El pacto EEUU-Israel con las bandas mercenarias islámicas: Israel rescata al «muyahidín Obama»

ob390_2_08694Después de muchas dudas y dos años transcurridos de tragedia humana, la guerra en Siria nos ha hecho descubrir y revelar una cosa muy importante – cosa que ha salido poco a poco a flote – como si fuese un inmenso iceberg que emerge del fondo del mar, hablamos de la enorme implicación, del fuerte cordón umbilical existente entre Occidente y el terrorismo islámico fundamentalista, al cual utiliza como un arma a su antojo. EEUU, Francia, Reino Unido principalmente como cabecillas y otros países vasallos, ya no escoden ni temen ante la opinión pública mundial que su maquiavélico plan sea descubierto, es decir la alianza de la prensa comercial y de ciertas potencias occidentales con el terrorismo fundamentalista, ambos trabajando conjuntamente en un plan de rapiña geopolítica que se ha convertido en la verdadera causa de destrucción de Siria.

Precisamente cuando la patraña de la línea roja se ponía al rojo vivo – pero seguía enterrada en la arena – y tenía que escoger entre «ejercer control» o «involucrarse directamente» en la guerra siria, [1] el presidente fue salvado por el gobierno israelí de Bibi Netanyahu.

La tentación fue irresistible para que Obama copiara a Ronald Reagan y se pusiera gloriosamente el manto de «Obama el muyahidín sirio», como hizo Reagan en los años 80 con sus adorados combatientes por la libertad de la yihad afgana. El asunto tendrá que esperar, tal vez no demasiado.

Los motivos de Israel

Vayamos al grano. El bombardeo israelí de instalaciones del ejército sirio en Jamraya cerca de Damasco es una provocación y un acto de guerra. Israel actuó como testaferro de Washington, que incluso podría haber suministrado la lista de objetivos. Y Washington – no vale la pena hablar de esos inútiles títeres de Bruselas – no condena los bombardeos y por enésima vez se burla del derecho internacional.

Israel insiste en que los objetivos eran misiles tierra a tierra iraníes Fateh-110 de camino a Hizbulá. Damasco dice que los objetivos fueron un instituto de tecnología militar así como campos de entrenamiento de tropas; hay muchos apartamentos cerca, a cuyos habitantes la CIA siempre ha querido reclutar como agentes. No hay armas químicas en Jamraya. Según las fuentes médicas sirias es posible que hayan muerto 42 soldados.

El argumento de Israel con respecto a Hizbulá es tenebroso. No existe confirmación en ningún sitio de que Hizbulá haya comprado misiles Fateh 110. Desde 2009, Hizbulá tiene versiones sirias del Fateh 110, el M600, con un alcance de unos 250 kilómetros y un sistema de guía aceptable.

El cacareo usual de «fuentes» anónimas de Washington insiste en que el propio Ejército Sirio necesita esos misiles contra las tendencias mercenarias armadas del autodenominado Ejército Libre Sirio (ELS). Por lo tanto no tendría sentido enviarlos al Líbano.

Pero para Israel tiene sentido destruir un suministro de Fateh 110, o incluso de M600. Por lo tanto Israel ayuda directamente al ELS (Ejército Libre Sirio, es decir las bandas mercenarias-terroristas financiada por Occidente; a propósito uno de sus voceros, verdadero o falso, se presentó en la televisión israelí para elogiar a los bombarderos. E Israel impide por lo menos por el momento que lleguen más misiles a Hizbulá.

Cortando a través de la niebla existe el hecho de que Israel tiene muchos motivos serios para volver a delinquir. Ansía una Siria débil, caótica y privada de tecnología militar avanzada. Ansía ante todo una somalización total de Siria, una distopía sectaria.

¿Qué mejor justificación para un Israel en armas siete días a la semana que el terrorismo wahabí de la línea dura al otro lado de sus fronteras (no delimitadas)?

Además, Israel quiere arrastrar a Siria, Hizbulá, y en última instancia a Irán a una guerra hecha y derecha. Lo quiere todo y mejor temprano que tarde.

Damasco por su parte puede jugar ajedrez y no reaccionar. Por lo menos de momento. O dejar que Hizbulá responda en el futuro cercano.

No es por accidente que el bombardeo haya tenido lugar después de:

  1. El tour del jefe del Pentágono, Chuck Hagel, por Israel y las petromonarquías del Golfo;
  2. Los progresos del Ejército Sirio durante las últimas semanas en el corredor de Homs contra los mercenarios/yihadistas patrocinados por el extranjero;
  3. el viaje «secreto» a Teherán del Jeque Nasralá de Hizbulá.

Posteriormente Nasralá, una refinada mente política, subrayó que lo que «ellos» quieren en realidad es la destrucción de la infraestructura, la economía y el tejido social de Siria para «destruir Siria como pueblo, como ejército, como toda una nación» [2]

Si hay más ataques – y es muy posible que los haya – para vaciar los arsenales del ejército sirio, serán un regalo providencial para los mercenarios/yihadistas. Nasralá tiene toda la razón cuando dice que el objetivo clave de la coalición de los dispuestos de OTAN-CCG – Israel es arrastrar a Siria a una guerra total. Después de una eventual reacción siria, la «solución» sería someterla a bombardeos masivos como sucedió en Irak.

Las opiniones de «Obama el muyahidín»

Queda por ver si la estrategia estadounidense/israelí tendrá éxito. Lo que logró fue postergar la coronación de Obama el muyahidín.

Los inframundos de los think-tanks [3] de EE.UU. estaban tremendamente excitados ante la perspectiva de que Obama soslayara al Consejo de Seguridad de la ONU (a Rusia y China) al estilo de Bush e impusiera unilateralmente una zona de exclusión aérea en Siria para que EE.UU. pueda involucrarse en la requerida «supresión de la campaña de defensa aérea del enemigo».

No tiene sentido, aunque los británicos y Francia no han cedido en la Unión Europea y en la OTAN, incluso tratando, de hecho, de soslayar a la OTAN imponiendo una zona de exclusión aérea.

La zona de exclusión aéresa se presentó en Washington como un medio de controlar las armas químicas de Siria. El problema es que Washington tiene una información pésima de donde se almacenan realmente esas armas químicas. Y para colmo es probable que las armas químicas no hayan sido utilizadas por el gobierno sino por los «rebeldes» Contras – según la investigadora de la ONU Carla del Ponte.

El gobierno de Obama también estaba flirteando con la idea de «ayuda letal directa» a los rebeldes con misiles guiados antitanques y misiles tierra-aire, por ejemplo.

Washington cree su propio mito de que «indirectamente» está involucrado en examinar y armar grupos opositores en Siria. Desde 2011, el armamento de bandas mercenarias/yihadistas sirias se ha contratado a través de arsenales del mercado negro en Libia y en Croacia.
La CIA ha estado metida en el asunto hasta el cuello. Muchas de esas armas están ahora en manos de yihadistas de la línea dura del tipo de Jabhat al-Nusra.

La idea de que la CIA es capaz de examinar y armar a esas bandas mercenarias yihadistas en beneficio de Washington después del colapso del gobierno de Bacher el-Asad es «el chiste» de principios del Siglo XXI. Basta recordar el pasado en Afganistán.

O imaginad a esos McYihadistas sirios, o muyahidines de You Tube, equipados con algunos excelentes misiles portátiles guiados por calor, causando estragos en todo el Sudoeste Asiático.

Por lo tanto, después de muchos quejidos, Obama terminó con algo mucho más confortable que una zona de exclusión aérea: ataques selectivos, con jets y/o misiles, perpetrados por los israelíes. El modelo podría ser la «Operación Zorro del Desierto» (el bombardeo de Irak ordenado por Bill Clinton en 1998). El objetivo: «enviar un claro mensaje» a Siria.

Los próximos bombardeos pueden ser contra aeródromos, concentraciones de aviones, depósitos de armas, tanques y artillería. El daño colateral, inevitablemente, aumentará en proporción al nivel de la provocación.

El exembajador de EE.UU. en la ONU, Bill Richardson, muy cercano al clan Clinton, ya ha declarado en ABC News que Obama «se orienta hacia ataques aéreos». Sí, es solo el comienzo. Y después vendrán los «mini-Conmoción y Pavor».

Seguir la hoja de ruta

La pregunta es por qué tardó tanto. La destrucción de Siria -como señaló el Jeque Nasralá – en la cual Occidente volverá colaborar con bandas yihadistas, está prevista desde hace años. Ved cómo Seymour Hersh la previó en 2007. Y ved con qué ansias el establishment de Washington espera el cambio de régimen .

Y Damasco, por cierto, es solo una parada antes de Teherán. Las proverbiales fuentes anónimas han filtrado al Sunday Times de Londres, propiedad de Rupert Murdoch, que una «Media Luna de la Defensa» se está convirtiendo en realidad.

Es el mismo elemento CCG-Israel en la coalición de los dispuestos en Siria, en este caso confabulado para «contrarrestar las ambiciones nucleares de Irán». Turquía, la Casa de Saud, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania e Israel celebrando alegremente en centros conjuntos de comando y control para detectar malvados misiles balísticos iraníes.

No sé mucho de historia. Pero qué mundo tan maravilloso sería. Presidido por «Obama el muyahidín».

Fuente original: Asia Times Online, 7 de mayo de 2013.

Visto enhttp://es.sott.net/article/21001-El-pacto-EEUU-Israel-con-las-bandas-mercenarias-islamicas-Israel-rescata-al-muyahidin-Obama

Las Guerras Sionistas que Vienen. Israel derrumba a EEUU y aparece el falso mesías

Una brillante e indispensable entrevista al Jeque Imran Hosein acerca de los últimos sucesos geopolíticos en este comienzo del 2012.

Parte 1

 

Parte 2

 

Parte 3

 

Se agradece el aporte al usuario: http://www.youtube.com/user/CazachamucosTV

Todos los gasoductos llevan a Ceyhan

Mapa de los gasoductos y oleoductos existentes y en curso de construcción en la región. © Presseurop

Para reducir su dependencia con respecto a Rusia, los europeos necesitan a Turquía, país por el que deben pasar los gasoductos procedentes de Oriente Próximo. Por este motivo Die Zeit duda que la UE pueda mantener a Ankara esperando a sus puertas durante mucho tiempo.

Para un gran número de europeos, Turquía no es un candidato firme a la adhesión en el extremo oriental de Europa. Este país es un puesto lejano y avanzado de la OTAN, la última prolongación de la civilización occidental y comparte fronteras con países inquietantes como Irán e Irak.Sin embargo, varias personalidades importantes del mundo se dieron cita este verano precisamente en Turquía para discutir sobre energía. En este sector, el país desempeña una función estratégica: aunque dispone de pocas materias primas, se encuentra a medio camino a lo largo de los gasoductos y oleoductos que provienen de Asia Central, de Rusia y de Oriente Próximo, actualmente en proyecto.

Por ello, desde hace unos quince años, se habla de Turquía como un país de tránsito para los recursos procedentes del fondo del mar Caspio desde la desintegración de la Unión Soviética. Estos recursos incluyen los campos de gas de Turkmenistán, además del gigantesco yacimiento petrolero de Kashagan, descubierto hace un cuarto de siglo en Kazajstán, y el petróleo de Azerbaiyán. Pero, durante mucho tiempo, el modo de hacer llegar hasta Europa estos hidrocarburos no ha estado claro.

El pasado 13 de julio, cinco jefes de Estado y de gobierno se reunieron en Ankara para dar una respuesta y decidieron construir el gasoducto Nabucco, que unirá Turquía a Europa Occidental. Y organizaron una suntuosa ceremonia en la que el Primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan actuó como director del gran circo energético.Nabucco constituye el medio para que los europeos y los turcos puedan hacer llegar el gas natural a la Unión Europea prescindiendo de la potencia rusa del gas. Es la razón por la que el Kremlin y el gigante de la energía Gazprom siempre han considerado este proyecto una insensatez. Además, Gazprom se ha apresurado a actuar en algunos yacimientos del Caspio.

Un «mini Nabucco» de Bakú a Erzurum

En el pasado, Moscú impidió el paso de otros conductos que conectaban el este y el oeste, como el gran oleoducto que une la capital azerbaiyana de Bakú con Ceyhan, un puerto turco del Mediterráneo, pasando por Georgia. Al mismo tiempo se ha construido una especie de «mini Nabucco»: un gasoducto que une Bakú con Erzurum. Una nueva conexión con Grecia también apareció en el oeste de Turquía. Estos proyectos han contado con el apoyo incondicional Washington, que aprecia el hecho de que las riquezas del Caspio lleguen al mercado energético sin la participación de Moscú. Pero sería ilusorio creer que los turcos van a dejar que el juego de los recursos energéticos se decante a favor del campo americano. Es lo que demostró la visita sorpresa de Vladimir Putin poco después de la «cumbre Nabucco» de Ankara. Alarmado por la firma del acuerdo marco Nabucco, el primer ministro ruso hizo un llamamiento a su homólogo turco para proponerle la construcción de un gasoducto bajo la parte turca del Mar Negro en dirección a Bulgaria. Este proyecto, denominado South Stream, está ideado para llevar gas ruso a Europa rodeando Ucrania. Pero le hace la competencia a Nabucco. Gazprom además se aseguró recientemente el suministro de gas en Azerbaiyán, que podría alimentarse en los conductos europeos. De repente saltó a los titulares la muerte del proyecto Nabucco.

¿Traicionó Turquía al proyecto y a Europa?

Para responder a esta pregunta, hay que conocer de antemano lo que Turquía ha recibido a cambio de su acuerdo sobre South Stream: los turcos han exigido compromisos de suministros de gas por parte de Rusia a cambio de la construcción de un oleoducto desde el puerto de Samsun, en el mar Negro, hasta Ceyhan, en el Mediterráneo. El oleoducto se encuentra en construcción y su objetivo es aligerar el tráfico en el Bósforo, surcado a diario por gigantescos petroleros, a pocos kilómetros de Estambul. Ceyhan se convertiría así en el puerto petrolero más importante del Mediterráneo oriental.Al mismo tiempo, Erdogan y su amigo Putin llegaron a un acuerdo sobre la construcción de la primera central nuclear turca. Turquía importa el 64 % de su gas natural de Rusia.

Una tercera dirección, de sur a norte, convierte a Turquía en centro neurálgico de la energía: poco después de la visita de Vladimir Putin, el emir de Qatar llegó a Ankara, para tratar con Erdogan la construcción de un gasoducto en Turquía. Qatar posee la tercera reserva de gas natural más importante del mundo. Desde el punto de vista de los hidrocarburos, Irak sigue siendo más importante, ya que en los últimos años se han descubierto enormes campos de gas al norte del país. Desde entonces se piensa seriamente en construir un gasoducto que una el norte de Irak a Turquía. Una serie de empresarios turcos y europeos obtienen poco a poco suministros de gas procedentes de Irak.

Turquía no ha traicionado al proyecto Nabucco. Este proyecto traerá ante todo gas de Oriente Próximo, procedente de Irak, pero también de Egipto y de Qatar. A esto se añade el gas natural de Azerbaiyán, quizás de Turkmenistán y probablemente incluso de Irán. De este modo Turquía sustituirá a Ucrania como principal país de tránsito para el trayecto del gas ruso hacia Europa.

Todos estos conductos juntos modificarán el peso de Turquía con respecto a Europa. ¿Un Estado marginado? ¿Candidato poco probable a la adhesión? «Esperamos que nos traten con respeto», afirma Suat Kiniklioğlu, portavoz de política exterior del AKP, el partido en el poder. ¿Abrirá a Turquía este crecimiento las puertas de la Unión Europea? Quizás sólo por este motivo no, pero debería reforzar los vínculos entre la UE y Turquía. Tendremos que ver con los turcos mucho más de lo que les gustaría a los franceses, por ejemplo.

Fuente: http://www.presseurop.eu