Latino américa “en el nuevo orden mundial”

Independencias-LatinoamericanasNuestros países, particularmente Honduras, no son libres ni soberanos, sino títeres de las transnacionales y por ende de la ‘elite‘ que está compuesta por pocas familias que mangonean los gobiernos para su propio beneficio. Ponen al presidente, controlan el ejército, compran  a los diputados para que emitan leyes que favorezcan a sus intereses, mientras el pueblo se divierte con el fútbol y ¡que viva el osio!

Desde hace muchos años, las elites que obtienen abultados ingresos –en el caso de Honduras a costa del Estado–utilizan sus métodos para  controlar a los gobiernos, dominar a la población para mantenerla sometida. En la actualidad, las técnicas han avanzado con las nuevas tecnologías y menos escrúpulos, llegando a implantar una era de control absoluto y de dominación total, donde ya no ocultan su intención por  controlar todas las áreas de la vida  y hasta las personas.

Se equivocan aquellos creen que los presidentes –aparentemente elegidos por los pueblos– son quienes tienen el mando en los distintos países. Quienes deciden los destinos reales de los pueblos no son los presidentes, ya que estos, son un rehén del sistema financiero que priva en el mundo actual. Los Estados Unidos de Norte América, no son ajenos a esta circunstancia, ya que la economía del vecino del norte está controlada por grandes familias billonarias de renombre mundial que conforman  el Club Bilderberg, organismo en la sombra que según dicen, controla la Reserva Federal de EEUU y son los dueños del mundo, son los que controlan los mercados financieros, las tasas de interés, la industria químico-farmacéutica, las comunicaciones, las tecnologías y las industrias de la información: la cinematografía, televisión, radioemisoras, prensa escrita, internet etc. etc. que son claves para el éxito de sus operaciones. Los Bilderbergers como se ha dado en llamarles, son quienes propician “El Nuevo Orden mundial”, tienen vasos comunicantes con las oligarquías de todos los países del mundo, y es necesario conocer cómo operan, para saber contra qué clase de enemigo están luchando las democracias de Latinoamérica, y muchos de los países del mundo, que se niegan a ser esclavos de un sistema FASCISTA como el que se proponen los diabólicos cerebros que pretenden dominar el planeta a como de lugar.

Todos los días mueren en el mundo millones de personas que no encuentran con qué alimentarse.  Y si a eso le sumamos el propósito de las elites por disminuir la población del planeta con el uso de armas biológicas contra la población mundial que crece exponencialmente; usando medicamentos no para curar, sino para enfermar. LAS ENFERMEDADES, UN NEGOCIO LUCRATIVO para la industria químico-farmacéutica: usa las vacunas, productos químicos, drogas, la esterilización humana, amén de otros métodos que emplea el sistema para disminuir la población como las guerras y hasta la eugenesia. Está visto que estamos llegando a un verdadero caos. Aunque cuesta creerlo,  la máquina de muerte en uso por “El nuevo orden mundial”, es de tal orden, que puede destruirlo todo para lograr sus propósitos de esclavizar al mundo… o lo que quede de él.

A la luz de las estadísticas (habrá que creer en estos reportes), todavía mueren de hambre más de  30 millones de personas y más de dos mil millones están desnutridas. Visto lo anterior, la conclusión es que los grandes empresarios internacionales de los productos farmacéuticos y el petróleo, los comerciantes sin escrúpulos, los políticos y otros  que consciente o inconscientemente le hacen el juego a los potentados económicos  que constituyen el “Nuevo Orden Mundial”, son todos iguales; sólo piensan en sí mismos y al pueblo que se lo lleve el diablo.

Vivimos en una época de crisis terrible, y  nuestra Honduras (al igual que otros países de Latinoamérica), agobiada por una y mil circunstancias y condiciones agravantes conocidas por todos, no podría ser la excepción.  Es muy importante conocer el “porque estamos como estamos”, por qué nos enfrentamos actualmente a una crisis que parece insuperable. Sólo una conciencia pública general y mucho patriotismo, pueden emprender una lucha sin cuartel contra todos aquellos que pretenden hacer de Honduras su hacienda particular. Ya no podemos seguir siendo espectadores,  por lo tanto cómplices de un mundo que disfrutan los que gozan  de las canonjías que da el poder del que nos vienen haciendo víctimas. Ellos, insaciablemente, a través de sus propios medios tramposos y hasta criminales, en aras de conseguir sus propósitos de enriquecimiento sin límite, han distorsionado la información, la comida, el agua, la genética, los sistemas políticos y muy particularmente los financieros. Oigase bien, sólo un conocimiento exacto sobre el alcance de sus verdaderas intenciones, pueden emprender una lucha sin cuartel contra ellos.

Ante el inminente peligro a que estamos enfrentados, ha llegado la hora de tomar conciencia de que nuestro pueblo, no puede ser ajeno a lo que pasa en el mundo que tiene al borde del colapso a todas las economías globales, ¡¡el drama final del mundo financiero del planeta ha comenzado!! En consecuencia, las personas comunes y corrientes en Honduras, ven cómo se reduce su dinero mes tras mes y cómo se encarecen los alimentos y todos aquellos artículos de primera necesidad, mientras que en proporción inversa, los políticos del patio se hacen millonarios a costillas de la penuria del pueblo.

Frente al actual escenario y para empeorar la situación que presagia tempestad, los hondureños no tenemos más alternativa que hacer acopio de valor y mucho patriotismo, para reaccionar ante las envestidas de la corrupción, de la inmoralidad y la injusticia;de no ser así, no tendremos más que conformarnos con ser testigos del acto final en que se levante el telón, para culminar con la farsa de las  próximas elecciones de Noviembre, que desde ya se perfilan como una afrenta más al noble pueblo hondureño. El modelo económico que hoy agobia al mundo, puede evitarse solamente bajo una democracia auténtica, que sustituya a la pseudo democracia decadente que nos vienen imponiendo por la fuerza de las armas.

Puede leer el original en: http://www.tiempo.hn/editorial/item/5954-honduras-%E2%80%9Cen-el-nuevo-orden-mundial%E2%80%9D

Comentario de: https://laverdadysololaverdad.wordpress.com

Mucha gente ha oído hablar del Grupo Bilderberg, Illuminati o la Comisión Trilateral. Pero ¿cuáles son los nombres de las familias que dirigen el mundo y tienen un control de los Estados y las organizaciones internacionales como la ONU, la OTAN o el FMI?

Para intentar responder a esta pregunta, podemos empezar con la más fácil: el inventario, los bancos más grandes del mundo, y ver quiénes son los accionistas y quién toma las decisiones.

Entre las Compañías más grandes del mundo se encuentran ahora: Bank of America, JP Morgan, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley.

Vamos ahora a revisar quienes son sus accionistas.

Bank of America:

State Street Corporation, Vanguard Group, BlackRock, FMR (Fidelity), Paulson, JP Morgan, T. Rowe, Capital World Investors, AXA, Banco de Nueva York, Mellon.

JP Morgan:

State Street Corp., Vanguard Group, FMR, BlackRock, T. Rowe, AXA, Capital Mundial del Inversor, Inversor Capital Research Global, Northern Trust Corp. y Bank of Mellon.

Citigroup:

State Street Corporation, Vanguard Group, BlackRock, Paulson, FMR, Inversionista Capital Mundial, JP Morgan, Northern Trust Corporation, Fairhome Capital Mgmt y el Banco de Nueva York Mellon.

Wells Fargo:

Berkshire Hathaway, FMR, State Street, Vanguard Group, Capital World Investors, Blackrock, Wellington Mgmt, AXA, T. Rowe y Davis Selected Asesores.

Podemos ver que ahora parece que hay un núcleo presente en todos los bancos:. State Street Corporation, Vanguard Group, BlackRock y FMR (Fidelity) Para evitar que se repitan, ahora los llaman los«cuatro grandes».

Goldman Sachs:

«Los cuatro grandes», Wellington, Capital World Investors, AXA, Massachusetts Financial Service y T. Rowe.

Morgan Stanley:

«Los cuatro grandes», Mitsubishi UFJ, Franklin Resources, AXA, T. Rowe, el Banco de Nueva York Mellon Asociados e Jennison. Rowe, el Banco de Nueva York Mellon y Asociados Jennison.

Podemos casi siempre verificar los nombres de los principales accionistas. Para ir más lejos, ahora podemos tratar de averiguar los accionistas de estas compañías y los accionistas de los bancos más importantes del mundo.

Banco de Nueva York Mellon:
Davis Selected, Massachusetts Financial Services, Capital Research Global Investor, Dodge, Cox, Southeatern activos Mgmt. y … «Los cuatro grandes».

State Street Corporation (uno de los «cuatro grandes»):
Massachusetts Financial Services, Capital Inversor Global Research, Barrow Hanley, GE, Putnam Investment and … Los «cuatro grandes» (accionistas ellos mismos!).

BlackRock (otro de los «cuatro grandes»):
PNC, Barclays e CIC.

¿Quién está detrás de la PNC? FMR (Fidelity), BlackRock, State Street, etc
Y detrás de Barclays? BlackRock.

Y así podríamos seguir durante horas, pasando por los paraísos fiscales en las Islas Caimán, Mónaco o el domicilio legal de las compañías Shell en Liechtenstein. Una red donde las empresas son siempre los mismos, pero nunca un nombre de una familia.

En resumen: los ocho principales empresas financieras de Estados Unidos (JP Morgan, Wells Fargo, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, EE.UU. Bancorp, Bank of New York Mellon y Morgan Stanley) son 100% controlados por diez accionistas y tenemos cuatro empresas siempre presentes en todas las decisiones: BlackRock, State Street, Vanguard y Fidelity.

Además, la Reserva Federal está compuesta por 12 bancos, representada por una junta de siete personas, que incluye a representantes de los «cuatro grandes», que a su vez están presentes en todas las demás entidades.

En pocas palabras, la Reserva Federal está controlado por cuatro grandes empresas privadas: BlackRock, State Street, Vanguard y Fidelity. Estas empresas controlan política monetaria de EE.UU. (y del mundo) sin ningún tipo de control o una elección «democrática». Estas empresas están marcha y participan en la actual crisis económica mundial y han logrado llegar a ser aún más enriquecidas.

Fuentes:

http://english.pravda.ru/business/finance/18-10-2011/119355-The_Large_Families_that_rule_the_world-0/

En este episodio, Max Keiser y Stacy Herbert discuten el hecho de que los mercados no son los que matan las economías sino los banqueros gánsteres. También hablan del fondo bursátil de cobre de JP Morgan en Londres y de Blythe Masters, la famosa piraña de materias primas. En la segunda parte del programa, Max Keiser conversa con David Hales.

http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/83692-keiser-report-espanol-episodio

El colapso del Dinero de Papel

En este episodio Max Keiser y su copresentadora Stacy Herbert comentan el pánico provocado por el acopio de persianas de seguridad por una cadena de tiendas de electrónica entre otros temas. En la segunda mitad del programa Max conversa con Detlev Schlichter, el autor de Paper Money Collapse, sobre el euro, el dracma, el dólar y el oro.

Fuente: RT

¿Quién controla la economía mundial? El poder de las transnacionales

Alberto Garzón Espinosa /04/05/2012

La pregunta es ambiciosa, desde luego. Algunos dirán que son los Estados-Nación más poderosos militarmente, como Estados Unidos. Otros dirán que son las personas más ricas y poderosas las que, conspirando, deciden en lugares poco transparentes cómo gestionar el mundo. Sin duda también habrá quienes crean que son las voluntades individuales las que conforman, a través del mercado, el destino de nuestra economía mundial. Incluso, en una derivación de esta última opción, puede pensarse que son precisamente las empresas transnacionales las garantes del futuro político y económico de nuestro mundo. En todo caso, probablemente todas tengan algo -aunque sea poco- de razón, si bien para intentar responder tamaña cuestión no pueden servir análisis simples o prejuicios sin confirmar empíricamente.

Mi intención aquí no es otra que mostrar y difundir los resultados del reciente y único estudio que ha evaluado la red global que conforman las transnacionales (también llamadas multinacionales o grandes empresas a secas). Según este complejísimo estudio que ha analizado las redes de 43.060 transnacionales, apenas un 737 de ellas controlan el valor accionarial del 80% total. Esta distribución de poder es mucho más desigual que la distribución de riqueza y renta. Además, el 40% del valor de todas las transnacionales del mundo está controlado por un pequeño núcleo -core- de 147 transnacionales. Y, más interesante si cabe, de ese núcleo de trasnacionales tres cuartas partes son entidades financieras.

La evolución de la red empresarial

Los economistas clásicos distinguían entre capitalistas y trabajadores para distinguir los dos espacios que podían ocuparse en la actividad productiva. Corresponde esa clasificación a un análisis analítico abstracto de cómo opera el sistema económico capitalista, pero también a cómo era la configuración concreta del capitalismo más incipiente. Un capitalismo caracterizado por empresas donde la propiedad y la gestión coincidían y existía por lo tanto un capitalista activo preocupado por el control de su empresa y por lo tanto por los beneficios que les pudieran dar. El resto de la empresa eran, simplificando, trabajadores que alquilaban su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Imaginen en esta visión al capitalista industrial del siglo XIX español, caracterizado por estar frente a la empresa vigilando la actividad productiva. Por ejemplo, a Miguel Agustín Heredia, empresario industrial riojano que montó importantes negocios en Málaga.

Según evoluciona el capitalismo, sin embargo, esta realidad va cambiando y haciéndose más compleja. Las empresas se hacen más grandes y surgen las primeras sociedades anónimas. Se disocia la propiedad de la empresa -que queda en manos de los accionistas- de la gestión de la misma -que queda en la dirección- y de la actividad puramente productiva -los trabajadores-. Los accionistas suelen ser grandes fortunas que juntando sus riquezas permiten acometer proyectos empresariales más complejos y que rinden más beneficios. Un ejemplo español fue la compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (M.Z.A.), que nació de la unión de los capitales de grandes fortunas como las del marqués de Salamanca, el duque de Morny y los Rotchschild (familia vinculada a las finanzas), si bien también -como siempre- con el apoyo de capital público. O el más obvio, el de la Rio Tinto Company Limited, empresa de capital danés e inglés que cotizaba en la bolsa de Londres y explotaba las minas de RioTinto (Huelva). En definitiva, las finanzas y la nueva organización empresarial permite al capitalismo desplegar proyectos más ambiciosos que en ningún caso una sola gran fortuna individual podría llevar a cabo, pero esa nueva organización empresarial modifica a su vez la relación entre los sujetos económicos (finanzas, propietarios, gestores, trabajadores) y por lo tanto las relaciones de poder.

Con la evolución de los mercados financieros, entre los que se incluye el mercado de acciones -la bolsa, es decir, el espacio donde se compran y venden derechos de propiedad de las empresas-, el sistema se hace aún más complejo. La globalización económica y financiera va empujando a las empresas a una mayor internacionalización. Hasta el punto de que gracias a la llamada ingeniería financiera las grandes empresas pueden comprar con enorme facilidad partes de otras grandes empresas o financiar nuevos proyectos de inversión. La aplicación de las políticas neoliberales, que retiran el corsé keynesiano -las prohibiciones y regulaciones que existían en el marco económico- no hacen sino disparar esas tendencias subyacentes. Las grandes empresas pueden, desde entonces, internacionalizarse incluso a partir de la emisión de lo que algunos autores han denominado capital financiero (véase el trabajo de Oscar Carpintero).

En este punto de la evolución capitalista, las empresas están formadas por propietarios, gestores y trabajadores pero que mantienen relaciones muy distintas a las anteriormente descritas. Los propietarios son los accionistas, pero que ya no tienen una preocupación directa por el estado de la actividad productiva -a diferencia del propietario tipo s. XIX- sino que únicamente se preocupan por rentabilizar su capital. La extraordinaria liquidez de los mercados les permite a estos accionistas pasar de una empresa a otra en cuestión de segundos, por lo que se disocian los intereses y vencen las estrategias cortoplacistas. Los gestores, por otra parte, son los consejos de administración de las empresas y los directivos, esto es, aquellas personas que toman las decisiones que afectan a la actividad productiva. Estos consejos de administración obedecen órdenes de los accionistas, porque a ellos les rinden cuentas -no en vano los accionistas pueden exigir la destitución de éstos si consideran que no lo están haciendo bien, es decir, de acuerdo a sus intereses-. Esta relación, propia de la etapa neoliberal, está definida como «shareholder value» y estudiada en la literatura económica en el marco de la llamada «corporate governance» y de la «teoría de la agencia». Los trabajadores, por otra parte, también están fragmentados en función del segmento productivo al que están asociados -desde gerentes hasta trabajadores de cuello azul-.

La moderna red empresarial

El problema macroeconómico es que en el mundo no sólo existe la distribución de riqueza y renta, sino también la de poder. Las grandes empresas determinan la configuración económica de cualquier país o región, e influyen de forma directa e indirecta en la creación de empleo y la calidad de vida. Por lo tanto, la capacidad de tomar decisiones o influir en ellas por parte de las grandes empresas es especialmente importante y es una manifestación de poder. Pero dada la inmensa y compleja red que se ha tejido entre las propias empresas, es complicado saber quién se encuentra detrás de esas decisiones.

El estudio con el que he comenzado este escrito nos aporta datos esclarecedores. Teniendo presente que las grandes empresas internacionalizadas, es decir, las transnacionales, forman una red en la que por encima tienen a los accionistas y por debajo a sus filiales (para las cuales la empresa matriz es su accionista), se ha elaborado un mapa mundial de las 43.060 empresas más importantes. Como se puede observar en el siguiente gráfico, esto no podría haberse hecho sin tratamiento informático a partir del software adecuado (de hecho, la imagen sólo nos ilustra la composición, porque más allá de ello no vemos un pijo).

De lo que se extrae en el artículo es que hay un núcleo de empresas, o core (SCC en la imagen siguiente) , que se encuentran dominando las relaciones del resto a partir de su control accionarial. Es decir, de las ramificaciones que nacen de las empresas centrales puede observarse que controlan parcial o totalmente gran parte del resto de empresas. En conjunto, ese núcleo está formado por 147 empresas que controlan el 40% del valor accionarial total. Saliéndonos del núcleo encontramos que 737 empresas controlan el 80% del valor total.

Uno de los aspectos más interesantes es que en ese núcleo de 147 empresas hay dos tercios que son empresas financieras, es decir, grandes bancos comerciales y de inversión. Y estos son, por lo tanto, los sujetos económicos con más poder para determinar la economía mundial. La lista de esas entidades núcleo, que puede verse aquí , es ilustrativa también del poder nacional que respalda esos intereses económicos. A continuación, un zoom sobre las entidades financieras más importantes que componen ese grupo. ¿Os suenan?

? Conclusiones

No cabe ninguna duda de que hay una relación directa entre las entidades que concentran el poder económico y político,en la medida que han aprovechado la debilidad autoimpuesta por los Estados por medio de las privatizaciones y desregulaciones , la responsabilidad en la crisis financiera y los beneficiarios del intento de salir de la crisis. Podemos decir, con los datos en la mano, que las entidades financieras son quienes controlan la economía mundial. Pero lo hacen sin necesidad de recurrir a conspiraciones oscuras, porque es la propia dinámica del sistema económico capitalista la que explica que estos sujetos económicos, las empresas transnacionales y su red, operen de acuerdo a una lógica que les lleva a defender sus intereses. Intereses que son antagónicos con los de los ciudadanos, de modo que su propia dinámica lleva al incremento de la explotación sobre los más desfavorecidos.

El análisis político de por qué un gobierno nacional sale en defensa de una trasnacional (como Repsol) queda para otra ocasión, como también dejaremos para más adelante un análisis de las implicaciones de clase que todo esto significa -por cierto, magníficamente estudiadas por el economista marxista Gerard Dumenil-. Aunque en ambos casos hay elementos en este propio artículo, en la medida que podemos saber que, por ejemplo, Repsol está participado por entidades financieras como CaixaBank y otras entidades que a su vez están participadas por entidades financieras nacionales e internacionales. Por otra parte, los accionistas acaban siendo, en última instancia, personas de carne y hueso. Esas personas son las clases altas, los segmentos más ricos de la sociedad que participan en las redes financieras -por ejemplo, en España el 40% de los hogares tiene el 60% de sus activos financieros en cuentas corrientes, que rinden poco o ningún beneficio, mientras que los hogares más ricos tienen gran parte de sus activos financieros en la forma de acciones o de fondos de inversión y de pensiones que en última instancia casi todos tienen que ver con los derechos de propiedad de las empresas transnacionales.

Pijus Economicus

Fuente: http://cl.globedia.com/controla-economia-mundial-poder-transnacionales