Embajador de Palestina en Chile: «Gaza es el campamento de concentración más grande en la historia de la humanidad»

Imad Nabil Jadaa expresó que debe negociar, pero «Israel no quiere comprometerse».

El embajador de Palestina en Chile, Imad Nabil Jadaa, en entrevista con CNN Chile abordó la ofensiva de Israel en Gaza, expresando que «no existe sorpresas en la actitud israelí», ya que explica que previamente había una crisis interna en torno a sus ministros e históricamente, según aseguró, Israel busca resolver esos problemas de forma externa.

Asimismo, puso en duda la información oficial de Israel, sobre el secuestro y muerte de tres jovenes israelíes, expresando que los sospechosos palestinos «hasta ahora son fantasmas». Mientras que se probó que un joven palestino fue secuestrado y un rabino le prendió fuego.

El embajador además se refirió a los dichos del embajador de Israel , expresando que el conflicto no cesará si Hamas termina de lanzar cohetes, ya que se debe responder por el sitio de Gaza y se permita que las personas «salgan del campamento de concentración más grande en la historia de la humanidad».

«Gaza son 300 kilómetros cuadrados con una densidad de población más alta del mundo, un millón 600 mil personas viven eso, en un sitio terrestre árido marítimo. El aire que respiran tiene que ser autorizado por Israel», remarcó el embajador. Además aseveró que se deben respetar las resoluciones de la ONU, quienes han llamado a retirarse de los territorios ocupados, por ejemplo, «y derribar el muro del apartheid que está construyendo».

Además, Imad Nabil Jadaa aseveró que Hamas ejerce un derecho garantizado por la carta de derechos humanos. «El ocupado tiene el derecho a defenderse, los palestinos en Gaza están viviendo en ocupación», agregó. El embajador asimismo remarcó que la única forma de solución es la negociación.

Fuente: http://www.cnnchile.com/noticia/2014/07/18/embajador-de-palestina-en-chile-gaza-es-el-campamento-de-concentracion-mas-grande-en-la-historia-de-la-humanidad

A dos años de la invasión a Libia

¿De qué ha servido su destrucción como país? ¿Cómo viven hoy los libios?

Casi dos años después de aquel ataque “salvador” de la Otan, con el que se pretendía liberar a los libios de los imaginarios “bombardeos genocidas” de Gadafi, como también pretendían democratizar al país de la supuesta barbarie, cabe hacerse la pregunta: ¿Para qué ha servido la destrucción de Libia como país? “¿Cómo viven hoy los libios? ¿Miran el futuro con esperanza?

Hoy a casi dos años de la invasión imperial se constata que casi el 50% de los libios han huido del país; que muchas poblaciones, como Beni Walit, aún continúan siendo bombardeadas por los milicianos del nuevo gobierno títere impuesto por EEUU y Occidente y sin que ningún medio de comunicación muestre el actual genocidio hacia los disidentes; que tribus enteras como los Warfala son perseguidas, humilladas y asesinados a diario; que no hay gobierno constitucional ni democráticamente elegido, sino que impuesto por Occidente; en realidad nunca existirá un gobierno democrático en ese país mientras esté gobernado por EEUU. Esta pantomima de gobierno no ha sido capaz de hacer su trabajo de ordenar los servicios básicos del país, salvo la explotación y exportación del gas y petróleo a manos de las petroleras occidentales.

Y uno se pregunta ¿Qué grave delito habían cometido los libios? Un país que contaba con el mayor nivel de vida e índice de desarrollo humano de toda África (y tal vez del mundo); donde había pleno empleo y con 2,5 millones de trabajadores extranjeros; con un sistema de salud universal y gratuito; con agua y luz gratis para todos; con la mayor esperanza de vida de toda África; con tierra, vivienda y semillas gratis para los campesinos; la mayor matrícula de estudiantes universitarios de África y becas de 1.600 Euros para todos ellos. Un país donde se concedían préstamos sin interés y donde la vivienda era un derecho constitucional respetado; con un sistema de democracia directa en donde las tribus (grandes grupos de población) elegían a sus representantes.

Cómo podía suceder tanta maravilla en un país perteneciente a un supuesto continente atrasado. Pues bien lo conseguían con las ganancias del petróleo que se repartía a su población. Todo esto ya no existe debido a la destrucción de una nación a manos de unos mercenarios imperialistas y el saqueo de sus recursos naturales.

Qué sería de Chile si el cobre que sacan de sus entrañas se repartiera la ganancia en la población, sin duda seríamos un país desarrollado. Esto no ocurre porque las empresas mineras internacionales son dueñas del 70% de nuestros recursos.

Pero sigamos con el tema de Libia.

Alguien en el mundo se pregunta hoy por la democracia de Libia. El argumento principal que pregonaron las democracias occidentales era que se invadía ese país para rescatar a la población de la tiranía, que se convocaría a elecciones libres dentro de un plazo prudente, que se democratizarían las instituciones y que la población sería más feliz.

¿Qué ha sido de esas promesas?

Respondo inmediatamente, nada de esto ha ocurrido y peor. Ya la educación no es gratuita; la mujer, que tenía un papel preponderante en la sociedad libia ha quedado reducida a su mínima expresión por un gobierno islamista. Que los servicios básicos como salud, educación y vivienda ya no son gratuitas y que la riqueza del petróleo que servía para cubrir estas necesidades hoy lo saquean los países imperialistas. Esta misma película la estamos viendo en Siria, donde no se lucha por el petróleo sino por la reservas de gas que tiene ese país y que de seguro es la causa de su desgracia el día de hoy.

¿Cuál es su delito de Libia que sirvió de pretexto para la invasión? Pues, tal vez, todo eso: Ser un país con grandes recursos naturales y un sistema socio económico muy diferente a nuestros modelos de capitalismo salvaje. Eso y sus planes de identidad panafricana: con sistema monetario propio, Banco central africano, etc., un nacionalismo panafricano que, de crecer, privaría a los colonialistas de la torta de todo un continente. Algo que, por supuesto no se podía consentir.

Libia era y es la puerta de entrada a África para esos depredadores de la “Democrática Comunidad Internacional” que utilizan a la Otan para saquear un país tras otro. Lo estamos viendo en Siria y en Malí. Y tienen previsto entrar en 35 países africanos más. Argelia es uno de los primeros en la lista.

Para llevar adelante los planes estratégicos del Imperialismo, se adopta un nuevo formato colonialista de esta nueva oleada belicista. Por ello, los EE.UU. van a ‘conseguir’ el favor del nuevo gobierno islamista de Libia de aceptar la instalación en ese país del Africom, el súper-ejército americano para África, algo que antes no habían conseguido en ningún otro país africano, mientras el resto de los países miembros de la Otan (incluido España) adoptan distintos protagonismos dependiendo de la coyuntura puntual. Ya sabemos que España que está en la quiebra ya no podrá disponer de tropas para otras invasiones y menos del pasado de dominación colonial que se ejerció sobre el país intervenido. Desde esa puerta, todo el continente quedará bajo control y se desplegarán las estrategias adecuadas para eliminar el actual predominio comercial de otras potencias como China, controlar todos los recursos naturales de valor estratégico y someter a los grupos, países y/o líderes disidentes, como Gadafi, Al Asad o similares. Sin que nadie en el mundo se le oponga ni se escandalice.

Por Hugo Farías Moya

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2013/02/22/63781/a-dos-anos-de-la-invasion-a-libia/

Europeos vestidos de judíos. Lobos vestidos de ovejas

Los judíos confiesan abiertamente su «papel de liderazgo» sobre las cuestiones que están transformando étnicamente a Europa por medio del multiculturalismo y que están llevando a los europeos (raza blanca) al peligro de extinción. Desean acabar con el patrimonio genético, la herencia y armonía racial de Europa aduciendo que sin ello «Europa no sobrevivirá«. Sin embargo al mismo tiempo defienden con fiereza el patrimonio genético y herencia cultural de los judíos y de Israel rechazando para sí mismos las condiciones que imponen a otras naciones.

El 17 de diciembre de 2008, el presidente «francés» y agente atlantista, dijo ante los estudiantes de la Escuela Politécnica de Palaiseau, que el mestizaje de los franceses en particular y los europeos en general, «no es una opción, sino una obligación», diciendo además que «si los franceses no se mezclan con otras razas por su propia voluntad, será necesario para la República (el gobierno) recurrir a medidas más contundentes (por la fuerza), con lo cual ha dispuesto abiertmente sus planes de etnocidio contra el pueblo francés, es decir, de la raza blanca en Francia. Sin embargo, Sarkozy no predica con el ejemplo, ya que, siendo judío, se casó con una mujer judía llamada Cecilia la cual presumió de no tener una sola gota de sangre francesa en sus venas[3], luego Sarkozy se divorció de ella para casarse con Carla Bruni a quien la prensa judía orgullosamente llamó como «descendiente de judíos», mientras que luego se anunció que Cecilia se había vuelto a casar con otro judío y el hijo de Sarkozy se ha casado a su vez con otra mujer judía, es decir, los judíos desean la preservación de su propia herencia étnica y lo hacen libremente, pero predican lo opuesto para las demás naciones, demandando y exigiendo que se mezclen.

Francia, al igual que la mayor parte de Europa, se ha formado históricamente mediante la conjunción de diferentes pueblos europeos (Blancos), pero no ha sido mestiza en los términos de «universalidad» que maneja Sarkozy, sólo hasta las últimas décadas en que la inmigración masiva ha sido una política de Estado. Si bien Sarkozy habló también de «mezcla cultural», al hablar de «consanguinidad» queda claro que también está hablando en términos biológico-raciales con el fin de modificar la composición étnica de Francia.

Para supervisar sus medidas y liderar su programa gubernamental de destrucción cultural francesa y el genocidio de los franceses, Sarkozy anunció el nombramiento de Yazid Sabeg, un musulmán que en 2008 dijo expresamente «Hablo árabe y soy musulmán; y aunque soy ciudadano francés no renunciaré, en ningún caso, a ni un sólo elemento de mi indentidad».

Los actos de Sarkozy constituyen una violación de la Convención Internacional del Genocidio de la cual Francia es signataria, por lo que Sarkozy es culpable de genocidio contra los franceses según lo estipulado por dicha Convención y debería ser castigado por la Corte Mundial.