Aclarando las conspiraciones de las vacunas y del VIH

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Fabián Sáez @fabiansaezp en @neuronafm desmontando conspiraciones, como la inexistencia del VIH, el daño de las vacunas, entre otros temas.

[audio http://www.ivoox.com/fabian-saez-afabiansaezp-aneuronafm-aclarando-conspiraciones_md_2226780_1.mp3]

¿Hay vida en otros planetas?

extraterrestres

El tema de los extraterrestres o aliens, OVNIs y vida en otros planetas ha sido un tema interesante en el Cristianismo por muchísimo tiempo. La posibilidad de que no estemos solos en el universo es intrigante y ha inspirado muchísimos libros, películas, controversias y estudios científicos.

Pero, ¿es razonable pensar que no estamos solos en el universo?

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¿Hemos sido visitados por extraterrestres?

No hay porqué pensar que sí.

La galaxia Andrómeda es la galaxia más cercana a la nuestra (la Vía Láctea). Andrómeda está a una distancia de 2,5 millones de años luz de la Vía Láctea. (NOTA: un año luz es la distancia que le toma a un rayo de luz viajar durante un año; es aproximadamente 10 trilliones de kilómetros o unas 6 trilliones de millas.) Por lo tanto, si hubiesen extraterrestres en Andrómeda, se tardarían más de 2,5 millones de años luz en alcanzar a la Tierra, ya que la Tierra no está en un borde de nuestra galaxia y las galaxias están en perpetuo movimiento. Lo que esto significa es que, aunque aquellos extraterrestres consigan una nave que viaje a la velocidad de la luz (cosa que Einstein dice que es imposible), se tardarían más de 2,5 millones de años en llegar.

La NASA ha publicado en su sitio web un artículo con cierto tono irónico y carente de detalles titulado ‘Propulsión warp: ¿Para cuándo?’. Como se desprende del texto, en uno de los programas de la NASA varios científicos trataron de desarrollar un sistema de propulsión para naves espaciales totalmente nuevo. La base teórica de este estudio son los trabajos de físicos y matemáticos como Matt Visser, Michael Morris, Miguel Alcubierre, entre otros.

Además que la galaxia Andrómeda es significativamente más grande que la Vía Láctea. Si la vida fuese común en el universo, los extraterrestres de Andrómeda tendrían más probabilidad de encontrarla en algún otro lugar de su propia galaxia que en la diminuta Vía Láctea.

Por último, sería problemático para que los extraterrestres nos detectasen. Hemos estado enviando ondas radiales hacia los confines del espacio por menos de 100 años. Recuerda que la galaxia más cercana, Andrómeda, está a 2 millones de años luz de nosotros. Así que, por lo menos, faltan 2 millones de años para que estas ondas radiales lleguen hasta allá. La luz y otras señales electromagnéticas que recibirán van a ser representativas de cuando se enviaron; es decir, si las reciben en 2 millones de años va a ver la Tierra de hace dos millones de años. Los seres en otras galaxias no tendrían manera de saber que vida avanzada existe en nuestra galaxia.

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SETI – ¿Extraterrestres en nuestra galaxia?

Los científicos han sido activos por los últimos 40 años buscando vida inteligente en nuestra galaxia. La Búsqueda por Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) ha logrado extender la búsqueda a 40,000 años luz de la Tierra (nuestra galaxia tiene un diámetro de 100,000 años luz). Hasta hoy, no se ha detectado ninguna señal de los sistemas estelares en este alcance.

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Grandes problemas con viajes intergalácticos…

Parecería bastante obvio que nuestra tecnología de cohetes es incapaz de proveer la velocidad necesaria como para hacer que los viajes intergalácticos sean una posibilidad. Aunque los motores de materia/anti-materia pueden acelerar a una velocidad cerca a la velocidad de la luz, no hay manera de contener o generar grandes cantidades de anti-materia. La única manera que se ha logrado crear anti-materia es utilizando aceleradores de partículas que miden kilómetros de ancho y la escasa cantidad de anti-materia que se genera es destruida rápidamente por interacciones con materia común.

El poder nuclear proveería una opción de combustible abundante como para viajes intergalácticos, pero solo duraría unos años antes de ser gastado.

La energía de la fusión todavía no se ha podido aprovechar de esta manera, pero también se gastaría eventualmente.

Frank Drake, el astrónomo y astrofísico responsable por fundar SETI y uno de los pioneros en la búsqueda de vida extraterrestre, dijo en la revista “Astrobiology Magazine”:

“Enviar una nave espacial del tamaño de un avión a una décima de la velocidad de la luz requiere tanta energía como la que los Estados Unidos produce en más de 100 años.”

De hecho, el requisito mínimo de combustible para tal nave es 100 toneladas, asumiendo que el reactor de fusión convierte la materia en energía cinética con 100% de efectividad. Esto es muy poco práctico.

Sin embargo, resolver los problemas de propulsión y combustible es sólo el principio. Eso de viajar a la velocidad de la luz no es un problema sencillo. A esa velocidad, la intensidad del impacto de pequeñas partículas (como un grano de arena) provocaría agujeros severos en el casco de la nave. Drake comenta:

“[A esas velocidades] una colisión con una partícula de unos gramos resultaría en algo cerca de la energía de una bomba nuclear. No son buenas noticias para los viajeros intergalácticos.”

Un gran problema biológico que no mencionan en los medios publicitarios es la luz azul cambiante de las estrellas comunes cuando se viaja cerca de la velocidad de la luz. El efecto Doppler de viajar a estas velocidades lograría convertir la onda de luz visible a las ondas de rayos gama y rayos equis. Protegerse de rayos gama es casi imposible (pues pueden penetrar varios metros de metal sólido) y cuando chocan con materia (como un cuerpo de un astronauta), los resultados no son como los de los cómics – son devastadores. Este problema por sí solo podría limitar la velocidad de los viajes intergalácticos, haciéndolos aún más imposibles.

Otros problemas significativos tendrían que ver cómo mantener los organismos biológicos vivos por los muchos años que duraría un viaje a otra galaxia. Dado los efectos de la exposición prolongada a cero gravedad observada en astronautas de la Estación Espacial Internacional, es certero decir que puede ser fatal estar expuesto a cero gravedad por mucho más tiempo de lo que ya se conoce. Claro, a través de rotación se puede crear gravedad artificial, pero esto traería problemas de propulsión, haciendo un viaje larguísimo aún más largo.

Además, sería imposible llevar suficiente alimento y agua para tal viaje. Dos soluciones son posibles, pero aún no se ha desarrollado la tecnología para alguna. Una solución sería el reciclaje de todo el carbono y el agua. Este proceso involucraría capturar TODO desperdicio biológico (incluyendo cuerpos muertos) y convertirlos nuevamente en agua y alimento. Esta idea de hacer un bio-hábitat artificial y autosuficiente es interesante, pero impráctico pues requiere mucho espacio. Esto haría que la nave tenga más peso, necesitando más combustible y más tiempo para hacer un viaje.

La segunda solución posible es una que ha sido utilizada por las películas de ciencia-ficción por mucho tiempo: la animación suspendida. Hasta ahora, no hay evidencia de que estemos cerca de encontrar cómo hacerlo – y no parece posible.

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Entonces, ¿estamos solos?

Como se ha demostrado, la probabilidad de que extraterrestres hayan visitado la tierra es prácticamente cero. Las demás galaxias están muy lejos como para detectar nuestra presencia (ya que las señales radiales no llegarán por millones de años más) y el viaje intergaláctico es imposible a través de tan grandes distancias. Estudios recientes demuestran que el universo es muchísimo más inhóspito de lo que parece desde nuestro sistema solar y nuestro planeta único. Una gran cantidad de nuestra propia galaxia es inhóspita. Ni si quiera se espera que se produzcan planetas rocosos como el nuestro (la inmensa mayoría son planetas gaseosos y así se quedarán) y mucho menos con la sorprendente y “suertuda” colisión de la luna, que provocó que la Tierra no fuese completamente agua y logró cambiar la atmósfera para que no fuese como Venus, reteniendo el calor del Sol.

Todo esto es aparte de que nuestro sistema solar es único en el hecho de que los gigantes gaseosos (como Júpiter y Saturno) están en las afueras del sistema, lejos de la estrella central. Esto es absolutamente esencial para el desarrollo de vida inteligente. Si no, las colisiones devastadoras de la Tierra con objetos espaciales sería 10,000 más probable – haciendo que sólo bacterias y otros organismos simples pudiesen sobrevivir en el constante bombardeo. Estas especificaciones (y otras) hacen de nuestra posición en el universo una única. Literalmente.

John Gribbin, escribió un libro llamado: “Solos en el Universo: Porqué nuestro Planeta es Único.” En él, Gribbin concluye con la siguiente frase:

Las razones por las cuales estamos aquí hacen una cadena tan improbable que la posibilidad de que exista alguna otra civilización tecnológica en la Vía Láctea es extremadamente pequeña. Estamos solos y deberíamos acostumbrarnos a ésta idea.

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Algunas Preguntas Comunes

¿Por qué Dios creó un universo tan grande si sólo nosotros lo habitamos?

Dios es creador. Es Su naturaleza. La inmensa proporción de universo refleja Su grandeza. ¿No es impresionante pensar que un Dios que creó tanto enfoca Su amor inagotable en nosotros?

¿Es posible que Dios haya creado a otros seres vivientes en otros planetas/galaxias?

La realidad es que, al no conocer todo el universo, hay una posibilidad. Pero es sumamente improbable. Hay una diferencia entre posible y probable. Si yo cubro el hemisferio occidental con 2 metros de monedas iguales y te doy una sola oportunidad (con los ojos vendados) para que encuentres una moneda que yo firmé – ¿es posible que la encuentres? Claro. La moneda está ahí, en alguna parte. Sería imposible si la moneda NO estuviese ahí y estuviese en mi bolsillo. Por lo tanto, sí es posible encontrar la moneda firmada. Ahora, ¿es probable? Claro que no.

Fuentehttp://verdadyfe.com

Publicación Científica de Michael Behe reta a la idea de Ganancia de Función en la Evolución Molecular —Casey Luskin

paramecium1Michael Behe publicó un trabajo en la revista Quarterly Review of Biology titulado Experimental Evolution, Loss-of-Function Mutations and ´The First Rule of Adaptative Evolution´, argumentando que “los cambios adaptativos más comunes que se observan… se deben a la pérdida o modificación de una función molecular pre-existente”.

La observación de que un tipo particular de cambio molecular implique la pérdida de función ha sido citada por algunos biólogos evolutivos como argumento en contra de que tal mecanismo particular sea una fuerza importante para el cambio evolutivo que implique adaptación. En el año 2007 Hopi E. Hoekstra y Jerry Coyne publicaron un artículo de revisión crítica en la revista Evolution, acerca de las mutaciones en la regulación cis como mecanismo de evolución, indicando que «La defensa del planteo evo devo de que los cambios en la regulación cis son responsables de las innovaciones morfológicas necesita demostrar que los promotores son importantes en la evolución de los rasgos nuevos, no sólo en la pérdida de los antiguos.» (1) Este es un argumento sólido: de alguna forma, para cualquier mecanismo genético importante en la evolución debe demostrarse que tiene la capacidad de generar una función nueva en lugar de meramente eliminar funciones.

El argumento de Behe apunta hacia lo mismo con la excepción de que se aplica no sólo a una clase limitada de mutaciones en los elementos reguladores cis, sino también a mutaciones en un grupo muy amplio de elementos genéticos que él denomina elementos codificados funcionales (FCT). Según Behe, un FCT se define como «una región discreta pero no necesariamente contigua de un gen que, a través de su secuencia de nucleótidos, influye en la producción, procesamiento, o la actividad biológica de un ácido nucleico particular o proteína, o su unión específica a otra molécula». Los FCT encierran una categoría amplia de ADN, e incluyen:

  • Promotores;
  • Amplificadores o enhancers;
  • Delimitadores o Insulators;
  • Secuencias Shine-Dalgarno;
  • Genes de ARNt;
  • Genes de micro ARN;
  • Secuencias que codifican proteínas;
  • Organellar targeting- o señales de localización;
  • Sitios de empalme intrón/exón;
  • Codones que especifican el sitio de unión de una proteína de otra molécula (tal como su sustrato, otra proteína, o un pequeño regulador alostérico);
  • Codones que especifican un sitio de procesamiento de una proteína (tal como una escisión, miristoilación, o sitio de fosforilación);
  • Señales de poliadenización;
  • Señales de terminación de transcripción y traducción. (2)

Según el planteo de Behe, generalmente no se observa en laboratorio la emergencia de nuevos FCT adaptativos. Más bien, cuando observamos cambios evolutivos de adaptación en el laboratorio los tales típicamente implican la pérdida de la función o la modificación de los FCT. Esto nos lleva a la pregunta: ¿Cómo surgen los nuevos FCT adaptativos? En posts siguientes voy a hablar de la revisión que hace Behe a la evolución de los FCT en las bacterias y los virus, así como también las implicaciones que extrae de los datos.

Autor: Casey Luskin. Es abogado, con estudios de postgrado en ciencia y leyes. Obtuvo su B.S. y M.S. en Ciencias de la Tierra de la Universidad de California en San Diego. Su Licenciatura en Derecho la obtuvo en la misma universidad. Trabaja en el Discovery Institute como Coordinador del Center for Science and Culture. Anteriormente, realizó una investigación geológica en la Scripps Institution for Oceanography (1997-2002).

Traducción: Daniel Alonso. Estudia Licenciatura Ciencias Biológicas en UNT (Universidad Nacional de Tucumán), Argentina. 

Fuente: http://www.evolutionnews.org/2010/12/peer-reviewed_scientific_paper041131.html

REFERENCIAS:

(1) Hopi E. Hoekstra and Jerry A. Coyne (2007), “The Locus of Evolution: Evo Devo and the Genetics of Adaptation,” Evolution, Vol. 61-5: 995—1016.

(2) Michael J. Behe (2010), “Experimental Evolution, Loss-of-Function Mutations and “The First Rule of Adaptative Evolution”.  Quarterly Review of Biology, vol. 85 (4).

Visto enhttp://idtucuman.blogspot.com

¿Divinidad de Jesús? Una indagación

El hombre está hecho para adorar y obedecer; pero si no le das órdenes, si no le brindas nada qué adorar, él inventará sus propias deidades, y hallará un líder en sus propias pasiones. —Benjamin Disraeli, Coningsby

La diferencia crítica entre las enseñanzas de Jesús y la fórmula trinitaria está en elevar a Jesús al estatus divino, un estatus que Jesús negó en los evangelios:

“¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios”. (Mateo 19:17, Marcos 10:18, y Lucas 18:19)
“El Padre mayor es que yo”. (Juan 14:28)
“Nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo”. (Juan 8:28)
“De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo…”. (Juan 5:19)
“Pero yo lo conozco, porque de Él procedo, y Él me envió”. (Juan 7:29)
“El que me desecha a mí, desecha al que me envió”. (Lucas 10:16)
“Pero ahora voy al que me envió…”. (Juan 16:5)
“Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió”. (Juan 7:16)

“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, Él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar”. (Juan 12:49) [1]

¿Qué dice la teología paulina? Que Jesús es socio en la divinidad, Dios encarnado. Entonces, ¿a quién debemos creerle? Si a Jesús, entonces escuchemos lo que sea que él tiene para decir:

“Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es”. (Marcos 12:29)
“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre”. (Marcos 13:32)
“Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás”. (Lucas 4:8)
“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió…”. (Juan 4:34)
“No puedo yo hacer nada por mí mismo… porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”. (Juan 5:30)
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”. (Juan 6:38)
“Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió”. (Juan 7:16)
“Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. (Juan 20:17)

Mis itálicas en los versículos anteriores no implican que Jesús habló con énfasis, aunque nadie puede asegurar con certeza que no lo hizo. Más bien, las itálicas subrayan el hecho de que Jesús no sólo nunca reclamó para sí divinidad, sino que sería el primero en negarlo. En las palabras de Joel Carmichael: “La idea de esta nueva religión, con él mismo como deidad, fue algo de lo que él [Jesucristo] jamás pudo haber tenido el indicio más leve. En palabras de Charles Guignebert, ‘ni siquiera cruzó por su mente’”. [2]

Entonces, si Jesús jamás declaró ser deidad, ¿qué fue él exactamente? Él mismo respondió esta pregunta:

“No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa”. (Marcos 6:4)

“Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa’”. (Mateo 13:57)

“No es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén”. (Lucas 13:33)

Aquellos que lo conocieron confesaron: “Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea” (Mateo 21:11); y: “Un gran profeta se ha levantado entre nosotros…” (Lucas 7:16). Los discípulos reconocieron a Jesús como “que fue varón profeta” (Lucas 24:19. Véase también Mateo 14:5, 21:46, y Juan 6:14). Si estas declaraciones fueran inexactas, ¿por qué Jesús no los corrigió? ¿Por qué no se autodefinió como deidad si, en realidad, era verdaderamente una deidad? Cuando la mujer en el pozo afirmó: “Señor, me parece que tú eres profeta” (Juan 4:19), ¿por qué no le agradeció su humilde impresión, pero le explicó que había más en su esencia que sólo profecía?

¿O no lo había?

¿Jesucristo, un mero hombre? ¿Podría ser? Una buena parte del mundo religiosamente introspectivo se pregunta, “¿por qué no?” Hechos 2:22 registra a Jesús como “Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis”. Jesús mismo es registrado diciendo: “Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad…” (Juan 8:40). Sorprendentemente, una cita similar se encuentra en el Sagrado Corán: “Entonces [Jesús] habló: Por cierto que soy el siervo de Allah. Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta” (TSC 19:30).

Entonces, ¿Jesús fue un siervo de Al-lah (es decir, siervo de Dios)? De acuerdo con la Biblia, sí. O al menos, es lo que se entiende de Mateo 12:18: “He aquí Mi siervo, a quien he escogido…”. Además, los Hechos de los Apóstoles trazan el crecimiento de la iglesia temprana durante los primeros 30 años que siguieron al ministerio de Jesús, pero en ningún lugar en Hechos los discípulos de Jesús llaman jamás “Dios” a Jesús. En su lugar, ellos se refieren a Jesús como hombre y como siervo de Dios. [3]

De hecho, el único versículo del Nuevo Testamento que apoya la doctrina de la Encarnación es 1 Timoteo 3:16. [4]

Sin embargo, en relación a este versículo (que declara que “Dios fue manifestado en carne”), Gibbon anota: “Esta fuerte expresión puede justificarse por el lenguaje de San Pablo (I Tim. 3:16), pero somos engañados por nuestras biblias modernas. La palabra quien fue cambiada por Dios en Constantinopla a comienzos del siglo VI: la frase real, que es visible en las versiones en latín y en siríaco, aún existe en los razonamientos de los padres griegos y latinos; y este fraude, junto con aquel de los tres testigos de San Juan, es admirablemente detectado por Sir Isaac Newton” [5].

¿Fraude? Bueno… esta es una palabra fuerte. Pero si miramos a los eruditos más modernos, es una palabra bien aplicada, pues “algunos pasajes del Nuevo Testamento fueron modificados para enfatizar más precisamente que Jesús fue una deidad” [6]

¿La Biblia fue modificada? ¿Por razones doctrinales? Difícil hallar una palabra más apropiada que “fraude”, dadas las circunstancias.

En un capítulo intitulado “Alteraciones Teológicamente Motivadas del Texto” en su libro Misquoting Jesus [Citando erróneamente a Jesús], el profesor Ehrman diserta sobre la corrupción de 1 Timoteo 3:16, que fue detectada no sólo por Sir Isaac Newton, sino también por el erudito del siglo XVIII, Johann J. Wettstein. En palabras de Ehrman: “Un escriba tardío ha alterado el texto original, de modo que ya no se lee ‘quien’ sino ‘Dios’ (manifestado en carne). En otras palabras, este corrector tardío cambió el texto en esta forma para acentuar la divinidad de Cristo… Nuestros mejores y más antiguos manuscritos, sin embargo, hablan de Cristo ‘quien’ fue manifestado en carne, sin llamar a Jesús, explícitamente, Dios” [7].

Ehrman subraya que esta corrupción es evidente en cinco manuscritos griegos tempranos. En todo caso, fueron los manuscritos corruptos, y no los “más antiguos y mejores” los que llegaron a dominar tanto los manuscritos medievales como las traducciones al inglés antiguo [8]. En consecuencia, desde los tiempos medievales hasta hoy, los dogmas de la fe cristiana han sufrido la influencia corrupta de una iglesia más devota a la teología que a la realidad [9].

Ehrman agrega: “Mientras Wettstein continuaba sus investigaciones, encontró otros pasajes típicamente utilizados para afirmar la doctrina de la divinidad de Cristo que de hecho representaban problemas textuales. Cuando esos problemas son resueltos con base en la crítica textual, en la mayoría de las instancias las referencias a la divinidad de Jesús desaparecen” [10].

Dado lo anterior, no es de sorprender que el cristianismo del siglo XX se haya expandido para incluir a aquellos que niegan la supuesta divinidad de Jesús. Una señal significativa de este cambio es el siguiente reportaje del periódico londinense Daily News: “Más de la mitad de los obispos anglicanos ingleses dicen que los cristianos no están obligados a creer que Jesucristo fue Dios, según una encuesta publicada hoy” [11]. ¡Es digno de resaltar que no fue el mero clero el que fue encuestado, sino los obispos, dejando sin duda a muchos en sus congregaciones rascándose la cabeza y preguntándose quién cree, si no sus obispos!

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[1] Véase también Mateo 24:36, Lucas 23:46, Juan 8:42, Juan 14:24, Juan 17:6-8, etc.

[2] Carmichael, Joel. p. 203

[3] Hombre: véase Hechos 2:22, 7:56, 13:38, 17:31; Siervo de Dios: véase Hechos 3:13, 3:26, 4:27, 4:30.

[4] En el pasado, algunos teólogos intentaron validar la Encarnación con base en Juan 1:14 y Colosenses 2:9. Sin embargo, a la luz de la crítica textual moderna, estos versículos han perdido adeptos, y por buenas razones. Juan 1:14 habla de “el Verbo”, lo que no implica divinidad, y “el unigénito del Padre”, lo que no es una traducción correcta en modo alguno. En el caso de Colosenses, el problema trasciende el discurso incomprensible, empezando con el simple hecho de que en la actualidad se piensa que Colosenses ha sido falsificado. Para más detalles, véase el libro de Bart D. Ehrman Lost Christianities Cristianismos Perdidos], p. 235.

[5] Gibbon, Edward, Esq. Vol. 5, Capítulo XLVII, p. 207

[6] Metzger, Bruce M. y Ehrman, Bart D. The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption, and Restoration [El Texto del Nuevo Testamento: Su Transmisión, Corrupción y Restauración]. p. 286

[7] Ehrman, Bart D. Misquoting Jesus [Citando erróneamente a Jesús]. p. 157.

[8] Ibíd.

[9] Para mayor claridad, véase Metzger, Bruce M. A Textual Commentary on the Greek New Testament [Comentario Textual sobre el Nuevo Testamento Griego]. pp. 573-4.

[10] Ehrman, Bart D. Misquoting Jesus [Citando erróneamente a Jesús]. p. 113

[11] Londres Daily News [Noticias Diarias]. 25 de junio de 1984

Copyright © 2007 Laurence B. Brown

Se concede permiso para la reproducción libre y sin restricciones; siempre y cuando se reproduzca en su totalidad, sin omisiones, adiciones o modificaciones. El Dr. Laurence B. Brown es graduado de la famosa Universidad Cornell, la Facultad de Medicina de la Universidad Brown y el programa de residencia del Hospital Universitario George Washington; cirujano oftalmólogo, oficial retirado de la Fuerza Aérea, director médico y jefe de un importante hospital del ojo. También es Ministro Interreligioso ordenado con un doctorado en teología y otro en religión, y autor de varios libros de religión comparada y ficción histórica. Sus obras se pueden encontrar en su página web, www.LevelTruth.com.

Genes y vida humana. Dr. Jerome LeJeune

Exactamente de la misma manera se ejecuta la sinfonía de la vida

Dr. Jérome LeJeuneEl Dr. Jérome LeJeune falleció el 3 de abril de 1994. El Dr. LeJeune, de París, Francia, era doctor en medicina, doctor en ciencias, y fue profesor de Genética Fundamental durante 20 años. Descubrió la causa genética del Síndrome de Down y por ello recibió los premios Kennedy Prize y Memorial Allen Award Medal, que son las más altas distinciones mundiales que se otorgan en el campo de la genética. Él practico su profesión en el Hospital de Niños Enfermos de París (Hospital des Enfants Malades).

El Dr. LeJeune era miembro de las siguientes instituciones: American Academy of Arts and Science; The Royal Society of Medicine (en Londres); la Real Sociedad de Ciencias (en Estocolmo); las Academias de Ciencias de Italia y de Argentina; la Pontificia Academia de Ciencias (El Vaticano); y la Academia de Medicina de Francia.

Este artículo es el testimonio que dio el Profesor Jerome Lejeune ante la Asamblea Legislativa del Estado de Louisiana (USA) el 7 de junio de 1990. El testimonio fue publicado en la revista All About Issues, Vol. No. 5, otoño de 1991, pp. 17-20. Traducido por el Dr. Armando Cifuentes Ramírez, Cali, Colombia.

Señor Presidente:

Es interesante constatar que las ciencias naturales y las ciencias jurídicas hablan, básicamente, el mismo lenguaje. Antes de que se pueda proclamar una Constitución se tiene que definir cuidadosamente cada una de sus condiciones. Y luego se tiene que votar para promulgarla. La Constitución natural del ser humano también tiene que ser definida cuidadosamente en todas sus características. A estas características las llamamos GENES que son transportados por los cromosomas. También hay un proceso de votación que es la fecundación. Solamente uno entre aproximadamente mil millones de espermatozoides será el escogido para producir el nuevo conjunto de información. Una vez que la cabeza del espermatozoide ha traspasado la zona pelúcida, (una especie de bolsa plástica que protege la vida del nuevo ser), llega el momento en que su Constitución humana es puesta a votación y promulgada.

El fallo del Tribunal Supremo «Roe V. Wade»* afirmó que, puesto que desconocíamos el momento en que empieza la vida humana, somos libres para decidir tal o cual cosa. Desde entonces han transcurrido diez y siete años y la ciencia ha hecho un progreso vertiginoso. Quiero decirle cuánto mucho más conocemos hoy sobre el comienzo de la persona humana, de lo que sabíamos hace 17 años.

La vida tiene una historia muy, muy larga. Ha sido transmitida desde hace milenios en el género humano. Pero cada uno de nosotros tiene un momento de iniciación preciso, que es aquel en el cual toda la información genética, necesaria y suficiente, se reúne dentro de una célula, el óvulo fertilizado, y este momento es el momento de la fecundación. No existe la más mínima duda sobre esto.

Sabemos que esta información está escrita en una especie de cinta que llamamos DNA (acido desoxirribo nucleico). Es una molécula larga en la que, por medio de un código específico, están definidas todas las características de la futura persona. La cinta que está dentro del espermatozoide mide exactamente un metro de longitud, dividida en 23 pedacitos o cromosomas, y hay otra cinta de un metro dentro del óvulo; de manera que podemos decir que al principio de nuestra vida tenemos dos metros de cinta, en los cuales todo está codificado. Como una ayuda para entender cómo son de diminutas estas dos tablas de la ley de la vida, tengamos presente que la molécula de un metro de largo se enrosca tan apretadamente que cabe fácilmente en la punta de un alfiler. La vida está escrita en un lenguaje fantásticamente reducido. Cuando se emitió el fallo «Roe V. Wade» sabíamos que la información se hallaba dentro de la primera célula, pero nadie podía leerla, y nadie era capaz de anticipar su modo de manifestarse para que al final la información llegara a ser alguien vivo que nos dijera: «Soy un ser humano».

Hoy sabemos que la vida es muy parecida a lo que sucede con una cinta magnética en la que se ha grabado música. En la cinta misma no hay notas. En la grabadora no hay músicos ni instrumentos. No obstante, debido a que la información ha sido codificada en el momento en que era recibida por un micrófono y luego transmitida a la cinta, el tocacintas puede leer dicha información, dar impulso a los altoparlantes, y así, lo que se reproduce no son los músicos ni las notas de la partitura, lo que se transmite, si usted está escuchando «la pequeña serenata», es el genio de Mozart.

Exactamente de la misma manera se ejecuta la sinfonía de la vida. Está escrita mediante un código muy especial en la molécula de DNA, y la primera célula es la primera parte del tocacintas magnético, que descifra el código y toca vida humana. Si la información que está dentro de la grabadora-esa primera célula-es información humana, entonces este ser es un ser humano. Sabemos que inicialmente hay un mensaje, y si este mensaje se deletrea al estilo humano, forma lo que es un ser humano. Comprendemos que la materia es solo materia. Pero la materia puede estar animada por determinada información que le da forma y permite la construcción de un nuevo ser. Ahora, dependiendo de si uno es un melómano o un aficionado, reconocerá más pronto o más tarde, que en el tocacintas se ha puesto un cassette de «la pequeña serenata». Si usted es un melómano de verdad, al segundo compás reconocerá la música. Si es un aficionado necesitará escuchar toda la cinta antes de decir: «Ahora sé que se trata de la pequeña serenata». La ventaja de la genética es que la ciencia es devota de la vida: nos damos cuenta de que se trata de la vida tan pronto se ejecutan los primeros compases.

Este punto de vista acerca de los datos informativos no es una mera ilusión, ni es una hipótesis metafísica. Es pura ciencia. Quienes no quieren aceptar sus implicaciones dicen a menudo que la vida es simplemente un dinamismo, un movimiento continuo. Hoy en día, lamentablemente, se congelan embriones humanos. A medida que baja la temperatura, el tiempo se detiene; y cuando se alcanzan temperaturas muy bajas, el tiempo se suspende. Pero los seres humanos que han sido congelados no están muertos; recobrarán su propia autonomía y empezarán a ser ellos mismos otra vez. Así que sabemos que se ha interrumpido la dinámica, el movimiento; pero si no se ha destruido la información, la vida puede volver a comenzar. Hace 17 años no se podía decir nada acerca del contenido de la primera célula. Si se buscaba en su interior el mensaje genético que estaba codificado, se mataba a esa célula. Sucedía lo mismo con el embrión muy joven. Porque era imposible examinar el embrión de un día, de dos días o de una semana de edad y ver si tenía tal o cual característica, sin destruirlo, debido a la rudeza de la técnica.

Ahora tenemos un extraordinario descubrimiento, hecho hace cuatro años y que se utiliza en los laboratorios desde hace dos años. De un embrión de tres días que tiene de cuatro a ocho células, se extrae, en forma muy cuidadosa, una de esas células perforando la zona pelúcida, sacando la célula y volviendo a cerrar el diminuto orificio. Entonces, de la célula, con una nueva técnica llamada PCR o «polimerización en cadena» se reproduce el DNA de esa célula única y se llega a tener suficiente cantidad de tal DNA para analizarlo. Con la técnica en referencia se reproducen millones de copias de la molécula inicial del DNA en 24 horas. Es casi como un milagro porque funciona más rápido que la misma vida, pero utilizando los mismos procedimientos, esto es, una enzima especial en un ciclo especial tal como sucede en la naturaleza.

[Nota del editor: El Dr. Lejeune, cuya postura en defensa de la vida humana desde la concepción y la fertilización fue bien conocida, no se está refiriendo aquí a la técnica de clonación o a ninguna otra manipulación de embriones humanos que no respete su vida o dignidad, sino solamente al estudio, sin ningún daño para el embrión humano, del DNA.]

Hace menos de tres meses Monk y Holding publicaron en Inglaterra que, en su trabajo con embriones humanos producidos in vitro, habían podido extraer células de esos embriones, polimerizar el correspondiente DNA, examinarlo con determinado procedimiento y determinar si esos embriones incipientes eran masculinos o femeninos. [Nota del editor: De nuevo, el Dr. Lejeune de ningún modo está aprobando aquí la inmoral técnica de la fertilización in vitro que implica la destrucción de innumerables embriones humanos, sino sólo al hecho de que estos científicos pudieron constatar que efectivamente el sexo del ser humano se puede detectar desde los primeros momentos de su existencia.]

Así, aún en un embrión de una semana de edad, con éstas nuevas técnicas podemos decir: «es un hombre » o » es una mujer». Va más allá de lo imaginable que los abogados, al conocer de repente que este embrión de una semana es un muchacho o una chica, no quisieran reconocer al mismo tiempo que es una persona humana.

Un segundo descubrimiento que cambió nuestra manera de considerar la composición genética humana en los últimos dos años fue hecho por Jeffries, otro colega inglés. Jeffries es un prominente especialista en DNA quien súbitamente tuvo la ingeniosa idea de que existían largos trechos del mensaje genético destinados únicamente a dar regularidad a las células. Por tal función específica podían resistir muchos cambios pequeños sin peligro para lo individual. Así cada uno de nosotros tiene, en la porción reguladora de nuestro sistema genético, un orden muy específico de los genes, todos los cuales son normales. Al tomar una célula y utilizar la polimerización en cadena, Jeffries pudo hacer muchas copias de esta parte del mensaje y trazar la información de una manera nueva.

Es muy interesante como aparece el resultado. El DNA específico de cada persona, al terminar de usar todo el procedimiento técnico, parece un conjunto de rayas de distinto ancho y colocadas a diferentes distancias, que conforman un patrón propio para cada ser humano. Se parece mucho al código de barras que nos encontramos en los productos del supermercado. En vez de la etiqueta con el nombre y el precio del producto escritos en letras y números, se usan barras de diferente ancho y colocadas a diferentes distancias una de la otra; si ésto se lee con el sistema analizador, el computador del supermercado sabe exactamente qué producto usted está comprando y a qué precio. Es lo mismo que ahora podemos hacer con cada ser humano examinando su DNA. Podemos trazar un código de barras que es absolutamente específico para cada uno de nosotros.

De hecho, si comparamos el código de rayas de una persona con los de su padre y su madre, podemos reconocer que la mitad de las líneas específicas de la persona también se encuentra en las del padre y la otra mitad en las de la madre; así se obtiene la absoluta definición de la herencia y podemos determinar con un error menor a una vez en diez mil millones, que esa persona es la descendiente biológica de este padre y esta madre.

Tal determinación es muy importante en el caso en que la paternidad deba confirmarse. Estamos en capacidad de detectar, más allá de cualquier duda, quién es el padre biológico y en vez de considerar al bebé como un criminal que debe eliminarse por el aborto, la sociedad debe reconocerlo como un ser humano. Si se conocen la madre y el padre, el ser humano con un padre indigno debe ser la preocupación y no la víctima de la nación. Jeffries encontró que el mensaje genético del espermatozoide estaba acentuado en forma diferente al mensaje genético transportado por el óvulo. Cuando uno está estudiando algo y leyendo un libro, muy a menudo toma un lápiz y subraya una frase que le parece debe recordar; ya que es muy importante. Y a veces , pone una X sobre otro pasaje porque no lo necesita inmediatamente. Es exactamente lo que la naturaleza hace con la totalidad del mensaje genético.

Expliqué que al principio de nuestra vida tenemos dos metros «de cinta», pero he olvidado decirle que la cantidad de letras escritas en esos dos metros es cinco veces mayor que las de la Enciclopedia Británica. O sea que para imprimir el nombre de todas las bases que existen dentro de nuestro código genético, necesitaríamos cinco juegos de volúmenes del tamaño de la Enciclopedia Británica. Entendemos así por qué es muy prudente que la naturaleza subraye algunas frases, porque deben ser descifradas inmediatamente por la primera célula, y coloque una X en otras que van a ser usadas mucho más tarde en la vida. La célula no puede hacerlo todo al mismo tiempo, debe empezar por alguna parte.

Y otro descubrimiento es que en los varones está subrayada una parte del mensaje y en las mujeres otra parte distinta, y el resultado explica dos misterios de la genética. Sabemos ya que a veces después de un coito normal resulta un embarazo sin que exista dentro un bebé; un embarazo falso. A veces da origen a la «degeneración molar», situación muy peligrosa porque se puede convertir en cáncer. Hace unos diez años se descubrió que cuando ocurría la degeneración molar únicamente se formaban membranas cuya composición genética era de origen paterno. También se conoce una situación opuesta. A veces en uno de los ovarios de una muchacha joven y virgen un óvulo se multiplica y forma una teratoma. En este teratoma se encuentran elementos semejantes a la piel, las uñas, el cabello y los dientes. Se denomina «quiste dermoide» que en nada se parece a un bebé sino a algunas partes sueltas.

El descubrimiento consiste en que el subrayado del mensaje masculino le dice a la primera célula cómo construir la membrana que va a proteger al bebé y cómo construir la placenta que tomará las provisiones de la sangre de la mamá; así, de hecho, el hombre tiene en la primera célula el deber de conseguir el alimento y construir el albergue, de construir la choza y salir a cazar. Por el contrario, el mensaje femenino es el de cómo formar diferentes partes que al ser ensambladas formarán un bebé. Es verdaderamente extraordinario que la división de las tareas que encontramos en los mayores, ya está escrita en el diminuto lenguaje de la genética en la primera célula de un milímetro y medio de ancho que es el epítome, el resumen, la disminución a la mínima expresión de la persona humana.

Cuando se sigue observando el desarrollo, el estilo de subrayado va cambiando en cada división de la célula. La primera célula transmite el mensaje con algo de los subrayado borrado, así que las nuevas células empiezan a leer otras partes. Como resultado, la vida es muy parecida al desarrollo profesional de un médico. Tal vez usted haya caído en cuenta que en Medicina, al terminar su carrera, el nuevo profesional puede volverse un médico general o un especialista. Un médico general aprende acerca de muchas, muchas enfermedades y a medida que pasan los años sabe menos y menos sobre más y más; cuando es un muy buen médico general sabe un poco de todo. Los especialistas hacen lo contrario. Aprenden más y más sobre menos y menos y al final un buen especialista sabe casi todo sobre muy poco. Así es como la naturaleza conduce el mensaje humano.

La primera célula es generalista. No puede manifestar muchas cosas, pero sabe algo de todo. Dice cómo construir una máquina que a la postre construirá el cerebro. Pero el motivo por el que esta primera célula, que sabe de todo, deba tener especialistas, es porque para que la célula especialista pueda manifestar su propia personalidad tiene que especializarse para que una célula haga las uñas, otra el sistema nervioso, y para que finalmente la totalidad manifieste al ser humano que existe desde la concepción (=fertilización).

Para recapitular lo que la ciencia nos enseña, Señor Presidente, diría, fuera de cualquier duda, que sabemos que en el principio existe el mensaje. El mensaje genético es vital y su manifestación es vida. Aún más brevemente diría, fuera de toda discusión, que si el mensaje es un mensaje humano, el ser es un ser humano.

 

* El fallo «Roe v. Wade» legalizó el aborto a petición en EE.UU., enero 22 de 1973.  http://www.humanlife.org/publications/sacnacspanish4.pdf

FUENTE: Traducción al español de «Genes & Human Life», publicado en ALL About Issues, Fall 1991

Visto enhttp://encuentra.com/sin-categoria/genes_y_vida_humana_dr_jerome_lejeune12926/