Hackers han irrumpido en sitios de Israel, que ha respondido con la misma moneda. Por ahora, los daños han sido limitados, pero eso podría cambiar pronto.

BLANCO. El sitio electrónico del First International Bank de Israel fue víctima de los piratas cibernéticos. En la imagen, un hombre habla por teléfono en la sede del banco (Foto: ARCHIVO I EL UNIVERSAL)
Por ahora, no hay muertos ni heridos. Nadie llega al hospital ni abre fuego. Pero la guerra… es «a muerte». Se trata de un nuevo campo de batalla, en el que los disparos virtuales se han intensificado claramente en las últimas semanas y no se vislumbra una tregua sino, por el contrario, una escalada: un abierto enfrentamiento por computadora, en cuyo marco hackers que se estima son árabes han logrado irrumpir en importantes sitios de Israel en la red, neutralizándolos temporalmente, desatando la respuesta inmediata de israelíes.
Las víctimas, de ambos lados, han sido, entre otros: el sitio de la Bolsa de Valores de Tel Aviv y de la compañía de aviación israelí El-Al, así como el First International Bank de Israel, y las Bolsas de acciones de Arabia Saudita (Tadawul) y los Emiratos Árabes Unidos (Abu Dhabi Securities Exchange); el Banco central de Gaza y de los Emiratos Árabes Unidos. Además, hackers de Gaza neutralizaron el sitio de la Central de Bomberos de Israel y el de la Asociación de la Lucha contra la Droga.
Hackers israelíes publicaron el jueves pasado por la noche, según dijo la prensa local, datos de las cuentas de más de cuatro mil sauditas, incluyendo códigos secretos, alcanzando al parecer un nivel de infiltración nunca antes logrado. También fueron revelados datos de cuentas de Facebook. Y sólo fue el más reciente capítulo de la ciberguerra, en la que no faltan, por cierto, las amenazas directas.
«No solemos actuar contra gente inocente», dijeron los hackers, según medios locales. «Pero esto es una guerra y en una guerra hay víctimas».
El viceprimer ministro de Israel, Dan Meridor, quien es también titular de Inteligencia y Energía Atómica, criticó las acciones de los hackers israelíes contra sitios árabes.
«Iniciativas individuals de hackers israelíes contra hackers sauditas o de cualquier otro lado son inefectivas y no deberían ser llevadas a cabo en nombre de Israel», declaró Meridor, en un primer comentario official de un miembro del gobierno sobre la «guerra» en curso.
«Esto es en respuesta al hackeo patético» de los sitios israelíes del lunes, habían advertido los israelíes que lograron entrar a los mencionados sitios sauditas, agregando que si los ataques continúan, «pasaremos a una segunda etapa y paralizaremos los sitios por no menos de dos semanas… o por un mes».
El primer disparo
El primer disparo salió de Arabia Saudita, cuando hace pocas semanas hackers de ese país revelaron haber entrado a sitios de empresas de crédito israelíes, extrayendo los datos exactos de un millón de ciudadanos del Estado hebreo.
Varios miles fueron publicados y las compañías israelíes repararon el daño de inmediato. Rápidamente llegó el «contraataque» israelí, extrayendo datos similares de ciudadanos sauditas… y nadie sabe cuáles pueden ser los próximos pasos.
De por medio hay por mucho misterio. Nombres publicados como «IDF Team» -de algunos hackers israelíes-, «Pesadilla» y «OxOmar» -supuestamente de los sauditas-, no dicen nada. Expertos estiman que el nombre tomado por el mencionado grupo de hackers israelíes tiene como intención impresionar y hacer pensar que el propio ejército israelí está detrás del hackeo.
Sin embargo, aunque claro está que las Fuerzas de Defensa de Israel tienen unidades destinadas a proteger el sistema de computación y a contraatacar en una eventual guerra cibernética, especialistas estiman que no hay nada oficial, por ahora, sobre lo que está sucediendo.
Preguntas en el aire
Muchas preguntas están en el aire: ¿Cómo es que un país con tanta tecnología avanzada como Israel no ha logrado proteger mejor sus sitios? ¿Qué daños puede causar esta guerra? ¿En qué momento los efectos se sentirán en la práctica, no sólo en los grandes titulares de la prensa? Y… ¿se puede detener?
El viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, Danny Ayalon, advirtió a los hackers árabes que Israel considerará los ataques cibernéticos como «terrorismo» destinado a socavar la soberanía nacional en la red. «Deben tener claro este mensaje: quien perjudique a Israel
o planee hacerlo en el ciberespacio, no estará inmune ante nuestras represalias». «Pesadilla» respondió que «el vice ministro israelí debe retractarse y disculparse». Ambas partes aseguran que no se verán intimidadas… y la guerra de mutuas amenazas continúa.
Según Ayalon, «el ciberespacio también es campo de batalla e Israel tiene que defenderse y estar atento». El hacker saudita que le exigió disculpas aclaró que «es guerra a muerte contra Israel y mi intención es destruirlo, aunque sea en la web».
EL UNIVERSAL pidió la opinión sobre lo que está pasando a Yael Shahar, experta en el estudio de tendencias tecnológicas aplicadas al terrorismo y a las fuentes abiertas de Inteligencia, en terrorismo no convencional y evaluación de amenazas. Se dedica al tema en el marco de su investigación en el Instituto de Política Antiterrorista en el Interdisciplinario de Herzlia. Pero ni siquiera ella tiene certeza alguna de que quienes lanzaron el reciente ataque hayan sido realmente hackers sauditas.
El ganador
«Claro está que quien gana del aumento de la tensión entre Israel y Arabia Saudita es Irán… así que hay que pensar bien quién puede haber sido», asegura. Ella cree que Israel está bastante protegido en este tipo de guerra, ya que está consciente de que tiene enemigos. «Desde 2003, la conciencia sobre este tipo de peligro, ha ido en aumento y estoy segura que Israel no hace menos que otros, en absoluto, para protegerse».
Respecto al potencial de las iniciativas privadas, considera que un daño sumamente significativo lo pueden ocasionar hackers que tengan el respaldo de grandes recursos. «Hoy, la gran pregunta es si acaso un grupo de buenos hackers puede hacerlo o necesariamente precisarán el rol de un Estado. Algo como lo que pasó con el ataque a Irán, la introducción de un virus que dañó el sistema de centrífugas del plan nuclear. Eso sí que es guerra cibernética… algo que requiere el rol de los Estados, porque son necesarios muchos recursos humanos y materiales. Pero además, eso requiere a menudo información e adentro. A veces esos ataques son tan precisos y puntuales que no se pueden lanzar sin una información concreta desde adentro, lo cual se consigue sólo con espionaje…», señaló la experta israelí.
No cree que por ahora la «guerra» en curso esté siendo librada por hackers oficiales enviados por el establishment de uno u otro lado, y de todos modos aclara que «esto todavía no es una guerra total y por cierto no es un terrorismo cibernético que cobra víctimas». De inmediato, agrega: «Puede llegar a serlo».
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