Caminar con Dios es una decisión personal. Pero sabed esto: Si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche vendría el ladrón, velaría y no permitiría que se horadara su casa. Por esto, vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora que no pensáis. Mateo 24:43-44
Las monedas encontradas por el arqueólogo son de origen judío. Las imágenes muestran una serie de eventos la vida conocida de Jesús, incluyendo sus milagros y el juicio ante Poncio Pilato.
Un nuevo descubrimiento arqueológico ha sido clasificado por la prensa internacional como un avance de gran importancia en el campo de la historia del arte.
El historiador, arqueólogo y fotógrafo, Ronald Stewart, encontró monedas acuñadas que datan entre el año 33 y 47 d.C. con imágenes representativas de Jesús, dicho descubrimiento ha alarmado a los estudiosos de todo el mundo.
La investigación está en curso –clic aquí-, pero los resultados iniciales indican una gran adición al conocimiento de la historia del arte, la historia del cristianismo y el Medio Oriente.
Según el Christian Telegraph, antes de este descubrimiento, la representación más antigua conocida de Jesucristo, data del año 235 d.C., y se conoce como “La Curación del Paralítico”.
El historiador Stewart, ha utilizado escáneres altamente microscópicos para examinar los artefactos descubiertos.
“Estoy muy entusiasmado con este trabajo. Esta es exactamente el tipo de investigación que debe a los cristianos debe interesarles. El análisis de las imágenes en 3D de las monedas con las posibles imágenes de Jesús es muy intrigante”, dijo el Dr. Tim White, profesor adjunto en la Universidad Northwestern y pastor principal de la Catedral Nacional de Washington.
El Dr. Stewart, explica que este tipo de monedas acuñadas a mano eran parte de una forma de arte popular que se inició en la época de los emperadores griegos entre el año 336 y 300 a.C. El objetivo era hacer homenajes a gente importante.
Acontecimientos representados en general en la vida de una persona, con una foto del homenajeado en un lado y el otro evento. Este tipo de objeto que se están realizando hasta el siglo 14.
Las monedas encontradas por el arqueólogo son de origen judío. Las imágenes muestran una serie de eventos la vida conocida de Jesús, incluyendo sus milagros y el juicio ante Poncio Pilato.
Por lo tanto, según él, esto es parte de una serie que ilustra “la vida, los milagros, la detención, el juicio, la ejecución y el entierro” de Jesús, según consta en los Evangelios.
El arqueólogo estima que son 50 monedas en total, por lo que continúa su búsqueda por más monedas. Sin embargo, cabe destacar que inicialmente, se pensaba que las monedas representan la vida de un judío prominente, pero mediante el uso de este equipo de alta tecnología, Stewart fue capaz de obtener más detalles sobre los gráficos.
Él explica que sólo los que sabían la historia de los Evangelios podían entender las imágenes. Como en el momento en que se hicieron, hubo mucha persecución de cristianos, posiblemente, el artesano que diseñó las monedas y solo alguien que estuviera familiarizado con la vida de Jesús lograría entender las imágenes.
Stewart, tiene previsto presentar las monedas en público por primera vez en el 2014, y hacer algunas exposiciones en los Estados Unidos.
La primera tesis de D. Boyarin en The Jewish Gospelses: en el Evangelio de Marcos 1,1 (“Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”) este sintagma final, hijo de Dios, significa “mesías como rey humano” (pp.26ss), mientras que “Hijo del Hombre” en el Evangelio de Marcos señala la naturaleza divina del Ungido o Cristo (p. 31).
Traduzco:
“Cuando Marcos en el comienzo de su Evangelio escribe “Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”… está usando el título antiguo para el rey de la casa de David. Por el contrario, cuando se refiere (a este personaje) en el cap. 2 como Hijo del Hombre señala la naturaleza divina del cristo. Esto parece una paradoja: el nombre de Dios es utilizado por Marcos para designar su naturaleza humana, mientras que emplea “hombre” para su naturaleza divina. ¿Cómo se llegó a este cambio? Este capítulo comienza respondiendo a la pregunta de cómo Jesús fue entendido como Dios por judíos monoteístas, contando la historia del Hijo del Hombre”.
La prueba para Boyarin de que esto es así, dando por supuesto que el autor del Evangelio de Matrcos es un judío y que vive en una mentalidad judía, se halla en 1 Samuel 10,1:
“Tomó Samuel el cuerno de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl, y después le besó diciendo: «¿No es Yahvé quien te ha ungido como jefe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahvé y le librarás de la mano de los enemigos que le rodean. Y ésta será para ti la señal de que Yahvé te ha ungido como caudillo (hebreo maschiach) de su heredad” (Versión Bib. de Jerusalén)
Este rey ungido es un “mesías”, puesto que en hebreo mashiach significa ungido. Y es claro que este rey de Israel (David, Salomón, Joás, etc. ) no es más que un ser humano, tal como lo entiende cualquier judío del siglo I y de ahora. “Ungido” = en hebreo por tanto es el monarca humano.
En la Biblia hebrea el vocablo mesías se refiere siempre a un monarca que gobierna en la actualidad de quien escribe sobre él. Esto se ve claramente en el Salmo 2,2.6-7:
Se yerguen los reyes de la tierra, los caudillos conspiran aliados contra Yahvé y contra su Ungido […] Ya tengo yo consagrado a mi rey en Sión mi monte santo.» Voy a anunciar el decreto de Yahvé: El me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy”.
Aquí se ve claro cómo según Boyarin, el monarca, vivo y actualmente reinante, es adoptado por Dios como hijo.. pero sin dejar de ser plenamente humano
El Salmo 110 (utilizado en Mc 14,62) es otra buena muestra de cómo los judíos utilizaban el símil de la generación para indicar que el rey era “hijo” especialísimo de Dios, por su especial relación con Él, pero sin ningún matiz encarnacionista: sólo por esa especial relación del monarca con la divinidad.
El texto es el siguiente en la versión hebrea:
1 Oráculo de Yahvé a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.
2 El cetro de tu poder lo extenderá Yahvé desde Sión: ¡domina en medio de tus enemigos!
3 Para ti el principado el día de tu nacimiento, en esplendor sagrado desde el seno, desde la aurora de tu juventud.
4 Lo ha jurado Yahvé y no ha de retractarse: «Tú eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec.»
5 A tu diestra, Señor, él quebranta a los reyes el día de su cólera;
6 sentencia a las naciones, amontona cadáveres, cabezas quebranta sobre la ancha tierra.
7 En el camino bebe del torrente, por eso levanta la cabeza.
Pero en los LXX leemos una variante interesante:
VV. 3 Contigo el poder en el día de tu potencia
En medio de la brillantez de los santos.
En el vientre, antes de la aurora, te he engendrado
4 Juró el Señor y no se arrepentirá…, etc.
Lo notable de esta variante (que es similar a la del Salmo 2) que la generación humana del rey lo hace “hijo de Dios”, de nuevo por especial relación con Éll, pero no hay visos de divinidad en el monarca, ni de que nadie entre los judíos lo considerara un hijo óntico, real, de Dios
Los exegetas está de acuerdo en que estos salmos de entronización del monarca judío se inspiran en la liturgia egipcia del día de la coronación del Faraón (encarnación de Horus en la tierra), pero que los judíos eliminand cualquier viso de que la divinidad se haya encarnado en una persona humana, por muy real que sea. La teología judía enmienda la egipcia.
Continúa luego Boyarin contando sencillamente que a lo largo de la historia del pueblo hebreo la monarquía davídica desapareció (la oscura narración acerca del último vástago de David, Zorobabel, que fue probablemente asesinado; léase la historia en los libros de Esdras y de Nehemías), y que a lo largo de los siglos se fue formando otra esperanza de salvación que era ya “mesiánica” en el sentido que la entendemos hoy (salvación por medio de un rey o enviado de Dios que actúa como redentor / salvador), a la vez que el pueblo judío sencillo, tanto en Judea como en Galilea, seguía esperando que Dios restaurase la monarquía davídica.
Crítica:
Hasta este momento no hay nada nuevo en el libro “rompedor” que no supiéramos ya. Solamente la presentación paradójica de “hijo de Dios” expresa la naturaleza humana del rey e “Hijo del Hombre” expresa la divina. Lo importante, pues, vendrá después cuando Boyarin sostenga que el relato de Dn 7 sobre un “como hijo de hombre” había sido leído entre amplias capas de apocalípticos y el pueblo en la época temprana de la vida de Jesús como la afirmación de la existencia junto a Dios de un redentor que es a la vez divino y humano.
He escrito en otro lugar (Biblia y Helenismo, El Almendro, Córdoba 2006, 516), citando un artículo de Florentino García Martínez a propósito de “Los manuscritos del Mar Muerto y el mesianismo cristiano” en Piñero-Fernández Galiano (eds.) Los Manuscritos del Mar Muerto. Balance de hallazgos y de cuarenta años de estudio (Col. “En torno al Nuevo Testamento”), Edit. El Almendro, Córdoba, 1994, y en “Qumrán y el mesías del Nuevo Testamento”, Revista Communio, 26 (1993), 31, lo que sigue:
“El Cristo (del Nuevo Testamento) aglutina en una sola imagen las diversas facetas de las figuras mesiánicas a las que se ha llegado en Qumrán mediante el desarrollo de las ideas seminales del Antiguo Testamento. El Cristo del Nuevo Testamento es a la vez un mesías sacerdote, un mesías – rey, un profeta como Moisés, un siervo sufrientey un mesías celeste. La comunidad cristiana ha atribuido claramente a una persona histórica del pasado, cuyo retorno se espera en el futuro escatológico, todos los rasgos de las figuras mesiánicas que el judaísmo precristiano había desarrollado a partir del Antiguo Testamento y que ahora podemos conocer gracias al descubrimiento de los manuscritos de Qumrán”.
Esta exposición de García Martínez es bastante más precisa que la de Boyarin.
Otra crítica a Boyarin, que hago yo mismo, es que muy probablemente lo que él lee como el inicio del Evangelio de Marcos = 1,1: “Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” no es lo que escribió Marcos, sino este otro:
“Comienzo de la buena nueva de Jesús Cristo”.
Hay que hacer las siguientes precisiones:
• “Buena nueva” es literalmente “evangelio”, en singular y sin añadido o precisión alguna. En el ambiente pagano grecorromano se utilizaba este vocablo siempre en plural (por ejemplo, buenas noticias del cumpleaños del Emperador o de los beneficios aportados por el reinado de éste). No es el título de un libro (un “Evangelio”, aquí “según Marcos”), sino que alude a su contenido, la proclamación de la buena nueva del plan de salvación de Dios por medio de Jesús. Por tanto, el libro de Marcos parece haber sido compuesto para la proclamación
• Cristo es igual a “ungido” o mesías, como sabemos. El título está en camino de convertirse en nombre propio. Algunos manuscritos añaden aquí “Hijo de Dios”. No se ve razón alguna para que los escribas hubieran omitido este título y sí buenas razones para haberlo añadirlo. La lectura breve es, pues, preferible.
Por tanto, ya que lo de “hijo de Dios” es un añadido de los escribas posteriores, es decir, en el siglo II e.c., lo más probable que ese sintagma signifique ya en la mente del escriba glosador no “hijo de Dios” en el sentido judío, un monarca humano con especial relación a la divinidad, sino un “hijo de Dios” real, óntico. Jesús sería considerado como sentado ya a la diestra de Dios tras su resurrección, pero esta idea se retroproyecta a la vida terrena de éste. Comenzamos ya a ver que el libro de Boyarin no es tan rompedor como algunos han supuesto.
En la semana que viene seguiremos con la tesis de Boyarin sobre el “Hijo del Hombre” en Daniel 7 y su relación con el Libro de las Parábolas de Henoc (1 Henoc 37-71) donde hay “muchísima tela que cortar”.
Algunos personajes en la ladera de una jarra de barro de 3.000 años de antigüedad que se remonta a la época del rey David ha dejado perplejos a los arqueólogos hasta ahora – y una traducción fresca pueden tener profundas consecuencias para nuestra comprensión de la Biblia.
Los expertos habían sospechado que la inscripción fragmentaria fue escrita en el idioma de los cananeos, pueblo bíblico que vivió en el Israel de hoy en día. No es así, dice un experto que afirma haber descifrado el código: El misterioso lenguaje es en realidad la forma más antigua del hebreo escrito, colocando los antiguos israelitas en Jerusalén antes de lo que se creía anteriormente.
«Hablantes de hebreo controlaban Jerusalén en el siglo 10, lo que apunta a la cronología bíblica como la época de David y Salomón,» cerca de la antigua historia de Oriente dijo a FoxNews.com el estudio bíblico experto Douglas Petrovich.
«Cualquiera que fuesen, estaban escribiendo en hebreo como eran los dueños del lugar», dijo.
«Esto es sólo el clima entre los estudiosos que quieren atribuir lo menos posible a los antiguos israelitas.»
– Doug Petrovich
Descubierta por primera vez cerca del Monte del Templo en Jerusalén el año pasado, el fragmento BC del siglo 10 ha sido etiquetado como la Inscripción Ofel. Es probable que lleva el nombre de los propietarios de la jarra y su contenido.
Si el análisis de Petrovich resulta cierto, sería la evidencia de la veracidad de los cuentos del Antiguo Testamento. Si el hebreo como lengua escrita existido en el siglo 10, como él dice, los antiguos israelitas estaban grabando su historia en tiempo real, en lugar de escribirlo varios cientos de años más tarde. Eso haría que el Antiguo Testamento un recuento histórico de los acontecimientos de la vida real.
Según Petrovich, los arqueólogos no están dispuestos a llamarlo hebreo para evitar el conflicto.
«Es sólo el clima entre los estudiosos que quieren atribuir lo menos posible a los antiguos israelitas» dijo.
Huelga decir que sus afirmaciones están agitando la controversia entre aquellos que no les gusta mezclar los datos de la arqueología – de tierra, piedra y hueso – con historias de la Biblia.
El arqueólogo Finkelstein de la Universidad de Tel Aviv de Israel dijo a FoxNews.com que la inscripción Ofel es fundamental para la historia temprana de Israel. Pero las nociones románticas de la Biblia no deben nublar métodos científicos – un mensaje que empujó en 2008, cuando se descubrió una inscripción semejante en un lugar que muchos llaman ahora uno de los palacios del rey David .
En ese momento, advirtió la agencia Associated Press en contra de la «reactivación de la creencia de que lo que está escrito en la Biblia es exacta como un periódico.»
Hoy en día, le dijo a FoxNews.com que la inscripción Ofel habla de «la expansión de Jerusalén desde el Monte del Templo, y nos muestra el crecimiento de Jerusalén y la complejidad de la ciudad durante ese tiempo.» Pero la Biblia? Tal vez, tal vez no.
Profesor Aren Maeir de la Universidad Bar Ilan de acuerdo en que algunos arqueólogos están simplemente confiando demasiado en la Biblia como fuente de evidencia.
«[Podemos] plantea argumentos sobre el reino de David y Salomón? Eso me parece una actualización grandiosa,» él le dijo a Haaretz recientemente.
En la última década, ha habido un renacimiento de Israel de arqueólogos en busca de evidencia histórica de relatos bíblicos. FoxNews.com ha informado sobre varias excavaciones de este año alegando demostrar una variedad de historias de la Biblia.
Más recientemente, un equipo dirigido por el arqueólogo Yossi Garfinkel concluyó una excavación de diez años de la posible palacio del rey David , que domina el valle donde el rey hebreo victoriosamente hirió al gigante Goliat.
Garfinkel tiene otra explicación sobre el significado detrás de la inscripción Ofel.
«Creo que es como un [celular] Texto», dijo Garfinkel FoxNews.com. «Si alguien toma un texto de nosotros 3.000 años a partir de ahora, no va a ser capaz de entenderlo.»
La escritura en la jarra de fragmentación es un tipo de taquigrafía de agricultores del siglo 10 usado, en su opinión, y no de una manera oficial de comunicación que fue transmitida.
«Lo que es más importante es que hay una revolución en este tipo de inscripción que se encuentra,» Garfinkel a FoxNews.com. Ha habido varios en el mismo período de tiempo se encuentra en Israel en los últimos cinco años.
«Cuando nos encontramos con más y más de estas inscripciones, quizá no hasta la próxima generación, que puede tener un gran avance», dijo.
El subsuelo europeo alberga una red de túneles que se construyeron durante la Edad de Piedra. Los arqueólogos especulan la utilidad de estas excavaciones.
Arquéologos han descubierto miles de túneles subterráneos que se extienden en Europa desde Escocia hasta Turquía.
El arquéologo alemán Dr. Heinrich Kusch, en su libro Secrets of the Underground Door to an Ancient World reveló que los túneles fueron cavados bajo cientos de sedimentos neolíticos en toda Europa y su edad de 12 mil años indica que la red original debió ser enorme.
En Bavaria, Alemania hay 700 metros de esta red de túneles. En Styria, Austria hay 350 metros. A través de Europa la red de túneles se extiende kilómetros y kilómetros, desde Escocia hasta el mediterráneo.
Los túneles son pequeños, miden tan sólo 70 cm, apenas lo suficiente para que quepa una persona. En algunas partes hay cuartos pequeños, cámaras para almacenar y áreas para sentarse.
La Edad de Piedra fue la primera de las tres eras arqueológicas que se dividen en tres periodos. La Edad de Piedra, La Edad de Bronce, La Edad de Hierro. La transición fuera de la Edad de Piedra ocurrió entre 6000 a C. y 2 500 a. C. Mientras algunos creen que los humanos de la Edad de Piedra eran primitivos, increíbles descubrimientos tales como el templo en Turquía llamado Gobekli Tepe, las pirámides de Egypto y otras estructuras como Stonehenge, que demuestran un profundo conocimiento astronómico, indican que no eran primitivos.
El descubrimiento de una vasta red de túneles indica que los humanos en la Edad de Piedra no sólo pasaban sus días cazando y reuniéndose. Sin embargo el propósito real de los túneles todavía es materia de especulación. Algunos expertos creen que eran una forma de protección de los hombres contra los predadores, mientras otros sugieren que era una forma de que la gente viajara segura, protegida de las inclemencias del clima o incluso de la violencia y las guerras. No obstante, hasta este momento los científicos sólo han podido hacer suposiciones pues no hay evidencias consistentes de la utilidad de los túneles en el pasado.
Y quiero recordaros (como a conocedores que sois de todas las cosas) que Jesús, habiendo salvado al pueblo sacándolo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. Y a los ángeles que no guardaron su estado original, sino que abandonaron su propia morada, los ha mantenido bajo oscuridad, en prisiones eternas hasta el juicio del gran día, así como a Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales, de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, sirven como ejemplo al sufrir un castigo de fuego eterno. Judas 1:5-7
Los Padres Judíos, al interpretar esta expresión “Hijos de Dios” de Génesis 6:2, invariablemente lo interpretaron como “ángeles”. Nada menos que la autoridad W.F. Allbright nos dice eso:
“Los Israelitas que oyeron esta sección (Génesis 6.2) creyeron que se refería al coito entre ángeles y mujeres”. (1)
Filo de Alejandría, un hombre profundamente religioso, escribió un breve y bello resumen sobre este tema, llamado “Sobre los Gigantes”. Basando su exposición en la versión Griega de la Biblia, él lo tradujo como “ángeles de Dios”. Dice Bamberger, “de haber encontrado la locución ‘ Hijos de Dios ‘ en su texto, él con toda seguridad habría estado inspirado para hacer comentarios sobre eso”. (2)
Filo ciertamente tomó el pasaje de Génesis 6:2 como histórico, explicando que tal como la palabra “alma” se aplica a ambos, a los seres buenos y malos, así también ocurre con la palabra “ángel”. A los malos ángeles que siguieron a Lucifer, en un punto del tiempo fallaron en resistir de deseo físico, y sucumbieron a él. Él procede a decir que la historia de los gigantes no es un mito, sino que está allí para enseñarnos que algunos hombres son nacidos terrícolas, mientras que otros nacen celestiales, y lo más alto es ser nacido de Dios. (3)
Los Padres Primitivos de la Iglesia creyeron de la misma forma. Hombres como San Justino, Irineo, Atenágoras, Tertuliano, Lactancio, Eusebio, Ambrosio … todos adoptaron esta interpretación. Según las palabras de los Padres Ante Nicenos, los ángeles cayeron “en el amor impuro de vírgenes, y fueron subyugados por la carne…De esos amantes de vírgenes, por consiguiente, fueron engendrados aquellos que son llamados gigantes”. (4) Y otra vez, “… los ángeles delinquieron, y fueron cautivados por el amor y los encantos de las mujeres y engendraron hijos híbridos”. (5)
En ninguna parte antes el siglo V DC encontramos alguna interpretación para los “Hijos de Dios” fuera de ángeles. ¡No podemos negar el conocimiento de los Padres Judíos de su terminología! Invariablemente tradujeron la locución “Hijos de Dios” como “ángeles”. El testimonio de Flavio Josefo, ese colorido cosmopolita e historiador Judío, es también de importancia suprema. En su volumen monumental, “Antigüedades de los judíos,” él revela su conocimiento con la tradición de los ángeles caídos asociándose con mujeres de la Tierra. Él no sólo supo de la tradición sino que nos dice cómo los hijos de tal unión tuvieron una súper fuerza humana, y fueron conocidos para su maldad extrema. “Pues la tradición es que estos hombres hicieron lo que los Griegos dicen que hicieron los llamados gigantes de su mitología”. Flavio Josefo procede a agregar que Noé amonestó a esta descendencia de los ángeles para su villanía. (6)
Quizá la discusión más conclusiva para interpretar la expresión como “ángeles” es la más simple de todas. Si el escritor de Génesis hubiese querido referirse a los “hijos de Set” él simplemente pudo haberlo dicho así. Si Dios hubiese pretendido ese significado, entonces el verso indudablemente rezaría, “los hijos de Set vieron a las hijas de Caín que eran hermosas…” Pero la Biblia quiso decir algo mucho más siniestro – la unión sexual entre ángeles del Infierno y las malas mujeres de la Tierra. Por la gravedad de tal unión, y sus consecuencias horrendas para la raza humana, Dios se movió para desbaratar la raza híbrida antes de que pudiera destruirse a sí misma – excepto por una familia que no había estado contaminada, la de Noé.
Una última meditación con respecto a “hijo de Dios”:
En el Antiguo Testamento, la designación “Hijos de Dios” (bene Elohim) nunca es usada en humanos, sino siempre de seres sobrenaturales que son superiores al hombre pero más bajos que Dios. Para acomodar semejante categoría, sólo una especie es conocida – los ángeles. Y el término “Hijos de Dios” se aplica a ambos, a ángeles buenos y malos. Éstos son los seres de quienes Agustín escribió:
“Como los dioses ellos tienen inmortalidad corpórea, y pasiones como los seres humanos. (2)
La designación “Hijos de Dios” es usada cuatro veces en el Antiguo Testamento, y cada vez es referente a ángeles. Un ejemplo es Daniel 3:25, donde el rey Nabucodonosor mira directamente al horno fogoso y ve a cuatro hombres, “y la forma del cuarto es como de un hijo de Dios”. La traducción es diferente y más clara en nuestras versiones modernas, “como un hijo de los dioses”. Puesto que Jesús aún no había venido, el “hijo de Dios” habría tenido que ser uno angélico.
Otro ejemplo es Job 38:7 que dice que los Hijos de Dios gritaron a voces por alegría cuando Dios sentó las bases de la Tierra. ¡Los ángeles son las únicas entidades que encajan en esta designación puesto que el hombre no había sido creado en aquel entonces!
En Job 1:6 Job y Job 2:1 los “Hijos de Dios” vinieron a comparecer ante el Señor en el Cielo. Entre los Hijos de Dios está Satanás – una implicación más de que los “hijos de Dios” deben haber sido ángeles.
Puesto que la designación “Hijos de Dios” es consistentemente usado en el Antiguo Testamento para ángeles, es lógico concluir que el término o locución “hijo de Dios” en Génesis 6:2 también se refiere a los ángeles.
1 W. F. Allbright, From the Stone Age to Christianity (Baltimore: John Hopkins Press, 1940), p.226.
2. Bemard J. Bamberger, Fallen Angels (Philadelphia: The Jewish Publication Society of America, 1952), p. 53.
3. Philo, DeGigantibus, pp. 58-60.
4. The Ante-Nicene Fathers, Vol. 8, pp. 85 and 273.
5. Ibid., p. 190.
6. Josephus, The Work of Flavius Josephus; Antiquities of the Jews (London: G. G. Rutledge), 1.3.1
La maldad, extendiéndose continuamente, alcanzó e inundó la raza humana; sólo un poco de semilla de justicia quedaba en ella. Porque, además, sobre la tierra tenían lugar uniones ilegítimas: los ángeles fornicaron con las hijas de los hombres, quienes dieron a luz unos hijos que por su enorme estatura fueron llamados gigantes. Los ángeles, entonces, dieron a sus esposas como regalo malignas enseñanzas. Les enseñaron la manera de obtener extractos de flores y plantas, tintes y pinturas, joyas y cosméticos… Y una vez desencadenadas tales cosas, el mal se expandió hasta desbordar, y la justicia disminuyó hasta casi desaparecer. Ireneo (180 d.C.)
Dios encomendó el cuidado de los hombres y el de las cosas colocadas bajo el cielo a los ángeles, a los cuales puso al frente de esta misión. Mas los ángeles caídos fueron cautivados por el amor de las mujeres; y así engendraron hijos, los cuales son los demonios, más adelante sometieron a dura servidumbre a los hombres, en parte con escritos mágicos, en parte con terrores y suplicios que les infligían, en parte con los sacrificios, inciensos y libaciones que les enseñaban, pues comenzaron a necesitar de estas cosas desde que fueron emancipados de las enfermedades de la concupiscencia; finalmente sembraron entre los hombres las muertes, las guerras, los adulterios, los crímenes y toda clase de vicios. Justino Mártir (160 d.C.)
Los ángeles pecaron y se sublevaron contra Dios. Justino Mártir (160 d.C.)
Pero algunos (de los ángeles) ultrajaron la constitución de su naturaleza y descuidaron el control que les había sido confiado… Estos ángeles cayeron en amor impuro con las vírgenes y fueron subyugados por la carne… Aquellos que son llamados gigantes fueron engendrados por estos amantes de vírgenes. Atenágoras (175 d.C.)
La maldad, extendiéndose continuamente, alcanzó e inundó la raza humana; sólo un poco de semilla de justicia quedaba en ella. Porque, además, sobre la tierra tenían lugar uniones ilegítimas: los ángeles fornicaron con las hijas de los hombres, quienes dieron a luz unos hijos que por su enorme estatura fueron llamados gigantes. Los ángeles, entonces, dieron a sus esposas como regalo malignas enseñanzas. Les enseñaron la manera de obtener extractos de flores y plantas, tintes y pinturas, joyas y cosméticos, los celos y los amores apasionados, la seducción y la coquetería, los sortilegios de la magia, toda clase de adivinación e idolatría odiados por Dios. Y una vez desencadenadas tales cosas, el mal se expandió hasta desbordar, y la justicia disminuyó hasta casi desaparecer. Ireneo (180 d.C.)
También Enoc agradó a Dios sin la circuncisión, pues, siendo hombre, Dios lo envió como su legado ante los ángeles y “fue arrebatado,” y vive hasta hoy como testigo del juicio de Dios, porque los ángeles caídos fueron castigados, en cambio el hombre que agradó a Dios fue elevado para salvarse. Ireneo (180 d.C.)
Dios, envió justamente el diluvio en tiempo de Noé, para acabar con la raza malvada de aquellos seres humanos de esa época, los cuales ya no podían dar frutos para Dios, sino que se habían unido con los ángeles pecadores. Ireneo (180 d.C.)
El afirmó que algunos de los ángeles pertenecen al diablo, y para ellos se preparó el fuego eterno… Y como Dios creó todas las cosas, pero el diablo se convirtió en causa de la apostasía propia y de los otros, con justicia la Escritura a quienes perseveran en la apostasía siempre los llama hijos del diablo y ángeles del maligno. Ireneo (180 d.C.)
Los ángeles que hubieron obtenido un rango superior, habiéndose hundido en placeres, revelaron a las mujeres los secretos que habían llegado a su conocimiento. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
De esta misma calidad son los servicios que hacen al César los que consultan a los astrólogos, a los adivinos, a los agoreros y a los magos sobre su vida y salud. Estas artes las inventaron los ángeles apóstatas, y Dios las tiene prohibidas. Tertuliano (197 d.C.)
Aquellos ángeles que inventaron las joyas y otras cosas son señalados bajo condenación al castigo de la muerte. Son los mismos ángeles que se precipitaron desde el cielo sobre las hijas de los hombres… Ellos dieron a conocer las técnicas de la metalurgia, enseñaron las propiedades naturales de las hierbas, divulgaron el poder de los encantos, pusieron al descubierto toda curiosidad, incluso la interpretación de las estrellas. Ellos concedieron peculiarmente a las mujeres los medios que sirven de ostentación femenina: la alhajas, los tintes… y los polvos negros que hacen resaltar los párpados y las pestañas. Tertuliano (198 d.C.)
Yo establezco esta proposición: Aquellos ángeles, los desertores de Dios, los amantes de mujeres, también fueron los descubridores de este arte curioso (la astrología). Y debido a ello, fueron también condenados por Dios… Pues nosotros sabemos del mutuo vínculo entre la magia y la astrología. Tertuliano (200 d.C.)
¿Temen al hombre, oh, cristianos? ¿Ustedes que deberían ser temidos por los ángeles, puesto que han de juzgarlos? Tertuliano (212 d.C.)
Tal fue la belleza de las mujeres que desvió a los ángeles. Como resultado, siendo contaminados, no podían regresar al cielo. Siendo rebeldes a Dios, profirieron palabras contra Él. Entonces el Altísimo pronunció su juicio contra ellos. Y de su simiente nacieron gigantes. Las artes llegaron a ser conocidas en la tierra por medio de ellos. Ellos enseñaron el teñido de lanas… Cuando ellos murieron, los hombres les erigieron imágenes. Comodio (240 d.C.)
Los ángeles apóstatas y pecadores introdujeron en adelante con sus artes todas estas cosas (por ejemplo las joyas), cuando descendieron a la tierra abandonaron su vigor celestial. Ellos también enseñaron a las mujeres a pintarse de negro alrededor de los ojos y a mancharse las mejillas de un color rojo falso. Cipriano (250 d.C.)
Dios en su previsión, envió ángeles para la protección y mejoría de la raza humana, no sea que el diablo… corrompiera y destruyera a los hombres por medio de sus engaños. Puesto que Dios les había dado a estos ángeles libre albedrío, sobre todo, les amonestó a no profanarse con las contaminaciones de la tierra y de esta manera perder la dignidad de su naturaleza celestial… Sin embargo, mientras los ángeles vivieron entre los hijos de los hombres, por su cercana asociación a las normas que regían la tierra, gradualmente fueron seducidos por los vicios y contaminados por relaciones sexuales con mujeres. De allí en adelante, no siendo admitidos en el cielo debido a sus pecados en los cuales se habían hundido, cayeron a la tierra. Lactancio (304-313 d.C.)
Ciertos ángeles, rehusando someterse a los mandamientos de Dios, resistieron su voluntad. Y uno de ellos cayó como un relámpago a la tierra, mientras otros, hostigados por el dragón, buscaron placer en relaciones sexuales con las hijas de los hombres. Y de esta manera, vino sobre ellos la recompensa reservada del castigo del fuego eterno. Discusión entre Arquelao y Manes (320 d.C.)
El arqueólogo encargado de la excavación denuncia trabas del Gobierno para sacarlo a la luz al estar situado en un territorio que reclama la Autoridad Palestina.
Una columna con símbolos de la realeza judía hallado en un emplazamiento desconocido. / Makor Rishon
El diario israelí en lengua hebrea Makor Rishon informó el fin de semana que un importante hallazgo arqueológico, relacionado con la época de los reyes de Israel y Judá, podría estar siendo encubierto por el Gobierno.
La razón principal de este encubrimiento está en que el hallazgo se encuentra en un territorio en disputa y por lo tanto las razones territoriales y políticas aconsejarían no hacerlo público.
Según informa el diario, la semana pasada un miembro de la Escuela de Campo Kfar Etzion se tropezó con un antiguo pilar adornado, al descender a una cueva en las colinas de Judea.
La estructura y decoración del pilar eran reconociblemente una estructura real, y los arqueólogos locales dijeron que sin duda se remontaría a los tiempos de los reyes de Judea, si no al propio David.
La naturaleza virgen del hallazgo sugiere que una gran parte del antiguo palacio fue enterrado y probablemente por ello se encuentra intacto donde se encontró el pilar.
En el blog de expertos en arqueología bíblica Bibleplaces se analiza la foto, concluyendo que “muestra un capital proto-eólico. Más de tres docenas de estos capitales reales se han encontrado en todo Israel, incluyendo uno en la ciudad de David, y diez en Ramat Rahel. Datan claramente a la época de los reyes de Israel y de Judá y la calidad de la construcción indica que estos capitales son parte de la arquitectura real”.
UN EMPLAZAMIENTO “SIN PRECEDENTES” “Parece que tenemos un castillo completo aquí”, dijo Yaron Rosental, director de la Escuela de Campo Kfar Etzion dijo al periódico. “Parece que los posteriores habitantes de la zona no sabían de su existencia y, por tanto, en lugar de utilizar sus piedras para construir nuevos edificios, lo que era la práctica habitual, dejaron la estructura intacta”.
Cuando Rosental contactó con la Autoridad de Antigüedades de Israel fue duramente rechazado y le dijeron que “mantuviera la boca cerrada” sobre el hallazgo, denuncia Rosental.
Por su parte la Autoridad de Antigüedades confirmó más tarde a Makor Rishon que el hallazgo existe, y de hecho había sido descubierto por primera vez el año pasado, pero que las actuales sensibilidades políticas previnieron al arqueólogo de explorar el sitio en este momento.
El hallazgo se encuentra en el territorio reclamado por la Autoridad Palestina. El descubrimiento de un sitio arqueológico importante – e incluso sin precedentes – que solidificaría la presencia judía en la zona podría alterar el proceso de paz.
Hoy celebramos el día llamado Domingo de Ramos, el día de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén una semana antes de su crucifixión y muerte. Si alguno de vosotros se pregunta por qué se le llama domingo de Ramos, es porque según el evangelio de Juan, la muchedumbre de Jerusalén salió al encuentro de Jesús llevando estas ramas, que o bien movían en el aire o tendían en su camino, según entraba en la ciudad.
Ahora, tenemos dos alegaciones independientes en los evangelios de esta entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Una se encuentra en el evangelio de Marcos, y la otra se encuentra en el evangelio de Juan. Históricamente hablando, este hecho es muy importante porque una de las pruebas más importantes sobre la historicidad de un evento es la existencia de narraciones independientes del mismo evento. Marcus Borg, un erudito eminente del Nuevo Testamento lo explica de la siguiente manera. Dice, “la lógica esta clara. Si una historia tradicional aparece en una fuente temprana y en otra fuente independiente, entonces, no solo es temprana, sino también es improbable que haya sido inventada” Desde luego, nosotros como cristianos creemos en la inspiración por Dios del Nuevo Testamento, de modo que sabemos a parte de la evidencia histórica que estas narraciones no son inventadas, pero aún así, es agradable saber, que incluso cuando consideras los evangelios al nivel de documentos históricos ordinarios, pasan el test de confiabilidad que usan los historiadores al examinar la historia secular. Creo que esto puede robustecer nuestra confianza en la verdad de los evangelios y también darnos una manera de comentar la verdad con nuestros amigos no cristianos que aún no creen en la inspiración de la Biblia.
Ahora, en el caso de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, está narrada en el mas temprano de los 4 evangelios, el evangelio de Marcos, y luego también, de un modo independiente, en el evangelio de Juan. Es más, aunque las narraciones de la entrada triunfal que encontramos en los evangelios de Mateo y Lucas dependen en gran parte de Marcos, aún así los eruditos creen que Mateo y Lucas también tuvieron otras fuentes independientes, además de Marcos, para las narraciones de este suceso. Así pues, el caso histórico para la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén es bastante sólido. Tenemos bastante buenos fundamentos cuando afirmamos que Jesús de Nazaret entró triunfal en Jerusalén durante la pascua, al principio de la última semana de su vida.
Aunque las narraciones de la entrada triunfal de Jesús encontradas en Marcos y Juan difieren un poco en ciertos detalles circunstanciales, coinciden totalmente en el núcleo de la historia: Que al principio de la semana final de su vida, Jesús de Nazaret entro en Jerusalén montado en un pollino y fue recibido por la multitud que habían ido a la fiesta anual de la pascua, con gritos de ¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! pues anticipaban la llegada del reino de Dios. Bien, hoy queremos enfocar nuestra lección en la mas temprana de estas dos narraciones, la que se encuentra en el evangelio de Marcos, capitulo 11, versos 1 al 11…. Así que quiero invitarles a que saquen sus Biblias esta mañana y vayan al capítulo 11 de Marcos, y leeremos juntos los versos del 1 al 11…. Marcos capitulo 11, versos del 1 al 11…
Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!
Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.
Antes de examinar este pasaje en detalle, ubiquemos la escena geográficamente y cronológicamente. Es la parte del año en la que se celebra la fiesta de pascua en Jerusalén durante el mes judío de Nisán, no se refiere al fabricante de coches japonés, está hablando del mes judío llamado Nisán, que a groso modo se corresponde con principios de abril en nuestro calendario moderno. La Pascua siempre comenzaba el día 14 del mes Nisán, que aquel año cayó en viernes. Así, los académicos usando los datos de la astronomía, han determinado que el día de la fiesta de Pascua durante la que Jesús fue crucificado, se corresponde con el 3 de abril del año 30 después de Cristo, o con el 7 de abril del año 33 después de Cristo.
Jesús y sus discípulos están de camino a Jerusalén para la fiesta de Pascua, como otros miles de peregrinos que están yendo a la fiesta. Acaban de pasar por la antigua torre de Jericó, donde, de acuerdo con Marcos, capitulo 10, Jesús curó a un hombre ciego, Bartimeo, al salir de la ciudad. Si miran al mapa, Jericó está situado a lo largo de la calzada romana, a 17 millas al este de Jerusalén. Los peregrinos venían por la calzada romana, subiendo a Jerusalén con una elevación de unos 2600 pies, hasta la cima del monte de los Olivos, que está en el lado opuesto al templo, en el valle de Cedrón. Los Peregrinos de Galilea, al norte, de donde era Jesús, normalmente seguían esta calzada romana hasta Jerusalén y en el camino, pasarían las ciudades de Betania y Betfagé, que son mencionadas por Marcos en el versículo 1 del capitulo 11. Betania se encuentra en la ladera sur del Monte de los Olivos, algo fuera de la calzada romana, mientras que Betfagé estaba probablemente ubicada en la ladera oeste del Monte de los Olivos, al otro lado del valle de Cedrón desde Jerusalén, era virtualmente una extensión de la ciudad de Jerusalén.
Ahora bien, cuando se lee la narración de Marcos, uno puede preguntarse por qué menciona a Betania, dado que Jesús no pasaría literalmente por Betania en su camino a Jerusalén, ya que Betania se encuentra fuera de la calzada romana, algo hacia la izquierda. Se puede especular, que tal vez sea la ciudad no mencionada, a la que se refiere el versículo 2, cuando pide a los discípulos que vayan a buscar un pollino, pero en ese caso, la procesión triunfal de Jesús en Jerusalén sería de casi dos millas, y eso es una distancia larga para que la gente le tendiera ramos y mantos al camino, así que podría parecer bastante raro que Marcos mencione a Betania en conexión con el viaje de Jesús a Jerusalén. Cuando leemos la narración en el evangelio de Juan, sin embargo, descubrimos un hecho muy interesante: Jesús y sus discípulos de hecho pasaron la noche en Betania en su camino a Jerusalén, ya que Betania era el hogar de María y Marta, cuyo hermano, Lázaro, había resucitado Jesús de entre los muertos, y así, Juan informa en el capítulo 12, versículos 1 y 2, que 6 días antes de Pascua, Jesús fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien había resucitado, y allí le ofrecieron cena. Así que, habiendo salido de Jericó esa mañana, Jesús debió haber llegado a Betania en algún momento de la tarde y luego disfrutaría de una cena con sus amigos. Y fue durante esta cena que María ungió los pies de Jesús y los secó con su cabello. Es interesante, que Marcos también conoce este incidente con María en Betania, pero lo cuenta en otro contexto en el capítulo 14 de su evangelio. Pero es también interesante saber que en el capítulo 11, versículos 11 y 19, Marcos dice que Jesús no pasó la noche en Jerusalén durante la última semana de su vida. En cambio, dice, volvería a Betania cada noche, y se quedaba allí con sus discípulos. Así pues, no creo que la entrada triunfal ocurriera el mismo día en que Jesús salió de Jericó, sino más bien Juan dice que Jesús paso una o quizás dos noches en Betania, y que la multitud, al enterarse de su llegada a Betania, estaban ya saliendo desde la ciudad de Jerusalén a Betania para poder verle. Así pues, ¿Cuándo tuvo lugar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén? Juan dice que Jesús estaba en Betania o llegó a Betania, 6 días antes de la Pascua. Según Juan, Pascua se comía el viernes por la noche. Juan dice repetidamente que los líderes judíos querían eliminar a Jesús antes de que empezara la comida de Pascua. Y dice esto en Juan 18, versículo 28, y de nuevo en el capítulo 19, versículo 14. Los líderes judíos querían a Jesús muerto y quitado de en medio antes de que comenzara la cena de Pascua.
Ahora bien, de acuerdo a la regulación judía, la matanza de los corderos de Pascua en el templo, comenzaba a las 3 de la tarde, el día 14 de Nisán. A las 3 en punto, en la tarde del 14 de Nisán la matanza de los corderos de Pascua se iniciaba en el Templo, y luego esos corderos se comían esa noche, después de que llegara la noche cerrada. Ahora, escuchen esto, de acuerdo a la cronología de Juan, entonces, cuando Jesús murió en la cruz, a las 3 PM, el día 14 de Nisán, fue justo al mismo tiempo en que los jefes sacerdotes en el templo comenzaban a sacrificar los corderos de Pascua. No se dieron cuenta, que al instigar la crucifixión de Jesus a manos de los romanos, estaban de hecho ofreciendo un sacrificio a Dios que de una vez por todas aboliría los sacrificios animales que estaban llevando a cabo a esa misma hora en el templo mientras Jesús estaba siendo crucificado. Como Pablo escribiría luego en Corintios, 1, 5-7; “Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado”. Así pues, en la narración de Juan, entonces, Jesús murió en el momento del sacrificio de Pascua, antes de la cena de Pascua esa noche. El problema aquí, es que según Marcos, y los otros evangelios, Jesús comió la cena de Pascua con sus discípulos en la habitación de arriba, en la noche anterior a su crucifixión. En Marcos, capitulo 14, y versículo 12, leemos: “El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?» Y Jesús entonces dio instrucciones a los discípulos de preparar la Pascua en la habitación superior. Ahora bien, Juan coincide en que Jesús compartió una última cena con sus discípulos el jueves por la noche en la habitación de arriba antes de la traición de Judas y su arresto, pero ¿cómo pudo haber sido esta una cena de Pascua? Si los corderos no eran sacrificados en el templo hasta las 3 en punto el viernes por la tarde, como dice Juan, ¿cómo pudo Jesús estar comiendo la cena de Pascua con sus discípulos el jueves por la noche si los corderos no estaban si sacrificados hasta las 3 del día siguiente. Bueno, varias soluciones se han encontrado a este rompecabezas, y una de las más plausibles, es que debido a calendarios en competencia que estaban en uso en la Palestina del siglo I, los sacrificios podían haber sido ofrecidos en más de un día. Y aquí os invito a sacar vuestro papel que trata del día de la Pascua.
Los Fariseos y la gente de Galilea, contaban el día como empezando al amanecer y terminando al siguiente amanecer, así que los días empezaban por la mañana a las 6 AM, y terminaban a las 6 AM del día siguiente. Pero los Saduceos y la gente de Judea contaban los días comenzando al atardecer, y terminando al siguiente atardecer, así que para los Judíos, su calendario iniciaba el día desde las 6 de la tarde, hasta las 6 PM del siguiente día. Ahora, en nuestros días, hemos adoptado lo que creo que es la extraña costumbre de que el día comienza en mitad de la noche, a las 12, y continua hasta la siguiente media noche, cuando piensas sobre ello, es realmente un método extraño de marcar el día… Bien, pues esta diferencia en marcar los días, descalabra los días de ciertos eventos, como pueden ver en la tabla que os he pasado. Según el cómputo de Galilea, el día 14 de Nisán, comienza a las 6 AM del día que llamamos jueves, es decir, que 14 de Nisán, comienza a las 6 AM del jueves, pero para los Judíos, el 14 de Nisán no comenzaba hasta 12 horas después, a las 6 PM del día que llamamos jueves. Así pues, cuando los Galileos siguiendo las normas Judías sacrificaban los corderos pascuales la tarde del 14 de Nisán, ¿en qué día lo hacían? Bien, lo hacen el jueves. Pero cuando los Judíos ofrecen sus corderos para el sacrificio en la tarde del 14 de Nisán, ¿qué día es?, Bueno, es viernes! Cuando llega la noche, el come el cordero, que para su cómputo es el 15 de Nisán. Y así pues, para poder satisfacer las necesidades de ambos, la sensibilidad de los Galileos y Fariseos por un lado, y la de los Judíos y Saduceos por otro, los sacerdotes del templo habrían tenido que admitir sacrificios pascuales ambos días, jueves y viernes. Jesús como Galileo, y conociendo su inminente arresto, eligió celebrar la Pascua el jueves por la noche, mientras que el jefe de los sacerdotes y los escribas, responsables del arresto de Jesús, iban por el calendario judeo-saduceo, como dice Juan. Aunque no tenemos evidencia de que los sacrificios de Pascua tuvieran lugar ambos días, creo que esta solución es muy plausible, según nos aparece. La población de Jerusalén aumentaba a alrededor de 125.000 personas durante el festival de Pascua, y simplemente sería logísticamente imposible para los sacerdotes del templo sacrificar suficientes corderos para 125.000 personas entre las 3 de la tarde y las 6, en un día. Debían haber realizado sacrificios en más de un día para poder proporcionar suficientes corderos pascuales para los peregrinos que estaban en la ciudad, y eso haría totalmente posible para Jesús y sus discípulos que celebraran la Pascua el jueves por la noche antes de su arresto.
Así que, si retrocedemos 6 días, desde el día de Pascua que marca Juan, cuando Jesús llega a Betania, tenemos que Jesús llegó a Betania el sábado por la noche, el 9 de Nisán. Dependiendo del tiempo que se quedara en Betania, luego llegó a Jerusalén al día siguiente, el domingo o el lunes.
I. Howard Marshall, que es un prominente académico del Nuevo Testamento, ha proporcionado una reconstrucción de la última semana de Jesús, que aparece en vuestra fotocopia, que también os di. Noten que en la reconstrucción de Marshall, Jesús llega a Betania el sábado, el domingo la multitud va a ver a Jesús, el lunes, tiene lugar su triunfal entrada en la ciudad, martes es el día de la maldición de la higuera y la purificación del templo, el miércoles, encontraron a la higuera seca, tiene lugar la controversia del templo y Jesús dice la parábola de la viña, luego el jueves es la ultima cena de Jesús con sus discípulos, su traición y arresto, y luego el juicio ante Anás y Caifás. El viernes, Jesús es llevado ante el Sanedrín completo, conducido y juzgado ante Pilato y Herodes, y luego finalmente es crucificado y enterrado ya tarde el viernes. El sábado Jesús yace en el sepulcro, y luego el domingo, es el día de la resurrección.
Y bien, habiendo ubicado entonces la escena cronológicamente y geográficamente, veamos con mayor detalle la narración de Marcos. La primera parte de la historia de Marcos, se refiere a Jesús obteniendo un pollino sobre el que entrar en la ciudad. Dado que Jesús y sus discípulos estarían volviendo desde Betania por la calzada romana, el pollino estaba probablemente en la ciudad de Betfagé, según comienzan a descender del monte de los Olivos a Jerusalén, y Jesús envía a dos de sus discípulos para que le traigan el pollino, para montarlo en el descenso del monte de los Olivos, a través del valle de Cedrón, y en la llamada Puerta Dorada de la pared este del Templo, tal y como está ilustrado en la fotocopia con una línea roja marcando la ruta de la entrada triunfal de Jerusalén en la ciudad.
Marcos no nos dice que clase de pollino es el que montó Jesús, pero sabemos que hay 3 tipos de animales equinos que estaban en uso en Palestina en aquellos días: Caballos, burros y mulas. Las mulas son los híbridos entre una yegua y un burro. Los otros evangelios, sin embargo, nos dicen que Jesús eligió un burro. Los burros son pequeños animales de carga muy fuertes que eran ampliamente utilizados en Palestina como animales de carga, y la elección de Jesús de un burro es deliberada y significativa. Ahora, en la narración de Marcos, Jesús presenta asombrosa presciencia sobre eventos altamente particulares que los discípulos tendrán al ir a conseguir el asno, y la simple explicación que han de dar: “el Señor lo necesita”, muestra el sentimiento de dominio soberano de Jesús sobre los hechos. Alguien al leer la historia puede pensar que Jesús ya había hecho previos arreglos con el dueño del asno, sin decir nada a los discípulos, pero ello pasaría por alto la lección que Marcos intenta enseñar aquí: A saber, la presciencia de Jesús y control sobre los hechos que conducirán a su sufrimiento y muerte. Marcos quiere que veamos que Jesús no es la victima impotente de eventos que se precipitan fuera de control, sino que permanece como dueño soberano de su destino eligiendo ir a la cruz. Este énfasis en el control soberano de Jesús es incluso mas evidente en Marcos capitulo 14, versículos del 12 al 16, donde en respuesta a las preguntas de los apóstoles sobre la Pascua y donde habrían de celebrarla, Jesús les dice lo siguiente: “Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle, y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Y él os mostrará un gran aposento superior, ya dispuesto; preparadlo para nosotros allí”, y los discípulos salieron y fueron a la ciudad, le encontraron tal como les había dicho. Parece incluso menos probable que este encuentro con un hombre llevando un cántaro de agua fuera algo arreglado previamente. Más bien Marcos esta ilustrando de nuevo el conocimiento sobrenatural de Jesús y su autoridad. Jesús está desplegando aquí las credenciales de un profeta verdadero. Por ejemplo, en Samuel 1, capitulo 10, cuando Samuel unge a Saúl como rey de Israel, le dice lo siguiente: Hoy, después que te hayas ido, encontrarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, y te dirán: “los asnos que has venido a encontrar ya se han encontrado. Y luego, seguirás y cuando llegues a… oh, oh…. Parece que me falta una página….aquí está!…llegarás a la encina de Tabor donde 3 hombres te saldrán al encuentro, uno llevando 3 cabritos, otro llevando tres tortas de pan, y el tercero, una vasija de vino. Te saludarán y ofrecerán dos panes. Después de esto, llegarás a la guarnición de los Filisteos, y cuando entres en la ciudad encontrarás un grupo de profetas que vienen de la zona alta, con pandero, flauta y arpa delante de ellos, entonces el espíritu del Señor vendrá sobre ti, y profetizarás”. En Samuel 1, capitulo 10 versículo 7, dice que el cumplimiento de estas predicciones dadas por Samuel eran signos para ver que Dios estaba con él. De un modo similar, las predicciones e instrucciones de Jesús, son signos para sus discípulos del control soberano de Jesús sobre su destino. Y tratar estas tradiciones como meros arreglos naturales como los de alguien que planea un viaje, creo que es omitir la lección teológica que Marcos intenta enseñar aquí. Los eventos de la pasión o el sufrimiento de Jesús, no le cogieron por sorpresa. En el viaje desde Galilea a Jerusalén, Jesús había llevado a los apóstoles a parte, y en Marcos, 10, versículos 33 al 34 les dice: “Observad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará”. De hecho, es una subestimación decir que estos sucesos no tomaron a Jesús por sorpresa, al contrario, Él provocó estos sucesos como vemos en la segunda parte de la narración de Marcos. Con su entrada triunfal en Jerusalén, Jesús, deliberadamente inició la cadena de acontecimientos que al final de la semana le costarían la vida. Ahora, para poder apreciar lo que ocurre después en la narración, hemos de entender algo sobre los sentimientos de los judíos hacia Roma. En el año 63 antes de Cristo, las legiones romanas bajo Pompeyo pusieron fin a un estado independiente judío, conquistando Jerusalén y deponiendo al rey judío. Aunque Israel había vuelto del exilio de Babilonia, cientos de años antes, la edad dorada que había sido vaticinada por los profetas no se había materializado. En cambio, ahora Israel trabajaba bajo la dictadura opresiva militar de una nación pagana. El imperio Romano. Los judíos bajo el yugo de la ley romana, en 35 años tras la muerte de Jesús, Israel estaría en rebelión abierta contra Roma, resultando finalmente en la destrucción catastrófica de Jerusalén el 70 AC, y la aniquilación del estado Judío. Entretanto, Israel fue un caldero de disturbios. Los Judíos esperaban un libertador Mesiánico que de una vez por todas restaurara en Israel el trono de David, en Jerusalén, y desterrara el yugo romano y estableciera el reino de Dios en esa tierra. Los profetas del Antiguo Testamento, hablaron de la venida de tal rey Davídico, y los judíos anhelaban el cumplimiento de esas profecías. Durante su ministerio, Jesús había ocultado el pronunciamiento público de que él era el mesías prometido. Los eruditos del Nuevo Testamento, han discutido largamente sobre lo que se ha dado en llamar “el secreto mesiánico”, tema que recorre el evangelio de Marcos. En Marcos nos encontramos con que Jesús nunca afirmo públicamente ser el Mesías, sino más bien, cuando la gente le reconocía como el Mesías, como en la gran confesión de Pedro en Marcos 18, 29, “tú eres el Cristo”, o “tú eres el Mesías”, Jesús les encarga no digan a nadie nada sobre su identidad. Pero ahora, en Marcos 11, con su entrada triunfal en Jerusalén, todo cambia.
Jesús era conocedor de las profecías del antiguo testamento, como sabemos por sus discusiones con los escribas judíos, Él sabía y comprendía las profecías sobre el futuro rey de Israel, que restauraría el trono de David en Jerusalén. En particular, había absorbido las profecías del libro de Zacarías. El profeta Zacarías había hablado de un Pastor, que sería señalado por Dios sobre su gente y en el capítulo 13 de su profecía, Zacarías dice que “el pastor será derribado, y las ovejas se dispersarán”. Jesús, en Marcos capitulo 14, versículo 27, se aplica a sí mismo esta profecía. Les dice a sus discípulos que todos le abandonaran, dice: “Todos os iréis, pues está escrito, — citando ahora a Zacarías 13 -, heriré al pastor y las ovejas serán dispersas”. Jesús se aplica a sí mismo la profecía de Zacarías sobre el rey pastor. Así pues, qué está haciendo Jesús, cuando monta un asno, y desciende el monte de los Olivos entrando en Jerusalén. Noten que esta es la única ocasión registrada en los evangelios, en que Jesús monta un animal en vez de caminar. Los peregrinos que iban a la fiesta de Pascua normalmente caminaban, normalmente llegaban a pie, pero Jesús hace algo muy singular, algo muy inusual al llegar montado desde el monte a la ciudad. ¿Qué significa? ¿de qué va todo esto?
La respuesta es que Jesús está deliberadamente dando cumplimiento a la profecía de Zacarías, capitulo 9, versículos 9 a 10. Escuchen esto, del libro de Zacarías: “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra” Jesús está deliberadamente y provocativamente afirmando ser el rey prometido de Israel que restablecerá el trono de David. Sus acciones son un paralelo viviente, llevado a la acción para declarar su verdadera identidad de una manera pública, el secreto mesiánico es ahora noticia. La entrada triunfal nos muestra la autoconsciencia de mesiánica de Jesús y quien creía ser. Se identifica a sí mismo como el rey pastor profetizado por Zacarías. La idea no se perdió entre la multitud, La gente comenzó a estirar sus mantos para Jesús, como desplegando la alfombra roja para que Él montara sobre ella. Esta era una acción que recordaba como las multitudes en el antiguo testamento colocaban sus mantos en el suelo, en Reyes 1, capitulo 9, versículo 13, cuando Jehu fue ungido rey de Israel. Cortaron hojas de Palmera y otras hojas y comenzaron a colocarlas en la calzada…para que Jesús montara sobre ellas, y luego la gente, recordando quizás al ciego Bartimeo que en Jericó había gritado repetidamente a Jesús “Hijo de David!, “Hijo de David!,”, comenzaron a cantar las palabras del salmo 118 , versículos 25 y 26: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! y otros respondían, ¡Bendito sea el reinado de nuestro padre David!, ¡Hosanna en las alturas! La gente pensó que por fin, el rey ungido de Dios había llegado a Jerusalén. El Maestro y obrador de milagros de Nazaret, que desbancaría a todos los dirigentes paganos de Israel y establecería el reino verdadero de Dios, centrado, no en Roma, sino en Jerusalén. Y así, entre los gritos y cantos de la multitud, Jesús llega montado por la puerta este de Jerusalén, hasta el templo y… no hace nada. No hace nada. En las narraciones de Mateo y Lucas, la historia de Jesús de la limpieza del templo viene en los talones de la historia de la entrada triunfal, dando la impresión de que fueron eventos consecutivos, pero Marcos, 11, versículo 11 leemos: “Y llegó a Jerusalén, y entró en el templo, y después de mirar alrededor, como era ya tarde, salió hacia Betania con los doce. Eso sí que es un anti-climax. Jesús no purifica el templo, no lidera a la multitud en revueltas contra Roma, ni siquiera da un discurso, Él simplemente mira a su alrededor, y se marcha. Eso explica por qué Jesús no fue arrestado allí mismo. Su entrada triunfal en la ciudad no era anticipada por los romanos, ni era algo que habrían comprendido, y la procesión de Jesús, se diluyó entra la multitud de la Pascua una vez que llegaron a Jerusalén. Pero ¡¡qué decepción para aquellos que habían seguido su entrada triunfal! ¿Qué tipo de Mesías era aquel? ¿Qué clase de libertador? En los días siguientes, Jesús sí purificó el templo, pero ni siquiera levantó un dedo contra los romanos, de hecho, ni siquiera levanto la voz contra ellos. En cambio, cuando se le preguntó si deberían rendir tributo a Cesar, Él dijo; “Dad al César lo que es del César”… un slogan muy antirrevolucionario… ¿Quién quiere un rey así? Para el viernes, sabiendo que la multitud estaba lo suficientemente desencantada con Jesús, el sacerdocio del templo que había organizado su arresto, y entregado a los romanos bajo los cargos de ser el rey de los judíos, pudo volverlos contra Jesús. Y ahora no dicen gritos de Hosanna, sino crucificadle!, crucificadle!, … y así fue a la cruz, a morir como él sabía que debía hacer.
¿Qué lecciones podemos sacar de esta narración de la entrada triunfal de Jesús? Quiero mencionar solo dos esta mañana. Primero, vemos el señorío de Jesús. La crucifixión de Jesús no fue un accidente que pilló a Jesús desprevenido cuando estaba visitando Jerusalén, sino que Jesús entendió y abrazó su vocación de pasar por una muerte tan insoportable. De hecho, Él deliberadamente provocó los sucesos que conducirían a su ejecución. Él se veía a sí mismo como el rey Pastor profetizado por Zacarías, y abiertamente asumió ese rol en su provocativa entrada triunfal en la ciudad. Durante todo el proceso, el mostró su presciencia de los eventos de su pasión: el encuentro del asno, los arreglos para su ultima cena de Pascua en la habitación superior, la traición de Judas, las 3 negaciones de Pedro, el abandono de sus discípulos, su entrega a los gentiles, su humillación su ejecución… el anunció todas estas cosas con anticipación. Y por lo tanto, con ello se mostró como Señor de la Historia.
La segunda lección está relacionada con la primera. Es decir, Jesús no siempre cumple con nuestras expectativas. Los Judíos estaban esperando un rey que sería un gran líder militar, como David, que destronaría el yugo de Roma y establecería el reino de Dios por la fuerza, y cuando leemos algunas de las profecías del Antiguo testamento, podemos entender por qué tenían esa expectación, no estaban siendo del todo irrazonables. Pero Jesús era radicalmente diferente a sus expectativas. Cuando Jesús entró montado en Jerusalén, no lo hizo sobre un caballo, símbolo de guerra y opción de conquistadores, como había hecho Pompeyo, ni siquiera eligió un mulo, que era símbolo del rey judío, como el mismo David. Él eligió un asno, un animal de carga, como cabalgadura real. Como Zacarías había profetizado, llegó humilde, y trayendo la paz. El reino de Dios que Él predicó e inauguró no era un reinado político terrenal, sino mas bien el gobierno de Dios en los corazones de los hombres y mujeres que le conocen y le sirven. Pero este no era el reinado que la gente quería o esperaba, y así, rechazaron a Jesús como su Señor.
En nuestras vidas cristianas, según crecemos todos encontraremos situaciones en las que Dios no cumple con nuestras expectativas. Quizás no trae a nuestras vidas una pareja para casarnos, o tal vez nuestro matrimonio no responde a nuestras expectativas, o tal vez te han ignorado para una promoción o una posición que realmente mereces, o quizás la enfermedad o la tragedia ha sacudido tu vida en algún modo inesperado. Y la tentación en todas estas situaciones es “rescatarnos” de lo que enseña la fe cristiana y tratar de hacer las cosas a nuestra propia manera. Te casas con la persona equivocada que está enamorada de ti, pides el divorcio, guardas rencor y amargura ante las oportunidades pérdidas, pierdes la confianza en el amor de Dios por ti y ya no confías en Él. Según he ido creciendo como cristiano he visto ocurrir este tipo de cosas una vez y otra en las vidas de amigos cristianos. Cuando Dios no cumple nuestras expectativas, apartamos a Dios y hacemos las cosas del modo que creemos que deben hacerse, o nos sentimos resentidos con Él por no darnos lo que pensamos que merecemos. Y en lo que quiero insistir en este momento, es lo que la primera lección nos enseña. Jesús es Señor. Él no tiene obligación alguna de responder a nuestras expectativas. Si elige darte una vida de sufrimiento y privaciones, decepción y fracasos, Él es el Señor.
Si Cristo no se ajusta a nuestras expectativas, entonces simplemente le rechazamos, como la multitud en Jerusalén. Pero Cristo es el Señor y no tiene por qué encajar en nuestras expectativas. Cristo nunca prometió a sus seguidores una vida feliz o fácil. El discípulo no está por encima de su maestro, y el maestro ha elegido el camino de Gólgota. Si eres llamado a seguir ese mismo camino, esa es prerrogativa del Maestro. Lo que estoy diciendo aquí, es que debemos ajustar nuestras expectativas a lo que Dios decreta, y no ajustar a Dios a nuestras expectativas. Cristo es el Señor, y Él sabe lo que es mejor. Si intentamos que Él se acomode a nuestras expectativas, a aquello que es aceptable para nosotros, o si no le rechazamos, ese es el camino garantizado a la autodestrucción. No debemos ser como la gente de Jerusalén, que gritaba, Jesús es el rey! mientras se ajustaba a su imagen de lo que debería ser un rey. Mas bien, reconozcamos a Cristo realmente como nuestro rey, nuestro Señor, nuestro Soberano, y recibamos de su mano, lo que el decrete.
Acabemos con unas palabras de oración: Padre, reconocemos tu señorío sobre nosotros, y aceptamos esta lección de la entrada triunfal de Jesús, el es el señor, Padre te rogamos nos des paz y coraje para aceptar de tu mano lo que quiera que decretes, y para seguirte donde quiera que nos conduzcas.
1. Ian Howard Marshall (born 1934) is Professor Emeritus of New Testament Exegesis at the University of Aberdeen, Scotland. He was formerly the chair of the Tyndale Fellowship for Biblical and Theological Research; he was also president of the British New Testament Society and chair of the Fellowship of European Evangelical Theologians. Marshall identifies as an Evangelical Methodist. He is the author of numerous publications, including 2005 Gold Medallion Book Award winner New Testament Theology. http://www.abdn.ac.uk/divinity/staff/howard-marshall.shtml
2. Haught, Nancy: «Belief and meaning: His faith in Jesus doesn’t deter Marcus Borg from asking difficult questions about divinity», The Oregonian, 2007-03-24
Se argumenta de parte de los creyentes en la reencarnación que la Biblia originalmente enseñaba la doctrina, pero grupos de intereses dentro de la Iglesia eliminaron los pasajes que enseñaban la reencarnación como una verdad. La popular profetisa del Movimiento de la Nueva Era, Shirley MacLaine, promueve esta posición. En su libro Out on a Limb (p. 234), registra los siguientes comentarios de un espíritu o entidad llamado John, quien habla a través del medium/canalizador Kevin Ryerson:
”La teoría de la reencarnación es propuesta en la Biblia, pero las interpretaciones al respecto fueron eliminadas durante un Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica en Constantinopla, alrededor del 553 d.C, llamado el Concilio de Nicea. Los participantes del concilio votaron para censurar aquellas doctrinas de la Biblia a los efectos de solidificar el control de la Iglesia.”
Declaraciones como ésta son capaces de hacerme creer en la reencarnación, ya que tanta ignorancia no puede ser acumulada por una persona en una sola vida. Las fechas y las sedes de los concilios han sido confundidos. El concilio de Nicea se llevó a cabo en el 325 D.C., no en el 553. En el concilio de Nicea no se discutió la doctrina de la reencarnación, sino que se consideraron las doctrinas herejes de Arrio de Alejandría en cuanto a la persona de Jesucristo.
El concilio del año 553 fue el 5to. concilio de la Iglesia. Tomó lugar en Constantinopla y se convocó para relajar las tensiones creadas cien años antes en el concilio de Calcedonia. En este concilio (553 D.C.) se repudió la doctrina de Orígenes en cuanto a la preexistencia del alma. Esta doctrina, a pesar de no ser bíblica, no tenía nada que ver con el ciclo kármico de la reencarnación. Origen mismo rechazó la teoría de la reencarnación.
Además, existe un gran número de manuscritos del Antiguo y Nuevo Testamento que datan de cientos de años antes de este concilio de la iglesia, ¡y éstos tampoco mencionan la reencarnación! No hay prácticamente ninguna diferencia entre los manuscritos producidos antes y después del concilio del sexto siglo.
El libro The Antinicean Fathers, vol. 10, páginas 474-75, en referencia a los manuscritos Bodmer y Chester Beatty, fechados entre el 200 y 225 D.C., el códice Vaticanus (325-350) y el códice sinaítico (340), cita entre otras cosas, lo siguiente:
“El dogma de la transmigración, el cual es foráneo a la Iglesia de Dios, no fue transmitido por los apóstoles ni en ningún lugar de la Escritura.”
Sumado a esto, si los Padres de la Iglesia hubieran decidido extirpar la doctrina de la reencarnación de la Biblia, ciertamente hubieran quitado la mención que hace Jesucristo de Juan el Bautista (pasaje que tratamos en otro breve artículo), donde Jesús dice que Juan era el Elías “que había de venir”, y que sería el pasaje más “fuertecito” que pueden citar. También hubieran eliminado los demás pasajes que en la superficie parecen implicar o inferir la reencarnación. Sin embargo, ni los tocaron.
Gregorio de Nissa, uno de los escritores cristianos más ingeniosos del siglo cuarto, en los escritos que él titula Las fabulosas Doctrinas de los Paganos, escribe:
“Ellos nos dicen que uno de sus iluminados dijo que, siendo una y la misma persona, nació como un hombre, luego tomó forma de mujer, y luego voló como los pájaros, y luego creció como un arbusto, y tuvo la vida de un ser acuático. Y el que dijo estas cosas acerca de él mismo, no estuvo, a mi juicio, muy lejos de la verdad. Porque tales doctrinas que dicen que el alma pasa por tantos cambios, son apropiadas para la charlatenería de las ranas y los cuervos, la estupidez de los peces, y las insensibilidad de los árboles”. (The Making of Man, 28:3 [379 D.C.])
Conclusión: Ni la Biblia menciona la reencarnación, ni Cristo ni sus discípulos hablaron de ella, ni los Padres de la Iglesia la enseñaron.
*Este Artículo ha sido publicado con el permiso de el hermano Pablo Santomauro*
Hay muchos «católicos» que han abandonado las herejías de la iglesia católica que provienen en su mayoría del Vaticano, pero vuelven a caer en el error, al adoptar las creencias de las sectas new age, que básicamente son una mezcla de doctrinas orientales mezcladas con «cristianismo» (aunque en realidad con gnosis). Estas doctrinas ya fueron «masacradas» por los antiguos reformadores, lamentablemente, hoy están saliendo a la luz nuevamente, y las personas las están agarrando como fierros calientes, sin analizar y pensar que es lo que hay detrás de todo ello. Me quedo con el siguiente proverbio:
«La mente del hombre prudente busca conocimiento; la boca del tonto persigue la necedad.» (Pro 15:14)
NOTA: Al final de este artículo puedes descargarte GRATIS un completo PDF con imágenes y/o audio sobre el tema Ciencia y Biblia.
El progreso contra la cerrazón, la verdad contra la superstición, la ciencia contra la fe… Todos hemos escuchado expresiones semejantes cuando alguien dice que hay una supuesta incompatibilidad entre hacer ciencia y creer en el Dios de La Biblia. Pero tal contradicción es un mito que surge más del que de la razón, aunque debemos reconocer que en parte fue fomentado por algunos cristianos que se acercaban a la Biblia como un libro en el que todas sus partes -ya fuesen literales, poéticas o figuradas- debían siempre interpretarse en clave literal. Bajo esta extraña manera de acercarnos al texto sagrado estos creyentes presentaban la Sagrada Escritura ante el mundo como un libro que trataba de revelar misterios de la geología, antropología, o astronomía, entre otras disciplinas científicas. Esta manera distorsionada de acercarse a la Escritura viene de lejos, pues ya en el siglo VI nos encontramos al religioso egipcio Cosmas, quien escribiría un libro con pretensiones científicas titulado «Topografía Cristiana» *1. Sí, como si hubiese una topografía animista, otra islámica, otra de los Hare Krishna y así hasta llegar a la topografía al chilindrón. Como ya el lector se estará imaginando, el Universo-Caja de las interpretaciones supestamente bíblicas de Cosmas poco tenían que ver con la realidad. Desde entonces, y hasta ahora, no han faltado voces que nos han descrito infinidad de teorías seudocientíficas, las cuales -dicen- están reveladas en la Biblia. A menudo son las mismas voces que condenan sin reparos cualquier descubrimiento o tesis que no encaje con las particularísimas interpretaciones «científicas» que ellos atribuyen a la Palabra de Dios. Visto el cúmulo de rectificaciones y despropósitos acumulados durante años ya debería quedar claro que esta forma de actuar provoca justamente el resultado contrario al deseado porque muestra una injusta imagen de una Biblia anticientífica y falaz.
GALILEO Y BACON CONTRA LOS «DESVIRTUABIBLIAS«
Así era el Universo-Caja que describía La Biblia según la interpretación del religioso Cosmas. Su Topografía Cristiana, obra del siglo VI, se realizó con pretensiones científicas.
Esta mala manía de usar la Biblia como un libro que se acopla a las peculiares teorías del momento ya fue denunciada por Galileo Galilei, quien no tenía ningún problema con su fe cristiana ni con la Biblia, pero sí con sectores importantes de la Iglesia Católica, tal y como él mismo narra:
«[…] Pero diría más, si me es lícito exponer mi parecer, que tal vez convendría más al decoro y a la dignidad de esas Sagradas Escrituras el procurar evitar que cualquier ligero y vulgar escritor pudiese, para conferir autoridad a sus escritos, muy a menudo fundados sobre vanas fantasías, desparramar en ellos citas de las Sagradas Escrituras interpretadas o, mejor, estrujadas con sentidos tan alejados de la recta intención de esa Escritura, como cercanos a la mofa de aquellos que, no sin alguna tesis transformista radical » *2.
El conocido científico Francis Bacon insistía también en esta misma línea:«Dar a la fe lo que le corresponde a la fe y distinguir claramente entre el libro de la Palabra de Dios y el libro de sus obras es la premisa fundamental de una sana y legítima filosofía natural. […] el conocimiento no puede sino constituir una eficaz incitación a la exaltación de la gloria de Dios, así como un singular antídoto contra la incredulidad y el error […]. La teología revela la voluntad de Dios: la ciencia su poder».*3.
Tampoco se puede tomar como mera coincidencia que la revolución científica se diera en los países donde, tras la invención de la imprenta, la Biblia pasó de ser un libro inaccesible a una obra de dominio público: «A partir del siglo XIII, […] la Escolástica había encadenado la actividad científica con el aristotelismo. Este seguimiento servil y exangüe del modelo aristotélico iba a traducirse en episodios como el proceso a Galileo, partidario de un modelo empírico. Los reformadores defendieron no solo la ruptura con un sistema filosófico que identificaban -no sin razón- con el paganismo, sino además una observación directa de la
«Kepler, Boyle, Faraday, Maxwell, Newton, Leibnitz… creyentes que aplicaron el mandato divino de: «conocer y sojuzgar la Tierra».»
Naturaleza, partiendo del principio bíblico de ‘Conocerla y sojuzgarla‘ contenido en el primer libro de la Biblia. A partir de ese momento, la ciencia iba a convertirse en casi monopolio de los países protestantes o con poblaciones protestantes. En tiempos contemporáneos, tanto Alfred North Whitehead (1861-1947), director del Instituto de Estudios Avanzados de Princenton, como J. Robert Oppenheimer (1904-1967) reconocerían en distintas obras cómo la base de la ciencia moderna se hallaba en el cristianismo y, de manera muy especial, en la versión protestante del mismo. Los ejemplos al respecto son muy abundantes. Francis Bacon, al que se ha denominado el mayor profeta de la revolución científica, señalaría en su Novum Organum Scientiarum (1620) la base bíblica de la investigación científica.A su caso pueden añadirse los de Johannes Kepler y Robert Boyle, los de Michael Faraday y Clerk Maxwell, los de Newton y Leibnitz, ejemplos estos dos últimos en verdad paradigmáticos, ya que no solo se entregaron a la investigación científica, sino que además redactaron interesantes tratados de teología».*4.
EL GÉNESIS
Imágenes de Tiamar y Marduk, personajes principales del relato de la creación del mundo según los babilonios. La Biblia afirma que este poema (Enuma Elish) era leído por estos pueblos cada año nuevo.
A años luz de nuestra forma de entender el mundo, debería ser obvio que la redacción del primer libro de la Biblia, el Génesis (carta fundamental en esta partida), no tuviese alguna pretensión de convertirse en un catálogo de eras geológicas ni de taxonomía. Toda esta discusión acerca de la creación y evolución es un debate moderno que importaba un pimiento a las asediadas tribus hebreas para las que se escribió el fascinante libro del Génesis. Aquel pequeño grupo humano que durante mucho tiempo vivieron rodeado de superpotencias como Egipto o Babilonia necesitaba una respuesta existencial ante las inquietantes cosmogonías de sus inmutables y poderosos vecinos.
La Biblia recoge cómo los Babilonios leían en la fiesta de año nuevo el relato de la lucha entre Tiamat y Marduk, una historia mitológica que describía como los despojos corporales de estos seres superiores formaban un universo conocido en donde los elementos armadores del paisaje eran dioses a los que los humanos debían adorar… ¿Y qué tenía que decir Yavé, el Dios de la Biblia, al respecto? En medio de este desconcierto surge la respuesta del Dios de los hebreos. El libro del Génesis llega y ofrece claves para problemas de identidad, esclavitud y sentido para la vida que se escapan a nuestra percepción moderna. La Biblia comienza con mensaje único, provocador, pero sobre todo liberador. Un sólo ejemplo de esta revolución mental: «Y creó Dios la lámpara del día el Sol, y la lámpara de la noche la Luna» (Génesis 1, 16). Hoy lo leemos esto como una frase cursi para niños de clase de religión, pero en aquellos tiempos suponía un escándalo y reto únicos y transgresores como pocos en la historia de la humanidad. En esta cita aparentemente infantil los imponentes dioses lunares babilonios quedan reducidos a la categoría taxonómica de cosas. La Luna no era el Gran dios babilonio Sin sino una lámpara creada por Yavé, el único Dios verdadero al que adoraban los judíos. Ahí es nada. ¿Y Egipto? El gran Ra, el Faraón Hijo del Gran Dios Sol… ¿hijo de quién?, o mejor dicho… ¿hijo de qué? ¡Hijo de una cosa creada además por el único Dios verdadero y digno de adorar! Tampoco es ninguna coincidencia que las clásicas divinidades paganas (los grandes mamíferos, aves, monstruos marinos…) constituyan los elementos básicos de los seis días o periodos de la creación bíblica.
Todo esto era un sistema de vida dado en La Biblia para liberarse de los caprichos de los dictadores y sacerdotes. El Génesis nos presenta un relato del que ya no percibimos su divina inspiración y trascendencia, pues gracias a él se asumió que ya no había que someterse a la esclavitud por miedo a la ira de los dioses de la naturaleza. Se les acabó el chollo. Los hijos de Yavé sabían ahora que las cosas eran cosas y punto. Grandiosa respuesta a problemas ajenos a los debates acerca de los fósiles de Arqueopterix o sobre la radiación de fondo y la teoría del Big Bang. Y es que el acercamiento a Las Escrituras no sólo impide el coherente devenir de la ciencia, sino más bien lo contrario. La lectura de la Biblia provocó en muchos una actitud escrutadora en pro del avance científico dentro de una ética sublime. Y si no, basta mencionar a Kepler, Boyle, Faraday, Maxwell, Newton, Leibnitz o nuestro contemporáneo Francis Collins, descubridor del genoma humano y quien se convirtió a Jesucristo por causa de su trabajo como científico. Son creyentes que aplicaron el mandato divino de: «conocer y examinar La Tierra» (Génesis 1, 18) e hicieron ciencia como Dios manda. Y es que a pesar de las muchas y extrañas tesis que corren entre nosotros, la libertad emanada en el libro del Génesis no deja de abrumarnos. Y eso que es sólo El Principio de lo que Dios tiene que decirnos.
Algunas de estas ideas están extraídas en parte de la conferencia organizada por Delirante e impartida por el científico y escritor Pablo de Felipe (Doctor en Bioquímica y Biología Molecular, investigador en la Universidad Saint Andrews de Escocia) y que puedes escuchar en Mp3Audio (60 min. aprox.) o leer el PDF de la charla con imágenes.
*1. Cosmas Indicopleustes. Topographie chrétienne. París: Les Éditions de Cerf 1968.
*2. Galileo Galilei, Carta a Cristina de Lorena y otros textos sobre ciencia y religión.
Madrid: Alianza Editorial 1987
*3. Tomado del libro El Avance del Saber, Mª Lusa Balseiro (trad).
Madrid: Alianza Editorial 1988, pp. 14 y 15
*4. Vidal Manzanares, César. El Legado del Cristianismo en la Cultura Occidental.
Madrid: Espasa-Calpe. 2000, p. 189
El cristianismo en tiempos de Jesús no enseñó que él era Dios, de hecho, Jesús llegó a decir que después de que él se iría, muchas de sus enseñanzas se corromperían:
Hch 20:29-30 Yo sé que después de mi partida, entrarán entre vosotros lobos feroces que no perdonan al rebaño, y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablan perversidades, para arrastrar a los discípulos tras sí.
1Ti 4:1-3 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos (No se refiere a pocos sino a muchos) apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por la hipocresía de mentirosos que han sido cauterizados (Es decir, insensibilizados) en su misma conciencia; que prohíben casarse y mandan abstenerse de alimentos que Dios creó para que, con acción de gracias, participen los creyentes, los que han conocido plenamente la Verdad.
La trinidad (definición):
Que el Padre, el Hijo (Jesús), y Espíritu Santo son Dios, todos juntos, cada uno eterno, todopoderoso cada uno, y otro mayor de la menor que el otro, la creencia de que Jesús Cristo es Dios, se basa en la idea de la trinidad. Pero si usted echa un vistazo a la historia de esta enseñanza: En primer lugar la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia también la Enciclopedia Británica dice que la creencia de la Trinidad o Jesús, que era Dios o era parte de Dios ni siquiera existía hasta hace dos o trescientos años después de la muerte de Jesús.
Ni la palabra Trinidad, ni la doctrina explícita aparece en el Nuevo Testamento , ni Jesús y sus seguidores tuvieron la intención de contradecir el Shema en las Escrituras hebreas: «Oye, Israel: El Señor nuestro Dios, Jehová uno es «(Deuteronomio 6:4). Los primeros cristianos, sin embargo, tuvieron que hacer frente a las consecuencias de la venida de Jesucristo y de la supuesta presencia y el poder de Dios entre ellos-es decir, el Espíritu Santo, cuya llegada estaba relacionada con la celebración del Pentecostés. El Padre, el …
La Enciclopedia Americana dice – «El trinitarismo del siglo IV era una desviación de las primeras enseñanzas cristianas.» Esta enseñanza fue adoptada en el «cristianismo» de las religiones paganas de Egipto, Babilonia, desde el hinduismo, e incluso desde el filósofo Platón, que enseñaba la creencia de la trinidad aprox. 400 años después de Jesús. Por último se convirtió la trinidad no en la enseñanza central de la iglesia a causa de la Biblia, pero debido a la orden del emperador romano Constantino, que era pagano en sí mismo. Realmente no podría importarle menos sobre las enseñanzas de la Biblia, pero sólo quería terminar con el debate entre los líderes de la iglesia para mantener la unidad en su reino. Después de haber tomado esa decisión en el año 381, cualquier persona que abiertamente estaba en desacuerdo con la trinidad fueron violentamente perseguidos o muertos con el permiso de la iglesia.
En la lectura del registro de las biblias, Jesús nunca dijo ser Dios, o cualquier parte de Dios. Todo lo que dijo acerca de sí mismo indicó que no se consideraba a sí mismo igual a Dios de alguna manera – no en el poder, no en el conocimiento, o la edad.
La Biblia llama a Jesús «el Hijo unigénito» de Dios (Juan 1:14, 1 Juan 4:9) – En primer lugar, Juan 1:18 – «Ningún hombre ha visto a Dios en cualquier momento …» (La Biblia dice que el hombre no ha visto jamás a Dios, pero miles vieron e interactuaron con Jesús durante su vida terrena). – Dios no tiene principio ni fin. Salmos 90:2 – «. … aun desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido tú eres Dios«, pero la Biblia dice que Jesús era «el primogénito de toda creación.» (Colosenses 1:15) Ver también (Apocalipsis 3:14).
A diferencia de Dios, Jesús fue creado y tuvo un principio. -. Tenga en cuenta otra cita, cuando un hombre vino a caer a Jesúsa sus pies y luego lo llamó «Maestro bueno», Jesús le dijo en Marcos 10:17, 18 «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, excepto uno, Dios «. (Si el mismo Jesús era el dios, esta afirmación tiene algún sentido? Jesús siempre digno de alabanza dirigida a Dios, no a sí mismo.) – Juan 14:28 – «El Padre es mayor que yo «(Jesús hablando) – 1 Corintios 11:3 – «… la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de una mujer es su marido, y la cabeza de Cristo es Dios«. (La Biblia siempre habla de Dios, de ser superior en el poder a Jesús). – Filipenses 2:6 – «… Jesucristo, que, a pesar de que existía en la forma de Dios (como un espíritu en el cielo) no dio consideración a una usurpación, a saber, que debe ser igual a Dios. » – También 1 Timoteo 2:5 dice que los discípulos deben ver a Jesús como el «único mediador entre Dios y los hombres«, no como Dios mismo. Un mediador es alguien separado, obviamente, de los que necesitan la mediación, no es parte de una de las dos partes que necesitan mediación. — Eso es sólo una breve lista, hay muchas más.
El trinitarismo «cristiano» fue sólo una enseñanza pagana que se incorporó a los cientos de iglesias años después de Cristo. Las fotos de más abajo son de la trinidad Hindu, a continuación, la antigua trinidad egipcia, y finalmente la trinidad «cristiana». -Una pintura antigua de la escena en Nicea cuando el emperador Constantino hizo su decisión.
Shalom!
Que el ÚNICO Dios lo bendiga en gran manera a través de su glorioso hijo… y que la bendición del «Ruaj» (Espíritu de ‘Elohim) esté con ustedes hoy y siempre.
Debe estar conectado para enviar un comentario.