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Las 7 profecías mayas surgieron de la novela de Alberto Beuttenmüller “2012 La Profecía Maya. ¿Estamos ante el momento más importante en la historia de la humanidad?”, de editorial EDAF. En el relato ficticio de esta novela, aparece un códice K con las 7 profecías mayas, totalmente ficticias.
Hay quienes han agregado al mito del 2012 las predicciones interpretadas por Zecharia Sitchin (1929-2010), quien afirmaba que un planeta llamado Nibiru regresará a nuestro Sistema Solar en el año 2085, no hay un solo astrónomo que lo haya localizado.
La fecha del “fin del mundo” o del “cambio de consciencia”, como estiman los más cautelosos, no es confiable en absoluto en su correlación con nuestro calendario, hay muchas versiones.
La correlación que se está utilizando para sustentar las profecías mayas del 2012 es la de Goodman-Martínez-Thompson (GMT). En el año de 1950, Floyd Lounsbury lingüista y antropólogo, convenció al arqueólogo John Eric Sidney Thompson (de GMT) en agregar dos días a su cálculo, y esta correlación recibió el nombre de GMT+2, siendo el 23 de diciembre del 2012 la fecha definitiva según esta versión revisada.
Lo que muy pocos saben (o ha sido ignorado), es que, en el año de 1986, la correlación de Böhm & Bóhm desbancó a la GMT+2 en un artículo publicado en la revista Astronomische Nachrichten (1) Esta correlación, también basó sus cálculos en el códice Dresde con la sucesión de eclipses y la posición de Venus. Parece ser, que la correlación correcta es la de Böhm & Bóhm que señala como fecha diciembre del 2116… ¡Ciento cuatro años después del 2012!
Hay quienes defienden matemáticamente el artículo de Wells & Fuls (2), quienes en el año 2000 afirmaron que la fecha correcta es el 6 de noviembre del 2220. ¡Doscientos ocho años de diferencia!
Entonces… ¿por qué creer en la fecha del 21 de diciembre del 2012? Sí en realidad existen más de 40 correlaciones diferentes de la cuenta larga maya.
La alineación galáctica de 26,000 años actualmente ocurre entre los años 1980 – 2016 según el astrónomo Jean Meeus. Pero los defensores de las apocalípticas profecías mayas afirman que el 21 de diciembre del 2012 será cuando se cumpla el momento exacto de esta alineación, cosa que es incierta del todo, porque el rango de una alineación de esta naturaleza es bastante amplio en tiempo y en espacio. Y menos es verdad que en ese justo momento saldrá un “rayo sincronizador” disparado hacia nuestro sol desde la parte oscura de la Vía Láctea.
La cuenta no se termina con el 13 Baktún como aseguran. Los mayas necesitaban de 20 Baktunes para hacer un Piktún.
1 Katún era de 7,200 días. 20 katunes hacen un Baktún.
1 Baktún tiene 144,000 días. 20 baktunes hacen 1 Piktún.
1 Piktún equivale a 2’880,000 días.
Michael D. Coe nacido el 1929 en los E U. de Norteamérica, arqueólogo, antropólogo y epigrafista de la cultura maya en México, escribió un libro titulado The Maya (6) en 1966. En un párrafo de su libro expresa erróneamente, que al final del 13 baktún sobrevendría el Armagedón liquidando nuestro universo, conclusión sacada de sus conjeturas respecto al cambio de edades o eras en el pensamiento prehispánico. Su traspié teórico, fue intentar relacionar los 13 baktunes son las cuatro edades o soles aztecas que al término de cada Sol, de forma catastrófica, daba inicio a una Edad completamente nueva y diferente.
En primer lugar, Michael D. Coe desestimó que el decimotercer Baktún formaba parte de un periodo de veinte baktunes, por lo que, no representaba cambio de ciclo ni nada que se le parezca. En segundo lugar, la suma de los cuatro Soles es de 2,028 años no de 5,125 años. Y en tercer lugar, nos dice que estamos en el Quinto Sol, cuando en realidad estamos en el Sexto Sol como se explicó anteriormente en este texto.
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Fuente: http://www.tezcatl.com/?p=230
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