Después que días atrás el ingeniero Pedro Gaete Valenzuelaanunciara sus estudios y predicciones sobre terremotos, el Departamento de Ingeniería eléctrica de la Universidad de Chile señaló en un comunicado de Twitter que el profesional no figura en su registro de egresados, según cita La Nación
El comunicador de televisión Juan Andrés Salfate, que entrevistó a Gaete, respondió en su defensa que conoce al ingeniero desde el año pasado y que el estudio que realizó en la Universidad de Chile no significa que haya terminado la carrera en esa facultad, lo que es normal, declara, según el medio Elocuente
«Si tú buscas en la Universidad de Santiago tampoco voy aparecer en los sistemas como publicista porque no hice el trámite para sacar el título, ya que me puse a trabajar de inmediato y después me dio lata realizar ese trámite», argumentó Juan Andrés Salfate, según La Nación.
Salfate declaró que lo importante es que sus teorías sobre los desarrollo de los sismos y la forma cómo predice los temblores son expuestas con «información contundente», agrega La Nación.
Pedro Gaete impactó en su programa de televisión al anunciar terremotos de gran magnitud en una zona de Chile que efectivamente se cumplieron días después. Según sus afirmaciones, se basó en que determinadas ondas magnéticas que llegan a la Tierra periódicamente.
El aclaró que éstas ondas son medidas y registradas por los observatorios de diferentes países, y que podrían estar relacionadas con algunos terremotos de importancia como el de 27 de febrero 2010 en Chile, con 8,8 grados Richter, y el terremoto 9,0 en Japón el 11 de marzo 2011.
En 2012, esta onda se habría repetido, con lo que se estima se produce cada 377 días.
Sin embargo explica que por si sola, esta fuerte onda magnética no sería la causante del gran terremoto, sino que éste sería activado con los experimentos de ondas escalares.
El ingeniero acusó de geoterrorismo a quienes enviaron ondas escalares entre la quinta región del país y la zona sur de Lebu. Pedro Gaete declaró que habría logrado registrar varias ondas de diferentes frecuencias dirigidas a la misma zona de Chile, y que se debía investigar los motivos.
Aclaró que estos experimentos o test podrían significar una arma de destrucción en masa. Después que hizo las acusaciones informó que las ondas las habrían enviado con un minuto de diferencia para causar un megaterremoto.
De igual manera se produjo al día siguiente un sismo de 6,8 grados Richter.
Después del terremoto el 25 de marzo, a las 19:36 hora local, el geógrafo Marcelo Lagos, explicó que fue una réplica del gran sismo del 27 de febrero 2010, debido a su localización. Sin embargo advirtió en sus declaraciones, que Pedro Gaetedebería presentar y dar a conocer sus estudios de predicción de terremotos a la comunidad científica, según el medio Bío Bío.
Fuente: http://www.lagranepoca.com
Comentario de La Verdad y solo la Verdad:
De acuerdo a Salfate, la información proporcionada por Gaete es ¿Contundente?.
Pedro Gaete dio de que hablar cuando en un programa de la televisión chilena dijo que chile se partiría en tres partes por una mega llamara solar, por lo que solicito al capital privado unos 600.000.000 de Euros para crear 3 esferas geodésicas donde la gente se pudiera resguardar. Al final no paso nada en Chile, y Pedro tenía que hacer algo por lo que se fue sobre el cometa Elenin. El 30 de Septiembre del presente año Gaete en su canal de Youtube publicó un vídeo en donde declaraba que el cometa Elenin era un agujero negro. En aquella ocasión otro internauta y el blog la mentira está ahí afuera refutaron sus alucinantes argumentos. La gente criticó a Gaete por que al final no sucedió nada con la “alineación” por lo que prometió otro vídeo en donde declara que “si sucedió algo”:
¿Información contundente al equivocarse en sus predicciones?, en eso si estams de acuerdo.
Otra cosa, quizás estemos ante la presencia de dos tipos de periodismo, un periodismo pseudocientífico (o de ciencia ficción) y un periodismo profesional, claramente Salfate se basa en el primero.
No podemos ahondar más en el análisis presente sin realizar algún tipo de definición de las pseudociencias. Ciertamente, no es un tema sencillo, aun cuando etimológicamente equivalga a «falsas ciencias»: disciplinas, por lo tanto, que si aparentemente se revisten del manto de la ciencia, no lo son en realidad. El término «falso» parece indicar, siendo además por lo general cierto, una cierta intención de engaño consciente: a menudo se intenta tal disfraz con el interés de dar una respetabilidad que poseen los productos de la ciencia, y abusar del marchamo científico a la hora de acallar las posibles críticas.
Epistemológicamente, sin embargo, resulta complicada la definición de pseudociencias, por cuanto es una definición negativa: «lo que no es, aunque parezca, ciencia». Plantea inmediatamente la cuestión sobre qué o quién dictamina el que sea o no ciencia. Es decir, nos sumerge en el tormentoso asunto de la definición de ciencia, y sus criterios de demarcación, un tema que ha ocupado una buena parte de la discusión filosófica de nuestro siglo. Para un análisis en profundidad de este tema, recomendamos la lectura de los artículos de William Grey titulados «Ciencia y psi-encia: la ciencia y lo paranormal» [3]. El también filósofo Paul Kurtz [4] comenta que las pseudociencias son materias que:
«a) no utilizan métodos experimentales rigurosos en sus investigaciones;
b) carecen de un armazón conceptual contrastable;
c) afirman haber alcanzado resultados positivos, aunque sus pruebas son altamente cuestionables, y sus generalizaciones no han sido corroboradas por investigadores imparciales.»
[3] Grey, William, «Ciencia y Psi-encia: la ciencia y lo paranormal (I)», La Alternativa Racional, primavera 1994, nº32, pp. 23-27; «La búsqueda de la verdad: la filosofía y lo paranormal (II)», LAR, verano 1994, nº33, pp. 11-17; «El proceso de explicación (III)», LAR, especial X Aniversario, nº34-35, pp. 41-46; y «Escepticismo y conocimiento (y IV)», LAR, primavera 1995, nº36, pp. 25-31.
[4] Kurtz, Paul, «Is parapsychology a science?», 1978/1981, The Skeptical Inquirer, Vol 3. nº.2, pp. 14-23; reimpreso en Paranormal Borderlands of Science, ed. Kendrik Frazier, Prometheus Books, pp-5-23.
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