Cinturón de fotones: «24 horas continuas de luz durante 2000 años…»

Portada_cinturonEl cinturón de fotones es una historia que rivaliza en errores astronómicos con el también comentado Hercólubus, incluso en ocasiones hasta se habla de ambos como fenómenos relacionados. Lo cierto es que esta historia a lo más podría aspirar a ser una buena historia de ciencia ficción, con características apocalípticas, mucho terror, y la desesperanza humana ante un fenómeno que está a punto de freirnos a todos, sin que podamos hacer nada para detenerlo. A continuación relato los hechos de esta abominable historia que de ciencia no tiene nada, pero de ficción, mucho:

La pseudociencia dice…

Nuestro Sol en realidad es parte de un sistema solar mayor cuya estrella central es Alcyone (ubicada en el cúmulo las Pléyades de la constelación de Tauro); en torno a ella orbitan en total doce soles, y rodeando a la estrella central existe una zona (un cinturón) que posee cierta radiación de fotones, tan fuerte que sería capaz de derretir los polos, detener la rotación terrestre, hacer bailar sin control a nuestro campo magnético y tener 24 h seguidas de luz durante 2000 años; y estamos a punto de entrar a este cinturón fotónico.

La ciencia dice…

En primer lugar: los fotones son partículas fundamentales e indivisibles, en realidad son la mínima cantidad de energía que puede transportar la luz ya que ésta está cuantizada (o sea ubicada en un sistema físico donde hay un «cuanto» o valor mínimo que puede tomar cierta magnitud; en el caso de la luz su valor mínimo es el fotón). Al hablar de fotones con mucha energía (como los mencionados en el cinturón de fotones), en el plano astronómico podría citarse lo que ocurre con los rayos gamma, considerados los fotones más energéticos de todos (éstos se forman al aniquilarse un electrón y un antielectrón). Ante esto tendríamos que, si existe alguna zona altamente energética (llámese «anillo», «cinturón», etc.) en donde se encuentran las Pléyades, probablemente sólo se trate de una fuente de rayos gamma. Los rayos gamma, por otro lado, no representan ningún peligro para el ser humano aquí en la Tierra. Nuestra atmósfera es lo suficientemente poderosa para retener esta radiación cuando llega al planeta y no dejarla entrar, debido a que éstas ocurren a mucha distancia de nosotros.

cumulo_pleyadesLas Pléyades son un cúmulo de estrellas jóvenes (datan de hace ~100 millones de años) y nuestro Sol tuvo su origen mucho antes, hace ~5.000 millones de años. Nuestra estrella gira en torno al centro de la Vía Láctea en un periodo de 225 millones de años, en dirección a la constelación de Sagitario (mirando hacia ella se ve el centro de nuestra Galaxia). Las Pléyades están distantes 380 años luz de nosotros, no puede hablarse de «girar en torno a Alcyone» debido a la prácticamente nula influencia gravitacional de esa estrella sobre nosotros. Y aún en el caso que nosotros «giráramos» en torno a ellas (las Pléyades), no se gira en torno a una estrella en particular sino a un centro de gravedad común, tal como sucede con las galaxias, los cúmulos estelares o los sistemas estelares binarios y múltiples.

Entre algunas cuestiones que son totalmente incoherentes, según esta teoría, se cuenta «la detención de la rotación terrestre». Si la Tierra deja de girar en torno a su eje, el efecto más inmediato es que rápidamente un hemisferio del planeta quedaría abrasado (aquél que esté «apuntando» hacia el Sol), mientras que el otro se congelaría (aquél «apuntando» hacia el frío espacio); «los océanos hervirían, grandes huracanes arrasarían el planeta, todos los objetos en él tendrían un aumento de peso debido a la ausencia de fuerza centrífuga…» en fin, definitivamente un hecho como éste sería muy mortífero en el corto plazo, tanto así que no tendríamos ni tiempo de observar este cinturón de fotones… que por cierto, nunca se ha visto que los fotones sean capaces de detener la rotación de un planeta. Ni que den origen a huracanes o catástrofes similares.

cinturon_fotones¿Cómo sería tener 24 h continuas de luz durante 2.000 años? No se especifica cómo sería esa «luz», pero imaginando que sea algo que proporcione tanta luminosidad y calor como nuestro Sol, volvemos a tener problemas. Imagino que las 24 h de luz se darían porque supuestamente nos rodearía un halo de luz, pero esa luz tendría un efecto devastador en el planeta. No nos sentiríamos más bronceados ni iluminados, sino que se calcinarían los continentes y derretirían los océanos; los humanos pereceríamos, y aún si aquella «luz» no fuera tan potente como el Sol, tener 24 h de luz provocaría severas alteraciones en nuestros ritmos circadianos. No obstante, si un cinturón de fotones estuviera muy cercano a nosotros, sería visto sin problemas por astrónomos profesionales y aficionados, ya que supuestamente es una fuente tan poderosa que puede contener al planeta entero. Pero no hay ningún cinturón a la vista…

Otro aspecto importante a destacar, es que esta «teoría» intenta avalar nuestro presunto acercamiento a dicho cinturón con determinados fenómenos que actualmente ocurren en la Tierra, como las auroras, el derretimiento de los polos o los terremotos y tsunamis debido a alteraciones geomagnéticas. Las auroras (boreales y australes) es un fenómeno normal que se produce por el impacto del viento solar contra el campo magnético terrestre, y dado que el Norte y Sur magnético se hallan prácticamente en nuestros polos geográficos, las auroras aparecen en latitudes cercanas a esos puntos. Un aumento de auroras (o su aparición en latitudes más alejadas a los polos) tiene directa relación con la actividad solar, que el aumentar provoca éste y otros fenómenos más bien nocivos, como el daño de algunos satélites artificiales o apagones en centrales eléctricas. No obstante las auroras y estos fenómenos no tienen ninguna relación con un cinturón de fotones/fuente de rayos gamma.

cinturon_esquemaEl derretimiento de los glaciares, como muchos sabrán, es parte de un proceso natural terrestre que se ha visto acelerado por el calentamiento global, cuyo mayor culpable es la irresponsabilidad humana al contaminar la atmósfera con gases industriales y agente químicos como CFC. Asimismo los terremotos y tsunamis no se han visto correlacionados de ninguna manera con alguna alteración de nuestro campo magnético. Es sabido que nuestro campo se debilita alrededor del 10% anualmente y se desplaza a razón de 10~40 km en este mismo lapso, pero esto no quiere decir que nuestra protección magnética esté gravemente alterada o sea la causa de estos fenómenos naturales, cuya explicación se haya más bien en el proceso de tectónica de placas que ha castigado a nuestro planeta a lo largo de toda la historia.

Esas son las aclaraciones más pertinentes. Existen otros disparates dentro de este mito que no viene al caso reproducir aquí, puesto que son contradicciones directas a las leyes de la física, fuerzas centrípetas, termodinámica y muchas otras. Como dije antes, el tema estaría muy bueno para hacerlo un filme de ciencia ficción, pero sólo eso… ficción y fantasía al por mayor.

Fuente: http://www.austrinus.com/index.php?option=com_content&view=article&id=345&Itemid=195

Referencias:

http://en.wikipedia.org/wiki/Photon_belt

Las Pléyades son aproximadamente 125 parsecs o 407,5 años luz de nuestro sistema solar. Un rápido cálculo muestra que si el Sol estuviera en esta órbita, entonces su velocidad orbital sería 0.107C, o un poco más de una décima parte de la velocidad de la luz. Esto equivale a aproximadamente 32.000 km / s. Esta velocidad sería evidente, no sólo para los astrónomos, sino para todo el mundo, como las constelaciones cambiaría dramáticamente en el curso de una sola vida, si esto fuera cierto.  http://www.salemctr.com/photon/center5d.html

Lo del cinturón de fotones es una leyenda urbana (un mito). Nadie lo ha observado, ni existen registros de su existencia. ¿Qué experimento han realizado para comprobarlo? ¿Cómo podemos verificar que sí existe? ¿Cuándo lo descubrieron? ¿Quién hizo el hallazgo? Curiosamente, no existe ninguna descripción elaborada por astrónomos, físicos o cualquier institución de investigación.
Más info http://www.asalup.net/index.php?option=com_content&task=view&id=73&Itemid=22

Sus seguidores sostienen una serie de creencias generales:

  • El Cinturón de Fotones orbita alrededor de Alcione, que es la estrella más brillante del cúmulo de las Pléyades.
  • Nuestro Sistema Solar orbita alrededor de esta estrella.
  • Cuando la Tierra entre en el Cinturón de Fotones, se producirán todo tipo de catástrofes como terremotos, sequías, inundaciones, etc.
  • Este período de desastre será una «limpieza espiritual» para el planeta y la humanidad y, posiblemente, el inicio de una nueva, la Edad de Oro.
  • La Tierra entra en el Cinturón de Fotones una vez cada 10.000 – 11.000 años.

Ninguno de los defensores de esta idea expone con claridad qué tipo de radiación produce el cinturón de fotones (hablan de «flujo magnético de la luz», «luz de alta frecuencia invisible», «energía de alta frecuencia», «partículas de fotones», etc.).

Del mismo modo, ninguno de ellos parece ponerse de acuerdo sobre el momento en el Sistema Solar entrará en el Cinturón de fotones (las fechas varían entre 1962 y 2012), o cuánto tiempo se mantendrá la Tierra dentro de la influencia de esta energía poderosa (las cifras varían entre 30 y 300 años).

El fenómeno del 21 de diciembre del 2012

https://laverdadysololaverdad.wordpress.com/2012/12/05/el-fenomeno-del-21-de-diciembre-del-2012/

3 días de oscuridad y Fin del Mundo: Veredicto de la ciencia

https://laverdadysololaverdad.wordpress.com/2012/12/01/3-dias-de-oscuridad-y-fin-del-mundo-veredicto-de-la-ciencia/

Descubren un método para evitar una catástrofe solar

Un grupo norteamericano de investigadores podría haber descubierto un método para predecir llamaradas solares con más de un día de antelación, lo que nos daría un tiempo precioso para proteger los satélites, las redes eléctricas y los sistemas GPS de la devastadora acción de una tormenta solar de gran intensidad. El hallazgo se acaba de publicar en Astroparticle Physics.

El tabajo podría ser de vital importancia para prevenir los devastadores efectos que tendría una gran tormenta solar sobre los sistemas electricos y electrónicos en la Tierra. Algo para lo que, hoy en día, no estamos lo suficientemente preparados.

El sistema consiste en medir las diferencias de la radiación gamma que emiten los átomos radiactivos a medida que se desintegran. Se sabe que el ritmo al que se produce esta decadencia radiactiva es constante y, aunque hasta ahora nadie lo había pensado, el fenómeno se puede aprovechar para predecir la inminencia de una llamarada solar.

La nueva técnica de detección se basa en la hipótesis de que la tasa de desintegración de diferentes elementos radioactivos está influenciada por la actividad solar, en concreto por los haces de neutrinos que el Sol emite continuamente. Y esta influencia, que cambia con las estaciones, al variar la distancia del Sol a la Tierra, puede variar también de forma significativa cuando está a punto de producirse una llamarada solar. La hipótesis está avalada por más de una docena de estudios desde que fuera propuesta en el año 2006. Y ahora puede ser utilizada para construir un eficaz sistema de alerta que nos avise con antelación de la actividad del Sol.

Ephraim Fischbach, profesor de Física de la Universidad de Purdue, y Jere Jenkins, ingeniero nuclear de la misma institución, están convencidos, en efecto, de que el estudio de este fenómeno sentará las bases para el desarrollo de un nuevo sistema de alertas solares. Jenkins descubrió que la tasa de desintegración radiactiva de ciertos isótopos sufre sutiles cambios hasta 39 horas antes de producirse una llamarada en el Sol.

«Es la primera vez -explica Fischbach- que el mismo isótopo se utiliza en dos experimentos diferentes, en dos laboratorios diferentes, y que en ambos se obtienen los mismos resultados».

Los investigadores partieron de un trabajo anterior realizado por físicos del Laboratorio Nacional de Brookhaven. Durante seis años (entre 2005 y 2011) se recopilaron los datos de la calibración semanal rutinaria de un instrumento que mide la seguridad radiológica en un reactor de investigación de la Universidad Estatal de Ohio. Y se descubrió que se producía una clara variación estacional en la tasa de desintegración de un isótopo radiactivo del cloro. El cloro 36, en efecto, se desintegraba más rápido durante los meses de enero y febrero, mientras que entre julio y agosto ese ritmo decrecía de forma apreciable.

Sorprendentemente, Fischbach y Jenkins hallaron el mismo patrón de diferencias al analizar diez grandes llamaradas solares sucedidas entre 2006 y este mismo año. «Hemos visto una y otra vez -afirma Fischbach- una señal que precedía a las llamaradas solares. Y creemos que eso tiene un importante valor predictivo».

Partiendo de estas premisas, los científicos de la Universidad de Purdue utilizaron una fuente radiactiva (manganeso 4), y un detector de rayos gamma. A medida que el manganeso iba decayendo, transformándose en cromo 54, emitía radiación gamma que era recogida por el detector.

De esta forma, los investigadores se dieron cuenta de que el fenómeno variaba al variar la distancia entre la Tierra y el Sol. Y que las tasas de desintegración radiactiva eran muy diferentes, por ejemplo, en enero y en julio, cuando nuestro planeta está, respectivamente, más cerca y más lejos del Sol.

«Cuando la Tierra está más lejos -afirma Jenkins- tenemos menos neutrinos solares y el decaimiento del isótopo es un poco más lento. Cuando estamos más cerca, hay más neutrinos y el decaimiento es más rápido». Y lo mismo sucede durante las tormentas solares. «Lo que esto nos está diciendo -asegura Fischbach- es que el Sol influye en la tasa de desintegración de los isótopos radiactivos».

Algo que, de paso, se opone al principio enunciado por Ernest Rutherford (el «padre» del átomo), que en la década de los 30 del pasado siglo estableció que la tasa de radioactividad es constante y no puede ser alterada por causas externas. Para Jenkins, y dado que los neutrinos no tienen carga ni prácticamente masa, «la idea de que éstos pueden interactuar con algo escapa a la Física. Y lo que nosotros estamos diciendo es que algo que no puede interactuar con nada está cambiando algo que no puede ser cambiado».

Difícil de creer, pero los datos son tozudos. Y si no son los neutrinos los que están afectando al ritmo de desintegración radiactiva «puede que lo esté haciendo un tipo de partícula aún desconocida». En todo caso, tanto Jenkins como Fischbach sostienen que se necesita profundizar en la investigación utilizando instrumentos aún más sensibles que puedan confirmar su hallazgo.

De confirmarse, habrían quedado sentadas las bases para crear un sistema de alertas solares capaz de advertirnos de la inminencia de una catástrofe electromagnética que nos deje sin electricidad ni comunicaciones durante meses o incluso años.

Fuente: http://www.abc.es

Einstein sigue teniendo razón: nada es más rápido que la luz

Comunicado emitido por el Cern, señala que el laboratorio italiano Gran Sasso registró medidas de neutrinos «que concuerdan con la velocidad de la luz».

El experimento ICARUSdel laboratorio italiano de Gran Sasso ha descartado que los neutrinos, un tipo de partículas subatómicas, sean más veloces que la luz, anunció hoy el Centro Europeo de Física de Partículas (Cern).

Estos resultados refutan las conclusiones preliminares del experimento OPERA, del mismo laboratorio, que detectó neutrinos que supuestamente viajaban veinte nanosegundos más rápido que la luz, algo que contradecía la Teoría de la Relatividad de Einstein y que ha generado controversia desde septiembre pasado.

En esta ocasión, el laboratorio de Gran Sasso registró medidas de neutrinos «que concuerdan con la velocidad de la luz»indicó el Cern, que colabora en el experimento.

«Esto indica que los neutrinos no exceden la velocidad de la luz en su viaje entre los dos laboratorios», el de Gran Sasso y el del Cern cerca de Ginebra, situados a 730 kilómetros de distancia, agregó.

El director de investigación del Cern, Sergio Bertolucci, opinó que estos nuevos datos refuerzan la idea de que los anteriores resultados del experimento OPERA incurrieron en un «error en la medición». 

«Los experimentos BOREXINO, ICARUS, LVD y OPERA del laboratorio de Gran Sasso continuarán efectuando nuevas medidas con los haces de neutrinos pulsados desde el Cern en mayo para darnos el veredicto final», agregó Bertolucci.

Asimismo, celebró que sea cual sea este resultado, el experimento OPERA «se ha comportado con perfecta integridad científica al abrir sus medidas a un examen amplio y al promover que se realicen medidas independientes». 

«El experimento ICARUS ha aportado una verificación cruzada del resultado anómalo de OPERA del pasado año», dijo por su parte el portavoz del ICARUS y ganador del Premio Nobel de Física en 1984, Carlo Rubbia.

Ese experimento tiene un dispositivo de medida de tiempo independiente de OPERA y según las mediciones comunicadas hoy los neutrinos llegan a un tiempo «consistente con la velocidad de la luz».

Rubbia explicó que la Cámara de Proyección de Argón Líquido de la que dispone ICARUS para medir las interacciones de los neutrinos es un «detector novel» que permite «una detallada reconstrucción de las interacciones, comparable a la de las antiguas cámaras de burbujas con sistemas electrónicos completos».

Los responsables del experimento OPERA ya habían anunciado en febrero pasado que los resultados de neutrinos más rápidos que la luz pudieron deberse a una serie de problemas técnicos en los aparatos de medida. 

Una mala conexión de un cable de fibra óptica y la errónea sincronización entre dos cronómetros explicarían esos resultados, que conmocionaron a la comunidad científica.

Fuente: http://www.latercera.com