Expovida, una explicación científica del milagro de la vida y del gran crimen del aborto

La exposición que organiza Derecho a Vivir en la sede  HazteOir.org en Madrid durante esta semana cuenta con elementos gráficos para demostrar científicamente que la vida comienza desde el momento de la fecundación hasta el mismo nacimiento.

La exposición que forma parte de la Semana por la Vida está formada principalmente por una serie de paneles gráficos. En una cara de la moneda, se muestra el desarrollo del niño en el vientre de su madre. Por el otro, la cara más amarga, las técnicas del aborto y las consecuencias físicas y psicológicas que tienen para la madre. Estará expuesta desde el martes 10 hasta el jueves 12 en Paseo de la Habana, 200.

También se hace referencia a quiénes son los que ganan con el aborto y promueven que es un derecho de las mujeres. En la galería se explica que una mujer se convierte en madre desde el mismo momento en el que un nuevo ADN se forma en su interior. Desde este instante, ya es una vida y por lo tanto, si el aborto es un negocio, se está negociando con vidas.

El objetivo de esta exposición, como detalla la propia asociación, es combatir el aborto y conseguir que la sociedad acepte que es “una muerte cruel y violenta de un ser humano”. La exposición itinerante CIDEVIDA-DAV es una herramienta muy poderosa para alcanzar ese fin.

Algunos de los paneles de Expovida / Actuall

Algunos de los paneles de Expovida / Actuall

Se trata de una exposición muy fácil de montar y transportar por lo que cualquier persona puede ejercer de embajador de la vida y exponer en su localidad la defensa de los seres humanos.

Promocionarla intensamente y exhibirla en el mejor sitio posible para que la vea mucha gente, es una oportunidad fantástica para promover la cultura de la vida que derrotará y erradicará el aborto de nuestra sociedad.

Referencias:

Consecuencias Psicológicas del aborto en la mujer a muy corto plazo, Búsqueda de indicadores objetivos en el psicodiagnóstico de Rorschach, Trabajo de investigación Li. María Carolina Pavia; Licenciada en Psicología Clínica en Infanto- Juvenil y Laboral, Investigadora y Profesora Asistente del Magister en Ética Biomédica del Instituto de Ética Biomédica de la Universidad Católica Argentina. Egresada del IIPL-CARR- International Institute for Pregnancy Los and Child Abuse Research and Recovery, Victoria (Cánada). http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo49/files/Trabajo_de_Investigaci-n._Lic.pdf

Psychological Problems Sequalae in Adolescents after Artificial Abortion.  Journal of Pediatric and Adolescent Gynecology.  http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1083318812000034

Life Begins at Fertilization.  https://www.princeton.edu/~prolife/articles/embryoquotes.html and https://www.princeton.edu/~prolife/articles/embryoquotes2.html

Fuente: http://www.actuall.com/vida/expovida-una-explicacion-cientifica-del-milagro-de-la-vida-y-del-gran-crimen-del-aborto/

La meditación mindfulness reduce el dolor mejor que un placebo

Es un 16% más efectiva, demuestra un estudio realizado en EEUU

Fuente: PhotoXpress.

Fuente: PhotoXpress.

Científicos del Wake Forest Baptist Medical Center de EEUU han descubierto que la meditación mindfulness reduce el dolor de manera más efectiva (un 16% más) que el placebo. También se ha comprobado que esta técnica meditativa activa respuestas cerebrales distintas a las que activa el placebo, lo que ayuda a que las sensaciones dolorosas «se desvanezcan».

Científicos del Wake Forest Baptist Medical Center de EEUU han descubierto que la meditación mindfulness reduce el dolor de manera más efectiva que el placebo. El mindfulness consiste en centrar la atención continuamente en la respiración, las sensaciones corporales y el contenido mental, mientras se está sentado, se camina o se practica yoga.

El hallazgo resulta significativo porque normalmente se demuestra la eficacia de los tratamientos clínicos y farmacológicos en ensayos controlados con placebo.

La investigación mostró que los participantes del estudio que practicaron el mindfulness notaron un mayor alivio del dolor que aquellos a los que se les suministró un placebo.

Además, escáneres cerebrales realizados mostraron que este tipo de meditación producía patrones de actividad cerebral muy distintos a aquellos que provocaba un placebo aplicado para reducir el dolor.

Para la investigación se utilizó por tanto un enfoque de dos vías: por un lado, se evaluó el dolor de los participantes y, por otro, se registraron las imágenes de sus cerebros. El objetivo era determinar si la meditación mindfulness es simplemente un efecto placebo.
 
«Estábamos completamente sorprendido por los resultados», afirma el neurobiólogo Fadel Zeidan, autor del estudio. «Aunque pensamos que habría cierto solapamiento en las regiones cerebrales entre meditación y placebo, los resultados de este estudio aportan nuevas evidencias objetivas de que la meditación mindfulness reduce el dolor de una manera única», añade en un comunicado del Wake Forest Baptist Medical Center.

Características de la investigación

En el estudio participaron 75 personas sanas, sin dolor , que fueron asignadas por azar a uno de estos cuatro grupos: el que practicó el mindfulness, un grupo que practicó una «meditación placebo» o falsa, otro grupo al que se le suministró un placebo en forma de crema analgésica (en realidad era vaselina), y un grupo de control.

El dolor fue inducido a los voluntarios con una sonda térmica que calentó una pequeña área de su piel  hasta los 49ºC . Este es un nivel de calor que la mayoría de la gente encuentra muy doloroso.

Los participantes evaluaron a continuación la intensidad del dolor que habían sentido (sensación física) y su respuesta emocional a él. Además, sus cerebros fueron sometidos a escáneres, en concreto, a una técnica conocida como imágenes de resonancia magnética (RM) de perfusión por marcado arterial de spin (Arterial Spin Labeling, ASL). Estos escáneres se hicieron antes y después de la intervenciones por grupo, que duraron cuatro días.

Resultados obtenidos

El grupo de meditación mindfulness informó de una reducción en la intensidad de su dolor de un 27%, así como de una reducción del 44% en la respuesta emocional al dolor. En comparación, la crema placebo redujo la sensación de dolor en un 11% y el aspecto emocional del dolor en un 13%.

Además, «las imágenes por resonancia magnética mostraron por primera vez que la meditación mindfulness producía patrones de actividad cerebral diferentes a los producidos por la crema placebo», señala Zeidan.

Efectos en el cerebro

En concreto, este tipo de meditación redujo el dolor gracias a que activaba regiones cerebrales (la corteza orbitofrontal y el córtex del cíngulo anterior) relacionadas con el autocontrol del dolor ; mientras que la crema placebo lo hico gracias a una reducción en la actividad cerebral de las áreas de procesamiento del dolor (la corteza somatosensorial secundaria).

Otra región del cerebro, el tálamo, se desactivó durante la meditación mindfulness, pero se activó bajo todas las demás condiciones. Esta región del cerebro sirve como puerta de entrada a la información sensorial a los centros superiores del cerebro. Así que, al desactivar el tálamo con el mindfulness las señales sobre el dolor simplemente se desvanecieron, asegura Zeidan.

Menos dolor físico y emocional

Por otra parte, el mindfulness también fue significativamente superior en la reducción de la intensidad del dolor y de la respuesta emocional al dolor que la meditación placebo.

El grupo que hizo meditación «falsa» presentó una disminución relativamente pequeña en la intensidad del dolor (del 9%) y en la respuesta emocional al dolor (24%). Esto último sugiere que la meditación placebo puede haber reducido el dolor gracias simplemente al efecto de relajación que provoca.

Zeidan y su equipo concluyen que los resultados generales demuestran que 20 minutos de meditación mindfulness podrían mejorar el tratamiento del dolor en un entorno clínico; aunque señalan que, dado que el estudio se hizo con personas sanas, no saben si esta meditación podría funcionar con personas que padecen verdadero dolor o dolor crónico.

Lo que sí que se ha probado, sin embargo, es que el mindfulness puede ayudar a pacientes que sufran enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal o el asma. Esto se demostró en un estudio de 2013 realizado por neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU). También se ha comprobado que el mindfulness puede aliviar el dolor anímico, esto es, los síntomas de la depresión.

Referencia bibliográfica:

Fadel Zeidan, et al. Brain Mechanisms Supporting the Modulation of Pain by Mindfulness Meditation. The Journal of Neuroscience (2015). DOI: 10.1523/JNEUROSCI.5791-10.2011.

Fuente: http://www.tendencias21.net/La-meditacion-mindfulness-reduce-el-dolor-mejor-que-un-placebo_a41472.html