La renuncia de Benedicto XVI y las conspiraciones en el Vaticano

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El cardenal colombiano Darío Castrillón, advirtió al Papa, sobre un complot para asesinarlo.

En el libro “Benedicto XVI: una mirada cercana” de Peter Seewald, publicado hace dos años, el sumo pontífice de la Iglesia Católica dice que cuando un Papa “alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de dimitir”.

En febrero del año pasado, el diario italiano “Il Fato Quotidiano” publicó una polémica nota en la que dice que el cardenal colombiano Darío Castrillón había hecho llegar al Papa, en enero, un documento confidencial en que le advertía sobre un complot para asesinarlo antes de un año.

El periódico no revela los nombres de quienes estarían fraguando la muerte de Benedicto XVI, pero asegura que se enmarca en la lucha de poder entre el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone y su antecesor Angelo Sodano.

Incluso fue más allá, al afirmar que el propio Papa estaba pensando en el cardenal que lo sucedería.

Il Fato Quotidiano también revela que el documento de monseñor Castrillón al Papa, que tenía el sello de “muy confidencial”, estaba escrito en alemán y analizaba las consecuencias de la lucha por el poder en el Vaticano entre cardenales que representan a los poderosos movimientos cristianos Opus Dei y Comunión y Liberación. Benedicto XVI, según el diario, no le tenía mucha simpatía al cardenal Bertone y quería reemplazarlo por el cardenal Angelo Scola.

Continúa el periódico italiano comentando la versión de que el Papa estaba trabajando en su sucesión y que se inclinaba por el mencionado cardenal Scola desde antes, y por eso lo nombró arzobispo de Milán en 2011.

El vocero de prensa del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi –sucesor del mítico miembro del Opus Dei, Joaquín Navarro Valls–, calificó la versión del diario como una «cosa totalmente fuera de la realidad que no merece ser tenida en consideración. Me parece increíble y no voy a hacer ningún comentario”, según publicó Il Fato Quotidiano.

Tras reproducirla como un hecho curioso, que se sumaba a la larga cadena de versiones conspirativas en la historia contemporánea del Vaticano, la prensa mundial olvido muy pronto esta noticia.

Otra conspiración

Cuando en 1973 el papa Pablo VI lo nombró cardenal, el arzobispo de Veneca Albino Luciani, un entusiasta partidario del Concilio Vaticano II de Juan XXIII, publicó una serie de artículos en forma de cartas a los católicos, sobre temas de la moral cristiana, que lo retrataron como un crítico amable de los manejos financieros del Vaticano, que reprochaba la venta de las acciones que tenía la Santa Sede en el Banco Católico del Beneto al Banco Ambrosiano del financista Roberto Calvi.

El 27 de agosto de 1978 el cardenal Albino Luciani fue elegido papa en reemplazo de Paulo VI y adoptó como nombre la combinación del de sus dos antecesores: Juan Pablo I.

De inmediato se propuso poner en práctica muchas de las ideas del Concilio Vaticano II y revisar lo dictaminado en la encíclica “Humanae Vitae” en las relaciones del catolicismo con el sistema financiero.

Les comentó en secreto a sus colaboradores cercanos su intención de investigar las operaciones económicas del Instituto por Opere Di Religione (Instituto para las Obras de la Religión, IOR), y a los pocos meses de su investidura, algunos periódicos italianos le reclamaban en público esa limpieza.

Se rumoraba que el Vaticano tenía sospechosas operaciones conjuntas con la logia masónica P2 y con la mafia italiana, para lavar dinero sucio.

Mino Pecorelli, un periodista y antiguo masón que se enfrentó con el P2, escribió un artículo en que daba una lista de los masones infiltrados en el Vaticano, cardenales, obispos, y prelados de alto rango, entre ellos Jean Villot, secretario de Estado; Paul Marcinkus, jefe del Banco del Vaticano; y Pasquale Macchi, secretario personal del Papa.

El 28 de septiembre, Juan Pablo I habla con su secretario de Estado, Jean Villot, sobre el Banco del Vaticano, discuten sobre un informe que Villot le había presentado y el Papa ordena que Marcinkus rinda cuentas sobre el manejo del banco.

En el lapso entre las 9:30 de la noche de ese día y las 4:30 de la mañana del 29 de septiembre, moría Juan Pablo I, 33 días de haber sido elegido papa.

La versión del Vaticano habla de un infarto agudo, pero numerosos periodistas, escritores e incluso prelados dudan de esta explicación y hablan de asesinato, urdido presuntamente por la mafia italiana, la logia P2 y la cúpula cardenalicia cómplice de operaciones financieras ilegales.

Cuatro años después, el Banco Ambrosiano quebraba estrepitosamente, llevándose consigo al abismo a su presidente Roberto Calvi, al cardenal Marcinkus, y a Michel Sindona, financista que fue en enlace entre el P2, la mafia italiana y el Vaticano.

Esta conspiración contra Juan Pablo I parece de película, y de hecho le sirvió a Francis Ford Coppola para nutrir el argumento de “El Padrino III”

La pugna no termina

Los amantes de las conspiraciones en el Vaticano, algunos terriblemente rencorosos y dispuestos a mentir para sustentar sus críticas a la Santa Sede, dicen que con la elección del polaco Karol Wojtyla como el papa Juan Pablo II, la pugna de poder en el Vaticano no terminó, y es entonces cuando se habla de la caída en desgracia de los jesuitas y el auge del movimiento Opus Dei, una agremiación de mucho componente laico, con santo propio y que Juan Pablo II llevó a las alturas.

Se ha dicho que el Opus Dei diseñó la estrategia para la elección de Karol Wojtyla, con el apoyo del entonces arzobispo de Munich y hoy papa, Joseph Ratzinger, y los cardenales estadounidenses J. Joseph Krol y J. Patrick Cody.

En los casi 27 años de pontificado, Juan Pablo II llevó a la Iglesia por caminos muy similares a las concepciones del Opus Dei, y fue más allá, desactivando todos los vestigios del Concilio Vaticano II en sus derivaciones sociales como la Teología de la Liberación.

Dentro de las versiones nunca probadas tajantemente, se decía que los fondos vaticanos iban esta vez a manos de los ejércitos contraguerrilleros de América Latina y servían para mantener dictadores y derrocar gobiernos progresistas, todo en nombre de la lucha contra el comunismo.

Otra vez finanzas y corrupción

La teoría de la conspiración que salió a relucir al conocerse la renuncia de Benedicto XVI no se debió solo a la frase anticipatoria del pontífice a Peter Seewald, ni a la publicación del periódico Il Fato Quotidiano hace un año, diciendo que existía una versión muy creíble de un complot para asesinar al Papa dentro de 12 meses.

También está el caso “Vatileaks”, el descubrimiento de filtraciones de documentos confidenciales del Vaticano y de Benedicto XVI que llevó a la cárcel por un tiempo a su mayordomo particular.

La conmoción por el espionaje y las filtraciones, manifestada por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, vuelven a poner sobre el tapete la corrupción financiera y las luchas internas de poder.

Dicen que las filtraciones fueron una especie de ataque contra Bertone, secretario de Estado, y que detrás de ellas está Angelo Sodano, mano derecha de Juan Pablo II.

El pasado 10 de febrero, apareció en L’Osservatore Romano un artículo de Giovanni Maria Vian tratando de quitar peso a los argumentos conspirativos y la corrupción financiera en el Vaticano, al considerar que se trata de ingredientes apetitosos de una presunta exclusiva para cualquier diario sensacionalista.

Sin embargo, hay una vieja cita en latín que dice “a fronte praecipitium a tergo lupi”, lo que significa “al frente un precipicio y los lobos a la espalda”, es decir, “contra la espada y la pared”, que le calaría perfectamente a Benedicto XVI.

Fuente: http://www.eluniversal.com.co/suplementos/facetas/la-renuncia-de-benedicto-xvi-y-las-conspiraciones-en-el-vaticano-108990

Alexander Stille: «El Vaticano vive una lucha clásica de poder y no un conflicto ideológico»

Según Stille, existe una división entre quienes sienten que han sido entrenados para dirigir y quienes han ido escalando en la Iglesia a través del servicio.

1704471_300El periodista norteamericano y profesor de la Universidad de Columbia, Alexander Stille, es un habitual colaborador del diario The New York Times, la revista The Atlantic y The New Yorker. Especialista en temas vinculados con el Vaticano y la política italiana, analiza, en conversación con La Tercera las repercusiones de la renuncia de Benedicto XVI y los desafíos que enfrenta la Iglesia en el futuro.

¿A qué se refería el Papa cuando mencionó en la misa de Cuaresma las divisiones en el clero?

No sabemos exactamente a quiénes se refería. Pero vemos divisiones de distinta clase. El escándalo de VatiLeaks reflejó de forma clara las divisiones muy serias en el mismo clero. Hay otras divisiones que la Iglesia ha estado reacia a hacer frente, como si puede la gente divorciada recibir la comunión, si se los va reincorporar o se los va excluir para siempre.

¿Cuáles son las luchas de poder al interior del Vaticano?, ¿es posible identificarlas?

El asunto es que ojalá pudiera decir que esto es una lucha entre la gente que quiere una mayor apertura y otra que quiere mantener todo igual. La verdad es que los documentos que salieron a la luz, en el caso VatiLeaks, revelaron que no había una lucha ideológica al interior del Vaticano, sino que era más una lucha clásica de poder. Lo máximo que uno puede decir es que hay una especie de división entre la corte tradicional diplomática del Vaticano. Ellos están ligados a ciertas instituciones educacionales en Roma que sienten que han sido entrenadas para dirigir cosas y aquellos que han ido escalando en la Iglesia por su servicio. Entonces, hay divisiones ahí entre esas partes de la Iglesia. Pero no hay divisiones profundas filosóficas sobre cómo ser católicos.

¿Cuáles son los errores y los aciertos del papado de Ratzinger?

Si uno lo escucha detenidamente, él estaba tratando de presentar una versión más amable de su papado. En su primera Encíclica había un mensaje de compasión, también había mucha amabilidad en muchas de las declaraciones que hizo como Papa, así que no era tan duro como era representado en la prensa popular. Sin embargo, creo que no fue un papado que será recordado por sus grandes logros. Se dice que el Papa hizo muchas relaciones públicas en EE.UU., pero no hizo frente a los problemas de la Iglesia, como el caso de los abusos sexuales. No se vio una fórmula de parte de la Iglesia para revertir la caída en la vocación sacerdotal. Su renuncia es innovadora. En cierta forma al tomar esta decisión él está diciendo que no porque las cosas han sido así por cientos de años, no hay razón para que tengamos que ser prisioneros de esto. Se necesita alguien más vigoroso y yo no soy capaz de hacer esto. En cierta forma es un mensaje realista y muy humilde. Lo veo entregando un verdadero liderazgo con este gesto de renuncia, que no lo vimos durante su papado.

¿Está de acuerdo con la afirmación de vaticanistas que Benedicto XVI fue un Papa solitario, que no compartía?

Sí estoy de acuerdo, pero se eligió a un hombre que tenía 77 años cuando se convirtió en Papa. Era un académico, él mismo dejó claro que no iba a ser la clase de Pontífice que era Juan Pablo II, que viajó por todo el mundo. Iba a ser diplomáticamente diferente. Creo que esa actitud fue desafortunada.

¿Cuáles son los cambios que se pueden esperar en la Iglesia tras la renuncia de Benedicto XVI?

En general no es una institución que cambie rápida y fácilmente. Hay que recordar que todos los cardenales que estarán votando en el cónclave fueron designados por Benedicto XVI y Juan Pablo II. Entonces tiene un tono muy conservador por lo que no creo que haya grandes sorpresas. Los dos últimos papas han sido grandes creyentes en la autoridad papal y la tradición, así que creo que la gente podría estar esperando grandes cambios, es probable que esté decepcionada.

¿Cuáles serán los desafíos que tiene que enfrentar el Vaticano?

La Iglesia Católica es una organización muy centralizada, teniendo al Papa como su líder, quien fue declarado infalible en el primer cónclave y luego tienes la realidad de 1.200 millones de católicos que son muy extremadamente diversos, viven en todo el mundo y tienen diferentes visiones sobre las cosas. Este problema de tener a cada uno de los católicos que siga el adoctrinamiento del Papa en este mundo diverso, es muy complicado. La Iglesia tiene el problema de que es vista como una pequeña teocracia de hombres alejados de los problemas de la gente común. Esto difiere de cómo la gente percibe a la Iglesia en un nivel local, cuando a menudo encuentra sacerdotes y religiosas que tienen un contacto cercano con la gente que sirven. Es por eso que en ese sentido se tiene una imagen más positiva de la Iglesia, mientras que el Vaticano aparece como remoto. A eso es lo que debe hacer frente.

¿Cómo el nuevo liderazgo en la Iglesia debe enfrentar la filtración de información y esta era de internet?

El Vaticano experimentó una crisis debido a los cambios en los medios de comunicación. En los siglos anteriores, el Vaticano controló gran parte de la información. Durante la era de la televisión, Juan Pablo II fue brillante al usarla para expresar el mensaje que quería. Lo que la gente más recuerda de ese Papado era miles de personas en países de todo el mundo, aplaudiendo a un Papa que era muy humano, pero al mismo tiempo como un monarca, él besaba a niños, se arrodillaba. Hablaba de la doctrina de la Iglesia sin que nadie lo contradijera y fue capaz de controlar ese mensaje muy efectivamente. Cuando Benedicto asumió, enfrentó una situación más dura en el manejo de la información, porque estábamos en la era de internet. A menudo se encontraron con dificultad para tomar la delantera en el tema y eran sorprendidos por cosas que el Papa decía. Por ejemplo, el Papa rehabilitó a unos obispos lefevbrianos y prácticamente el día después que hace este anuncio descubren que uno de los cuatro obispos tiene antecedentes de antisemitismo, comentarios negativos sobre mujeres, cosas que podrían haber descubierto en internet. Entonces surge la idea de una Iglesia que no sabía funcionar en un mundo que tenía acceso a información de forma rápida y fácil. Es por eso que creo que han mejorado en términos comunicacionales, aunque creo que necesitan hacer más. Necesitan encontrar los caminos para hacer que el mensaje sea entendible y que sea atractivo para los fieles.

Fuente: http://diario.latercera.com/2013/02/17/01/contenido/mundo/8-130116-9-alexander-stille-el-vaticano-vive-una-lucha-clasica-de-poder-y-no-un-conflicto.shtml

¿Existe el antipapa?

Aunque pueda parecer extraño, los antipapas han existido durante gran parte de la historia del catolicismo. Pese a que los últimos antipapas reconocidos por la Iglesia Católica datan del siglo XV, en la actualidad existen más de una docena de antipapas no oficiales, algunos tienen incluso su propia página web.

antipapasPero, ¿qué es un antipapa? Hay tres causas principales que han originado la aparición de antipapas a lo largo de la historia: discordancia en la doctrina, que el pontífice fuera deportado o encarcelado, o que se produjera una doble elección papal. El antipapa aparece por alguno de estos motivos con la intención de usurpar las funciones y los poderes que corresponderían al Papa elegido legítimamente por la Iglesia Católica Apostólica Romana. El controvertido título de antipapa no implica necesariamente profesar una doctrina contraria a la fe católica, sólo la intención de usurpar al Papa su puesto.

La historia de los antipapas, al menos los así reconocidos por la Iglesia, comienza con San Hipólito de Roma, cuyo «antipapado» duró del año 217 al 235, cuando murió como mártir ya reconciliado con la Iglesia.

Hay historias realmente ilustrativas de las luchas por conseguir el poder en el seno de la Iglesia Católica. Entre los años 896 y 904, ante las diferencias entre los partidarios del Papa León V y el antipapa Cristóbal, un tercer reclamante, Sergio III, acabó siendo proclamado papa tras hacer estrangular a los primeros. Mucho más notable fue el llamado Gran Cisma de Occidente. Tras la designación de Urbano VI en 1378, los vicios de su cohorte, su cuestionado comportamiento y su supuesta ordotoxia, los cardenales se volvieron a reunir y eligieron al antipapa Clemente VII. Este cisma se prolongó durante medio siglo y no se resolvió hasta el Concilio de Constanza, donde se depuso a todos los pretendientes y se eligió a Martín V.

Los antipapas en la actualidad

Por sorprendente que parezca, la historia de los antipapas llega hasta la actualidad. En pleno siglo XX, las diferencias doctrinales con el Concilio Vaticano II han originado una tendencia doctrinal llamada sedevacantismo, opuesta a algunas de las conclusiones a las que se llegaron en dicho concilio. Los sedevacantistas niegan la legitimidad de todos los papados desde Juan XXIII, convocante del Concilio Vaticano II y que murió sin que éste concluyera. Califican de heréticas las posturas actuales de la Iglesia Católica imperante, con lo que consideran que la sede papal está vacante.

Por otro lado, actualmente, la lista de antipapas pertenecientes a distintas iglesias escindidas o sectas se extiende por diversos países de distintos continentes. En España, la Iglesia Católica Palmariana, con sede en Sevilla, reconoce como papa a Manuel Alonso Corral, que comparte nombre pontificio con Pedro II de Canadá, Pedro II de Francia, o Pedro II de Dakota del Norte entre otros. Ahitler I de Kenia, Clemente XV de la Iglesia Renovada de Cristo o Adrián VII, antipapa residente en California, son algunos de los últimos antipapas no reconocidos por la iglesia. En Internet se pueden visitar las páginas webs de antipapas como la de Miguel I o la de William Kamm (Pedro II).

Fuente: http://www.muyinteresante.es/iexiste-el-antipapa

Referencias: los gorros del papa

Cosmólogos españoles proponen universos sin Big Bang

Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (España) han retomado un modelo que propuso Einstein en los años 20 para plantear geometrías ‘teleparalelas’ del universo. Algunas de sus propuestas contemplan universos primitivos donde el Big Bang no existe. Los detalles se acaban de publicar en la revista Physical Review Letters.

¿Por qué la expansión del universo es acelerada, en lugar de ser decelerada como predice la teoría de la relatividad? ¿Por qué, como apuntan los modelos cosmológicos, el universo no presenta singularidades, es decir, zonas del espacio-tiempo donde no se pueden definir magnitudes físicas relacionadas con los campos gravitatorios, como la curvatura?

Son preguntas que tratan de responder Jaime Haro y Jaume Amorós, investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, en un trabajo que publica esta semana la revista Physical Review Letters.

Algunas de las soluciones halladas muestran un universo primitivo en el cual el Big Bang no existe. Evoluciona hasta nuestro universo actual, en el que una pequeña constante cosmológica actúa contra la gravedad para acelerar la expansión del universo.

“Es difícil explicar a un público no experto los resultados de nuestro estudio”, reconoce Haro a SINC, “pero el problema consiste en implementar correctamente la cosmología de Einstein para que coincida con los datos experimentales que poseemos hoy en día”.

En los años 20 del siglo pasado Albert Einstein introdujo un modelo, el teleparalelismo –una geometría descrita con ecuaciones de estado de agregación de la materia–, con el que intentó unificar infructuosamente la gravitación y el electromagnetismo.

La imagen más completa del universo tomada hasta ahora. (Foto: ESA)

La imagen más completa del universo tomada hasta ahora. (Foto: ESA)

“Ese modelo solo funciona para un rango de energía intermedio –ni muy alto ni muy bajo–, por lo que hay que introducir una diminuta constante cosmológica que domina sobre la materia actual, y así el universo puede expandirse de forma acelerada”, dice Haro, “aunque para grandes energías la cosa es mucho más complicada y especulativa”.

En el marco de las teorías ‘teleparalelas’ y asumiendo que el universo está lleno de un fluido regido por una ecuación de estado, los investigadores hacen una propuesta que va en dos direcciones. “La primera es considerar fluidos que a grandes energías no son lineales, con lo cual en este caso se obtiene una constante cosmológica efectiva capaz de evitar la singularidad del Big Bang y simular la época inflacionaria de nuestro universo”, indica el investigador.

«Respecto al segundo caso –prosigue–, consiste en usar la denominada cosmología cuántica de lazos con fluidos lineales. Aquí la no linealidad radica en la propia teoría, ya que la cosmología de Einstein es lineal respecto a la torsión del universo. Con esta teoría también se encuentra un modelo de universo sin singularidades que concuerda con los resultados experimentales que actualmente poseemos».

(Fuente: UPC)

Visto en: http://noticiasdelaciencia.com/not/6404/cosmologos_espanoles_proponen_universos_sin_big_bang/