Adopción: homosexuales y lesbianas presentan mayor riesgo para menores.

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Imagen de referencia. https://www.actuall.com

El siguiente corresponde a un HILO de Twitter del usuario juanj0gonzalez y son argumentos y evidencia científica que destaca el hecho que parejas homoparentales y lesboparentales están en desventaja en la adopción de menores con relación a parejas heterosexuales.

Más abajo en el mismo HILO se presenta la evidencia científica, a continuación un resumen:

Se ha dicho constantemente que no existe evidencia por parte de la ciencia entorno a los efectos perjudiciales de niños adoptados por parejas homoparentales o lesboparentales, así que la misión ahora es ir aclarando algunos mitos. Va HILO

Recomiendo una lectura completa

La ideología del “gender”: una antropología destructora de la identidad

genreBD.- “No se nace mujer, se llega a serlo”. Simone de Beauvoir. Sabemos que el matrimonio homosexual proviene de la ideología del género, cocinada en el último tercio del siglo XIX por las universidades norteamericanas bajo el nombre de “gender” e importada a Europa por las altas instancias de la UE, cuyas directivas se inspiran en esa ideología.

Pero ¿conocemos todas las implicaciones de este conjunto de representaciones colectivas, inspiradoras de leyes más o menos recientes sobre la contracepción, el aborto o la represión de la homofobia? Vale la pena estudiar de cerca los orígenes y la doctrina constitutiva de una ideología cuyas implicaciones transforman poco a poco nuestras existencias sin que seamos capaces de ser plenamente conscientes de ello.

En su base, la ideología del género se presenta como una antropología revolucionaria que niega la alteridad sexual. Al sacar las consecuencias de las conquistas del feminismo que han abierto a las mujeres unas posibilidades de promoción reservadas hasta entonces a los hombres, Judith Butler y sus partidarios deducen la identidad entre hombres y mujeres, pretendiendo que los sexos son simples “construcciones sociales” que no tienen más fin que el de justificar el dominio de los machos. La noción de igualdad en derechos que inspiraba el feminismo tradicional es aquí subliminado en reivindicación de similitud, bajo pretexto que la diferencia de los sexos ha servido por demasiado tiempo de argumento para justificar la discriminación y la servidumbre de las mujeres.

De esa manera se puede leer en la obra faro de ese neo-feminismo radical: “Hombre y masculino podrían igualmente designar tanto un cuerpo femenino como un cuerpo masculino. La separación inmemorial de la humanidad en hombres y mujeres no se debería a la naturaleza sino a la cultura, y podría ser reivindicada por la acción revolucionaria. Inspirándose en la célebre cita de Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”, las neo-feministas radicales sostienen que cualquiera puede inventarse a sí mismo como hombre o mujer según el papel o la orientación sexual de su elección, fuera de todo determinismo físico. Según Monica Wittig: “Se trata de destruir el sexo para acceder al estatus de hombre universal”. Así deberíamos rechazar el término de sexo para reemplazarlo por el de género, más neutro, que designa el hombre nuevo de un orden nuevo.

Se percibe aquí la naturaleza ideológica de esta doctrina que, llevando hasta el absurdo la lógica de la idea, desemboca en la negación de lo real, no dejando más salida que un constructivismo abusivo en nombre de un mesianismo delirante. Comparte con la gnosis antigua un odio de la creación que conduce a un progresismo prometeíco, más radical que el comunismo, cuyo programa apuntaba a la supresión de la propiedad privada: en la ideología del género se trata nada más y nada menos que de transformar el hombre.

Al contrario que las ideologías que han oscurecido el siglo XX, el “gender” no invoca a la ciencia, cuyos recientes descubrimientos tocantes a los cromosomas XX femeninos y XY masculinos, las hormonas masculinas y femeninas, o el fenotipo que determina los órganos de la reproducción no aportarían más que un desmentido a sus postulados. La ideología de la desexualización del ser humano proviene de un planteamiento puramente filosófico emparentado con la escuela de la deconstrucción popularizada por Derrida y Michel Foucaud.

Esos pensadores especulaban sobre una realidad social fluida, sujeta a una perpetua contestación, ya que es sospechosa de compromiso con el poder, que sería maléfico por definición. De tal manera, la famila patriarcal, teóricamente concebida por San Pablo como un hogar de amor en una perspectiva cristiana, se ve contestada como la matriz de todas las opresiones, el poder del marido prefiguraría el del patrón. La lucha de los sexos sería el preludio de la lucha de clases: es la tesis formula por Engels en 1884.

Al atacar a la familia, como todos los totalitarismos que la han precedido, la ideología del género toma necesariamente por diana a la religión, fundadora de la institución del matrimonio y garante de la perennidad familial. La Iglesia católica es particularmente señalada bajo la acusación de propagar una moral sexual: ¡sacrilegio para los “genderistas” que conciben la libertad sexual como el paradigma de toda libertad! Su encarnizamiento no proviene únicamente de que los sacerdotes valoran la virtud de la castidad, está quizás más motivado aun por la condena de la homosexualidad que el catecismo califica de comportamiento intrínsecamente desordenado.

Tocamos aquí un punto nodal de la ideología del género: ya que no existe ni dualidad de los sexos ni tabú sexual, la ideología del género deduce de ello la equivalencia de las orientaciones sexuales. De tal manera, el nuevo feminismo radical, que ya no guarda demasiada relación con el feminismo de antaño, únicamente preocupado por la igualdad entre hombres y mujeres, apunta prioritariamente su acción reivindicativa sobre la paridad de los heterosexuales y los homosexuales. esta cruzada de un nuevo tipo (no me suena bien, no está mal escrita, pero me suena raro, yo pondría “Este nuevo tipo de cruzada”) suscita unos refinamientos de distinciones sexológicas que lleva el número de prácticas sexuales a cinco, todas tan legítimas las unas como las otras, todas igualmente legítimas, de tal forma que la vieja heterosexualidad de nuestros antepasados llega a figurar en minoría frente a los homosexuales femeninos, los homosexuales masculinos, los bisexuales y los transexuales.

Ante el asombro del vulgo frente a una toería foclizada sobre los intereses de minorías ínfimas de la especie humana, los defensores de la ideología del género le han añadido el término de “queer theory”. Esas reivindicaciones se centran sobre los medios de normalizar la homosexualidad: por la represión de la homofobia, el reconocimiento legal del matrimonio de parejas homosexuales, y también mediante el apoyo a las técnicas destinadas a paliar la esterilidad de las parejas del mismo sexo (procreación asistida, mediante fecundación in vitro gracias a donantes de semen y de óvulos, “vientres de alquiler”, todo a la espera del útero artificial que todavía no está a punto). Esas prácticas azarosas y caras generan una nueva forma de prostitución y de mercantilización del sexo al recurrir a madres portadoras pagadas y las ventas de semen y de óvulos. La legalización del matrimonio homosexual conlleva por otra parte una trastorno completo del código civil ya que confunde la filiación en razón de la banalización de las familias con dos madres y un padre virtual o dos padres y una o dos madres.

No podemos dejar de sorprendernos por la actitud paradójica de los defensores de la ideología del género quienes, por una parte se movilizan para asegurar la fecundidad de las parejas homosexuales, y por otra parte militan en favor de la contracepción y el aborto cuando se trata de parejas heterosexuales. Los ideológos del “gender” se esfuerzan en deconstruir la maternidad, el matrimonio, y niegan la existencia del instinto maternal, como Elisabeth Badinter (escritora feminista y mujer de negocios) que pretende que el amor materno es un invento reciente.

El embarazo y la lactancia singularizan de manera ultrajante a las mujeres en una humanidad que los genderistas quieren uniforme y homogénea. Su propaganda, que presenta el aborto como un derecho en nombre de un individualismo cercano al nihilismo, se ha impuesto en la UE, en cuyo seno la mayoría de los 27 Estados miembros han adoptado leyes que autorizan el asesinato de niños por nacer “desprovisto de proyecto parental”, y eso a pesar de los daños síquicos y físicos padecidos por las madres.

Otra paradoja: los “genderistas” no tienen palabras lo suficientemente fuertes para estigmatizar a la Iglesia, acusada de discriminar y esclavizar a las mujeres, siendo que ninguna otra religión en el mundo ha llevado a tan alto grado la dignidad de las mujeres en su especificidad, particularmente con el culto a la Virgen María, pero están mudas ante el trato que el islam inflige a las mujeres y también a los homosexuales, ferozmente reprimidos en todo país de charia. La inferioridad de la mujer es para el musulmán un dogma intocable inscrito en el Corán (sura IV, versículo 34) y en numerosos hádices. Incluso figura en la Declaración de los Derechos Humanos del Hombre Musulmán redactada en El Cairo en 1990 bajo la égida de la Conferencia Islámica, lo que no deja augurar una evolución del mundo musulmán en este punto. Esta base teológica justifica la condición de eterna menor de edad de la mujer musulmana, que no sale nunca de la tutela masculina, ya sea del padre (que la casa a una edad precoz) o ya se trate del esposo, incluso de su hijo en caso de quedar viuda. La poligamia, catastrófica para la educación de los hijos, el repudio arbitrario por el marido, la lapidación de las mujeres acusadas de adulterio que apenas pueden defenderse ante los cadis (jueces) que les dan a su testimonio un valor dos veces menor que al de un hombre, figuran entre las innumerables discriminaciones y malos tratos infligidas a la mujer musulmana cuya inferioridad está simbolizada en el porte del velo, “esa estrella amarilla de la condición feminina” en palabras de la iraní Djavat Tchadortt.

En definitiva, la mujer musulmana, considerada impura a partir de la pubertad, no cuenta más que por la maternidad que el islam instrumentaliza en favor del jihad. La declaración en la ONU del presidente Boumedienne ante la asamblea general es inequívoca: “Os conquistaremos con el vientre de nuestras mujeres”. Esta amenaza se inscribe dentro de una larga tradición expresada en una hadiz: “Casaros con esposas fecundas: quiero a través de vosotros sobrepasar a las naciones en número”.

La indulgencia de las neo-feministas radicales hacia el islam sólo es paradójica en apariencia. Si ahondamos en el análisis, nos damos cuenta que el “gender” se integra en un complejo ideológico en el que el antirracismo juega un papel determinante. Obedece a una metapolítica de la diversidad que prohíbe la discriminación entre hombres y mujeres, entre heterosexuales y homosexuales, entre inmigrantes y autóctonos. La bandera del arcoiris simboliza el nuevo ideal que quiere yuxtaponer sin exclusiones a las comunidades, sin unificarlas autoritariamente en el marco de una nación o un Estado. Esta metapolítica desemboca en un cosmopolitismo que asigna a todos los individuos los mismos derechos, en todo lugar, sea cual sea su origen étnico y su orientación sexual, en un mundo que ha abolido la distinción entre el extranjero y el ciudadano autóctono, y en el cual, al final, los estados serían abolidos. Se designa esta nebulosa ideológica con el nombre del mundialismo.

Esta es en definitiva, la lógica de la ideología post-feminista del género que favorece la esterilidad de los occidentales pero cierra los ojos sobre el natalismo de los inmigrantes. Aparece así como el mejor agente de la “Gran Sustitución”, expresión por la cual Renaud Camus describe la empresa mundialista de destrucción de las naciones mediante la inmigración/invasión de manera que facilite el gobierno de la hiperclase mundial sobre poblaciones reducidas al estado de consumidores intercambiables, solitarios, privados de identidad, de historia, de referencias morales y por lo tanto de ambición política: un “mejor de los mundos” del cual Aldous Huxley nos ha ofrecido la aterradora anticipación. Tenemos muchas razones para reprobar la política de la UE, labortatorio del mundialismo, una de cuyas directrices es la imposición del matrimonio homosexual en todo el ámbito europeo. Hoy como ayer, la UE quiere imponernos la seudo ética del género cuyas consecuencias podrían conducir a un futuro trágico, ya que como dice Roland Hureaux, “la ideología es la más grave enfermedad que pueda afectar la política”.

(*) He optado por traducir “gender ideology” por “la ideología del género” para evitar confusión con esa otra ideología “de género” que tiene más que ver con reivindicaciones feministas de siempre (igualdad de los sexos, cuotas femeninas, discriminación positiva para las mujeres, lucha contra el machismo y culpabilización del hombre heterosexual). La “gender ideology” va más allá de las tradicionales reivindicaciones de igualdad entre hombre y mujer (de ahí que también se hable de neo feminismo o post feminismo), pues combate la misma existencia de los sexos negando las diferencias biológicas entre los ellos estableciendo que la identidad sexual debe ser elegida por el sujeto, sin hacer casos a esas diferencias.

Fuente: http://goo.gl/OZzIw

La agenda gay y la hipocresía de los medios

La agenda Gay

La agenda Gay

Hace un tiempo vengo diciendo que el movimiento por los derechos de la gente homosexual tiene una agenda. Eso no es un secreto y como todo grupo que busca avanzar su causa es su derecho usar las estrategias que tengan para hacerlo. Lo que no considero justo es que los medios se presten para someterse a la agenda de un grupo y manipulen la información para adelantar su causa. Aunque en el caso de Puerto Rico veo además de la complicidad un miedo a informar que hay personas que no apoyan la agenda de la comunidad LGBTT.

El tema del matrimonio gay es uno muy controversial en estos tiempos y dependiendo de lo que decida la Corte Suprema en marzo la cosa se pondrá más peliaguda. Por un lado está el grupo que apoya que las personas del mismo sexo se casen y adopten hijos y por el otro está el grupo que se opone quienes en su mayoría lo hacen por razones religiosas.

Como manipulan la opinión pública

Hay una manera sutíl de hacer aparecer que un grupo está avanzando y cosechando logros. Si los medios informan algunas cosas y otras no pues ahí se logra el propósito de adelantar la agenda. Tomemos un ejemplo clásico. Un artista sale del closet y los medios lo informan por días y días. La comunidad LGBTT usa eso para fortalecer su causa y a la gente se le queda en la mente la idea de que el movimiento tiene un amplio apoyo (de hecho lo tiene aunque la población homosexual es el 3% del total de los ciudadanos según el último censo). Por otra parte un grupo manifiesta su rechazo al matrimonio gay y lo reseñan como una manifestación de odio hacia esa comunidad y la gente tiene la impresión de que oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo es algo «malo». Póngase a contar artículos en los medios y vea cuantas veces se le da espacio a los que apoyan la causa LGBTT y a los que se oponen. El resultado de esta manipulación es que la gente tiene la impresión de que si no apoyan la causa estarán fuera de grupo y usando el efecto del «bandwagon» se montan en la carreta de la opinión pública y cuando les preguntan si están a favor o en contra dicen que están a favor para no quedar mal.

Lo que está pasando en Francia

La comunidad LGBTT sabe que es poco probable ganar enmiendas para que se les conceda el acceso a casarse por la vía del voto popular porque como son una minoría la gente no los apoyará. En California cuando se hizo una votación al respecto la gente votó que no quería que se legalizara el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los que perdieron (el movimiento LGB) llevaron el resultado del referendum a las cortes y un juez homosexual decidió que lo que la gente apoyó por mayoría no vale. ¿Ven?

En Francia el presidente Francois Hollande hizo la promesa de campaña de concederle el acceso al matrimonio a las personas del mismo sexo. Allá, un grupo considerable de personas se tiró a la calle y protestaron la intención del presidente de legalizar el matrimonio homosexual. Unas 340,000 personas protestaron en las calles pidiendo que la medida se lleve a votación y no se pase por ley sin consultarle al pueblo. 340,000 personas es mucha gente. Algunos dicen que fueron más pero por eso de ser «objetivo» voy a usar los números que calculó la policía.

El «Fenómeno» Cruz…

¿Se acuerdan de una noticia hace un par de mesas atrás acerca de un boxeador de tercera categoría llamado Orlando Cruz? El hombre anunció que era homosexual y los medios lo transmitieron y lo transmitieron diariamente. La noticia corrió por los medios como pólvora. Entrevistas por aquí y entrevistas por allá, entrevistas por delante y entrevistas por detrás… Verdaderamente fue un fenómeno la cobertura de que UN boxeador, una sola persona saliera del closet. Sin embargo no reportan el estudio que halló que 96 personas homosexuales decidieron cambiar su estílo de vida y son heterosexuales ahora. Tampoco reportan como un prominente lider homosexual decidió cambiar su estílo de vida y ahora es heterosexual.

340,000 ignorados…
¿Qué pasó con la noticia de las masivas protestas en Francia? ¿Porque no se informa de otras protestas en contra del matrimonio homosexual en los medios?

Una de las fuentes para «pescar» noticias de los medios es el Drudge Report. De ahí fue que yo conseguí la información y el Huffington Post, otro de los pozos de noticias para los medios en Puerto Rico, lo reportó también. Sin embargo los medios de aquí no lo reportan. ¿Porqué la noticia de una sola persona se cubre muchos días pero las protestas de 340,000 personas se ignoran?

¿Hay agenda o no hay una agenda a favor de la comunidad LGBTT en los medios? ¿Qué pasó se asustaron con lo del boicot a la Comay? ¿Ahora tienen miedo de informar un HECHO, un evento que ocurrió? Solo tienen que repetir la información sin meter la opinión de la linea editorial.

¿Vieron lo que les dije que iba a pasar si le permitían a Pedro Julio Serrano salirse con la suya? Aquí lo tenemos, el mundo que el quería…

Pie forzao pa esta entrada…
French Anti-Gay Marriage Protests Draw Hundreds of Thousands – Bloomberg

Fuentehttp://poder5.blogspot.com/2013/01/la-agenda-gay-y-la-hipocresia-de-los.html

Referencias:

La Conspiración del Movimiento Gay: apoteosis de la guerra de sexos

El Mito de la Homosexualidad Animal

Doce argumentos para decir ¡NO! al matrimonio homosexual y un extra (NWO)