Estalla escándalo financiero en la TBN

Acusan a la cadena de televisión TBN de apropiarse para uso indebido de 50 millones de dólares. Las grandes auditoras evangélicas de medios recomiendan que no se participe en esta cadena.

10 DE NOVIEMBRE DE 2012, EE.UU.

Brittany Koper, nieta de Paul y Jan Crouch, fundadores de TBN, fue la responsable de finanzas de la cadena hasta septiembre de 2011. Ahora ha acusado a los directores de esta estación de haber desviado alrededor de 50 millones de dólares, que debían haber sido destinados a «obras de caridad», para fines personales.

Es el último suceso que salpica a la Trinity Broadcasting Network (TBN), una de las cadenas cristianas de televisión con mayor alcance en el mundo, que han llevado a reconocidas entidades evangélicas a exigir públicamente un cambio de conducta, tanto en las personas que participan en ella como en la propia actuación de la cadena.

Ante esta acusación, TBN ha presentado media docena de demandas a lo largo de todos los Estados Unidos acusando a Koper y su marido de haber organizado una campaña de desprestigio para desviar la atención de sus propios errores financieros.

CONDENA DE AUDITORAS EVANGÉLICAS

En Estados Unidos, tras los grandes escándalos económicos que rodearon a famosos televangelistas, se crearon entidades de supervisión acreditadas, que actúan como auditoras independientes, y que sirven tanto para avalar como para alertar de la marcha de los distintos ministerios. Por ello, sus opiniones son un “termómetro” de la gravedad de las acusaciones y situaciones que ellos recogen y su respuesta. 

Una de ellas es la respetada  Trinity Foundation , que monitoriza la ética en la actividad financiera de los grandes ministerios cristianos. Es sintomático que en este caso  ha solicitado que los ministerios de prestigio y las figuras evangélicas reconocidas como Billy y Franklin Graham, Charles Stanley, Luce Ron y Jack Graham retiren su participación en TBN.

Las afirmaciones para esta decisión son muy fuertes. «Este es un nido de víboras espirituales y morales», señaló Ole Anthony fundador de la Trinity Foundation. «TBN utiliza a estos respetables predicadores para justificar su existencia».

 MinistryWatch.com  es otra organización similar, que monitoriza los ministerios y el uso de las ofrendas recibidas. También  ha emitido serias advertencias sobre «el abuso generalizado de los fondos del ministerio TBN por parte de sus directores» . No sólo esto, su fundador Rusty Leonard ha apoyado –al igual que Trinity Foundation- que los ministerios que actualmente participan en TBN abandonen esta red de televisión.

Por su parte  Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur , señala que los ministerios evangélicos que participan en cadenas de televisión siempre han tenido que enfrentar el dilema de que «a menos que usted sea dueño de la emisora de televisión, debe aceptar que estás con personas que no comparten tu visión de la vida», por ejemplo «Billy Graham ha tenido que comprar una hora en prime time… en el mismo canal donde pasan telenovelas y otras cosas» en una cadena no cristiana.

Pero Mohler ve que hay una gran diferencia con TBN, ya que se define como una cadena cristiana, lo que hace que se identifique a quien participa con la cadena, algo que por el contrario no ocurre cuando se alquila un espacio en una cadena “no cristiana”.

En cuanto a TBN Mohler es también categórico. «Cada vez es más difícil para los principales ministerios permanecer en esta cadena, cada escándalo nuevo que surge hace que sea más y más difícil seguir en ella»

Fuente: http://www.protestantedigital.com/ES/Internacional/articulo/15452/Estalla-escandalo-financiero-en-la-tbn

Un nuevo escándalo de corrupción sacude al Vaticano

Preocupado. Benedicto XVI.

Un escándalo de corrupción que envuelve a Roberto Formigoni, presidente de Lombardía, la más grande y rica región de Italia, con capital en Milán, devasta el prestigio de Comunión y Liberación, el movimiento de laicos católicos que fundó el cura Luigi Giussani en los años 50.

El principal discípulo de don Giussani fue Angelo Scola, que hoy es el arzobispo de Milán por decisión del Papa. Benedicto XVI tomó la decisión sin precedentes de nombrar para ese cargo en la arquidiócesis más importante de Italia (en Roma el obispo es el Papa), al que era Patriarca de Venecia, un cargo de tanto prestigio que dio pontífices como Juan XXIII.

De la mano de Juan Pablo II, que promovió como ningún otro los movimientos laicos en la Iglesia, Comunión y Liberación (CL) creció hasta convertirse en número uno en Italia, por sobre el Opus Dei, los “Focolarini” de Clara Lubish o los voluntarios de San Egidio.

Roberto Formigoni, que formuló los votos de castidad y pobreza, es su figura estelar. O era, porque su prestigio cae en picada mientras florecen las revelaciones que envuelven a más personajes de CL. El grupo está extendido en 70 países, entre ellos la Argentina. Tiene un poderoso brazo empresario, la Compañía de las Obras, que asocia a 34 mil empresas , con una filial en nuestro país.

Las investigaciones judiciales que ponen en jaque a Formigoni han revelado vacaciones de ultralujo en las Antillas y otros paraísos, organizadas por Piero Daccó, que dirigía los manejos en la riquísima sanidad social lombarda acompañado por Antonio Simone, amigo íntimo de Formigoni. Ambos están encarcelados con abundantes acusaciones de multimillonarios desvíos de fondos públicos del sistema de salud de Lombardía . Todos son, además, del movimiento de don Giussani.

Formigoni es uno de los principales dirigentes del partido PDL de Silvio Berlusconi y dice que ahora que a Silvio lo echaron del poder le ha llegado a él “el turno de las difamaciones”. Pero la figura carismática de Comunión y Liberación no ha sido capaz de exhibir un recibo para demostrar que las siete vacaciones que pasó con Daccó y Simone, junto con otros personajes de CL, fueron pagadas al menos en parte de su bolsillo. Los fiscales creen que las investigaciones abrirán la Caja de Pandora de los robos de los recursos públicos de la sanidad lombarda.

En Nápoles, donde se investigan las montañosas coimas pagadas por el coloso estatal industrial Finmeccanica, aparecen de nuevo personas de Comunión y Liberación. En la lista hay 11 helicópteros militares vendidos a la India y otras grandes órdenes de compra. Las coimas se pagaban también con regalos de lujo como seis Masserati distribuidas a los intermediarios.

La imagen austera y casta de Formigoni está hecha pedazos. Tanto, que el sucesor de don Giussani, el español Joaquín Carron, escribió en el diario La Repubblica , de Roma, que “es una gran humillación”. Y agregó: “Si nuestro movimiento es identificado con la atracción del poder, el dinero y los estilos de vida que no tienen nada que ver (con nosotros), algún pretexto debemos haber dado”.

Embestido por los contragolpes del escándalo que pueden empantanarle su hasta ahora rápida carrera a luchar por la sucesión de Benedicto XVI, con el beneplácito del Papa, el arzobispo de Milán casi respondió enojado a los aprietes periodísticos. “Hace 21 años que no estoy en Comunión y Liberación, desde que soy obispo, y veo a Formigoni una vez al año”, se defendió el cardenal Scola.

Los ecos del caso embisten al Vaticano, encienden nuevas luchas de facciones internas y agregan preocupaciones al pontífice, que a fines de este mes irá a Milán para encontrar a su amigo el cardenal Scola, que está organizando el séptimo encuentro mundial de las familias con el Papa.

Fuente: http://www.clarin.com