¿Están las religiones del mundo preparadas para los extraterrestres?

Un nuevo libro describe lo que los textos y los líderes de 24 religiones han dicho o escrito sobre la posibilidad de que exista vida fuera de la Tierra.

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En 1930, le preguntaron a Albert Einstein su opinión sobre la posibilidad de que hubiera vida fuera de la Tierra. «Otras criaturas quizá, pero humanos no», respondió el científico. La siguiente pregunta fue sobre si creía que existía algún conflicto entre Ciencia y Religión. «En realidad no -dijo Einstein-. Aunque eso depende, naturalmente, de qué religión se trate».

Durante los últimos diez años, las nuevas capacidades de los astrónomos para detectar planetas alrededor de otras estrellas ha llevado el asunto de la posible existencia de extraterrestres fuera del ámbito puramente filosófico, como lo era para Einstein, para transformarlo en algo muy concreto y que los científicos esperan resolver muy pronto. Un cambio que se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad.

En el año 2000, apenas si se conocían 50 exoplanetas. Hoy, su número ha aumentado a más de mil y si la tasa de descubrimientos sigue al ritmo actual, para 2045 se habrán identificado más de un millón de planetas fuera del Sistema Solar.

Por eso, David Weintraub, profesor de Astronomía de la Universidad de Vanderbilt, decidió tomarse en serio la cuestión de si la población, en general, está o no preparada para el descubrimiento de vida en alguno de esos planetas. Y descubrió que la respuesta, tal y como pensaba Einstein, depende en gran parte de cuáles sean sus creencias religiosas.

Weintraub emprendió un detallado estudio cuyo objeto era saber lo que tienen que decir sobre el tema las principales religiones del mundo. Y los resultados acaban de ser publicados en un libro, «Religiones y vida extraterrestre», recién publicado por Springer International.

El libro describe lo que los textos y los líderes de veinticuatro religiones han dicho o escrito sobre la posibilidad de que exista vida fuera de la Tierra.

Para Weintraub, «incluso si un solo planeta mostrara signos de actividad biológica -y esos signos serían fácilmente identificables si en ese planeta hay organismos vivientes- entonces sabríamos que la Tierra no es el único lugar del Universo en el que la vida puede existir».

Diferentes encuestas llevadas a cabo en Estados Unidos revelan que entre un quinto y un tercio de los norteamericanos creen que, efectivamente, los extraterrestres existen. Pero esta creencia varía considerablemente según cuál sea la filiación religiosa de los encuestados.

En efecto, hasta un 55% de los ateos cree que puede haber vida fuera de nuestro planeta. Un porcentaje que se reduce al 44% entre losmusulmanes, al 37% entre los judíos, al 36% entre los hindúes y al 32% entre los cristianos.

Entre estos últimos, los porcentajes también varían según se trate decristianos ortodoxos (41%), católicos (37%), metodistas (37%),luteranos (35%), o baptistas (29%).

Pecado original… en otros mundos

Según el estudio, las religiones asiáticas muestran menos dificultad a la hora de aceptar la existencia de ET. Algunos pensadores hindúes han especulado con la posibilidad de que los humanos podrían incluso reencarnarse en entidades alienígenas, y viceversa, mientras que el budismo da como cierta la existencia de miles de mundos habitados.

Entre los cristianos es, según Weintraub, es donde más pensamiento se ha dedicado a la posibilidad de vida en otros mundos. De hecho, existe un debate al respecto cuyos orígenes se remontan a hace ya un milenio. Si las inteligencias extraterrestres no descienden de Adán y Eva, ¿les afecta el pecado original? ¿Necesitan, o no, ser salvados?. Y si es que sí, ¿significa eso que Cristo visitó otros planetas, y en todos ellos fue crucificado para después resucitar?

Sobre el hecho de si, en general, estamos o no preparados para asumir la existencia de los ET, Weintraub concluye que «mientras que algunos de nosotros aseguran estar preparados, una inmensa mayoría probablemente no lo está… Muy pocos de nosotros, en efecto, han dedicado tiempo a pensar seriamente sobre lo que la vida extraterrestre, ya sean microorganismos o bípedos a los mandos de naves intergalácticas, podría significar para nuestras creencias más arraigadas y personales y nuestra relación con lo divino».

Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20141006/abci-extraterrestres-estan-religiones-mundo-201410061014.html

Referencias: http://www.springer.com/social+sciences/religious+studies/book/978-3-319-05055-3

¿Por qué no apoyamos el Acuerdo de Vida en Pareja?

136675867537El AVP busca legitimar legalmente la unión entre personas del mismo sexo, otorgándole un estatus de “matrimonio”. Sin embargo, el AVP contraría lo más propio del matrimonio: la procreación y el cuidado de los hijos.

Los pasos que siguen a la legalización del AVP son la procreación médicamente asistida y el alquiler de vientres de manera de permitir a estos falsos matrimonios tener hijos.

Entre lo que silencian quienes abogan por la legalización del AVP, está la necesidad psicológiga y emocional (no sólo “el derecho”) de cada niño de saberse engendrado de manera normal y de ser educado por un padre y una madre reales (no sólo “autopercibidos”), como la naturaleza lo dispuso desde siempre.

El peso de este argumento ha llevado a muchos homosexuales a oponerse al matrimonio gay con el fin de proteger el desarrollo del niño, sobre todo en la infancia.

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Para no usar sólo nuestras palabras, incluimos aquí las de activistas homosexuales franceses contrarios al AVP, expresadas en diversas entrevistas y actos públicos realizados durante este año (2013) ante la posibilidad de que se legalizara el matrimonio homosexual en Francia

El derecho de los niños prevalece sobre el derecho a los hijos” era el eslogan de manifestantes como Jean-Marc Veyron, alcalde francés de Chasselas en Maconnais, homosexual, y que firmó a finales de 2012, junto con alrededor de otros 15.000 alcaldes, la petición ‘Alcaldes por la infancia’ para que se reconozca su derecho a la objeción de conciencia si finalmente se aprueba la ley.

“Como ciudadano homosexual, no me siento representado por las asociaciones LGBT. […] Lo ideal para el niño es crecer en una familia compuesta por un padre y una madre. […] La ley debe reconocer lo que es bueno y aconsejable y no animar a prácticas minoritarias. La ley debe proteger al más débil, el niño”, insiste.

Asimismo, Xavier Bongibault, ateo y líder del grupo ‘Plus gays sans marriage’ (‘Más gays sin matrimonio’), se manifiesta totalmente contrario al proyecto: “El estudio más serio realizado hasta ahora… demuestra de forma muy clara que un niño tiene problemas cuando es criado por padres homosexuales”.

Bongibault considera que “estamos secuestrados por una minoría de activistas sectarios que obligan a callar a la gran mayoría de homosexuales”. En declaraciones a Le Figaro, a finales de septiembre del año pasado, señaló que “eso hace imposible pronunciarse contra el matrimonio y la adopción sin temor a ser tratado de reaccionario o de homófobo por los militantes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). ¡Lo cual, en mi caso, es paradójico!”.

Otra destacada líder de un colectivo homosexual, Nathalie de Williencourt, una de las fundadoras de Homovox, una de las mayores asociaciones gays en Francia, en una entrevista concedida el 11 de enero al sitio web italiano Tempi.it manifestaba estar en desacuerdo con el proyecto de ley del presidente François Hollande.

En la entrevista hacía referencia a que la mayoría de homosexuales, incluida ella misma, no quieren ni el matrimonio ni la adopción de niños, “creemos que los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, posiblemente biológicos, que ojalá se amen”.

Si las parejas homosexuales adoptan niños que ya están privados de sus padres biológicos, entonces (los niños) estarían sin un padre y sin una madre por segunda vez”.

Y concluía argumentando que “la pareja homosexual es diferente a la heterosexual por un simple detalle: no podemos dar origen a la vida”.

Fuente: http://redprovida.com