra los varones, como viene siendo el caso con esta fabricada ideología de género que está destruyendo a las mujeres, a los varones, a las familias, y, sobre todo, a los jóvenes.

-A continuación le voy a poner unas frases sacadas de grupos de mujeres que defienden la huelga y también del argumentario de más de 30 páginas que han escrito y difundido.

-”Nos están matando”

-Esta frase es pasible de una condena por delito de odio. Y esto ha llegado tan lejos, que tenemos a una cómplice de homicidio que se presenta a ser alcaldesa de Podemos en la ciudad de Santa Teresa de Jesús. Y quiero recordar aquí que, en la Junta de Galicia, el partido Podemos ha impartido un taller titulado “Si te maltrata, mátalo”, es decir, que desde el gobierno y con dinero público se está incitando a las mujeres a matar a sus parejas, y esto es un delito muy grave.

Con la frase “nos están matando”, se está criminalizando a la mitad de la población. Y esta frase manipuladora que pretende mostrar al sexo masculino como asesino en potencia, se apoya sobre unas estadísticas tergiversadas que ocultan una realidad muy molesta: si consideramos los casos de menores muertos a manos de sus progenitores, las madres matan tres veces más más que los hombres.

La Asociación profesional de criminólogos de España, ASPROCRIME, ha recopilado los datos, y ya en noviembre de 2018, 57 menores habían muerto a manos de sus madres. ¿Por qué se ocultan estos datos a la población? Pues porque vienen a contradecir el dogma de la violencia machista, y dejan a la mujer en muy mal lugar. ¿Si montamos una manifestación multitudinaria porque 47 mujeres a manos de sus parejas, a qué esperamos para manifestarnos en contra de las madres que matan a los niños? Y si, según el enfoque de la ideología de género, los varones matan a las mujeres por el hecho de ser mujeres, cual sería el argumento que explique lo que lleva a una mujer a matar a los niños en su hogar? ¿que es un niño? ¿que es una niña? No. Se trata de violencia intrafamiliar. Punto. El sexo del asesino o de la víctima no es causa del crimen.

Los seres humanos son violentos y los crímenes intrafamiliares siempre han existido. Es muy triste, pero así es, y no hay un sexo que pueda ser incriminado más que otro. Pero lo que quiere esta ingeniería social es señalar al varón como el más criminal y violento y a la mujer como una eterna víctima. Y para ello se ocultan ciertos datos que son muy muy molestos. Precisamente, como las cifras anuales de mujeres asesinadas son relativamente bajas, -47 muertas en una población de 47 millones es una entre un millón-, la ministra Carmen Calvo decidió dar al cifra de fallecimientos de los últimos decenios. Esto es un engaño descarado.

Dicha ministra encuentra necesario decir en público, desde su cargo político, que no cree en el amor romántico, como si eso tuviera que importarnos. Pero no recordará las cifras siguientes:

-Todos los años se suicidan unas 3500 personas. El 70% son hombres. 10 suicidios por día.

-En las carreteras mueren unas 1200 personas por año. Es decir, un promedio de unas 4 personas por día.

-Al menos unas 1000 personas mueren al año por negligencia médica. Éstas son un promedio de 2 por día. ¿Acaso no deberíamos decir entonces que los médicos nos están matando? -57 menores a manos de sus madres y sólo 47 mujeres a manos de sus parejas.

Es decir , que tenemos muchas más posibilidades de morir suicidados, en un hospital, o en la carretera que en nuestra pareja. La mejor manera de manipular la información es descontextualizarla y obviar todo lo que vendría a relativizar lo que estamos diciendo. Si necesitamos un ministerio de la igualdad por 47 mujeres muertas al año, ¿cuántos ministerios necesitamos para ocuparnos de los 3500 suicidados? ¿No es eso, acaso, una auténtica tragedia? Además muchos de los suicidados son padres de familia que estaban en juicio por separación, acusados de malos tratos, separados de sus hijos, arruinados por las sentencias de pensiones abusivas… Y ¿no es una desgracia para España que haya tantas personas que lleguen a semejante desesperación y que dejan a tantos hijos huérfanos? ¿Por qué las feministas nunca hablan de esta tragedia? Para ellas las víctimas sólo son las mujeres. Ni los niños, ni los varones cuentan. ¿Es esto justicia e igualdad?

Es urgente rectificar las cifras de violencia contra las mujeres porque se está provocando una alarma social a partir de cifras tergiversadas. Y generando una visión distorsionada de la realidad, criminalizando al varón y opacando el sufrimiento de los hijos que siempre son las principales víctimas.

 Las organizadoras dicen: “Vamos a la huelga para que podamos ser libres, para que se consideren las violencias machistas como una cuestión que atañe a toda la sociedad y se tengan en cuenta sus distintas causas y dimensiones. Poniendo fin a aquellas que sufrimos cotidianamente en todos los ámbitos y espacios vitales (hogar, trabajo, espacios públicos, pareja, familia, entorno laboral, sociedad e instituciones del Estado). Para que haya cambios culturales, en las ideas, actitudes, relaciones y en el imaginario colectivo”.

-Pues ya empezamos mal si creemos que trabajar nos hace libres, esa es la frase que se podía leer en la entrada de los campos de concentración: Arbeit macht Frei. De nuevo, se está mintiendo en relación a la desigualdad. Es cierto que en el pasado la mujer tenía vetado muchas cosas pero mi madre, que nació en 1926, estudió una carrera y mis tías estudiaron medicina, farmacia, derecho… Pero para ellas, lo más importante era la familia, y muchas eligieron libremente ser madres y ocuparse de sus hijos. Hoy las parejas se separan, los niños llegan a casa y no hay nadie, la figura del padre se desdibuja, la madre llega agotada, la comida está envasada, cocinada sin amor y calentada en el microondas. Hemos salido todos perdiendo, y las primeras víctimas de esta supuesta liberación por la igualdad son nuestros hijos. Es una gran desgracia.

Yo nací en el 57 y ni yo ni ninguna mujer a mi alrededor tuvo el más mínimo problema para dedicarse a la profesión que quería. Así que no me pueden decir ahora en el 2019 que no hay igualdad en el campo laboral. No se puede legislar hoy por problemas del pasado que ya no existen. La desigualdad laboral es otro dogma que se afirma y no se demuestra. Las mujeres tienen gustos diferentes a los hombres, esto siempre ha sido así y siempre lo será. Y está muy bien. Qué aburrimiento si no, todos iguales! Querer igualar a todo el mundo es muy peligroso porque ya las mujeres somos diferentes unas de otras, y los hombres y las mujeres también son diferentes. Y eso está muy bien porque somos complementarios.

Las personas que legislan sobre las leyes laborales de igualdad son personas que no han montado empresas, jamás han estado en una obra, en un astillero, en un puerto, haciendo carreteras, moviendo sacos de cemento… El Estado no puede venir a legislar sobre el sexo de las personas contratadas por una empresa. Eso es la garantía del desastre económico y me recuerda los planes quinquenales soviéticos. Demasiado Estado metiendo las narices en las empresas privadas es el fin de la economía. Yo he tenido tres negocios y yo sabía muy bien si necesitaba un hombre o una mujer para realizar el trabajo. Y no hubiera soportado que el Estado me viniera a decir que tenía que contratar tantas mujeres como hombres. Eso es ridículo, cuando no, indignante.

Los cambios culturales no se pueden imponer desde el poder ni desde asociaciones pagadas por el Estado. Eso es un abuso de poder, y es lo que quisieron hacer los regímenes autoritarios como los nazis, los soviéticos y los fascistas italianos donde el Estado se metía a controlarte en tu vida más íntima. Y es lo que está pasando en este momento.

Este feminismo de última generación se ha convertido en una auténtica dictadura de género.

Somos un movimiento internacional diverso que planta cara al orden patriarcal, racista, colonizador, capitalista y depredador con el medio ambiente. Proponemos otra forma de ver, entender y estar en el mundo, de relacionarnos, en definitiva nuestra propuesta supone un nuevo sentido común.

-Aquí tenemos toda la palabrería que mezcla la ideología de género con el ecologismo, un movimiento que nació con la creación del Club de Roma en 1968, un grupo de banqueros con sede en Suiza, con el claro propósito de controlar la demografía, y se dieron cuenta que el ecologismo era estupendo porque permitía hacer creer que el enemigo de la Naturaleza es el ser humano. Y si no me creen me creen, busquen el texto fundacional que se titula The limits of Growth, es decir, los límites del crecimiento.

Detrás de todo este movimiento del feminismo de tercera generación hay un montaje gigantesco de ingeniería social financiado desde la ONU y el entramado de ONG´s de Soros: como ya la lucha de clases no funciona como enfrentamiento y división de la sociedad entre trabajadores y empresarios, pues ahora se han inventado esto de enfrentar a los dos sexos. Así, entretenidos en decir que nuestro enemigo es el varón, pues dejamos de luchar contra nuestros verdaderos enemigos, que nos esquilman y desangran como auténticos vampiros.

Lo que hay detrás de esto del 8M es la destrucción de la familia, y el enfrentamiento entre los sexos, la homosexualización, la autocastración y la confusión identitaria para que no tengamos hijos. Y a la vista está que lo están consiguiendo.

– Le recito otra de sus reivindicaciones: Tenemos una propuesta positiva para que todas y todos, desde nuestra diversidad, tengamos una vida digna. Defendemos una forma de convivir y lo queremos hacer todas, unidas, fortaleciendo nuestras alianzas con otros movimientos sociales. Así nos enfrentamos a quienes hacen su política desde la mentira y el desprecio a las mujeres, desde el miedo, el ocio, la victimización y el resentimiento. Y en el proceso de reconocer, defender y ampliar nuestras libertades y derechos contraponemos la esperanza y desarrollamos lazos de apoyo y solidaridad entre todas.

-Libertad, vida digna, derechos, esperanza, apoyo, solidaridad… ¡qué bonitas palabras! Pero llama la atención que estás mujeres jamás salen a la calle para denunciar los casos de pederastia por parte de políticos y banqueros. Si de verdad lucharan por lo que dicen luchar, estarían todos los días denunciando el machismo en la cultura musulmana o las numerosas violaciones de cristianas por parte de musulmanes en Europa, donde las cifras son alarmantes y ya está ocurriendo en España. Este silencio me resulta de lo más sospechoso.

Nadie puede negar que es en las sociedades occidentales cristianas donde las mujeres son más libres y pueden hacer absolutamente todo lo que quieran. Ninguna sociedad es perfecta pero la nuestra es de las mejores, y desde luego que si realmente se trata de igualdad y justicia hacia la mujer, no se entiende cómo estas feministas no han montado una acampada permanente delante de la embajada de Arabia Saudí. Su silencio es prueba de que esto es una manipulación para enfocarse en ciertos temas mientras se corre un tupido velo sobre otros.

También hablan de injusticia en el ámbito legislativo con respecto a la mujer: Para que la justicia nos crea y deje de aplicar una lógica patriarcal, para que se apliquen de forma efectiva las leyes contra las violencias machistas y se amplíen para incluir la violencia sexual. Para hacer efectiva la verdad, la protección, la reparación y la justicia a quienes somos víctimas de las violencias machistas.

-¡Dios mío, cuántas mentiras! La igualdad ante la ley se ha perdido gracias a La Ley de Violencia de Género. Además, vulnera el derecho constitucional de los hombres a su presunción de inocencia. Es una ley anticonstitucional, injusta y que ha destrozado a cientos de miles de familias en España, siendo los niños las principales víctimas. Y llama sumamente la atención que estas mujeres que están tan preocupadas por las víctimas nunca mencionen a los niños. Yo acuso a las feministas que se manifiestan el 8 de marzo, y en tantas otras ocasiones, de ser responsables y cómplices de un enorme sufrimiento en los niños a los que jamás mencionan, de los que jamás se acuerdan. En cuanto a la violencia machista remito a los datos de las madres que matan a sus hijos.

– Dentro de sus peticiones hay un apartado específico para los derechos de los LGTBI: Para que la educación afectivo-sexual esté contemplada en el currículo escolar y sea integral, libre de estereotipos sexistas, racistas y LGTBIfóbicos.

-La educación afectiva siempre ha corrido a cargo de los padres y de la familia. Es lo lógico, lo sano y lo natural. En cuanto a la educación sexual es una aberración hablar de sexo en un aula, y es pornografía que se le enseñe a un niño a masturbarse en el colegio. Los derechos de los niños están siendo vulnerados de forma escandalosa, y espero que pronto los padres pongan denuncias contra los colegios y contra el Estado por corrupción de menores.

En cuanto al asunto LGTBI, la sexualidad es un tema privado que no interesa a nadie y que no debería ser tema de argumento de discusión. Por tanto, la homosexualidad tampoco debería de ser tema de conversación, de la misma manera que ninguna persona en su sano juicio habla de sus gustos sexuales particulares en público. Vivimos en una sociedad sumida en unos valores morales invertidos, donde muchas cosas aberrantes se han normalizado. La sexualidad en cualquier dirección no es un tema para discutir. Es un asunto privado. Que cada uno haga de su vida sexual lo que considere, pero siempre respetando a la otra persona, por supuesto.

En cuanto a la transexualidad es un engaño, puesto que nadie puede cambiar su sexo. Sólo existe castración, mastectomia, esterilización y hormonación. Lo demás es peluquería, maquillaje y atrezzo. Es una estafa hablar de cambio de sexo, eso no existe, es imposible. Solo puedes cambiar tu sexo en el DNI. Porque el sexo está en cada célula de nuestro cuerpo y eso no se puede cambiar, ni siquiera con hormonación. Además, la operación es irreversible. Aunque te reconstruyan el pene, ya eres estéril para siempre.

La transexualidad es una locura tan grande que lleva con mucha frecuencia al suicidio. Y que esto se esté normalizando en los colegios es una barbaridad. Otra corrupción de menores, pero ésta mucho más grave porque atañe a su equilibrio identitario. Los niños son muy sensibles y muy manipulables, y si tú le dices a un niño que puede ser niña, le estás destrozando la vida porque estás alterando su percepción de la realidad, que es la definición misma de la locura. Es decir que la entrada de activistas LGTBI en los colegios no solo es corrupción de menores si no que genera esquizofrenia y locura en los niños. Espero que esto vaya a los tribunales dentro de poco.

Recordemos el propósito del Club de Roma: limitar la demografía. La eugenesia es el control desde el Estado de la natalidad a través de políticas esterilizantes. La transexualidad es el sueño del eugenista : en el pasado el eugenista que buscaba controlar la natalidad, tenía que buscar un montón de razones para proceder a la esterilización. Ahora las personas se auto castran, arguyendo además que lo hacen porque son libres, y los que quieren controlar la demografía están encantados con toda esta moda genocida.

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Fuente: https://www.larazon.es/familia/detras-de-todo-este-movimiento-del-feminismo-de-tercera-generacion-hay-un-montaje-gigantesco-de-ingenieria-social-financiado-BH22259787

Lo que toda chilena debería saber sobre el movimiento feminista: PanAm Podcast

Cada vez son más las mujeres que caen en la trampa del feminismo, sin darse cuenta que detrás no hay más que un interés político de la izquierda.

En Chile, el movimiento feminista cada vez tiene más fuerza. Hace algunos meses se tomaron las universidades y exigían, como siempre hacen las feministas, cosas completamente absurdas, como por ejemplo que la bibliografía estudiada en los cursos fuera 50% de mujeres y 50% de hombres.

Chile feminismo

Hoy inicia una nueva obsesión para estas mujeres chilenas, inspirada en lo que ha ocurrido recientemente en Argentina. Hoy marcharán para lograr aborto “legal, gratuito y seguro”. Van por la legalización del asesinato de los no nacidos y, además, pedirán que sea pagado por los contribuyentes.

En el podcast de hoy hablamos de lo que está haciendo el movimiento feminista en Chile, de cómo avanzan, de su vinculación con la izquierda y, por supuesto, de cuáles son los peligros que enfrentamos con el avance de esta ideología.

Nuestra invitada es Daniela Carrasco, Cientista Político. Coordinadora del Área de Formación de la Fundación Jaime Guzmán y colaboradora asociada a Ciudadano Austral, y al Centro de Estudios Libertarios.

Carrasco asegura que cada vez son más las mujeres que caen en la trampa del feminismo. Creyendo que este movimiento simplemente busca castigar a los hombres cuando comentan delitos y defender a las mujeres víctimas de violación o acoso. De modo que mujeres que incluso se consideran de derecha terminan militando en estos grupos.

Nuestra invitada comenta la relación política que muchas no ven. La intención de la izquierda es conseguir seguidores y cautivar militantes a través de movimientos como el feminismo o el ambientalismo, que parecen, a primera vista, no tener un componente político.

En el podcast de hoy también hablamos de lo que puede venir para Chile en materia de legalizar el asesinato de niños no nacidos e incluso obligar a los contribuyentes a pagarlo. En Argentina, fueron precisamente las feministas las que lograron que se aprobara semejante crimen, ¿lograrán en Chile frenarlas a tiempo?

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