La conspiración detrás de las nuevas traducciones de la Biblia

Traducido por Rafael Serrano

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Este es el primero de una serie de breves ensayos ocasionales de “La cátedra improvisada del profesor”. No busca ser una exposición detallada sino más bien, dar elementos para pensar y desafiar algunas ideas que gozan de mucha popularidad.

Introducción

La primera traducción importante de la Biblia en inglés que apareció después de la versión del Rey Jaime (1611) fue la Versión Revisada de 1881. Desde entonces han aparecido muchas traducciones en inglés, la mayoría de las cuales han usado una base textual diferente de la que se usó para la versión del Rey Jaime (KJV por su sigla en inglés). La diferencia se aprecia mucho más en el Nuevo Testamento. Al mismo tiempo que se publicaba la versión Revisada (RV por su sigla en inglés) se publicó el texto griego del Nuevo Testamento de Wescott y Hort, dos eruditos de la Universidad de Cambridge. Este texto griego era el fruto de 28 años de investigación y se publicó el 12 de mayo de 1881, acompañado de un volumen introductorio que daba razón de los textos elegidos.

Westcott y Hort pudieron convencer a la gran mayoría de eruditos del Nuevo Testamento de la validez de sus elecciones textuales. Ellos sostenían, en lo esencial, que el texto griego que servía de base al Nuevo Testamento de la KJV era inferior y tardío. Como es bien sabido, el texto griego que se usó en 1611 se basaba mayormente como en una media docena de manuscritos (ninguno anterior al siglo 12 d.C.). Esos manuscritos fueron los que usó Erasmo en 1516 cuando publicó el primer Nuevo Testamento en griego1. (De esto hablaremos en un ensayo posterior).

Pero estos pocos manuscritos (MSS) venían de un grupo más grande. De hecho, la mayor parte eran como la mayoría de los MSS griegos de la Edad Media. Pero Wescott y Hort (WH) dijeron que este texto mayoritario era tardío e inferior. Ellos prefirieron los MSS unciales (conocidos con las letras Alef, A,B,C,D), que databan todos ellos de los siglos cuarto y quinto. También prefirieron la evidencia más antigua y la evidencia patrística. Dos MSS en particular, el B y el Alef, fueron los favoritos de WH. Ambos procedían del siglo cuarto.

¿Cómo hicieron WH para destronar el Textus Receptus y los MSS griegos en que se basaba? Ellos lo hicieron esgrimiendo tres argumentos: (1) Ningún padre de la iglesia de antes del año 325 d.C. citó jamás el texto Bizantino (o sea el grupo de MSS griegos en que se basaba el Textus Receptus), mientras que el texto Alejandrino estaba representado ampliamente antes de ese período. (2) El texto Bizantino mostraba en algunos lugares su dependencia de dos tradiciones más tempranas, la Alejandrina y la Occidental. Los primeros editores del texto Bizantino de vez en cuando combinaron (o fusionaron) los textos de las tradiciones Alejandrina y Occidental, mientras no se observaba que el texto Alejandrino combinara el texto Occidental y el Bizantino, ni que el texto Occidental combinara el texto Alejandrino y el Bizantino. (3) El texto Bizantino, después de un escrutinio cuidadoso, demostraba ser inferior en su redacción, ya sea porque no se ajustaba a la redacción del autor o porque se movía en una dirección predecible (por ejemplo, añadiendo palabras aclaratorias).

Entonces, con esos argumentos, WH demostraron que el texto Bizantino era tardío (argumento patrístico), secundario (argumento de la combinación de textos), e inferior (argumento de la evidencia interna). Aunque hoy se cuestionan algunos elementos de esa visión general, la mayoría de eruditos del Nuevo Testamento consideran que este esquema general es un argumento poderoso contra la superioridad del texto Bizantino. Esa es la razón de que el Textus Receptus haya sido destronado.

¿Conspiración o evidencia?

¿Qué, pues, motivó a la gran mayoría de eruditos del Nuevo Testamento a considerar a los MSS más antiguos como mejores representantes del texto original del Nuevo Testamento? Pues en una palabra, la evidencia. El argumento de WH era sólido. Es interesante notar, que en la época de WH sólo se conocía un papiro del NT; hoy se han descubierto casi cien. ¡Son como doscientos años más antiguos que los grandes unciales! Y, lo que es más interesante, ninguno de ellos es Bizantino. Si el texto Bizantino fuera el texto original, ¿por qué muestra una evidencia patrística o MSS tardía? De hecho, para las cartas de Pablo, los MSS Bizantinos más antiguos son del siglo noveno. ¿Y de qué fecha son los MSS Alejandrinos más antiguos? Del siglo segundo.

Desde que se publicaron el texto de WH y la RV se ha desatado un contra-ataque feroz desde los círculos que prefieren la KJV. Aquí no estamos interesados per se en el debate sobre la traducción al inglés; nuestra preocupación se centra en la base textual, los manuscritos en que se basan las traducciones. El ataque que mencionamos ha tomado diferentes formas, como las de contradecir los puntos principales del argumento de WH, o desacreditar los MSS más antiguos, o incluso desacreditar también a los eruditos que sustentan esos puntos de vista. En este ensayo vamos a tratar los dos últimos puntos. (Se sugiere consultar mis artículos sobre el texto mayoritario para informarse mejor sobre el primer punto).

En lo que respecta a desacreditar los MSS más antiguos, John W. Burgon, decano de Chichester (al sur de Inglaterra), sostiene que los antiguos escribas conspiraron contra la fe. Si fue así, entonces su trabajo fue pésimo porque dejaron muchas cosas sin cambios. (F. H. Scrivener, considerado por muchos fanáticos de la KJV como el más grande crítico textual del siglo diecinueve [parcialmente porque él simpatizaba con mucho de lo que Burgon estaba diciendo] argumenta en contra de la teoría de la conspiración). De hecho los escribas más antiguos cambiaron incluso algunos textos para hacerlos aun más ortodoxos. Realmente, todos los escribas hicieron eso. Como se sabe muy bien, los evangelios sinópticos tienen muchos paralelos entre ellos. Algunas veces el texto es exactamente el mismo en dos o más; otras veces hay diferencias muy interesantes, pero todos los escribas cambiaron en ocasiones el texto de un evangelio para que estuviera conforme a otro. Si los grandes unciales conspiraron contra la fe, como supone Burgon, entonces ¿por qué los escribas de cada uno de ellos trataron, independientemente el uno del otro, de armonizar los evangelios?

Tomemos como ejemplo Juan 4:17. En este pasaje, Jesús está hablando en el pozo con la mujer samaritana. En un momento dado él le dice: “Ve a llamar a tu esposo y vuelve”; y ella le responde: “No tengo esposo”. Jesús le dice: “Has dicho correctamente ‘Esposo no tengo’ ”. En prácticamente todos los MSS, Jesús cambió el orden de las palabras de la mujer (pone la palabra “esposo” en primer lugar en la frase, para dar énfasis). Lo hizo intencionalmente. Es como si estuviera diciendo “Señora, usted tiene a alguien en casa, pero ese no es su esposo”. Pero es interesante ver cómo dos MSS antiguos cambiaron el orden de las palabras de Jesús. Aparentemente a los escribas les preocupaba que Jesús, aunque se suponía que estaba citando las palabras de la mujer, no lo hiciera exactamente como ella dijo. Esto parecía ofender el punto de vista que ellos tenían del carácter de Jesús o de la infabilidad de la Biblia. Uno de ellos cambio las palabras de Jesús para hacerla una cita indirecta: “Dices la verdad al decir QUE no tienes esposo”. ¡Otro cambio las palabras de la mujerpara que se conformaran al orden con que Jesús las dijo! Aparentemente él no podía imaginarse al Señor citando las palabras de la mujer de otra manera que no fuera la exacta, así que el Señor dijo exactamente lo que ella dijo, ¡entonces ella las dijo primero en el orden incorrecto! Así que el escriba cambio las palabras de ella. Estos dos MSS, Alef y D, ilustran la piedad de los escribas. Las correcciones que hicieron estaban mal, por supuesto, pero difícilmente podemos acusarlos de estar motivados por una conspiración.

El punto de vista de Burgon de que estos MSS antiguos no eran buenos parece ser un pronunciamiento prejuiciado, tanto que prácticamente ningún erudito del Nuevo Testamento lo comparte (ni siquiera aquellos que están a favor de la teoría del texto mayoritario) pero, ¿qué podemos decir acerca de la teoría de la conspiración?

¿Una conspiración de la Nueva Era?

En tiempos recientes, unos que están a favor de usar únicamente la KJV han sostenido que los eruditos que produjeron el texto de WH y los que lo apoyan hacen parte de una conspiración mundial. Acusan a estos eruditos de destruir las doctrinas de la divinidad de Cristo, el nacimiento virginal, la salvación por gracia, etc. Algunos sostienen que detrás de las traducciones modernas está una conspiración de la Nueva Era .

En respuesta a esto hay que considerar algunos puntos. Primero, las teorías de la conspiración van en aumento entre los evangélicos en estos días, y eso es una señal preocupante. Por su naturaleza, las teorías que hablan de conspiraciones, le piden al lector que rechace completamente un punto de vista y adopte el otro, sin examinar la evidencia. (Un libro reciente que aboga por una teoría de la conspiración contiene miles de errores fácticos y representaciones falsas, a todo lo cual no ponen ningún reparo aquellos que se dejan llevar por su aura). Eso me hace acordar de muchos libros populares que se venden en las librerías cristianas con una propaganda en la cubierta que dice. “El diablo no quiere que usted lea esto”, la mayoría de las veces el autor lo único que quiere al escribir esa frase es que su libro se venda. En realidad esa propaganda está llena de soberbia. Lo que realmente el diablo no quiere es que leamos la Biblia. Además, elevar un producto simplemente humano a la lista de libros prohibidos por Satanás es simplemente falso y pomposo.

Una vez que se levanta el grito de que hay una conspiración, se cubre con una nube de sospecha a una de las dos partes bajo consideración. No se examinan las bases endebles de su propia posición sino que se arroja el ácido de argumentos parcializados y ad hominem contra la oposición. Frecuentemente, en lo que respecta a este tema en particular, se rotula a los que mantienen el punto de vista opuesto como “siervos de Satanás” y sus traducciones son llamadas “Biblias bastardas”.

Mark Noll escribió recientemente un libro magnífico titulado: El escándalo de la mente evangélica. Habla en él acerca de cómo los evangélicos norteamericanos han decidido tirar sus cerebros y abrazar una línea partidista, una experiencia, emocionalismo, etc. Pero la historia del cristianismo a través de todo el siglo pasado fue de índole diferente. La Iglesia consideraba que por lo menos algunos de sus miembros debían ser eruditos, hombres y mujeres, que dedicaran sus mentes a Dios, que cultivaran la vida de la mente. El simple hecho de que las teorías de la conspiración acerca de las traducciones bíblicas estén siendo rápidamente aceptadas por algunos círculos evangélicos es una acusación contra los evangélicos. Para ser francos, esta tendencia es síntoma de que los cristianos en este país se están embruteciendo. Los evangélicos están atrincherándose cada vez más en el castillo anti-intelectual, sin enfrascarse en debates serios con los demás.

Segundo, si existe realmente tal conspiración, ¿Por qué, entonces, la mayoría de seminarios y universidades evangélicas que creen en la Biblia, usan las traducciones modernas y los MSS griegos que las sustentan? Si los fieles quieren encontrar errores en las creencias de esas instituciones entonces deben ir directo a la cabeza y atacar sus creencias más que el uso de una Biblia incorrecta. Pero el asunto siempre es el mismo: una Biblia incorrecta debe significar, por implicación, creencias incorrectas. Pero a las creencias no las examinan.

En tercer lugar, déjenme detenerme un poco en el asunto doctrinal. ¿Cuáles doctrinas están en entredicho? ¿La divinidad de Cristo? Claro que no, pues todos los evangélicos, sin importar que Biblia usen, mantienen la doctrina de la divinidad de Cristo. Todos ellos encuentran en sus versiones textos que respaldan esta doctrina. De hecho, algunos estudios han demostrado que la divinidad de Cristo está mejor sustentada en las versiones NVI, NASB, etc., que en la KJV. ¿Y qué de la doctrina del nacimiento virginal? Nuevamente la respuesta es que no. Esta doctrina no está amenazada en las nuevas versiones; todos los evangélicos mantienen esta doctrina. Una de las mejores defensas del nacimiento virginal fue escrita por Gresham Machen, el fundador del Westminster Seminary, una persona que no cree que los MSS en que se basa la KJV sean los mejores. ¿Y qué de la doctrina de la infabilidad de la Biblia? ¿De la de la Trinidad? ¿De la de la salvación por gracia? ¿De la de la justificación por fe? Mencione usted la doctrina que sea, pero ninguna doctrina evangélica está en peligro por las nuevas versiones o por los MSS que las sustentan. Esa es la realidad. ¿Qué doctrinas van a cambiar si cambiamos de versión? El Westminster Seminary mantiene todavía la Confesión de Westmister; la Trinity Evangelical Divinity School sigue manteniendo su fuerte declaración doctrinal, igual sucede en su declaración con el Dallas Seminary, el Grace Seminary, el Talbot, el Western, el Denver, el Capitol, etc. Y más aún, la gran mayoría de los profesores de esas universidades usan las versiones modernas y los MSS que las sustentan. ¿Dónde está la relación de causa y efecto entre nuevas versiones y herejía?

Bueno, ciertamente los conspiracionistas pueden encontrar herejes que usan versiones modernas, pero esto no tiene nada que ver con el asunto que nos ocupa. ¿Por qué? Pues sencillamente porque se pueden encontrar igual o mayor número de herejes usando la KJV. (De hecho, en el siglo diecinueve la KJV se convirtió en una pelota de pin-pon en los debates en inglés sobre la divinidad de Cristo. Los que defendían la divinidad de Cristo apelaban al texto griego puesto que los traductores de la KJV no habían traducido acertadamente algunos textos). Es algo similar a lo que dice 2 de Pedro 3:16 “En todas sus cartas [Pablo] se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición”. El asunto es si hay gente ortodoxa y meticulosa apoyando las versiones modernas. Claro que los hay, y en gran medida. La fe entregada una vez a los santos no está en peligro con las versiones modernas. El verdadero peligro está en que los cristianos nos desviemos de nuestra misión en la vida que es compartir las buenas noticias de Jesucristo con un mundo que agoniza, y hacerlo con compasión y con claridad.

Entonces, ¿Existe una conspiración hoy en día? Mi respuesta puede sorprender al lector: sí, hay una conspiración. Pero esa conspiración no es producto de las versiones modernas. Yo creo, más bien, que hay una conspiración para causar división entre los creyentes, desviar nuestra atención del evangelio para hacernos concentrar en asuntos triviales, en exaltar un espíritu anti-intelectual que no le hace honor a la mente creada por Dios y en considerar como la única Santa Biblia a una versión que, tan lúcida como lo fue en su día, hace que cuatrocientos años más tarde el evangelio parezca anticuado y difícil de entender2. No hace falta pensar mucho para ver quién está detrás de tal conspiración.


El texto de Erasmo tuvo cinco ediciones. Otros continuaron el trabajo desde donde él lo dejó, pero esencialmente mantuvieron prácticamente el mismo texto. Una de las ediciones de Teodoro Beza, hecha hacia el año 1500, fue la que constituyó el texto en que se basó el Nuevo Testamento de la KJV. Hacia el año 1550, la tercera edición del texto griego de Stephanus traía al margen variantes textuales de algunos otros testimonios, pero todavía era en su mayor parte el mismo texto de Erasmo. Hacia el año 1633 se le habían hecho algunos cambios menores a ese texto, pero era lo suficientemente estable como para que la edición publicada por Elsevirs lo mencionara en el prefacio como “el texto ahora recibido por todos”, o el Textus Receptus. Lo interesante es que esa expresión era más producto de una exageración del editor que de un consenso, porque muchos, si no la mayoría, de erúditos del NT hacía mucho tiempo que habían llamado la atención de las muchas debilidades de ese texto. El texto que se publicó era entonces, aun en el mismo siglo diecisiete, más un texto de conveniencia que un texto de convicción.

Algunas veces se escucha el argumento de que el no creyente es incapaz de entender el evangelio. Se cita 1 Cor 2:12-14 como prueba de ese argumento. Se considera entonces que la KJV es la mejor Biblia porque los no creyentes no la pueden entender fácilmente. No obstante, este argumento se refuta a sí mismo. Primero, es una perversión de 1 Cor 2:12-14, texto que esencialmente dice que el no creyente no entiende porque no está dispuesto a aceptar; su problema es de volición más que de cognición. Segundo, si este argumento fuera cierto, entonces podríamos esperar que un recién convertido súbitamente entendiera el inglés de la época de la reina Isabel I de Inglaterra. Pero ese no es el caso: los recién convertidos tienen igual dificultad en entender la KJV como la tienen los no creyentes. Tercero, ¿por qué los eruditos no creyentes especialistas en Shakespeare no tienen ninguna dificultad en entender la KJV? Cuarto, por analogía: el NT fue escrito en griego koiné o griego “común”. Ese era el lenguaje de la época, entendible fácilmente de Atenás a Roma y de Cartago a Jerusalén. ¿No deben, entonces, nuestras versiones modernas entenderse fácilmente? Lo que pasa en realidad es que algunosconceptos no se captan fácilmente, ni siquiera por creyentes maduros (tanto que Pedro lo dijo acerca de los escritos de Pablo), pero ¿para qué hacer del lenguaje una piedra de tropiezo? La cruz es la única que debe ser una piedra de tropiezo; con ella es suficiente.

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Fuente: http://bible.org/article/la-conspiraci%C3%B3n-detr%C3%A1s-de-las-nuevas-traducciones-de-la-biblia

¿Quiénes eran los legendarios refaítas? ¿Los gigantes de la antigüedad?

En el Antiguo Testamento hay muchas referencias a una raza misteriosa conocida en el pasado antiguo como los «refaítas». El examen de varias escrituras al respecto, revela algunas cosas asombrosas incrementando significativamente nuestro conocimiento de la profecía.

Manuscritos antiguos del Medio Oriente, al igual que la propia Biblia, por largo tiempo los han identificado como habitantes del mundo de las tinieblas. Son descritos como los espíritus de los muertos. Además, aunque puedan estar débiles y lánguidos en su estado actual, parecen estar conscientes y en posesión de conocimiento acerca de su condición existente. Ellos son también los acreedores de uno de los juicios más severos de Dios. Pero definir quiénes son, no es tan simple como parece en principio, porque en la Biblia también encontramos numerosas referencias a miembros vivos de los refaítas.

Tal vez la mención más antigua a este extraño pueblo la encontramos en Job 26:5, 6 en donde Job se refiere a los muertos inicuos, diciendo: “Las sombras (los muertos) tiemblan en lo profundo, los mares y cuanto en ellos mora. El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura”.

Aquí, la palabra que se traduce como “sombras” en nuestra versión Reina Valera de la Biblia y como “muertos” en la Nueva Versión Internacional y otras versiones, es el vocablo hebreo refaim, no la palabra ordinaria que se usa con respecto a muertos, la cual es mooth. Estos no son muertos en el sentido ordinario de la palabra, sino los no redimidos en el otro mundo, el mundo de las tinieblas. Los refaim son presentados repetidamente en la Escritura como seres sin redención. De hecho, parece que hicieron algo que disgustó a Dios en forma muy especial y fueron apartados para un juicio especial.

Otro ejemplo en que la palabra refaim se traduce como «muertos», lo encontramos en Proverbios 21:16: “El hombre que se aparta del camino de la sabiduría vendrá a parar en la compañía de los muertos”. Aquí se nos ofrece el cuadro de una asamblea de individuos más allá de la tumba. Tal parece que ellos por su prevaricación, terminan congregándose en un grupo aparte. Como vemos, también están conscientes de su propia existencia y situación. Los refaim son los perdidos en el mundo de los muertos.

Este juicio de los refaim es presentado en forma consistente y poderosa a través de la Biblia. Tal vez el mejor ejemplo lo encontramos en un pasaje increíble en el capítulo 14 de Isaías. Este significativo capítulo describe la caída de Babilonia y de su rey, luego procede a referirse a la caída de Satanás. Él es presentado como el poder detrás del trono de Babilonia. Los versículos 12 al 14 detallan así la razón de la caída del diablo: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.

Su proclamación de rebelión abierta está seguida en el versículo 15 por el juicio de Dios debido a su descarada sublevación:“Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”.

Los líderes de los muertos

Lo que hace este evento histórico tan interesante a la luz de nuestro estudio es su proximidad con una referencia adicional concerniente a los refaimExactamente antes del pasaje que describe la caída de Satanás se encuentra otra apremiante alusión a este grupo peculiar de los muertos sin redención. Los versículos 9 al 11 registran un raro comité de recepción cuando el rey de Babilonia desciende al reino de los condenados. Dice: “El Seol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros? Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán” (Is. 14:9-11).

Aquí vemos una sombría y horrible procesión de los no redimidos, cuando descienden desde Babilonia hasta el infierno. Ellos son recibidos por los “muertos”, los que en el texto hebreo original son una vez más los refaim, quienes son llamados los líderes de la tierra. Aparentemente, en el infierno hay una especie de jerarquía, cuyos miembros principales son los secuaces íntimos de Satanás. Ellos fueron poseedores de gran poder, pero ahora hablan de haberse debilitadoEsto es particularmente interesante, porque el nombre de ellos se origina de la palabra hebrea raphah, una raíz que puede indicar «debilidad» o«enfermedad».

El capítulo 26 de Isaías es un cántico sobre Israel en el reino, después que la nación ha sido levantada y resucitada a una nueva vida. Pero significativamente hay un grupo a quien Isaías dice que nunca verá resurrección. Ellos son los refaim, traducidos como “muertos” en Isaías 26:14: “Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo”. Pero… ¿Qué pudieron haber hecho para merecer tan terrible destino? Como veremos, fue algo completamente monstruoso.

Las referencias del Nuevo Testamento a los caídos

Es completamente posible que haya un buen número de referencias en el Nuevo Testamento a este grupo diabólico. Por ejemplo, en 1 Pedro 3:18, 19, encontramos mencionada una congregación del mundo de las tinieblas que fueron visitados por Cristo después de su resurrección: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados”.

Habiendo completado su obra de redención sobre la cruz, el Señor descendió a lo más profundo, tenebroso y lóbrego del Hades para proclamar su victoria. A no dudar, su mensaje estuvo más directamente dirigido a los líderes diabólicos del movimiento revolucionario. Esos a quienes les habló estaban encarcelados, aunque algunos espíritus, los “…principados, …(las) potestades, …los gobernadores de las tinieblas…” de Efesios 6:12 parecen estar libres para atormentar a la humanidad. Ellos son una jerarquía de fuerzas espirituales de las tinieblas que andan errantes por la tierra. Pero hay un grupo que ha estado encarcelado por muchos milenios.

¿Quiénes son esos espíritus en prisión? La Biblia nos ofrece varias claves sobre su identidad y la razón de su confinamiento. Ellos todavía están allí, esperando el día cuando el Señor los sacará de ese lugar para enviarlos a su destino eterno: “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego…” (Ap. 20:14).

Esta casta especial de espíritus condenados en el Hades, debió ser el grupo de “cabecillas”, o la “vanguardia” de la gran rebelión, de los que se unieron a Satanás cuando trató de disputarle el control del cielo a Dios. Este hecho, unido a su nombre, hace posible identificarlos. Judas los menciona así en el versículo 6 de su carta: “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”. Estos antiguos residentes del cielo deben haber sido orgullosos, poderosos y tan profundamente engañadores como su líder. Si tal como parece ser el caso y en el cielo hay jerarquías de poder, esos deben haber sido los de más alto nivel, los íntimos de Satanás.

Satanás, por ejemplo, era el “querubín protector”. En otras palabra, ¡él fue en un tiempo uno de los guardianes que realizaba sus obligaciones delante del propio trono de Dios! Era el primero de todos los seres creados. Entre la multitud de ángeles que le siguieron debían encontrarse muchos que ocupaban las más altas posiciones en el cielo. ¡Desde sus elevadas posiciones tomaron una decisión equivocada de proporciones colosales!

Pedro dice además sobre este grupo: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos” (2 P. 2:4, 5).

En estos versículos, la palabra “infierno” se traduce del griego tartarus de tartaroo, que quiere decir «prisión tenebrosa». Indica la más profunda, oscura y segura porción del Hades. Estas criaturas encarceladas fueron en un tiempo la realeza celestial, pero optaron por seguir las falsas promesas de Satanás. La que fuera una vez la élite de la revolución, está ahora designada para un castigo especial. Más que eso, son identificados con el tiempo de Noé, al igual que con todos esos del mundo antiguo antes del diluvio quienes fueron destruidos en una demostración masiva del poder de Dios en juicio.

Los gigantes del mundo antiguo

Y aquí la historia comienza a tornarse interesante, porque algunos de estos ángeles pecadores mencionados por Pedro y Judas también están implicados en las horrorosas perversiones que conllevaron a la destrucción del mundo con el gran diluvio del día de Noé. La historia de ellos está registrada en Génesis 6:4, 5: “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.

Aquí, a “los hijos de Dios” se les llama los b’nai elohim en el texto hebreo. A lo largo de los años ha habido gran debate respecto a si estos seres eran humanos o no. Muchos han dicho que eran los hijos de Set, pero en el análisis final encontramos que el término b’nai elohim se menciona varias veces en el Antiguo Testamento. Virtualmente en todos sus usos, la referencia obvia es a la creación angélica de Dios. Tal como en Job 1:6; 2:1; 38:7, Daniel 3:25, Salmos 29:1 y 89:6. La mayoría de expositores han concluido que estos son ángeles caídos, de quienes también dice Judas “…que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada…” (Jud. 6).

Y lo más importante, cuando vemos el resultado de su infracción, llega a ser más que obvio que eran esos ángeles corruptos. Ellos, en forma literal tomaron mujeres de la tierra como compañeras, dando origen a una progenie monstruosa cuyo comportamiento era totalmente perverso. Los descendientes de esos ángeles son llamados “gigantes” en la Biblia, pero esta palabra es traducida del hebreo nefilimque significa «los caídos».

Pero entonces, ¿por qué se les llama “gigantes?” La Biblia presenta muchísima evidencia de que la progenie de estos ángeles caídos eran realmente gigantes. Más que eso, parece que tenían poderes sobrehumanos que dieron origen a esas antiguas leyendas de los dioses griegos. Josefo, el historiador judío escribió en el primer siglo, en su obra Antigüedades de los Judíos, libro 1, capítulo 3, parágrafo 1: «Muchos ángeles de Dios convivieron con mujeres y engendraron hijos injuriosos que despreciaban el bien, confiados en sus propias fuerzas; porque según la tradición estos hombres cometían actos similares a los de aquellos que los griegos llamaban gigantes».

Si usted está algo familiarizado con la antigua mitología griega, no dudo que se estremecerá ante las implicaciones de esta declaración. Esas antiguas leyendas están colmadas con perversas combinaciones de hombres y bestias. Hablan de semidioses cuyos poderes eran usados caprichosamente para torturar y esclavizar a la humanidad. Narran horribles historias de incesto, ocultismo y toda serie de horrores, de dioses que tomaban las vidas a su antojo. Se caracterizaban por sus pensamientos y actos diabólicos en una pesadilla orgiástica de abuso de poder. La mitología griega es una continua historia de horror, poblada con bestias y monstruos de cada descripción.

Pero el libro de Génesis se refiere a ellos simplemente como “gigantes”. Un gigante entonces es una especie de perversión de eso que es natural y que fuera originalmente designado por Dios para vivir en paz sobre la tierra. De hecho, la traducción antigua en griego del Antiguo Testamento, llamada la Septuaginta, se refiere no sólo a los nefilim, sino también a los refaim como “gigantes”. Pero en la traducción al inglés y al español de la Biblia, esta conexión está en su mayor parte perdida. En lugar de eso, encontramos el uso del nombre propio refaíta.

Los refaítas eran gigantes

Es también notable que los refaim o refaítas sean también mencionados en la Biblia como seres reales, vivos e históricos. De hecho, habitaron en el área que ocupa hoy la moderna Jordania y Siria, en el territorio que yace generalmente al este del mar de Galilea. Ellos vivían en cercanía inmediata con otros dos grupos de gigantes, llamados “emitas” y “zomzomeos” o “zuzitas”. En el mundo antiguo todos eran mencionados genéricamente como “gigantes”. Génesis 14:5 los nombra en conjunción con la salida de Abraham a la tierra prometida: “Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim”.

Hoy día se pueden encontrar ruinas en esta región que son de proporciones gigantescas. Allí, y en dirección norte hacia Siria y Líbano, están las ruinas de edificios antiguos y templos que dejan perpleja la imaginación. Por ejemplo, las ruinas de Baalbek en el valle del Beqa’a de Líbano, son tan masivas que algunos han sugerido que no podrían ser duplicadas ni siquiera usando las técnicas modernas de construcción. En la acrópolis de Baalbek, se levantaba un templo dedicado al dios de la tormenta Hadad. Tenía 18 metros de ancho por 88 de largo y estaba rodeado por 19 columnas, cada una de 19 metros de alto y más de dos metros de diámetro. Las losetas de piedra de los pisos todavía están intactas, ¡y cada una es más grande que el vagón de un ferrocarril moderno! Nadie puede imaginarse cómo fueron colocadas allí.

Hay muchos otros ejemplos de estructuras antiguas de tamaño descomunal en el Medio Oriente. No debemos sorprendernos por la existencia de ellas. Muchas veces los primeros israelitas encontraron pueblos a los que llamaron “gigantes”. Incluso más tarde cuando Moisés sacó al pueblo de Israel fuera de Egipto hacia la tierra prometida, vieron gigantes.

Tal vez el incidente más famoso lo encontramos en el capítulo 13 de Números, en el cual un grupo de doce hombres espías fue enviado para reconocer el territorio. Diez de los doce estaban tan asustados por la presencia de los gigantes, que se negaban a volver allí: “Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos” (Nm. 13:32, 33).

En manuscritos hebreos muy antiguos, estos gigantes son llamados nefilim, y los espías aparentemente pensaron que eran descendientes de un largo linaje de estas criaturas, los que son mencionados por primera vez en los días antes del diluvio. Pero si el mundo antediluviano, con excepción de Noé y su familia fue enteramente destruido, ¿cómo fue que sobrevivieron los gigantes diabólicos? Aquí, sólo podemos especular. Pero es probable que el linaje de los nefilim, emitas, zomzomeos y refaítas de alguna forma volvieron a comenzar incluso en los días después del diluvio. Una cosa sí sabemos: después del diluvio el comportamiento “de ellos era de continuo solamente el mal”, igual que los nefilim antes del diluvio. La fuerte sugerencia es que la interacción de los seres humanos con los espíritus diabólicos del paganismo antiguo es capaz de romper la herencia genética del hombre. El resultado parece ser una descendencia monstruosa.

También había otra rama de los refaítas conocida por el nombre de “anaceos”. Leemos sobre ellos en Deuteronomio 2:10 y 11 en donde Moab es descrito como el área de habitación de ellos: “(Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas…)”.

Aquí, la palabra que se traduce como “gigantes” es una vez más el término hebreo refaim. Los anaceos eran una raza anormal. Todos parecen haber sido odiados y temidos por las personas normales. Dios sancionó su destrucción y finalmente su linaje desapareció por entero. Incluso los “zomzomeos” eran una subclase de los refaítasDeuteronomio 2:20 y 21 menciona la destrucción de ellos del territorio de Amón, mientras al mismo tiempo designa su origen: “(Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos; pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar…)”.

Como pudimos ver a través de varios pasajes de la Escritura, los refaítas existían en los días de Moisés. El Señor incluso lo comisionó para que exterminara a los últimos de su raza.

Og, el último refaíta

Antes de entrar en la tierra prometida, Moisés guió a los israelitas hacia una campaña militar en dirección norte a través de Moab, Amón y Basán, territorios conocidos hoy como Jordania y Siria. Sus conquistas fueron concluidas con la derrota de Og, rey de Basán, quien es descrito así en Deuteronomio 3:11: “Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre”.

Dependiendo del largo del codo que se usa aquí, ¡la cama de Og tenía entre cuatro a cinco metros con 25 centímetros de largo! ¡Era verdaderamente un monstruo! Pero eso no es todo. Og era del linaje de los refaim. De hecho, era el último de este linaje diabólico. Josué 13:12 señala este hecho: “Todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y en Edrei, el cual había quedado del resto de los refaítas; pues Moisés los derrotó, y los echó”.

Moisés, el gran libertador de Israel, fue responsable por la derrota de los refaítasEs cierto que otros gigantes surgieron después de este período. Probablemente el mejor ejemplo es Goliat de Gat, durante el período de vida de David. Este gigante como todos los demás también era un fenómeno genético, la Escritura nos indica que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, como leemos en 2 Samuel 21:20: “Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes”. El período de culturas dominadas por gigantes finalizó con Og. Los refaítas vivos, como sus congéneres muertos que vagaban en la congregación de los condenados, parecen haber sido el producto de un sistema tenebroso y diabólico que permanece oculto en la historia de la humanidad.

Entre los judíos se enseña incluso, que algunos de los nefilim sobrevivieron al diluvio de Noé y que Og era el último de su linaje. Esto ciertamente no está confirmado en la Escritura, pero parece existir una tenebrosa conexión espiritual entre Og y esos monstruosos predecesores.

Fuente: http://www.radioiglesia.com

El Código Da Vinci está craqueado

Es muy poco probable, entonces, que hubieran miles de documentos diferentes que relatan la vida de Jesús

Acabo de acceder a una web donde se muestra en inglés una entrevista al propio Decano de la vida real de la Universidad que aparece en la obra de Dan Brawn, el Código Da Vinci y la Biblia. Sin más os dejo con la traducción de la entrevista.

En el primero de dos artículos, el Decano del King’s College London, reverendo Dr. Richard Burridge (ver más arriba), habla con Nigel Bovey sobre El Código Da Vinci y la Biblia.

Millones de personas están leyendo acerca de Jesús en sus páginas. En algunos lugares se está vendiendo más que la Biblia. ¿Pero es el Jesús de El Código Da Vinci el Jesús de la Biblia?

A través de los personajes del libro, el autor, Dan Brown vuelve a una serie de afirmaciones acerca de la Biblia y de Jesús. A pesar de que es sólo una historia, la insistencia de Brown de que ‘todas las descripciones de obras de arte, arquitectura, documentos y rituales secretos en esta novela son exactas “es potencialmente engañoso.

En su búsqueda de la verdad sobre los personajes principales del libro visitaron el King’s College London. Era justo, por tanto, que yo hiciera lo mismo, para hacerle al Decano, el Rev. Dr. Richard Burridge, las siguientes preguntas:

Dr. Burridge, ¿cuál es su impresión general de El Código Da Vinci?

En primer lugar, se trata de una lectura de craqueo buena, una verdadero thriller. Uno de sus atractivos es que a todos nos gustan los secretos. Tenemos la sospecha de que “ellos” están manteniendo algo de nosotros – de que hay una conspiración de silencio. El libro también se nutre de una sed espiritual. Desde el musical Godspell de la década de 1970, hasta  La Pasión de Cristo, las personas se sienten fascinadas por Jesús. ¿Quién es él? El libro es seductor, ya que promete secretos ocultos a los que saben. Y todos queremos estar en el saber.

El argumento central del libro es que los dos personajes principales van a la caza del Santo Grial, teniendo decodificados mensajes secretos que se encuentran en el cuadro de Leonardo La última cena. Ellos hacen preguntas en King’s – ‘conocida por su base de datos electrónica teológica “. ¿Está satisfecho con la inclusión de la universidad?

Dan Brown hace una serie de declaraciones acerca de King’s College, que contradicen su discurso de apertura sobre la exactitud. Tiene sus dos personajes principales a la captura de un metro en la estación de Temple para viajar a King’s, mientras que Templo es la estación más cercana a King´s. Ubica a King´s próximos a las Casas del Parlamento, cuando está en el Strand. Se coloca a nuestro Instituto de Investigación de Teología Sistemática (que es parte de nuestro Departamento de Teología y Estudios Religiosos) en una magnífica biblioteca en el campus con ‘una de las bibliotecas de investigación más completas y avanzadas electrónicamente religiosos en el mundo “, completa con un servicio de té  y compañeros que realizan la investigación bíblica.

Nuestro Instituto de Investigación y el Departamento de Teología son de renombre mundial, pero el resto es un producto de su imaginación. Al igual que con mucho de lo que sigue, Brown es plausible, pero equivocada. Es posible que haya visitado el sitio web de la universidad, pero dudo que haya visitado King’s o, incluso, Londres.

Esta falta de investigación precisa – especialmente a la luz de su afirmación de precisión – plantea una pregunta fundamental: si no se puede confiar en Brown en elementos reales, se puede confiar en materia de fe?

El académico en la historia afirma más bien que en lugar de sólo los cuatro Evangelios, había miles de registros de la vida de Jesús en existencia. También dice que más de 80 evangelios fueron considerados para el Nuevo Testamento y que Mateo, Marcos, Lucas y Juan fueron incluidos para suprimir la verdad. ¿Como especialista Evangelios cómo es exacto sería decir que es esto?

Esto demuestra un desconocimiento total de lo que realmente ocurrió. Durante la primera generación después de la vida, muerte y resurrección de Jesús muchas historias y enseñanzas de Jesús circularon en forma oral – la gente hablaba de Jesús y lo transmitieron de unos a los otros. También hubo testigos vivientes, los apóstoles, discípulos, esposas, un montón de gente que había visto a Jesús. Pudieron haber tenido una colección de las enseñanzas de Jesús que fueron escritas en un documento de los expertos llaman “Q”.

Las primeras noticias escritas de la vida de Jesús aparecieron una o dos generaciones más tarde. Como era de esperar, esto fue en la época en que los testigos se estaban haciendo viejos o estaban siendo asesinados en las persecuciones. La mayoría de los eruditos bíblicos coinciden en que, debido a su áspero y preparado estilo, Marcos fue el primer evangelio que se escribió y lo fecha en el 60 CD,  durante el período de las persecuciones bajo el emperador romano Nerón. Así que estamos hablando de sólo 30 años después de la muerte de Jesús. Los estudiosos del Nuevo Testamento dicen que Mateo, Lucas y Juan pertenecen al período entre las dos guerras judías, 70-132 D,C, con la inmensa mayoría que los colocan en los 80 o 90. Es muy poco probable, entonces, que hubieran miles de documentos diferentes que relatan la vida de Jesús.

‘Q’ suena como algo de una novela de James Bond. ¿Es un nombre de código u otro código?

‘Q’ es ‘una abreviatura de la palabra alemana Quelle, o ‘origen “. Lo que queremos decir es que algunas partes de Mateo y Lucas son tan similares que sugieren que los autores tuvieron acceso a una fuente común (de la misma manera que los estudiantes puedan acceder a las mismas referencias para un ensayo). ‘Q’ es una colección de los dichos de Jesús. No hay nada en la historia de su vida. No sabemos si la ‘Q’ existe como un documento escrito o si se transmite únicamente por el boca a boca. Brown sugiere que Jesús pudo haber escrito ‘Q’. Él ciertamente no lo hizo.

Las citas de Dan Brown de los evangelios de María Magdalena y de Felipe. ¿Qué tipo de escritos son y por qué no están en el Nuevo Testamento?

En diciembre de 1945 un árabe campesino Mohammed Ali descubrió algunos manuscritos antiguos enterrados en las arenas de Nag Hammadi, Egipto. Cincuenta y dos sobreviven, incluyendo los evangelios de María, Tomás, Felipe y diversos textos secretos de otros.

La mayoría de estos son relatos de Jesús después de su resurrección, con un montón de nuevas supuestas revelaciones y enseñanzas. Fueron escritos en los siglos 2 y 3 y reflejan la creencia en un conocimiento secreto que el camino de la salvación. Son conocidos como los evangelios gnósticos, que vienen de la palabra griega gnosis – ‘conocimiento’.

No fueron incluidos en el Nuevo Testamento o en la corriente principal del cristianismo, ya que representa un sistema de creencias más amplio, que era incompatible con las enseñanzas de Jesús y con la enseñanza tradicional de los judíos como se describe en el Antiguo Testamento.

El Evangelio de Tomás es una colección de 114 dichos de Jesús. Algunos de ellos son muy similares a los dichos de Mateo, Marcos y Lucas, y muchos son salvajes y alocados y fuera de acuerdo con lo que sabemos de Jesús. Al igual que otra literatura gnóstica, se calcula que se han escrito unos 100 años después de los Evangelios del Nuevo Testamento, y no nos dice nada acerca de Jesús.

Así que, querer dar al lector conocimientos secretos es algo que la literatura gnóstica y El Código Da Vinci tienen en común?

Los Evangelios del Nuevo Testamento tienen silencios. ¿Cuál es, por ejemplo, era Jesús como cuando era niño? ¿Qué hizo entre la oración en el Templo a las 12 y ser bautizado en el río Jordán, en torno al 30? ¿Qué hizo Jesús en los 40 días después de la Resurrección? Estos son preguntas suficientemente válidas  y proporcionan un terreno fértil para la imaginación y la especulación.

La piedra angular de El Código Da Vinci es que Jesús era sólo humano, se casó con María Magdalena y tuvo una hija con ella. Parte de los escritos gnósticos conocidos como los evangelios de la infancia, como el Evangelio de la Infancia de Tomás, con sus historias de un joven Jesús matando a un niño mientras juega, el alargamiento de un pedazo de madera en un taller de carpintería y hacer volar gorriones de arcilla, son simplemente fantasía. Son mitos y leyendas. El silencio es siempre el agua al molino de los teóricos de la conspiración.

Afirmaciones académicas de Brown indican que, en un intento de ejercer el poder, el emperador Constantino encargó una nueva Biblia, que restó importancia a la humanidad de Jesús y aumentó las reclamaciones de su divinidad. ¿Es esa la manera en que sucedió?

Se trata de una gran teoría de la conspiración que dice que Constantino tuvo un concurso de belleza de 80 o más evangelios y decidió darle a uno o dos alguna cirugía estética para ocultar la verdad. Pero los hechos simplemente no tienen que salir. Constantino convocó el primer gran concilio de la Iglesia, el Concilio de Nicea en el 325, pero las discusiones fueron sobre la naturaleza de Jesús, no una nueva Biblia.

Una serie de evangelios estaban circulando durante este período. Así como la gente recomienda libros útiles entre ellos hoy, eso es lo que ocurrió entonces. Como alguien que cree que la Escritura es inspirada por Dios, no me sorprende que la gente descubrió que Mateo, Marcos, Lucas y Juan contuvieran la palabra de vida. La vida de las personas se cambio al leer estos libros y que fueron aceptadas como auténticas.

Ya en el siglo segundo, los obispos y los Padres de la Iglesia se referían a otros libros como el “llamado Evangelio de … ‘. Por el 150 DC Mateo, Marcos, Lucas y Juan eran los cuatro que fueron aceptados por el mayor número posible de las primeras comunidades cristianas, y se estuvieron poniendo juntos el Evangelio cuádruple.

¿Es la Biblia, como El Código Da Vinci dice, el “producto del hombre, no el de Dios’?

Muy pocos cristianos creen que la inspiración divina significa dictado verbal. Los musulmanes creen que Alá dictó el Corán a Mahoma. Los mormones creen que el Libro de Mormón fue copiado de planchas de oro enviados por Dios. Las personas que practican el ocultismo creen en el espíritu por escrito, cuando alguien se hace cargo de un espíritu y escribe o dibuja con la canalización.

Sin embargo, la comprensión cristiana de Dios es que él respeta la libertad humana para que no se haría cargo de una persona. El mejor lugar para buscar la inspiración bíblica es la Biblia. En 2 Pedro 1:20, 21 dice que “hay que entender esto, que ninguna profecía de la Escritura es una cuestión de una interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los hombres fueron movidos por el habla del Espíritu Santo de Dios “(Versión Estándar Revisada).

En 2 Timoteo 3:16, tenemos la palabra “inspiración” – “Toda la Escritura esta inspirada por Dios …” “Inspirados” proviene del latín inspirare,  respirar en ‘. La misma Biblia deja en claro que es una producción humana, y respira a través de Dios. Pocos cristianos creen que la Biblia fue dictada. Ningún cristiano cree en la Biblia es simplemente un producto humano. Todos los cristianos piensan que es una cuestión de seres humanos que se fueron inspiraros por Dios para escribir.

Hay otro aspecto a la inspiración. ¿Y qué hace eso para el lector? Es a través de la inspiración del Espíritu Santo que, cuando leemos la Biblia, Dios nos habla.

Yo, junto con muchos otros, hemos conocido las palabras de los Evangelios para saltar de página y golpearme entre los ojos. ¿Por qué son Mateo, Marcos, Lucas y Juan (foto derecha) en la Biblia y los evangelios no son otros? Simple – Tienen poder, los otros no. Cuando la gente toma a Jesús en su promesa: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28), parece que funciona! Lo más sorprendente, el milagro si se quiere, es que se trata de los evangelios originales de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los que contienen la cuenta real del Jesús histórico – que todavía cambian la vida de la gente hoy en día.

Para el lector casual, la teología de El Código Da Vinci podría parecer como razonable – creíble, aunque – como la la Biblia. ¿Es El Código Da Vinci una amenaza para la fe cristiana? ¿Es un obstáculo para la creencia en Jesús? Es convincente por escrito, pero definitivamente no es una amenaza creíble a los Evangelios. Son mucho más precisos y fidedignos. Es, sin embargo, una magnífica oportunidad para hablar con la gente acerca de Jesús. Y una gran razón para que la gente lea los evangelios y averiguen quién es realmente Jesús.

© Christian Evidence Society 2011
A Registered Charity No. 244232

Nigel Bovey, Major. Editor:The War Cry. London

 Entrevista en audio!!!

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Fuente: http://batallaespiritual.wordpress.com/